Como los modelos preveían, la dorsal anticiclónica va afectando cada vez más a la Península Ibérica con sus consecuencias de tiempo en general seco y tranquilo, pero también de nieblas en amplias zonas del interior y de contaminación en las grandes ciudades.
Los modelos indican que este tipo de situación va a prolongarse al menos hasta Navidad y luego tenderá a desplazarse hacia el este. Aunque algún modelo ha insinuado para los días finales de año la retrogresión de una vaguada desde el este, que podría provocar una entrada de aire muy frío, la predicción probabilística del Centro Europeo, desde mi punto de vista la más fiable, no apunta por el momento hacia ese escenario, al menos hasta el día 27:
Da por tanto la impresión de que, salvo cambios muy drásticos en esos días finales del mes, diciembre va a tener un comportamiento normal desde el punto de vista climatológico, sin grandes anomalías, y por tanto dejando prácticamente en empate la pugna entre este año 2014 y el 2011 y 2006 por ser el más cálido en España desde que hay registros. Dependerá de alguna décima o incluso de algunas centésimas y habrá que esperar al informe final de AEMET para salir de la duda.
Estos datos, junto a los facilitados recientemente por la OMM en el sentido de que probablemente 2014 será el año más cálido a nivel mundial desde que hay registros, reflejan un proceso que sería dificilmente entendido sin tener en cuenta la acción antropogénica. Así queda reflejado en este informe emitido muy recientemente para el caso de Europa y en el que se refiere cómo se ha llegado a esta conclusión por tres investigaciones diferentes.
Por mi parte, si tuviera que reflejar lo que me ha parecido más relevante desde el punto de vista científico por lo que respecta al proceso de calentamiento global, me decantaría por lo siguiente: a) la constatación de la rapidez en la fusión de los glaciares de Groenlandia y probablemente de muchos de la Antártida, b) el esfuerzo por comprender mejor los ciclos combinados de transferencia de calor entre atmósfera y océano y c) la puesta a punto de procedimientos para realizar con rapidez estudios de atribución que nos permitan conocer la probabilidad de que un fenómeno adverso recientemente ocurrido pueda estar influenciado por la acción antropogénica.
Y como los fines de año son también tiempos de predicciones, el Met Office ha lanzado ya la suya para el 2015. Prevé que será un año con una anomalía global entre 0,52 y 0,76º por encima de la media del periodo 1961-90, lo que le convertiría también en uno de los años más cálidos. Las razones principales que justifican esta predicción son el calentamiento en marcha de las aguas del Pacífico tropical, las débiles condiciones de El Niño, el calentamiento del Ártico y el continuo aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero.