Escribo todavía bajo la impresión de la trágica noticia de ayer: la muerte de varios miembros de una familia mientras hacían barranquismo, acompañados de un monitor, en un barranco del valle del Jerte. Una de las fuertes tormentas provocadas por la dana que nos afecta estos días debió provocar una avenida relámpago en el barranco sin que pudieran ponerse a salvo.
A la vista de todos las predicciones y avisos emitidos por AEMET y alertas de Protección Civil, de los mensajes de los comunicadores meteorológicos repetidos en los últimos días sobre la potencial peligrosidad de esta situación, de la posibilidad de consultar por móvil, ya casi minuto a minuto, la evolución de las tormentas, la pregunta que cabe formular es ¿qué falló?, ¿Qué información recibieron –o no recibieron- las personas afectadas?...Y si la recibieron..¿la entendieron adecuadamente?...Y si la entendieron adecuadamente…¿por qué salieron? Creo que no nos vale con suponer cuáles serían las respuestas: hay que conocerlas directamente de aquellos que han sufrido el problema en ellos mismos -si es posible- o en sus propios bienes.
Si no conocemos la contestación a estas preguntas, y no se hace un análisis adecuado de las respuestas, por muchas inversiones en tecnología y avances en modelos que puedan hacerse, no será fácil conseguir una mejor prevención. Por tanto, mi propuesta es que cada vez que ocurra un fenómeno de este tipo, se haga una investigación de oficio por psicólogos sociales sobre estos extremos, además de otras que puedan corresponder. De este modo se puede ir formando una base de conocimiento con la que, en un trabajo que debería ser conjunto, meteorólogos, técnicos de protección civil, psicólogos sociales y comunicadores meteorológicos deberían llegar a un consenso sobre cómo realizar, emitir y difundir avisos y alertas. Y todo ello en el contexto, de la a mi juicio, necesaria revisión en profundidad de Meteoalerta.
Mientras tanto, creo que sería necesario desarrollar más y divulgar insistentemente las aplicaciones móviles de avisos y de imágenes radar con mensajes específicos para la zona geográfica donde la persona se encuentre. Y por supuesto, mucha, mucha más atención de los medios de comunicación, al menos los de titularidad pública a una mejor formación del público sobre fenómenos adversos, avisos y alertas.
hola Ángel,
ResponderEliminares lamentable lo ocurrido con estas personas, pero a veces no es fallo de las alertas y avisos , la inconsciencia humana es a veces ilimitada ... porque alguien que se va a la montaña, en teoría tiene que haber visto el parte meteorológico, y lo de la DANA se venia diciendo ya por TVE 1 en el espacio del tiempo desde el día 5 miércoles.. Mi comentario puede que no le guste a algunas personas, por lo trágico de estas personas,,, pero en el fondo saben que las personas actúan de una manera inadecuada .
un abrazo
Gracias Empar. Es verdad que las personas actuamos con frecuencia inadecuadamente. En estos casos de autoprotección, si con la ayuda de la psicología social somos capaces de conocer el proceso de razonamiento y de toma de decisión de los afectados, puede ser posible un diseño más adecuado de avisos y alertas y de la forma más efectiva de comunicación. Hay que ir a ello.
EliminarUn abrazo.