En las situaciones de intenso calor como en la que nos encontramos, solemos fijarnos, además de las temperaturas en superficie, en las del nivel de 850 hPa como un buen indicador de la característica térmica de la masa de aire que nos afecta, y también como excelente elemento predictivo de las posibles máximas que pueden alcanzarse. Nos fijamos también en la temperatura a 500 hPa pero, básicamente, con la intención de ver si se nos "cuela" algo de aire frío por la troposfera media que pueda dar origen a tormentas o, al menos, a aumentos de nubosidad. Si a ese nivel vemos temperaturas por encima (más altas) de -8 o -9ºC -y aunque siempre debe hacerse un análisis más exhaustivo- nos quedamos tranquilos porque la situación apunta hacia la estabilidad. Y no digamos si esos valores están entre los -6 y -4ºC, que se acercan ya a los típicamente tropicales.
Precisamente es ese valor de -4, o si se me apura de -3 (me refiero siempre a grados centígrados), el que muchos meteorólogos con bastantes años de experiencia, entre los que me incluyo, recordamos como el valor más cálido sobre la Península y Baleares para esas temperaturas a 500 hPa. Por eso, llama muchísimo la atención el dato registrado ayer a las 12Z por el sondeo de Palma de Mallorca que es nada menos de -1,1ºC. No se trata de un error como a primera vista pudiera pensarse porque, a esa misma hora, Barcelona tenía -1,7, Murcia -2,3 y Argel -2,5. Si, a partir de esos valores, se hace un análisis somero pero de grado en grado, se observa a ese nivel una amplia dorsal térmica y, en el seno de ella, una "burbuja" más cálida de -1 centrada sobre Baleares.
Un sondeo para "guardar"...y para investigar |
Ya, durante la pasada noche, esas temperaturas han descendido algo, de modo que el dato de Palma es -3,1, el de Barcelona -3,3 y el de Murcia -3,9. Sin embargo, en el sondeo realizado al sur de Cerdeña, se ha pasado del -3,3 de ayer a las 12Z al -1,5 de hoy. Da por tanto la impresión de que esa "burbuja" cálida se ha desplazado hacia el este-sureste.
Creo que es una situación que merece la pena estudiar con detenimiento porque, más allá del posible récord que AEMET deberá en su caso confirmar o no, se encuadra en un contexto de anomalías cálidas durante los últimos meses a ese nivel. Así, en la súbita entrada cálida del 13-14 de mayo pasados, lo que más llamaba la atención era una marcada anomalía cálida justamente a 500 hPa extendiéndose hasta la Península Ibérica desde las costas de África occidental. Y también, en algunos días de la pasada ola de calor, las temperaturas a este nivel han rondado los -3ºC, valor de nuevo muy elevado.
Es posible que el fenómeno sea el resultado de algún patrón de teleconexiones hemisféricas, pero creo que sería interesante estudiar cuál es el proceso físico que puede conducir a estas desusadas temperaturas. En principio sólo pueden ser dos: una advección de aire muy cálido o un calentamiento in situ por procesos de subsidencia. En un primer análisis parece tratarse más bien de lo segundo pero cuesta trabajo pensar que, ya a 500 hPa, ese proceso que se extiende normalmente hasta alcanzar los 800 o 900 hPa, haya dado lugar a esos valores. Evidentemente puede ser el resultado conjunto de una advección y de una compresión por subsidencia. En cualquier caso, valores tan elevados, sean o no récords, y que igualan o superan valores propios de atmósferas tropicales, merecen a mi juicio, como decía antes, un profundo y detallado estudio.
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