5 de noviembre de 2012

Después de "Sandy"






Como era de esperar, tras el paso de “Sandy” sobre Estados Unidos ha surgido un importante debate –que supongo que sólo está en sus comienzos- en la comunidad científica sobre las características de esta perturbación, el origen concreto de los daños que ha causado así como su hipotética conexión con el cambio climático. Habrá que esperar meses y quizás algún año hasta que las investigaciones que se van a llevar a cabo nos orienten sobre si un fenómeno como éste puede considerarse dentro de la variabilidad natural de la atmósfera o bien queda fuera de sus márgenes y hay que buscar su explicación en acciones “externas”. Un proceso de este tipo tuvo lugar en relación con la gran ola de calor del verano de 2010 en Rusia con la conclusión mayoritaria, aunque parece que no unánime, de su relación directa con el calentamiento global.


Hay un primer hecho a considerar y es que “Sandy” se movió sobre aguas atlánticas algo más cálidas de lo normal. Hasta qué punto esta circunstancia pueda estar relacionada con algunos de los récords que batió es un primer tema de debate. Lo que sí se ha argüido es que, el aumento constante que se viene observando en la temperatura de los océanos, podría haber incrementado en alrededor de un cinco por ciento la energía de la perturbación. También se argumenta que, el aumento del nivel del mar por expansión física del agua -al estar más caliente- puede haber incrementado más las mareas de tempestad, quizás la causa mas importante de los daños causados por “Sandy”.

Pero el hecho que más ha llamado la atención y ha levantado mas especulaciones es la anómala trayectoria de “Sandy” así como su interacción con una vaguada de aire ártico que se movía sobre el tercio oriental de Estados Unidos dando lugar de este modo a una especie de perturbación híbrida. Pues bien, esa trayectoria y esa interacción es normal si se tiene en cuenta la circulación del chorro polar durante esos días. Esa circulación presentaba grandes meandros que daban lugar a “dorsales” y “vaguadas” casi estacionarias o en movimiento muy lento. Una de esas “dorsales”, que en superficie se refleja por una zona anticiclónica, aparecía al sur de Groenlandia y dificultaba el giro “normal” que suelen hacer las perturbaciones de origen tropical que alcanzan estas latitudes para convertirse en borrascas extratropicales conducidas por ese chorro polar. De forma simultánea, corriente arriba de esa “dorsal”, la correspondiente vaguada fría con aire ártico en su seno y un potente frente frío delantero, veía también obstaculizado su desplazamiento normal hacia el este. Por tanto fue el bloqueo de la dorsal groenlandesa lo que dio lugar a la interacción de las perturbaciones tropical y extratropical y la creación de esa borrasca híbrida que ahora obtenía la mayor parte de su energía del contraste entre dos masas de aire de muy distintas características y que además, se movía muy despacio.

Análisis de la topografía de 500 hPa realizado por el Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio correspondiente a las 00 UTC del 29 de octubre de 2012. Junto a la costa de Estados Unidos aparece "Sandy" y sobre el tercio oriental la vaguada con la que entraría en interacción dando lugar a una borrasca "híbrida". El desplazamiento "normal" de ambas perturbaciones está obstaculizado por la presencia de la dorsal al sur de Groenlandia.




La clave está por tanto en esa configuración tan ondulada de la corriente en chorro con profundas vaguadas y dorsales que hace mas fácil este tipo de interacciones potencialmente peligrosas. ¿Caen dentro de la variabilidad natural? ¿Predominan más en los últimos años? ¿Están ligadas como algunos estudios afirman al calentamiento de las zonas árticas y por tanto al calentamiento global? 

A la vista de toda esta polémica es difícil, y además sería absurdo, tener y exponer una opinión bien formada pero sí me parece oportuno exponer algunas ideas al respecto.

La primera es que mi experiencia personal -y por tanto claramente subjetiva- es que sí se ha producido ese aumento de circulaciones mas “onduladas”, al menos en el Atlántico norte. Ello es, lo que desde mi punto de vista, ha llevado desde la década de los 90 a que la Península Ibérica sea menos visitada por las borrascas atlánticas al cambiar éstas su trayectoria y hacerla mas norte-sur transportando de forma mas directa calor y humedad hacia las regiones polares.

Otra cuestión que me parece crítica es la creciente vulnerabilidad de la sociedad y la necesidad de actuar aún mas eficazmente en las medidas de educación, concienciación, prevención y mejora de los canales y las formas de comunicación si no se quiere que, ante un posible aumento de los fenómenos adversos, los daños sean de mayor magnitud. Ello es mucho mas acuciante en el caso de los grupos de población que viven en los litorales y en las cercanías de los rios.

Por otra parte es de todo punto necesario, no solo mantener,  sino impulsar aún más la investigación científica y los recursos de observación y de cálculo. Si ha habido un hecho claramente reconocido estos días ha sido la calidad  de las predicciones meteorológicas sobre “Sandy” y el convencimiento de que han salvado probablemente miles de vidas. Pero no puede olvidarse que, detrás  de esas predicciones, está el trabajo de cientos de científicos que, tanto en los campos de la observación, como la teledetección o la modelización numérica las han hecho posibles. Y en esa comunidad científica internacional cunde la preocupación por los recortes que la crisis económica pueda acarrear en temas de importancia vital. En Estados Unidos por ejemplo hay una inquietud muy marcada por los peligros a que está expuesto el programa de satélites meteorológicos polares sin cuyos datos, absolutamente necesarios, la calidad de las predicciones podría volver a los a los niveles de los años 90.

España no queda al margen de los fenómenos adversos y de su posible incremento en años venideros originados sobre todo por mares más cálidos –atención al Mediterráneo- y de circulaciones atmosféricas mas “onduladas”. Es muy preocupante por tanto la dificilísima situación en que se encuentra la investigación española en estas cuestiones y desde luego no ayuda a mejorarla medidas como la adoptada en los últimos días por AEMET restringiendo el acceso por ftp a un gran numero de datos. Ello llama aún mas la atención al ocurrir en el marco de las directivas europeas en materia de datos ambientales y de la gran “ofensiva” lanzada por la Organización Meteorológica Mundial con su ambicioso programa de Servicios Climáticos que intenta hacer mas cercana y fecunda la interacción entre proveedores de datos y usuarios de los mismos en un entorno de preocupación por la evolución climática mundial. 

Mi opinión es que en España hace falta llegar a acuerdos entre centros de investigación, servicios meteorológicos estatales y autonómicos y ¿por qué no? comunicadores y asociaciones de aficionados para potenciar en todos los aspectos la meteorología española. Es una "orquesta" con estupendos "músicos" pero falta "partitura" y una cierta "dirección" asumida por unos y otros.

1 comentario:

  1. Muchas gracias María. No hay como que le ocurran a uno las cosas en su propia casa! De todos modos hay que esperar a ver si la comunidad científica llega a conclusiones sobre la "atribución" de Sandy.

    Por cierto, supongo que en la penúltima línea te falta un "no" ;-)

    Saludos

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