15 de diciembre de 2022

Un recorrido por la historia de la meteorología española siguiendo a Francisco Morán

Nos pasa tanto a profesionales de la meteorología como a aficionados que tan centrados como estamos en las propias evoluciones atmosféricas y en las tendencias climáticas, descuidamos profundizar más en la historia de nuestra ciencia y en las personas que hicieron posible llegar al punto en el que ahora nos encontramos. Por eso es muy reconfortante que, de vez en cuando, se nos ilustre o se nos recuerde de dónde y de quienes venimos y cuál es el camino recorrido hasta este momento.

A ello va a contribuir en gran medida el libro que han escrito dos queridos compañeros meteorólogos: Manuel Palomares Calderón y Alejandro Méndez Frades y que acaban de presentar en la sede central de AEMET en Madrid. Bajo el título “Francisco Morán Samaniego. Meteorología y Física del Aire en la España del siglo XX”, versa sobre la figura y obra de Francisco Morán, uno de los grandes físicos de la atmósfera y meteorólogos españoles, mucho menos conocido que lo que merecería. En su larga carrera profesional hasta su jubilación en 1970, desarrolló un importante trabajo investigador tanto en termodinámica como dinámica de la atmósfera y formó, tanto en la Universidad como en el propio Servicio Meteorológico Nacional, a un excelente plantel de profesionales tales como Mariano Medina, Pedro Rodríguez Franco, José Garmendia, Manuel Castañs, Manuel Palomares (padre), Josep María Jansà o Miguel Azpiroz entre otros muchos, que siempre consideraron un honor ser discípulos suyos. 



Pero la vida de Francisco Morán y su aventura científica e intelectual no es el único contenido del libro, aunque por sí mismo ya lo justificaría. Los autores han enmarcado su figura en el desarrollo de la física de la atmósfera durante el siglo XX tanto a nivel nacional como internacional. Este enfoque, junto con la rica y amplia información aportada, nos regala una visión amplia e integradora del desarrollo de la meteorología teórica en el siglo XX.

Si a todo ello añadimos la amenidad, la calidad del texto y el material documental y gráfico aportado, el libro se convierte en una muy recomendable lectura para todos los amantes de la ciencia meteorológica y de su desarrollo en nuestro país, una historia que no debemos dejar de conocer.

Solo me resta añadir que el libro me ha resultado casi adictivo, realmente interesante y muy revelador. Lo recomiendo vivamente

14 de diciembre de 2022

La familia Meteosat: Nuevos horizontes...y algunos recuerdos


Ayer fue lanzado con éxito el primer satélite de la tercera generación de Meteosat, algo que puede dar lugar a un avance muy sustancial tanto en las actividades de vigilancia y predicción inmediata (nowcasting) como de predicción numérica.

Esta nueva generación consta de dos "constelaciones". Cada una de ellas está formada por dos satélites de toma de imágenes y de detección de descargas eléctricas y otro con funciones de realización de sondeos y de detección de la calidad del aire. Tras el satélite de toma de imágenes que acaba de ser lanzado, se prevé que en 2024 lo haga el sondeador y en 2026 el segundo dedicado también a la toma de imágenes, de forma coordinada con el primero. Aproximadamente diez años después del lanzamiento de cada uno de ellos, irían al espacio sus sustitutos dando lugar así a la "segunda constelación" de esta tercera generación de Meteosat. Se estima que el satélite que acaba de ser lanzado se hará completamente operativo en el plazo aproximado de un año mientras que todas las capacidades que va a ofrecer la constelación de los tres satélites estarán disponibles cuando todos ellos se encuentren en órbita. 

Los satélites de la tercera generación de Meteosat tienen una estructura muy distinta a los de la primera y segunda ya que aquellos estaban estabilizados por rotación y tenían forma cilíndrica. (EUMETSAT)

El satélite de toma de imágenes dotado de 16 canales tomará imágenes del disco terrestre cada diez minutos y podrá hacerlo cada 2,5 minutos de una zona más restringida del hemisferio norte (básicamente Europa). Trabajará a una resolución entre 0,5 y 2 km dependiendo de los canales y del tipo de operación. Por su parte el detector de descargas eléctricas las registrará sobre cuatro áreas que cubren completamente todo el disco con una resolución espacial de unos cuatro kilómetros. Todas estas características nos dan una idea de las grandes posibilidades que este satélite va a proporcionar para el estudio y vigilancia de todo tipo de fenómenos atmosféricos pero muy especialmente en los de tipo convectivo que cada vez preocupan más por su intensidad.

El satélite de adquisición de imágenes y de detección de descargas eléctricas. Tras el lanzamiento ya efectuado del primero de ellos, el del segundo está previsto para el primer trimestre de 2026 (EUMETSAT)

Por su parte el satélite sondeador trabajará en varias bandas del espectro infrarrojo con una resolución de 4 km y obteniendo sondeos sobre todo el disco cada hora y cada media hora sobre Europa. Es obvio lo que estas resoluciones espaciales y temporales suponen para la correcta inicialización de los modelos numéricos a todos los plazos y muy especialmente para los de muy alta resolución de tan gran importancia para la predicción de fenómenos adversos y también muy especialmente los de carácter convectivo. También dispondrá de otro sondeador en bandas de los espectros ultravioleta, visible e infrarrojo cercano para la vigilancia continuada de la calidad del aire.

El satélite para la realización de sondeos y vigilancia de calidad del aire. Su lanzamiento está previsto para el segundo trimestre de 2024 (EUMETSAT)

En resumen, la puesta en marcha de esta tercera generación de Meteosat es en mi opinión un avance de importancia trascendental y uno de los grandes aportes de la comunidad meteorológica y espacial europea en las acciones de mitigación del cambio climático y de la mejora de la predicción en sus distintas escalas. 

Y para poder calibrar lo que supone este avance me parece que puede resultar oportuno recordar cómo viví -y como vivimos en el INM- los primeros tiempos de utilización de los primeros satélites de la primera generación de Meteosat a partir de su primer lanzamiento en 1977. Lo haré con la ayuda de algunos textos de mi libro “Recuerdos del tiempo”.

