La situación meteorológica de estos dias está resultando relativamente compleja porque, si bien son jornadas con un claro riesgo de producción de importantes lluvias en el área mediterránea, la situación atmosférica no es de las más típicas y además, sus características están dando lugar a algunas discrepancias entre los modelos de predicción o a una cierta falta de continuidad entre sucesivas "pasadas" o actualizaciones.
El patrón bien conocido conducente a la generación de importantes lluvias en el Mediterráneo consiste en la profundización de una importante vaguada de la circulación general al oeste de la Península Ibérica. Una alternativa es que ésta se "estrangule" y dé lugar a la aparición de una DANA en el suroeste penínsular con entrada de levantes sobre la mitad sur del área mediterránea española que luego pueden trasladarse a Cataluña y Baleares. La otra posibilidad es que no se cierre y la vaguada, cada vez más aguda, atraviese la Península y dé lugar a lluvias importantes en el cuadrante nordeste peninsular y sobre todo en el litoral y prelitoral catalán.
Sin embargo, hay otra posibilidad que da menos la cara y que es la que está sucediendo estos días. Ocurre cuando la circulación del chorro polar discurre por latitudes más altas a las nuestras, pero existe al sur de ella otra, menos marcada, pero que posee también pequeñas vaguadas. Éstas pueden pasar como tales sobre la Península o incluso dar lugar a pequeñas DANAS. Así ocurre desde ayer y va a seguir ocurriendo durante al menos la primera mitad de esta semana.
El problema con estas perturbaciones es que pueden no quedar bien reflejadas en los análisis de partida de los modelos y, sobre todo, que no queden bien marcados posteriormente sus movimientos -casi erráticos- en un ambiente general de muy poco gradiente en niveles medios y altos. Y cuando no hay dirección o "mando" sinóptico... manda la mesoescala. Así es; si en niveles medios y altos no hay marcadas estructuras o flujos sino más bien un ambiente de "neutralidad", las circulaciones de niveles bajos tienden a desarrollarse sin impedimentos "de arriba". Si, como ocurre en la situación de estos dias, hay incluso condiciones -por la presencia de aire relativamente frío -sea en forma de pequeña vaguada o DANA- para ayudar levemente a los ascensos, esas estructuras mesoescalares se desarrollan aún más.
Otro problema "artificial" pero que conviene tener muy en cuenta es, no sólo la resolución espacial de los modelos, sino los distintos intervalos de contorneo con que se dibujan. Ello puede dar lugar a que uno muestre estructuras cerradas y el otro no, como en los mapas para estos días:
Este planteamiento puede aplicarse a la situación de estos dias. La situación general tiende a mantener un flujo débil de levante y ligeramente convergente sobre el área mediterránea. Esta situación, ayudada ocasionalmente por el relieve, tiende a hacer crecer nubes sin oposición en niveles medios o altos o incluso recibiendo ayuda si la débil DANA se encuentra cerca. Es la combinación de todo ello la que puede focalizar las lluvias más fuertes e incluso dar lugar a la aparición de algún sistema convectivo que puede tener un movimiento muy débil y favorecer la recogida de valores importantes de precipitación en una zona dada.
Ante situaciones tan poco marcadas sinópticamente se hace fundamental la diagnosis y la vigilancia por predictores experimentados. Ahí entra en juego el seguimiento detallado de las imágenes de vapor de agua, el de los distintos modelos y de la consistencia entre sus distintas pasadas y el buen conocimiento de estas situaciones. Y otra ayuda muy eficaz sería un ensemble de corto y muy corto plazo que espero que algún día pueda estar plenamente operativo y disponible.