Quizás sea porque ya estoy un poco apartado de los circuitos de comunicación meteorológica, pero me da la sensación que en estos días previos a la Semana Santa y, sobre todo a su segunda parte, la tensión informativa sobre el tiempo que cabría esperar ha disminuido bastante respecto a otras ocasiones. Por supuesto ello no quiere decir que no exista gran interés y preocupación por cofrades y turistas sobre los vientos, lluvias -o nieve en algunas zonas- que cabe esperar para la segunda parte de la semana. Ya desde hace varios días se tiene asumido -y parece que con toda tranquilidad- que la "tregua de buen tiempo" que nos acompañará hasta hoy o mañana, dará el paso a vientos y precipitaciones, sobre todo en las vertientes atlántica y cantábrica, a partir del jueves-viernes.
Que esté sucediendo así, creo que tiene mucho que ver con que nos encontremos en una situación atmosférica de muy aceptable predecibilidad para los actuales modelos numéricos de predicción a medio plazo. Estamos bajo una circulación del oeste de ondas largas, con dorsales y vaguadas en lento desplazamiento, que no presenta especiales dificultades de predicción. En este contexto, comentaba el otro día con un amigo que la circulación hemisférica de gran escala se encontraba todavía a mi juicio en "modo invierno". Qué distinto hubiera sido si el chorro hubiera estado más inestable dinámicamente, con tendencia a formar danas en nuestra zona, es decir más en "modo primavera". ¡Cuantas veces la semana previa a la Semana Santa la hemos pasado pendientes de los futuros y casi impredecibles movimientos de una de estas danas ubicada cerca de las costas peninsulares sabiendo que un movimiento poco importante suyo podía llevarnos del tiempo tranquilo a fuertes e inoportunas lluvias...y a grandes fallos en las predicciones. Era la "semana de pasión" de los meteorólogos.
Pero, más allá de las características concretas de la situación, creo que es importante reconocer la cada vez mayor calidad de los modelos numéricos de medio plazo, muy especial del Centro Europeo, tanto en su versión determinista como probabilista. Es de reconocer que desde hace ya una semana larga, se dejaban ver los rasgos fundamentales de la situación con sus probabilidades asociadas, lo que permitía ir descartando algunos escenarios muy poco o nada probables.
Y junto con ese aumento de la calidad, creo que se está avanzando también en la comunicación pública. Tanto las predicciones especiales de AEMET, en las que el enfoque probabilista se va haciendo cada vez más frecuente, como en la asunción por muchos medios de comunicación -no todos todavía- de este enfoque y de una presentación más clara e intuitiva, está ayudando a dar un mejor servicio público. Aún así creo que hay que avanzar más en este sentido con soluciones aún más sencillas e intuitivas. Es mi opinión -quizás no muy compartida- que conocer de antemano los dos o tres escenarios meteorológicos que pueden presentarse con sus probabilidades asociadas, es realmente importante para una adecuada organización de los planes de estos días de descanso.
En fin, estoy seguro que a muchos aficionados les hubiera gustado un poco más de incertidumbre meteorológica en estos días pero pienso que, ante todo, prima el descanso y la tranquilidad para el conjunto de la sociedad tras un invierno beneficioso en lluvias y nieves -no en todos sitios- pero complicado por vientos y bajas temperaturas.
Y mientras esperamos el próximo paso a "modo primavera", y quizás a la formación de alguna o algunas danas que pudieran regalar lluvias al Sureste, mi deseo de unos excelentes días de Semana Santa para todos estemos en la vertiente que estemos.