Meteosat de primera generación

Primera imagen tomada por el primer satélite Meteosat el 9 de diciembre de 1977

El INM adquirió el primer equipo de recepción de imágenes de Meteosat en baja resolución (analógica) a finales de los setenta y pocos años después se instalaron en otras unidades operativas del INM. Así lo recuerdo:

“Ahora me resulta increíble que pudiéramos trabajar sin imágenes de satélite, pero entonces no se echaban para nada de menos. Si bien se había instalado hacia 1968 un receptor de imágenes de satélites polares norteamericanos, el producto que se recibía era de baja calidad y sólo llegaban tres o cuatro veces al día. Aparecían por las mesas de trabajo como algo casi anecdótico. En 1979 u 80 se adquirió una antena y una nueva cadena de recepción para recibir, además de los polares, el Meteosat-1 que se había lanzado en 1977. Al principio las imágenes, aunque mucho más frecuentes, seguían teniendo una calidad muy deficiente debido a las características de la impresora pero ya, cuando se adquirió un reproductor fotográfico mejor, los predictores empezaron a interesarse un poco más.

Así eran las imágenes que recibíamos de los primeros Meteosat transmitidas por el sistema WEFAX desde el Centro de Operaciónes de la Agencia Espacial Europea (ESOC) en Darmstadt

El problema era que nadie sabía interpretarlas bien. En las del canal visible veíamos bandas nubosas, espirales, nubes que parecían nieblas…, en fin, algo más o menos reconocible, pero las del infrarrojo, al ser imágenes térmicas, nos resultaban de mucha más difícil interpretación. Sin embargo, era el canal que tenía una difusión más frecuente, tanto de noche como de día. Y no digamos nada del canal de absorción de vapor de agua, que siempre nos pareció una ruidosa radiografía de contraste y que de alguna manera lo es, aunque ahora ya sin ruidos…

Yo trabajaba ya en el Centro de Análisis y Predicción y esperaba con gran interés la llegada de cada nueva imagen:

"Como el equipo de recepción estaba situado dos plantas más arriba, le correspondía al operador de la estación bajarlas al Centro de Predicción una vez recibidas. En general las traía puntualmente aunque con algún lógico retraso de vez en cuando teniendo en cuenta que no era realmente esa su función. Cuando la situación era interesante, yo tenía tantas ganas de estudiar la nueva imagen que subía directamente a recogerlas. Como tenían un horario fijo de recepción –todavía recuerdo que la transmisión comenzaba cada hora a los minutos +12 y +42- y ésta duraba unos tres minutos, me subía a la hora crítica y, bajo la mirada medio atónita y medio divertida del operador, me pegaba al equipo de recepción e iba viendo salir la imagen línea a línea hasta que finalizaba. Inmediatamente –y con el agradecimiento del operador al que le ahorraba varias subidas y bajadas- volvía de nuevo a la oficina para examinar la imagen  con Paco Dana  y con otros compañeros del Centro.

Pocos años después, en una remodelación de la Sala de Análisis, el equipo de recepción de satélites se instaló en un anejo a la propia sala y se acabó –para los operadores y para mí- aquella hermosa, pero trabajosa tarea de subir a por nubes y bajar con nubes".

Los graves sucesos de la pantanada de Tous y de las inundaciones del País Vasco de agosto de 1983, dieron lugar al establecimiento de un amplio plan de renovación tecnológica en el INM. Uno de sus pilares básicos era la recepción y rápido proceso de las imágenes Meteosat en alta resolución a través de un sistema que denominamos SAIDAS:

Una de las primeras imágenes en alta resolución de la situación del 20 de octubre de 1982 obtenida a través del sistema McIdas que se convertiría en el "corazón" del SAIDAS.


"Pero nos preocupaba mucho el retraso con que nos llegaban las imágenes Meteosat para su aprovechamiento en la vigilancia y en la predicción inmediata. Teniendo en cuenta que Meteosat exploraba todo el disco terrestre durante unos 25 minutos y que el postproceso de las imágenes se hacía en ESOC, la sede operativa de la Agencia Espacial Europea en Darmstadt, una vez acabada la recepción de la imagen completa, el resultado era que las imágenes nos llegaban media hora después de que hubiera ocurrido el fenómeno o situación que nos mostraban. Ese retraso nos resultaba inaceptable y en aquella ebullición de creatividad en que estábamos inmersos se nos ocurrió si no sería posible recibir en SAIDAS la imagen “bruta” y hacer aquí de forma más rápida el postproceso de Darmstadt. Y nos lo propusimos como si fuera la guinda final de nuestro diseño".

Y nos propusimos plantear esta idea tanto en ESOC como en el centro de Ciencia e Ingeniería Espacial de la Universidad de Wisconsin (SSEC), creadores del sistema McIdas de proceso de imágenes satelitales: 

"Empezamos por visitar el Centro de Operaciones de ESA en Alemania, el ESOC. Allí, con toda osadía, expusimos nuestros planes y nuestra idea de intentar recibir la emisión directa de Meteosat –el “raw data”- para disponer de las imágenes lo antes posible. Supongo que internamente pensaron que estábamos locos, ya que nadie se había planteado anteriormente eso; era algo que requería unos esfuerzos técnicos y económicos considerables. Sin embargo, nos escucharon respetuosamente defender con vehemencia y convencimiento nuestros argumentos sobre la vigilancia de los fenómenos convectivos mediterráneos. No opusieron ningún reparo conceptual a los planes, salvo advertirnos de las dificultades, y nos prometieron toda su colaboración. Creo que estaban seguros de que acabaríamos abandonando esa loca idea”.

En paralelo con nuestras actividades en torno a McIdas seguíamos en el empeño de conseguir la recepción directa de Meteosat. Lo habíamos hablado en Madison y la gente del SSEC no veía problemas importantes si bien tendrían que estudiarse con mas detalle las características específicas de la emisión “raw” o “bruta” de Meteosat. Llevando con nosotros el estupendo aval del SSEC, visitamos el laboratorio de Meteorología Dinámica de la Universidad Politécnica de París, que llevaba a cabo de forma no operativa la recepción de esa emisión y también volvimos de nuevo al ESOC en Darmstadt para discutir el tema con más profundidad. Nadie veía pegas insalvables, aunque creo que seguían interiormente entre extrañados e incrédulos por lo que estos españoles pretendían.

