En una de las últimas entradas del blog me refería a la preponderancia que desde hace ya varios años muestran las situaciones del noroeste sobre nuestro entorno geográfico, con una dorsal anticiclónica atlántica poco propensa a bajar de latitud, algo que, de suceder, provocaría a su vez un descenso de la corriente en chorro con sus borrascas asociadas. De hecho, el origen del temporal de nieve y frío de los últimos días solo ha sido una cierta variante de dicha circulación del noroeste: la dorsal atlántica se elongó y dio lugar a su vez a que se profundizara una vaguada sobre la Península con aire muy frío. En su interior se formó una borrasca fría que fue la causante de las grandes caídas de nieve, sobre todo en la cordillera Cantábrica y zonas aledañas.
En esa entrada apuntaba también que, a veces, esta situación permite que, de vez en cuando una vaguada pueda acercarse al oeste peninsular y profundizar un poco más hacia el sur facilitando así que los vientos ábregos o llovedores, que cada vez nos visitan con menos frecuencia, puedan hacerlo durante un par de días y proporcionar a la vertiente atlántica esas lluvias extensas, continuadas y "tranquilas" tan importantes en estas zonas.
Pues bien, tal como muestran los modelos parece que vamos a tener esa visita de los ábregos. De momento corta y fugaz pero que podría ser la antesala de un temporal más prolongado. Tras el paso mañana de un primer frente atlántico, la circulación del chorro del NW sobre el Atlántico se refuerza y reorganiza de modo que consigue bajar más de latitud y profundizar y arrastrar hacia la Península dos borrascas atlánticas. Una, que sería más una onda secundaria que una borrasca propiamente dicha sobre el golfo de Cádiz, y otra al oeste de Portugal. Una y otra afectarían a la Península durante el jueves y el viernes y originarían esos ábregos y sus lluvias asociadas por tierras de Andalucía occidental, Extremadura y buena parte de Castilla la Mancha y Castilla y León.
Tras el viernes, la circulación volvería de nuevo a ser del noroeste. Sin embargo, los mapas a medio plazo muestran una amplia expansión sobre el Atlántico del aire polar dando lugar a una bajada del chorro más en bloque:
Si esa situación llega a establecerse a partir de mediados de la próxima semana -y habría que ver cuanto duraría- ese sí sería el verdadero temporal de ábregos que tanto se espera en esa vertiente atlántica, pero que tanta sequedad provoca en el área mediterránea. A veces esos temporales finalizaban con la formación de una dana en el golfo de Cádiz y de una borrasca mediterránea que trasladaba la lluvia a esa vertiente...pero, de momento, es adelantar mucho. Vamos a ver.
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