Como
era de esperar, tras el paso de “Sandy” sobre Estados Unidos ha surgido un
importante debate –que supongo que sólo está en sus comienzos- en la comunidad
científica sobre las características de esta perturbación, el origen concreto
de los daños que ha causado así como su hipotética conexión con el cambio
climático. Habrá que esperar meses y quizás algún año hasta que las investigaciones
que se van a llevar a cabo nos orienten sobre si un fenómeno como éste puede
considerarse dentro de la variabilidad natural de la atmósfera o bien queda
fuera de sus márgenes y hay que buscar su explicación en acciones “externas”. Un proceso de este tipo tuvo lugar en
relación con la gran ola de calor del verano de 2010 en Rusia con la conclusión
mayoritaria, aunque parece que no unánime, de su relación directa con el
calentamiento global.
Hay
un primer hecho a considerar y es que “Sandy” se movió sobre aguas atlánticas
algo más cálidas de lo normal. Hasta qué punto esta circunstancia pueda estar relacionada con
algunos de los récords que batió es un primer tema de debate. Lo que sí se ha
argüido es que, el aumento constante que se viene observando en la temperatura
de los océanos, podría haber incrementado en alrededor de un cinco por ciento la
energía de la perturbación. También se argumenta que, el aumento del nivel del
mar por expansión física del agua -al estar más caliente- puede haber incrementado
más las mareas de tempestad, quizás la causa mas importante de los daños
causados por “Sandy”.
Pero
el hecho que más ha llamado la atención y ha levantado mas especulaciones es la
anómala trayectoria de “Sandy” así como su interacción con una vaguada de aire
ártico que se movía sobre el tercio oriental de Estados Unidos dando lugar de
este modo a una especie de perturbación híbrida. Pues bien, esa trayectoria y
esa interacción es normal si se tiene en cuenta la circulación
del chorro polar durante esos días. Esa circulación presentaba grandes meandros
que daban lugar a “dorsales” y “vaguadas” casi estacionarias o en movimiento
muy lento. Una de esas “dorsales”, que en superficie se refleja por una zona
anticiclónica, aparecía al sur de Groenlandia y dificultaba el giro “normal” que suelen
hacer las perturbaciones de origen tropical que alcanzan estas latitudes para
convertirse en borrascas extratropicales conducidas por ese
chorro polar. De forma simultánea, corriente arriba de esa “dorsal”, la
correspondiente vaguada fría con aire ártico en su seno y un potente frente
frío delantero, veía también obstaculizado su desplazamiento normal hacia el
este. Por tanto fue el bloqueo de la dorsal groenlandesa lo que dio lugar a la
interacción de las perturbaciones tropical y extratropical y la creación de esa
borrasca híbrida que ahora obtenía la mayor parte de su energía del contraste
entre dos masas de aire de muy distintas características y que además, se movía
muy despacio.
La
clave está por tanto en esa configuración tan ondulada de la corriente en
chorro con profundas vaguadas y dorsales que hace mas fácil este tipo de
interacciones potencialmente peligrosas. ¿Caen dentro de la variabilidad
natural? ¿Predominan más en los últimos años? ¿Están ligadas como algunos
estudios afirman al calentamiento de las
zonas árticas y por tanto al calentamiento global?
A la vista de toda esta polémica es difícil, y además sería absurdo, tener y exponer una opinión bien formada pero sí me parece oportuno exponer algunas ideas al respecto.
A la vista de toda esta polémica es difícil, y además sería absurdo, tener y exponer una opinión bien formada pero sí me parece oportuno exponer algunas ideas al respecto.
La
primera es que mi experiencia personal -y por tanto claramente subjetiva- es que
sí se ha producido ese aumento de circulaciones mas “onduladas”, al menos en el
Atlántico norte. Ello es, lo que desde mi punto de vista, ha llevado desde la
década de los 90 a que la Península Ibérica sea menos visitada por las
borrascas atlánticas al cambiar éstas su trayectoria y hacerla mas norte-sur transportando
de forma mas directa calor y humedad hacia las regiones polares.
Otra
cuestión que me parece crítica es la creciente vulnerabilidad de la sociedad y la necesidad de actuar aún mas eficazmente en las medidas de
educación, concienciación, prevención y mejora de los canales y las formas de comunicación si no se quiere que, ante un posible aumento
de los fenómenos adversos, los daños sean de mayor magnitud. Ello es mucho mas acuciante en el caso de los grupos de población que viven en los litorales y en las cercanías de los rios.
Por
otra parte es de todo punto necesario, no solo mantener, sino impulsar aún más la investigación
científica y los recursos de observación y de cálculo. Si ha habido un hecho
claramente reconocido estos días ha sido la calidad de las predicciones meteorológicas sobre
“Sandy” y el convencimiento de que han salvado probablemente miles de vidas.
Pero no puede olvidarse que, detrás de esas
predicciones, está el trabajo de cientos de científicos que, tanto en los campos
de la observación, como la teledetección o la modelización numérica las han
hecho posibles. Y en esa comunidad científica internacional cunde la
preocupación por los recortes que la crisis económica pueda acarrear en temas
de importancia vital. En Estados Unidos por ejemplo hay una inquietud muy
marcada por los peligros a que está expuesto el programa de satélites meteorológicos
polares sin cuyos datos, absolutamente necesarios, la calidad de las
predicciones podría volver a los a los niveles de los años 90.
España
no queda al margen de los fenómenos adversos y de su posible incremento en años
venideros originados sobre todo por mares más cálidos –atención al
Mediterráneo- y de circulaciones atmosféricas mas “onduladas”. Es muy preocupante por tanto la dificilísima situación en que se
encuentra la investigación española en estas cuestiones y desde luego no ayuda
a mejorarla medidas como la adoptada en los últimos días por AEMET restringiendo el acceso por ftp a un gran numero de datos. Ello llama aún mas la
atención al ocurrir en el marco de las directivas europeas en materia de datos ambientales
y de la gran “ofensiva” lanzada por la Organización Meteorológica Mundial con
su ambicioso programa de Servicios Climáticos que intenta hacer mas cercana y
fecunda la interacción entre proveedores de datos y usuarios de los mismos en
un entorno de preocupación por la evolución climática mundial.
Mi opinión es que en España hace falta llegar a acuerdos entre centros de investigación, servicios meteorológicos estatales y autonómicos y ¿por qué no? comunicadores y asociaciones de aficionados para potenciar en todos los aspectos la meteorología española. Es una "orquesta" con estupendos "músicos" pero falta "partitura" y una cierta "dirección" asumida por unos y otros.
Mi opinión es que en España hace falta llegar a acuerdos entre centros de investigación, servicios meteorológicos estatales y autonómicos y ¿por qué no? comunicadores y asociaciones de aficionados para potenciar en todos los aspectos la meteorología española. Es una "orquesta" con estupendos "músicos" pero falta "partitura" y una cierta "dirección" asumida por unos y otros.
Muchas gracias María. No hay como que le ocurran a uno las cosas en su propia casa! De todos modos hay que esperar a ver si la comunidad científica llega a conclusiones sobre la "atribución" de Sandy.
ResponderEliminarPor cierto, supongo que en la penúltima línea te falta un "no" ;-)
Saludos