Finalmente no fue necesario llevar a cabo la recepción directa ya que ESOC adelantó mucho la emisión de las imágenes pero aquel proceso fue una gran experiencia para nosotros. Y curiosamente en aquellos primeros ochenta ya empezaron las reuniones para el diseño de la segunda generación de Meteosat, la que hasta es la operativa: 

A finales de 1984, fui con mi compañero Pepo Juega a Avignon para participar en la primera reunión preparatoria de la segunda generación de satélites Meteosat ¡18 años antes de que el primero de esta serie fuera lanzado! El diseño se hacía siempre con muchos años de adelanto, y en aquel caso se trataba de empezar a conocer que requerían los usuarios de los futuros Meteosat. En otra situación, Pepo y yo hubiéramos asistido a la reunión bastante despistados, pero nuestra experiencia en el diseño del SIVIM y sobre todo nuestro aprendizaje con los amigos del SSEC de Madison, nos hizo asistir a ella con ideas y planteamientos bastante claros. Intentábamos que los nuevos Meteosat fueran evolucionando hacia el diseño de los GOES norteamericanos. Recuerdo especialmente la cerrada defensa que hicimos de la inclusión del canal de absorción de vapor de agua. En los Meteosat de primera generación había figurado más como un experimento que como un canal operativo y había dudas sobre su inclusión en la siguiente generación. A partir de los estudios que habíamos hecho en Madison, veíamos importantísima su disponibilidad futura. Así dejamos constancia y en reuniones posteriores cada vez más países abogaron por su disponibilidad.

Podría seguir contando más “historias” de Meteosat durante los años posteriores y de la operatividad que desarrollamos con él así como de los interesantes productos derivados que se obtuvieron y se siguen obteniendo. No es necesario, se trataba solo de recordar muy por encima de donde venimos  para valorar adecuadamente lo que supone este inicio de la tercera generación de Meteosat. 



10 de diciembre de 2022

"Efrain", el chorro y los ríos atmosféricos

Hoy sábado, diez de diciembre, nos encontramos en un intervalo de “descanso” entre el paso de distintas borrascas atlánticas que -esta vez sí- están regando con bastante generosidad gran parte de las zonas de la Península que se encontraban ya con una muy alarmante escasez de agua. Sin embargo la situación que nos va a afectar a partir de mañana y atribuida de algún modo a la borrasca denominada “Efraín” -por los vientos muy fuertes que va a originar en Azores- presenta algunos rasgos interesantes que conviene señalar.

“Efraín” fue en su origen una depresión subtropical que permaneció casi estacionaria en pleno Atlántico, relativamente cercana al continente americano, y a ella me referí en la anterior entrada del blog. Tal como comentaba allí, hace dos o tres días una vaguada del chorro actuó sobre ella, la puso en movimiento hacia el oeste-noroeste y la llevó a intensificarse.  Si bien acabó llevando a cabo una transición extratropical el Centro Nacional de Huracanes (NHC) mantuvo la vigilancia sobre ella porque cabía la posibilidad de que durante un corto espacio de tiempo se convirtiera en una tormenta tropical o subtropical.

Si ahora contemplamos el mapa de superficie previsto para mediodía de mañana vemos como “Efraín” y sus frentes asociados se sitúan hacia la zona de Azores mientras que la Península Ibérica se ve afectada por una débil y recién nacida borrasca secundaria pero que va a producir precipitaciones abundantes. 



Mapa de superficie previsto por el Met. Office británico para mañana 11 de diciembre a mediodía.  Mientras que "Efraín" (no nombrada por la meteorología inglesa ya que allí utilizan otros nombres) ya muy profundizada se encuentra sobre el área de Azores, un seno de bajas presiones -no está claro si va a llegar a ser una circulación cerrada- atraviesa la Península acompañada de una onda frontal.

Lluvias acumuladas hasta la medianoche del domingo/lunes. La mayor parte se producirán por el paso de la onda frontal a que hacía referencia anteriormente y cuya traza queda bien reflejada por la estructura del campo de precipitación. Obsérvese como las lluvias afectan también a algunas zonas del área mediterránea poco proclives a recibirlas con situaciones de poniente  (ECMWF/Meteored)

¿Por qué se genera esta segunda borrasca? ¿tiene algo que ver con “Efrain”? Desde mi punto de vista, no. Creo que es el resultado de una onda de altura inmersa en el fuerte flujo de un chorro extratropical que a su vez conduce a un río atmosférico hacia la Península Ibérica.

Topografía del geopotencial de 300 hPa prevista para mañana domingo 11 de diciembre a mediodía. La flecha roja indica la pequeña onda embebida en el seno del intenso flujo del W/SW que es responsable de la onda frontal que atraviesa la Península. En mi opinión "Efrain" solo juega como mucho el papel de un cierto "engranaje" para esta circulación (ECMWF/Meteored)

Distribución y estructura de los chorros sobre el hemisferio norte mañana a mediodía. Puede observarse como el principal, que entra en el Atlántico por Florida y desciende casi hasta las Pequeñas Antillas es el que nos afecta de lleno (Netweather)


Pues bien, ese chorro es el que va a conducir hacia la Península Ibérica al "río atmosférico" que se aprecia en este mapa de agua total precipitable" a las 09 UTC producido por el SSEC de la Universidad de Wisconsin.

Esta es la simulación de la imagen del canal de absorción de vapor de agua prevista por el Centro Europeo para mañana domingo por la mañana. Aunque no se trata de la misma magnitud que la de la imagen anterior, vale para mostrar el discurrir del río atmosférico sobre la Península.

Este es el chorro que nos va a seguir afectando en los próximos días y que va a seguir conduciendo hacia la Península otro o el mismo río atmosférico que dará lugar a precipitaciones abundantes y seguramente sin el concurso de ninguna borrasca cercana en superficie. Sus pequeñas ondas embebidas provocan el ascenso suficiente de la humedad del río para producirlas. 

Y es curioso que estas estructuras, al igual que sucedió con otras situaciones muy parecidas, pueden originar también lluvias significativas en las Comunidades de Valencia y de Murcia, algo que rompe el criterio de que con situaciones de Poniente no llueve en estas zonas. 

Mapa de precipitación acumulada entre las 06 y 12 UTC de mañana domingo. Lo que me interesa destacar es cómo en esta situación tan clara de Poniente las lluvias, incluso algunas significativas alcanzan amplias zonas del litoral mediterráneo y a Baleares.

