La bajada de temperaturas del pasado fin de semana, junto con las lluvias que afectan estos días a la mitad este peninsular, marcan ya el final del verano climatológico que como es sabido abarca los meses de junio, julio y agosto. A la espera de los informes de la Agencia Estatal de Meteorología sobre el comportamiento del mes de agosto y del trimestre veraniego en su conjunto, todo parece indicar que su temperatura media va a estar por encima del valor normal del periodo 1971-2000.
Cabe señalar que la temperatura media de junio fue de 19,8 ºC, lo que supone 0,3 ºC por debajo de la media de este mes; se trata de la temperatura media más baja desde 1997 para un mes de junio. Recordemos que durante el mes se mantuvieron las entradas de aire frío desde el noroeste, tal como había venido sucediendo a lo largo de la primavera. Por lo que se refiere a la precipitación media, ésta fue de 30 mm. , lo que supone cerca de un 20% menos que el valor medio. Sin embargo, y en contraposición al comportamiento de este mes en España, a nivel mundial, fue el quinto junio más cálido desde que hay registros. Por lo que se refiere a fenómenos extremos, cabe destacar las importantes lluvias monzónicas en el norte de la India con grandes pérdidas humanas y materiales, la tremenda ola de calor en algunas zonas del tercio oriental de Estados Unidos a finales de mes y, por supuesto, las importantes inundaciones en la Vall dÁrán, así como las que ocurrieron en amplias zonas de Centroeuropa.
Por su parte, julio fue muy cálido como resultado de un cambio sustancial en la configuración de la circulación atmosférica hacia características plenamente veraniegas, si bien no llegaron a establecerse las condiciones para la aparición de olas de calor importantes. Mas bien lo que ocurrió fue la casi total ausencia de entradas de aire más fresco. La temperatura media fue de 25 ºC, 1,6 ºC por encima del valor normal para este mes. Se ha tratado del quinto mes de julio de temperatura media más elevada desde 1961. En cuanto a precipitaciones, la media fue de 21 mm, valor muy próximo al normal. A nivel mundial este mes ha sido el sexto julio más cálido desde que hay registros, destacando una importante ola de calor en amplias zonas de China.
Por lo que se refiere a este mes de agosto y, aunque como es lógico, aún no tenemos los datos finales, todo parece indicar de que su temperatura media ha debido estar también algo por encima de los valores normales, dada la continuidad de los días cálidos en la mayor parte de las regiones, si bien el comportamiento más fresco de esta semana hará que ese valor medio descienda algo. Destacan en cualquier caso, las altas temperaturas de la semana pasada que llaman la atención al producirse ya en la segunda mitad del mes, fuera del período climatológicamente mas extremo que va del 15 de julio al 15 de agosto. También otras zonas de Europa y del resto del hemisferio norte han sido afectadas este mes por temperaturas muy altas como en el caso de Austria, Eslovenia y, de nuevo, amplias zonas de China
A la vista de todo ello, parece que, al final, el trimestre veraniego resultará ligero a moderadamente cálido aunque sin picos de calor extremados, echando por tierra la predicción difundida por un canal meteorológico francés de televisión en la que se daba la posibilidad de que el verano, en amplias zonas de Europa occidental, quedara por debajo de sus valores normales y pronosticando incluso una anomalía térmica negativa de 1 a 3 grados en la Península Ibérica. Esta información se tradujo a través de muchos titulares en que que "2013 sería el año sin verano", al igual que ocurrió en el famoso 1816. A este tema dediqué parte de una entrada anterior de este blog en la que indicaba que, si la contumaz situación meteorológica de entradas frías de la primavera y parte del invierno se mantenía durante el verano, existía la posibilidad de un verano fresco y húmedo, algo a lo que también podría contribuir la gran humedad almacenada en el suelo tras las copiosas lluvias de la primavera. También parecía verlo de esta forma la predicción estacional de la NOAA mientras que la predicción del Centro Europeo era más conservadora y en esa línea iba también la emitida por AEMET en la que no se señalaban anomalías significativas. Al final, el verano frío no se ha dado debido fundamentalmente al giro radical que, como ya indicaba mas arriba, dio la circulación atmosférica desde los primeros días de julio.
Y hablando de predicciones fallidas, estos días empieza a estar ya en entredicho la establecida unánimemente por distintas instituciones norteamericanas sobre las características de la temporada de huracanes de este año. Todas ellas indicaban que la actividad de formación y desarrollo de ciclones tropicales estaría por encima de lo normal. Si bien ya han aparecido cinco tormentas tropicales, desde el punto de vista climatológico el primer huracán debería haberse presentado hacia el 10 de agosto y el segundo hacia el día 28. Desde luego el primero no se ha presentado y tampoco lo ha hecho el segundo (que sería el primero). La atmósfera nos sigue retando aunque, poco a poco, la vayamos comprendiendo mejor.