El
pasado fin de semana, una masa de aire cálido y húmedo muy inestable asociada a
la circulación de una borrasca atlántica, dio lugar a importantes lluvias y
tormentas así como a multitud de mangas marinas y pequeños tornados en zonas de
Andalucía oriental, norte de la Comunidad Valenciana y sur de Cataluña. Las mas
llamativas por su intensidad y por los daños provocados fueron las que
afectaron durante la mañana del sábado a la provincia de Málaga y muy
especialmente a la propia capital. En cualquier caso no hay que olvidar que esta
misma perturbación fue la que durante la tarde del viernes dio lugar a un
importante tornado en algunas zonas del Algarve portugués.
Algunos
de estos fenómenos parecen estar unidos a una modalidad especial de nube
tormentosa denominada “supercélula”. De
los interesantísimos seguimientos en tiempo real que han hecho muchos
aficionados de estas zonas y de los artículos que han publicado, podría
concluirse que han sido nubes de este tipo las responsables de buena parte de
ellos; sin embargo, la seguridad de que se trata de una supercélula sólo puede
tenerse a partir de la disponibilidad de distintas imágenes de radar y sobre
todo de las obtenidas cuando éstos trabajan en modalidad “doppler”, ya que de esta
forma se puede estudiar la estructura interna de la nube y sobre todo si
presenta una rotación interna o “mesociclón” que es la característica básica de
una supercélula.
"Supercélula" (crédito NOAA) |
¿Por
qué se dan tanta importancia a estas nubes? Mas allá de ser uno de los mayores
espectáculos que nos puede brindar la atmósfera, estas “reinas” de los
cumulonimbos y de las tormentas suelen llevar asociados algunos fenómenos de
tipo “severo” tales como chubascos de gran intensidad, violentas granizadas,
vientos muy fuertes, mangas marinas y ocasionalmente tornados, a veces de gran
intensidad. Son por tanto estructuras que presentan un importante peligro
potencial para vidas y bienes y cuya posibilidad de aparición debe ser
adecuadamente estudiada y vigilada por los predictores meteorológicos para la
preparación de los correspondientes avisos de fenómenos adversos. Una vez que la supercélula se ha desarrollado,
es crucial su seguimiento a través del radar y contando si es posible con las
informaciones de los aficionados "cazatormentas" reconocidos que puedan estar siguiendo su
desplazamiento en tiempo real.
Si
bien me encantaría seguir hablando de las características de estas nubes y de
los fenómenos que originan, prefiero centrarme en un tema a mi juicio de mucha
importancia y remito a aquellos que estén interesados en estas formaciones nubosas
al estupendo artículo del estupendo meteorólogo y fotográfo de nubes Jose
Antonio Quirantes alojado en la web de Divulgameteo, al tiempo que les invito a
buscar en Internet imágenes de supercélulas con la seguridad de que muchas de
ellas les impresionarán.
Me
he referido antes a la importancia vital que tienen las imágenes de radar para
la detección y el seguimiento de las supercélulas. La red de radares de AEMET
genera los productos básicos para ello incluyendo de forma muy especial los
productos de "viento doppler" que pueden mostrar la circulación interna en estas nubes, dato básico para su caracterización. Si bien los
predictores de la Agencia disponen de los mismos para su trabajo, gran parte de
ellos no están disponibles en la web de AEMET. Entre muchos meteorólogos ha
existido la sincera convicción -y yo
mismo participé en ella hasta hace unos años- de que los productos radar son
excesivamente “técnicos”, de difícil interpretación para la gente de la calle
así como que su inadecuada interpretación
podría producir falsas interpretaciones y algunos problemas. Ello llevó a que, hasta hace muy pocos años
la presencia del radar en la web se redujera a un único producto básico y
actualizado con una frecuencia menor que la que proporciona el sistema. A
partir del cambio en la política de datos de la Agencia, y convencidos de la
utilidad de estos productos para aficionados, cada vez con mayor formación, y
otras personas interesadas, se incluyeron otros dos nuevos productos al tiempo
que se incrementaba el “refresco” de las mismos renovándose así cada diez
minutos y mejorando bastante el servicio ofrecido. Esa era la situación hace ya
varios meses y espero que el actual equipo directivo de la casa continúe en la
línea de ampliar estos productos incluyendo sobre todo los de tipo “doppler”.
¿Debe
hacerse? ¿Es útil para la mayoría de la sociedad? ¿Encierra algún “peligro”? Ya desde hace tiempo pero sobre todo desde
que frecuento más las redes sociales me he dado cuenta de la gran formación de
muchos aficionados, lo que les hace perfectamente capaces de utilizar
adecuadamente esos productos y utilizarlos en sus seguimientos y estudios. Me
consta además la seriedad y responsabilidad de su inmensa mayoría de ellos
sabiendo que sus informaciones en tiempo real deben ser cuidadosas y precisas.
En resumen, sería una valiosa ayuda para ellos y a través de ellos para la
sociedad y singularmente para AEMET con la que siempre están dispuestos a
colaborar y en el bien entendido por supuesto de que ésta es la única entidad
con capacidad para generar avisos oficiales. Mas
allá de los aficionados, la exposición de esas imágenes en los programas del
tiempo en televisión, ayudaría a formar y a concienciar mas al público de las
características y riesgos de estos fenómenos de una forma complementaria y
quizás mas poderosa que la simple información sobre el color de una situación
de aviso de tormentas.
Y ya
para acabar creo – y es sólo mi opinión- que la difusión en tiempo real de más imágenes radar por Internet ayudaría, sobre
todo en situaciones tormentosas, a complementar los avisos de los
predictores, dado que éstos pueden referirse a la situación general de una zona con mayor o
menor detalle pero no ocuparse de cada una de las a veces numerosas estructuras
individuales que aparecen en radar. De esta forma AEMET proporcionaría junto
con sus avisos y predicciones de fenómenos adversos, en este caso tormentas, toda la información que tiene disponible para que, en el marco
de los mismos, cada persona tuviera la mayor información posible de su área específica.
Estupenda información.
ResponderEliminarComo aficionado a la meteorología y a cazar tormentas, no puedo estar más de acuerdo contigo, Ángel. Cuantas más herramientas tengamos, mejor, los aficionados siempre estamos, efectivamente, dispuestos a colaborar y sobre todo a aprender. Por cierto, que ahora parece que quieren cambiar la orden ministerial que obliga a pagar por ciertos datos de la AEMET, para que algunos vuelvan a ser gratuitos, y también parece ser que se va a remodelar la web. Esperemos que no nos quiten productos...
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