Por supuesto que hay razones para que ello ocurra pero, en todo caso, estas situaciones de ríos atmosféricos sobre la Península -recordemos por ejemplo la de diciembre de 2019 o aquella "Bárbara" de octubre de 2020- deberían ser más estudiadas y categorizadas dada su importancia para nuestro balance hídrico. Y más ahora que se dispone de la potentísima herramienta de los reanálisis históricos. 


5 de diciembre de 2022

Vórtices, lluvias...¿quizás algunas nevadas?

En la última entrada del blog me refería al conjunto de cuatro vórtices atmosféricos que tendrían un protagonismo en la evolución atmosférica de estos días. La emigración de sendas dorsales anticiclónicas hacia latitudes muy septentrionales da lugar a la formación más meridional de vórtices de este tipo e incluso a la aparición de un chorro extratropical -el que consideramos “polar” se sitúa muy al norte- contorneando las citadas dorsales. 

En este contexto, veamos cuál es hoy, lunes 5 de diciembre, la evolución de esos vórtices y qué cambios han tenido lugar tomando como base una imagen de esta mañana del canal infrarrojo de Meteosat.

(Windy.com)

El vórtice "A", una pequeña dana que dio lugar el sábado a algunas nevadas en puntos de la mitad norte peninsular, se ha desplazado ya hacia Centroeuropa. 

El "B", una borrasca fría que se formó entre Madeira y Canarias, es la que hoy, ya debilitada, está atravesando la Península con lluvias. 

El tercero, "C", una débil borrasca fría que se formó hacia las Islas Británicas, se ha ido desplazando hacia el suroeste quedando en situación casi estacionaria y tiende a desaparecer.

Por su parte, "D", es una pequeña borrasca de reciente formación que, probablemente, acabará uniéndose, o al menos interaccionando con "E", otra borrasca fría más antigua, y serían la o las responsables del próximo episodio de lluvias y vientos que previsiblemente tendremos entre el miércoles y viernes. 

Después hay que estar atentos a una interesante evolución de "F" que nos puede afectar de distintas formas. Se trata de una baja subtropical casi estacionaria que puede ser activada por la presencia sobre ella de una vaguada de un chorro. Ello provocaría que efectuara una transición extratropical con una marcada profundización y expansión. Al mismo tiempo ese chorro la conduciría en dirección hacia las Islas Británicas. 

Sin embargo los mapas previstos sugieren que, bien inducido por ella o bien en paralelo, -habrá que irlo viendo- podría llegar hasta la Península hacia el domingo o lunes un río de humedad procedente de zonas subtropicales que nos daría en algunas zonas precipitaciones copiosas. 

Simulación de imagen del canal de absorción de vapor de agua para el domingo 11 de diciembre. Si ocurriera en la realidad, la gran borrasca sobre el Atlántico sería la evolución del vórtice "F" y la Península se vería afectada por un río de humedad con aire cálido y húmedo.

Y aquí entra otra posibilidad de la que ya se está hablando y que todavía hay que tomar con muchas reservas: dado que simultáneamente se va a producir una colada de aire polar bastante frío sobre Europa occidental, podría llegar a ocurrir la confluencia de ambas masas de aire con el remonte del aire tropical/subtropical más cálido y húmedo del río atmosférico sobre el frío y originarse de este modo nevadas en la Península a partir de una determinada altitud. Es algo que el modelo del Centro Europeo viene apuntando desde hace dos o tres días pero con distintas "idas y venidas" entre sus distintas pasadas en cuanto a territorio afectado, dado que es difícil saber todavía con exactitud cuál va a ser la trayectoria definitiva de ambas masas de aire y sobre todo, la mayor o menor profundización hacia el sur del aire polar.

Mapa de geopotencial de 500 hPa y temperatura de 850 hPa previsto por el modelo determinista del Centro Europeo para la madrugada del próximo domingo. Se aprecia un influjo del aire frío sobre el tercio nordeste peninsular y la llegada de aire atlántico más cálido desde el suroeste. En la zona de contacto y remonte del aire cálido sobre el frío podrían aparecer nevadas a partir de una altitud a determinar aunque posiblemente fueran pasajeras. Quedan aún muchos días para ver si esta evolución se va a dar pero la pongo porque el sistema de predicción probabilista no la descarta del todo.

En cualquier caso, más allá de que aparezcan o no estas nevadas, creo que la buena noticia es que diciembre está actuando como diciembre, que las lluvias finalmente han llegado y que podrían prolongarse por varios días. 


2 de diciembre de 2022

La solución del problema de los cuatro vórtices y las próximas precipitaciones en España

Tras un mes de octubre muy seco existía la preocupación de que noviembre también lo fuera y que, de este modo, la situación de escasez de agua que ya se daba en amplias zonas de España se agravara aún más y se extendiera a otras muchas. Se añoraba un duradero temporal de ponientes que suministrara lluvias a la vertiente atlántica que -además de Cataluña- era donde existían -y existen- situaciones más comprometidas.

Octubre fue un mes muy, o extremadamente, seco en la mayor parte de España (AEMET)

En noviembre llegaron esos deseados ponientes y dieron un respiro en algunas zonas, pero al no bajar mucho de latitud y no tener tampoco por su estructura un gran potencial ciclogenético, -que hubiera dado lugar a una mayor convergencia de humedad en niveles bajos y lluvias más abundantes-, sólo las regiones del cuadrante NW peninsular y zonas montañosas recibieron cantidades relativamente significativas. Han sido por tanto unas lluvias bienvenidas que han significado un alivio pero que no han sido una solución eficaz para el déficit hídrico en amplias zonas de la Península

En noviembre llovió más que en octubre pero, aún así, las precipitaciones solo fueron significativas en Galicia, algunas áreas montañosas y puntos de la vertiente mediterránea


Sin embargo diciembre empieza con un panorama distinto. El establecimiento sobre el Atlántico de algunas profundas y muy agudas dorsales propicia el desarrollo y movimiento hacia el sur de varios vórtices de aire frío, de modo que van a dar lugar a la aparición de hasta tres o incluso cuatro borrascas en nuestro entorno geográfico; un panorama atmosférico que no se ve con frecuencia. Su evolución es un complejo problema hidrodinámico de no fácil resolución para los modelos numéricos. Ello ha dado lugar a sucesivos cambios en sus distintas salidas, algo que han complicado mucho la predicción para la semana del largo puente. 

