Las nubes altas que acompañan a un chorro extratropical dibujan una especie de arco que enmarca la amplia dorsal anticiclónica que se ha establecido una vez más en nuestra zona geográfica.
Las nubes altas ligadas a un ramal del chorro forman casi un "arco" bajo el que quedan tanto la Península como los archipiélagos. Solo las nieblas menguantes de zonas de Castilla y León impiden allí una subida desmesurada de las temperaturas. Una borrasca fría se sitúa como es normal en estos casos sobre el norte de África al este de la dorsal. En Canarias la presencia de una débil onda en altura genera nubosidad de tipo medio y alto sin mayores consecuencias, pero el anticiclón de niveles bajos provoca vientos del sureste con entrada de polvo en suspensión que se hace más evidente algo más al sur del archipiélago.
Una vez más, y cada vez con más frecuencia, este tipo de grandes "campanas" o "cúpulas" de aire cálido son las responsables de los también cada vez mas frecuentes periodos de altas temperaturas sobre España (si ahora fuera julio o agosto podríamos registrar valores alrededor de 44 o 45 grados, pero en cualquier caso se van a batir varios récords para enero).
La "cúpula" una vez más. Al menos en esta ocasión no está tan extendida hacia el norte con lo cual la mayor parte de Europa no está afectada aunque sus temperaturas son relativamente suaves. Este tipo de estructuras se hace cada vez más frecuente y es la causante de las principales olas de calor, tal como las danas que suelen aparecer en sus flancos las de precipitaciones más intensas y persistentes.
Desde mi punto de vista su aparición es la reacción de la circulación atmosférica al aumento global de las temperaturas. Puede objetarse que a estas entradas cálidas corresponden también entradas frías, como la registrada recientemente sobre Norteamérica pero cuando se calcula el balance global es resultado es siempre cálido.
Es verdad que faltan aún estudios (ya empieza a haber algunos) que probarían el aumento y la mayor intensidad de estas estructuras, pero es algo que muchos meteorólogos constatan y yo mismo puedo aportar mi experiencia de casi cuarenta años viendo diariamente la evolución de la atmósfera.
Mi impresión es que han venido para quedarse, salvo que pueda darse alguna evolución desconocida o algún evento poco probable. Es posible también que, de vez en cuando, la variabilidad natural de la atmósfera pueda darnos algún año más "normal", pero creo que hay que plantearse muy seriamente a nivel gubernamental este escenario y poner en marcha un amplio plan transversal de acción en muy distintos sectores a medio y largo plazo en vez de "ir tirando" solo con acciones puntuales. Acciones que pueden resultar útiles a muy corto plazo pero que no afrontan el problema general que es a mi juicio, muy serio.
Y de momento, ¿qué cabe esperar? Desgraciadamente poca cosa. La dorsal se moverá muy lentamente hacia el este y la pequeña onda que ahora está sobre Canarias -dando lugar a una entrada de polvo africano- se desplazará hacia la Península suavizando ligeramente las temperaturas. Después solo cabe esperar que alguna vaguada del chorro más profunda origine una dana y nos diera algunas lluvias más. Lo ideal sería una bajada en toda regla del chorro polar, pero está dificil...En fin, a ver La Candelaria nos trae alguna... "normalidad".
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