Quienes
me siguen en este blog conocen de sobra mi gran interés por el tema del “valor
añadido” que un predictor humano puede dar a la salida de un modelo numérico dada
la creciente calidad de éstos y la mejora que cabe esperar para los próximos
años. Saben también que mi opinión es que queda sitio, y sitio todavía
importante -además de en la comunicación y el asesoramiento especializado-, en la vigilancia y predicción de los fenómenos extremos
dado que estos no son en general bien resueltos por los actuales modelos numéricos pero también que para ello se requieren predictores muy seleccionados y muy bien entrenados. Lo que quiero
decir, quizás de una forma mas clara y coloquial, es que son necesarios
predictores con una profunda vocación, personas que de algún modo “se
enamoren” de cada situación y que sepan utilizar adecuadamente todos los
recursos a su alcance para analizar, diagnosticar, conocer los puntos fuertes y
débiles de los modelos con que trabajan, aplicarlos adecuadamente, introducir
las correcciones que crean oportunas y llegar así a la mejor predicción posible.
Estos
predictores existen y en estos días se nos ha jubilado uno de ellos: Víctor
Alcover, jefe del Grupo de Predicción y Vigilancia de Valencia. Víctor es una
de esas personas enamoradas de la predicción a la que antes hacía referencia.
Teniendo como área de responsabilidad durante muchos años todo el territorio de
la Comunidades Valenciana y Murciana tan
pródigas en diluvios, tormentas y temporales marítimos, la presencia de Víctor
“al timón” ha sido siempre una garantía de tranquilidad y control que sentíamos
tanto los responsables de Predicción en AEMET como los de Protección Civil e
incluso los propios periodistas.
Victor Alcover (foto tomada de RAM) |
Víctor
nunca trabajaba en solitario. Eran famosos en toda la Agencia los “briefings”
del GPV de Valencia a través de los que formó “escuela” en cómo analizar,
diagnosticar y predecir. En Víctor se han unido siempre ese “sexto sentido” de
los predictores de raza, de los “enamorados” de la predicción, con el
conocimiento y la utilización –siempre crítica pero inteligente- de los
distintos modelos y técnicas. A todo eso él añadía un conocimiento profundo de
los “modelos conceptuales” de las circulaciones mediterráneas y detectaba en
seguida si estaban presentes todos los ingredientes necesarios para que una
situación crítica se desatara. Y cuando faltaba uno de ellos aguantaba la presencia
de todos los demás mientras vigilaba continuamente junto con sus predictores la
aparición de aquel del que iba a depender el desencadenamiento de la situación.
Y la predicción o el aviso llegaba en el momento adecuado y justo.
Un
divulgador científico valenciano, buen amigo mío y suyo, me decía con motivo de
su jubilación que Víctor era “quizás la persona que mas sabe de “gotas frías”
de Europa. Uno y otro saben que a mí no me gusta nada el término “gota fría” -y
probablemente explique aquí algún día la razón- pero hoy, reconociendo el
profundo conocimiento del tema por su parte, rubrico encantado la frase porque
se la merece.
Sé
que Víctor no podrá dejar a un lado el seguimiento de sus “gotas” y de su
Mediterráneo. Lo hará de una forma u otra y aunque ya no aparezca –supongo- por
el Grupo de Predicción su “escuela” de predictores tiene un camino a seguir bien marcado. Ha sido y será siempre
un meteorólogo, un predictor de pura raza. Junto con mis mejores deseos en su jubilación, mi homenaje cariñoso para él y en él
para todos los predictores “enamorados”. Hacen falta.
Se puede leer una interesante entrevista a Victor Alcover en este enlace de la "Revista del Aficionado a la Meteorología" (RAM)
Una pena para el mundo de la meteorología , pero bien merecido se lo tenia, buen articulo, saludos.
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