Análisis G500/T850 de hoy, 2 de diciembre,  a las 00 UTC elaborado por el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo.  Aparece una circulación extremadamente ondulada y dinámicamente muy inestable sobre el Atlántico norte. Su colapso va a dar lugar a una curiosa y poco frecuente situación atmosférica 48 horas después.


Esta es la situación prevista el modelo del Centro Europeo para la madrugada del domingo, 4 de diciembre. La situación anterior ha colapsado y ha dado lugar a una curiosa estructura multivórtice de compleja predicción en la que, no menos de cuatro danas o borrascas frías, van a intervenir en la evolución meteorológica durante la próxima semana.

Aunque todavía con algunas dudas parece que empieza ya a alcanzarse un consenso en que tras una primera parte de la semana en la que aparecerán algunas lluvias, -más significativas en el suroeste peninsular y probablemente en Canarias- y algunas nevadas en zonas de la mitad norte, la circulación se reorganiza y los vientos del W y SW vuelven a afectar con claridad a la Península. Ello daría lugar a que la segunda parte de la semana puediera venir marcada por el paso de al menos dos borrascas relativamente profundas que podrían, ahora sí, dar lluvias -y algunas nevadas- más abundantes y generalizadas, así como a periodos de vientos fuertes. Indudablemente es una evolución que hay que ir confirmando pero al sistema de predicción probabilista apoya, aunque con algunos matices de segundo orden, esta evolución.

Situación prevista por el modelo del Centro Europeo para el viernes 9 de octubre. Se aprecia un amplio e intenso chorro bastante bajo de latitud incidiendo de lleno sobre la Península y Baleares. Una onda del mismo se encuentra ya sobre Italia -habiendo sido responsable del paso de una borrasca sobre nuestra zona el día anterior- mientras que un marcado flujo del SW que arrastra una masa de aire cálido y húmedo se acerca por el oeste. De ser así y mantenerse, daría lugar a la llegada de nuevas borrascas con abundantes precipitaciones.


Los mapas del sistema de predicción probabilista del Centro Europeo previsto para el próximo viernes apoyan la presencia de un marcado chorro del W/SW sobre la Península y Baleares.

¿Qué es lo que ha cambiado entre la situación de noviembre a ésta para que las lluvias puedan ser mucho más importantes? Por una parte, un mayor descenso en latitud del chorro que ahora va a circular sobre aguas atlánticas más cálidas -y por tanto de mayor energía acumulada y mayor potencial ciclogenético- y una estructura del mismo más ondulada con amplios periodos en que soplarán no tanto “oestes” sino “suroestes” en niveles altos. Esos “suroestes”, sí al mismo tiempo presentan alguna difluencia, favorecen mucho el ascenso del aire de capas bajas -ese aire cargado de energía- y origina borrascas profundas que dan lugar a una gran convergencia del aire. Ese es el mecanismo más eficaz: ascenso vigoroso de aire muy energético de capas bajas y suministro continuado del mismo por la convergencia de masa que provoca la borrasca de capas bajas.

Esperemos que la solución que ahora nos ofrecen los modelos a este problema hidrodinámico tan complejo -que podríamos llamar de “los cuatro vórtices”- sea éste que he comentado y que como resultado el chorro baje tan claramente de latitud. De ser así, ello significaría un gran avance hacia la recuperación de nuestros recursos hídricos. 

29 de noviembre de 2022

Los comunicadores meteorológicos y el Pacto de Valencia: un camino a seguir

 Bajo el patrocinio y la organización del canal del televisión valenciano À Punt,  los pasados días 17 y 18 de noviembre se celebró en Valencia el Foro Nacional de Meteorología y Cambio Climático al que asistieron los comunicadores meteorológicos de prácticamente todas las televisiones de ámbito estatal y autonómico, divulgadores en redes sociales y representantes de AEMET y ACOMET así como de distintos centros de investigación. 

Tanto las comunicaciones presentadas como las dos mesas redondas que se celebraron fueron de gran interés y permitieron profundizar sobre cómo avanzar adecuadamente en la mejora de la comunicación del cambio climático, de sus impactos y de las medidas de adecuación y mitigación. Todo ello puede encontrarse en este enlace y desde luego no cabe sino felicitar a los organizadores por lo conseguido.

En el Foro participaron los comunicadores meteorológicos de todas las cadenas nacionales de televisión y de la FORTA y representantes de AEMET, ACOMET y profesores de distintos departamentos universitarios (À Punt)

Primera mesa redonda. De izquierda a derecha Mónica López, Mercedes Martín, Jonathan Gómez Cantero, Andreu Escrivá, Jose Miguel Viñas y Tomás Molina. En el fondo y por videoconferencia Mario Picazo.

Fruto de todo lo expuesto fue la publicación de un documento denominado "Pacto de Valencia" impulsado por À Punt en el que se establecen una serie de criterios y propuestas para llevar adelante algunas de las conclusiones alcanzadas. El texto es el siguiente: 

PACTO DE VALENCIA

Ante la evidencia de la débil percepción del riesgo y el escaso conocimiento de las cuestiones relacionadas con el Cambio Climático entre la ciudadanía, y a modo de conclusión del FORO DE METEOROLOGÍA Y COMUNICACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO celebrado en Valencia el 17 y 18 de noviembre de 2022,

 À PUNT propone un pacto entre los espacios del tiempo de todas las televisiones autonómicas y estatales que promueva la CONCIENCIACIÓN, INVOLUCRAMIENTO Y ACCIÓN para prevenir y mitigar las consecuencias del Cambio Climático, que se concreta en los puntos:

Proponemos promover una encuesta bien diseñada para saber cómo  los receptores valoran la información sobre el cambio climático, que permita:

Mejorar la comunicación, con estrategias más adecuadas, efectivas y atractivas para trasladar mensajes a la ciudadanía. Comunicar con serenidad y creatividad, sin catastrofismo. Desmontar el negacionismo y los bulos.

Afianzar la divulgación del Cambio Climático, explicando con claridad las conclusiones de los informes de los distintos informes científicos del IPCC, de Servicios Meteorológicos o de Universidades.

Promover la transversalidad de la información relativa al Cambio Climático y su afectación en la economía, salud, alimentación, biodiversidad u otras áreas.

Comunicar con rigor tanto las causas e impactos del Cambio Climático, como las medidas de adaptación y mitigación. Establecer marcos de responsabilidad y divulgar las medidas relacionadas con la transición ecológica. Ofrecer una visión realista de la acción a nivel individual.

Conectar el Cambio Climático con realidades meteorológicas cercanas en el espacio y en el tiempo y con los fenómenos meteorológicos extremos cuando sea posible. Necesitamos la implicación de AEMET y de los organismos científicos competentes en la elaboración de estudios de atribución. Necesitamos un mayor esfuerzo de investigación en España sobre cómo está cambiando la circulación atmosférica en nuestras latitudes y sus implicaciones. Y sobre todo necesitamos crear una sinergia entre investigadores y comunicadores con un flujo de comunicación bien establecido entre ambos sectores, que nos permita informar con inmediatez y rigor.

                               VALENCIA, 18 DE NOVIEMBRE 2022

Por mi parte no puedo estar más de acuerdo con estas líneas de acción y reconocer la responsabilidad y determinación mostrada por los comunicadores para profundizar y mejorar en la comunicación del cambio climático en el marco de una visión global, integradora y equilibrada. Y a este respecto me parece muy interesante destacar el vivo debate suscitado entre los participantes sobre el equilibrio que debería conseguirse entre la pura transmisión de los datos y la atención a los impactos personales y sociales a que dan lugar. Y a hacerlo todo ello de la forma más cercana, comprensible y solidaria posible. 

Ahora queda la cuestión de poner en marcha estas iniciativas de modo que en un próximo foro pudieran mostrarse ya algunos avances o resultados. Mi experiencia de algunas iniciativas parecidas en las que he participado no ha sido muy positiva porque ha faltado el apoyo necesario por parte de quienes podrían haberlo dado. Creo que una mayor implicación de los Ministerios para la Transición Ecológica y de Ciencia e Innovación, la colaboración de distintos departamentos universitarios (Física, Geografía, Planificación del Territorio o Psicología Social) o el soporte de algunas instituciones públicas o privadas sería necesaria. ¿Hay interés y disponibilidad para ello? Esperemos que esta vez sí.

1 de noviembre de 2022

Crisis climática... ¿Qué comunicación es la más motivadora?

Ante la extremosidad meteorológica que estamos viviendo en los últimos tiempos y, sobre todo, ante las largas situaciones de intenso calor que hemos vivido este verano y ahora también en el otoño con récords que caen de forma continuada, existe en la población una creciente preocupación y un cierto desánimo sobre lo que puede pasar en el futuro próximo y las medidas que tanto a nivel general como individual habría que adoptar. ¿Y sí el próximo verano es como el pasado? ¿Y si las lluvias -o las nieves- siguen retrasándose? ¿Y qué hacer para prevenir las tremendas oleadas de incendios?... ¿Qué acciones habría que ir adoptando ya a nivel institucional, social o personal de cara a la adecuación y mitigación de una evolución climática que parece ir algo más rápida de lo previsto? 

Creo que todas estas cuestiones necesitarían una respuesta institucional clara -hasta donde sea posible- con una adecuada y eficaz comunicación que genere en la población una actitud de creatividad y serenidad más que de miedo o de "pasotismo". A este respecto: ¿es eficaz y útil el tipo de comunicación actual o habría que revisar sus características para tratar, si ello es el caso, de modificarla en algún sentido?




Escribo todo esto a raíz de un artículo recientemente publicado en el Bulletin of American Meteorological Society (BAMS) en el que se plantea cuáles son las motivaciones que hacen a las personas adoptar comportamientos de adaptación al cambio climático y colaborar en la reducción del riesgo de desastres naturales  y no me resisto a copiar su conclusión básica:

La percepción del riesgo, el conocimiento y la percepción del cambio climático, que comúnmente se consideran impulsores clave, son insignificantes o débiles. Los modelos explican entre el 55 % y el 86 % de la variación en los comportamientos de adaptación. Los resultados sugieren que es posible que el enfoque de los esfuerzos de adaptación deba cambiar de la percepción del riesgo y la percepción del cambio climático a la eficacia y las normas sociales.

Es verdad que es un estudio llevado a cabo en Estados Unidos y que se ha centrado en inundaciones e incendios, pero sin pretender establecer sus conclusiones como un marco de referencia global, sí ofrece una pista de reflexión sobre qué tipo de informaciones pueden ser las más capaces de generar en el público un mayor esfuerzo de adaptación. Parece que conocer la realización y la eficacia de las acciones en este campo y sobre el cumplimiento de las normas específicas por la sociedad puede ser la información más útil a recibir. Es decir, no parece ya tan necesario convencer de la realidad de la crisis sino de conocer lo que se está haciendo, su eficacia y el cumplimiento de las normativas establecidas. 

Creo que esta es una conclusión digna de tener en cuenta cuando nos preguntamos cómo debe ser la comunicación en relación con la crisis climática y sus procesos asociados, y cómo podría evolucionar el papel de los comunicadores meteorológicos o quizás mejor, ambientales. Si unimos a lo expuesto anteriormente otro par de cuestiones a las que ya he dedicado varias entradas de este blog y que también me siguen pareciendo de gran importancia, cabría señalar cuatro posibles líneas de acción que serían a mi juicio fundamentales para lograr esos objetivos.

1.- Conseguir el mayor y mejor flujo de resultados de investigaciones desde el mundo científico hacia el de los comunicadores y mantener siempre entre ambos colectivos una “línea caliente” para aclaraciones o ampliaciones (cabe decir que hace dos o tres años se propuso a la FECYT una propuesta para el establecimiento de una acción de este tipo entre ACOMET y la Universidad Complutense pero no fue finalmente aceptado). Cabe señalar que aunque las informaciones de interés pueden provenir de cualquier lugar del mundo, debería darse especial prioridad a las que se refieran a España y a nuestra zona geográfica de interés. Indirectamente esta acción podría estimular a los grupos de investigación españoles a potenciar o ampliar sus actividades dado que se contaría con un canal eficaz de transmisión y divulgación de sus resultados a la sociedad.
2.- Establecer un mecanismo eficaz de comunicación entre las autoridades correspondientes tanto a nivel estatal como autonómico para la difusión de las acciones concretas y eficaces que las instituciones estén llevando a cabo en la lucha contra los efectos del cambio climático o de las adecuadas acciones de prevención (un ejemplo inmediato es el del cuidado de los bosques, pero hay muchos más). Como decía anteriormente la comunicación de estas acciones son las que parecen ayudar a una mayor concienciación e involucración por parte del público. 

3.- Estudiar la forma más adecuada y efectiva de trasladar estos mensajes a la población. Ello debe planificarse a través del trabajo conjunto de meteorólogos, comunicadores, técnicos de protección civil y -muy importante- psicólogos sociales. 

4.- Naturalmente estas medidas no podrían implementarse sin una profunda involucración de las empresas de comunicación y de los propios comunicadores. Ello implica por parte de estos últimos su  disposición y preparación para ampliar el ámbito de sus informaciones, pero no creo que hubiera problemas por su parte si las anteriores condiciones se cumplieran. Tarea quizás algo más compleja sea la de convencer a algunas empresas de comunicación para poner en marcha espacios periódicos dedicados a la divulgación adecuada y atractiva de todas estas informaciones más allá de los puros y limitados "tiempos" para el tiempo, así como de llevar a cabo una amplia difusión de sus contenidos a través de las redes sociales.

Lograr todo esto escapa de las posibilidades de un grupo de personas o de un único colectivo, pero entre unos y otros sí es posible plantearlo ante los Ministerios de Ciencia e Innovación y de Transición Ecológica y en su caso de las empresas de comunicación. De un modo u otro creo que es necesario un amplio esfuerzo cooperativo de los distintos sectores involucrados para conseguir mediante la comunicación más adecuada una mayor concienciación, involucración y acciones concretas de prevención y mitigación por parte de la población en general antes que caer en el miedo o en la inacción por una percepción de imposibilidad.

25 de octubre de 2022

Dorsal anticiclónica, calor y sequedad una vez más

Hace una semana, en una anterior entrada de este blog, me refería a la llegada a la Península de un temporal atlántico, que tanta falta hacía en gran parte de la Península. Comentaba las dudas que habían existido previamente sobre si la borrasca fría que llegaba -y que posteriormente se denominó "Armand"- nos acabaría afectando o bien se establecería una dorsal sobre la Península. Por otra parte apuntaba dos factores positivos para que se registraran unas cantidades significativas de precipitación: Uno era la llegada, propiciada por "Armand", de un “río atmosférico” con gran cantidad de agua precipitable; y el segundo, la aparición para el fin de semana de una nueva borrasca, -la que se denominó “Beatrice”-, que junto a la anterior pudieran llegar a establecer una circulación continuada de flujo del oeste sobre gran parte del Atlántico con ondas secundarias embebidas y dando lugar al paso de varios frentes con buena penetración sobre gran parte de la Península.

Ahora ya que ha transcurrido el episodio…¿hasta que punto se han cumplido estas suposiciones?

Aún a falta del informe semanal de lluvias que publicará de forma inmediata Aemet, mi impresión es que las lluvias han sido en general menores de las esperadas, salvo en aquellas zonas de la fachada atlántica de Galicia, del Sistema Central y de Pirineos donde las predicciones se han cumplido con creces. Por el contrario, en grandes zonas de la mitad oriental de Castilla La Mancha y de Andalucía las precipitaciones han sido menores… ¿Qué es lo que pasó para que ocurriera esto? En mi opinión esto:
 
a) Por un lado,  es verdad que la dorsal no se estableció sobre la Península y la borrasca pudo ejercer su influencia.  Se desplazó hacia el Mediterráneo pero probablemente algo menos de lo previsto por lo que la penetración del flujo ligado a la borrasca hacia el centro peninsular fue algo menor.

b) Aún así el comportamiento de la borrasca ("Armand")   que iba a ser responsable de la primera parte del temporal previsto fue más o menos el esperado. Dirigió al río atmosférico hacia el interior peninsular. Sin embargo, al ser el flujo del SW en altura muy recto y casi sin ondas secundarias, las corrientes ascendentes eran débiles y sólo donde había un marcado relieve montañoso como las montañas galaicas y sobre todo -como apuntaba más arriba- Gredos, la sierra de Béjar y los Pirineos, el "río" pudo ascender con eficacia y provocar un "represamiento" nuboso que dio lugar a precipitaciones muy abundantes. En el resto de la vertiente atlántica fueron en general de menor importancia y disminuyendo de noroeste a sureste. Destaca a este respecto gran parte de La Mancha donde es cada vez más difícil que lleguen precipitaciones desde el oeste -salvo en el caso de un buen temporal de poniente y éste no ha llegado a serlo- mientras que a los temporales de levante también les cuesta penetrar con eficacia hasta esa zona. Una buena muestra del efecto de estas precipitaciones -y aunque no se puede establecer una relación absolutamente directa- es la situación de los embalses tras este episodio. Las cuencas que más agua han recibido son las del Tajo (aportes de Gredos), Duero y Ebro así como los cercanos a la costa gallega siendo muy escasas las variaciones en las otras cuencas. 

c) En cualquier caso creo que la clave de haber recogido menos lluvias de las esperadas proviene del “juego” dinámico que se ha llevado a cabo entre "Armand" y "Beatrice". Si antes de iniciarse el temporal cabía la posibilidad de que ambas borrascas pudieran permanecer sobre el Atlántico, a latitudes parecidas, obligando al chorro a bajar claramente de latitud y establecer así un flujo de largo recorrido sobre el océano generando ondulaciones secundarias ello no llegó a suceder. "Beatrice" ocupó el lugar de "Armand", que se desplazó hacia el norte, y lo que dio fundamentalmente -aunque también lluvias- fue un temporal de viento que ha provocó en algunas zonas bastantes destrozos.

En los próximos días va a ser de nuevo la dorsal africana la que va a ir dominando de nuevo la Península dando lugar a una nueva -otra vez- subida de las temperaturas y a la ausencia de precipitaciones salvo en zonas del NW peninsular. 

Topografía de geopotencial de 500 hPa y temperatura de 850 hPa prevista para el próximo jueves. De nuevo una dorsal se extiende desde el norte de África hacia España y el Mediterráneo con temperaturas a 850 hPa muy elevadas para la época. Una vez más, y ya fuera del verano, el juego vuelve a repetirse (ECMWF)

Y esto es lo realmente preocupante: seguimos en el mismo juego de borrascas frías y dorsales cálidas, en el seno de una circulación fundamentalmente meridiana. Es decir sin conseguir que el chorro polar baje en bloque y de forma clara  sobre el Atlántico y nos traiga un tiempo otoñal más permanente. ¿Ha venido este “juego” meridiano para convertirse en la normalidad de nuestras circulaciones atmosféricas? Por la cuenta que nos tiene esperemos que no.  De momento, una nueva semana de "veroño". A ver después.

19 de octubre de 2022

Las lluvias torrenciales del 20 de octubre de 1982 , Tous y el primer complejo convectivo identificado en Europa

 Si ayer recordaba en este blog las lluvias torrenciales del 17 al 19 de octubre de 1973 y las impresionantes inundaciones de Puerto Lumbreras, La Rábita o Albuñol, hoy toca hacerlo de las acaecidas ya desde la madrugada del 20 de octubre de 1982 -justo hace cuarenta años- que dieron lugar a la llamada "pantanada de Tous" y a las graves inundaciones en la Ribera valenciana del Júcar.

De forma distinta a las de 1973, sobre las que todavía quedaría mucho por investigar, estas precipitaciones torrenciales del 2020 han sido ampliamente estudiadas y debatidas y por tanto no voy a entrar en una nueva revisión del episodio.  Pero si me parece interesante, o al menos curioso, recordar algunos detalles de los primeros trabajos que desarrollamos en el INM sobre aquella situación, y voy a recurrir para ello a algunos textos recogidos en mi libro Recuerdos del tiempo así como a imágenes de aquellos estudios.

En aquella época yo estaba integrado en el grupo que dirigía Paco García Dana en el Centro Nacional de Predicción del INM. De forma inmediata se nos encargó un informe rápido de la situación y nos pusimos rápidamente a analizar y estudiar detalladamente mapas e imágenes. En principio me tocó transcribir -"plotear"- de nuevo todos los datos de las topografías de esos días mientras Paco Dana las reanalizaba con la maestría que sólo él tenía. Redactamos el texto entre todo el grupo, ocupándome yo especialmente de comentar las imágenes de satélite.  En cualquier caso la versión definitiva fue, como era lógico, responsabilidad de Paco. En muy pocos días tuvimos realizado un interesante trabajo que durante mucho tiempo sirvió como referencia básica del INM sobre aquella situación.




Una imagen de aquel trabajo: la topografía de 500 mb a las 00 UTC del día 20 de octubre de 1982 trazada por el maestro García Dana


..Y la de 850 mb de la misma hora donde se puede observar la tremenda advección cálida hacia la zona de las grandes precipitaciones.

Esta era la calidad de las imágenes del canal WV con las que trabajamos en aquel momento. Tenían mucho ruido porque ese canal era solo de tipo experimental y no estaba optimizado para su operatividad. Por otra parte, las imágenes que recibíamos eran todavía de baja resolución. Esta imagen concreta corresponde a esa madrugada del 20 de octubre.

Pero, aún con esa deficiente calidad las imágenes de este canal se revelaron de gran ayuda para la comprensión de la dinámica atmosférica de niveles medios y sus interconexiones. Por esa razón, cuando a finales de los años ochenta, se empezó a diseñar la segunda generación de satélites Meteosat, el INM insistió mucho en que ese canal debería convertirse en completamente operativo.

En sus conclusiones, el estudio destacaba que el suceso había sido debido a la presencia de una “gota fría” –aún no había llegado el momento de rebautizar a estas perturbaciones como “danas”-  así como que “en este caso la divergencia en altura (500 mb) no ha jugado un papel tan relevante como en otras situaciones análogas” y que “…se debe hacer notar la gran importancia de la influencia termodinámica y orográfica frente a la dinámica en este caso concreto”. Estas afirmaciones eran importantes incluso para nuestro propio grupo. Paco siempre remarcaba la importancia de la difluencia en altura para la generación de lluvias de una cierta importancia pero, en esta situación, hubo que reconocer que lo más importante era la advección cálida y húmeda, el papel jugado por la orografía y que el flujo de  niveles altos no se opusiera radicalmente al ascenso de ese aire de las capas bajas.

Convencidos de que tras este primer estudio era necesario profundizar mucho más, entrando ya en la mesoescala, a principios de 1983 el INM adquirió las imágenes digitales en alta resolución de Meteosat correspondientes a aquellos días. Con ellas desarrollamos un primer análisis en el centro de proceso de imágenes que, con el patrocinio de IBM, existía en la Universidad Autónoma de Madrid. A la vista de los resultados obtenidos parecía que la estructura atmosférica causante de aquellas impresionantes lluvias podía ser un complejo o sistema convectivo tal como hacía pocos años se habían definido en Estados Unidos, pero al tener algunas dificultades en cuanto a la calibración y corrección de los datos del canal infrarrojo no pudimos alcanzar ningún resultado definitivo. En cualquier caso publicamos un primer artículo en la recién nacida Revista de Meteorología editada por el INM y que llevaba por título “Tratamiento digital de imágenes en alta resolución. Aplicaciones al caso de las inundaciones de Levante de octubre de 1982”.


Imágenes de aquel primer e incompleto trabajo digital

El estudio iba a quedar mejor resuelto como consecuencia del siguiente trabajo que llevamos a cabo en el Space Science and Engineering Center (SSEC) de la Universidad de Wisconsin a principios de 1984. Contando con las posibilidades del sistema McIdas y la excelente asesoría de los distintos técnicos del Centro conseguimos una adecuada calibración de las imágenes, medir correctamente las áreas nubosas que cumplieran los distintos umbrales de temperatura y seguir su evolución temporal. A partir de todo ello pudimos establecer sin ninguna duda que aquella estructura nubosa de la madrugada y mañana del 20 de octubre de 1982 sobre la cuenca media del Júcar era un complejo convectivo de mesoescala, el primero que se identificaba en Europa.

Esta es una de las primeras imágenes procesadas de aquella situación que obtuvimos mediante la utilización del sistema McIdas en el SSEC. El análisis de varias de ellas nos permitió calificar como "complejo convectivo" a la gran estructura nubosa que ocupaba buena parte de la Península. Tomada por Meteosat a las 5,30 UTC muestra como los topes más fríos -y por tanto probablemente las nubes más espesas y desarrolladas- se encontraban sobre la zona donde se registraron las precipitaciones más importantes en la cuenca media-baja del Júcar.

Estos estudios y otros varios posteriores hicieron ver la necesidad de un replanteamiento profundo tanto de los recursos técnicos y actividades operativas en el Instituto Nacional de Meteorología y en la organización y operatividad de la Protección Civil. Así fue.