Tras el fugaz paso de una dana que supuso un mínimo y muy parcial alivio hídrico en algunas zonas, se inicia marzo, y con él el trimestre primaveral climatológico (marzo-abril-mayo).
Coincidiendo con ello empiezan a verse cambios en la circulación atmosférica que, al menos por unos días, romperá parcialmente el patrón que ha venido manteniendo durante un largo periodo. De este modo, un ramal del chorro polar va a bajar de latitud retirando un poco -parece que sólo provisionalmente- a la dorsal atlántica hacia el sur y el oeste. De este modo, va a conducir durante la segunda mitad de esta semana hacia la Península un par de vaguadas que darán lugar probablemente a algunas débiles y poco duraderas danas. En cualquier caso lo hará siguiendo la que denomino “vía del noroeste”, una trayectoria que da lugar a precipitaciones, -no muy abundantes salvo en áreas montañosas- en la mitad nordeste de la Península y bastante más escasas en el resto de las zonas. Lo que sí parece asegurado es un muy sensible descenso de las temperaturas, vientos ocasionalmente fuertes, nevadas en las zonas montañosas -que podrán aparecer también de forma débil en zonas altas del interior peninsular- y un efímero temporal de levante en parte del área mediterránea debido a una breve pero relativamente intensa ciclogénesis que, en cualquier caso podría generar lluvias intensas.
Imagen simulada del canal de vapor de agua prevista por el modelo de alta resolución del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo para la madrugada del viernes 4 de marzo. Sobre el este/sureste peninsular puede verse el remolino ciclónico generado por la dana que habrá recorrido la Península de NW a SE durante el jueves. Al oeste de Irlanda aparece un nuevo vórtice que podría afectar a la Península el sábado con precipitaciones más débiles, pero que podría dar lugar a su llegada a la aparición fugaz de la nieve en cotas relativamente bajas del oeste peninsular.
Este sería el posible resultado en cuanto a precipitaciones del paso de las vaguadas/danas en la segunda mitad de esta semana. Puede comprobarse como las precipitaciones son más abundantes en amplias zonas -sobre todo montañosas- de la mitad NE. peninsular y mucho menos en gran parte de la vertiente atlántica donde se encuentran las zonas más necesitadas. La repercusión de la fugaz ciclogénesis mediterránea que generará el paso de la primera dana se muestra en ese importante realce de la precipitación en zonas de las Comunidades Valenciana y Murciana. Una situación a vigilar.
A partir del lunes parece que la circulación pasará a ser del oeste y algunos nuevos frentes afectarán a la vertiente atlántica durante la primera mitad de la semana. Después, aunque habrá que irlo confirmando, parece probable que la dorsal atlántica recupere su posición cada vez más habitual de modo que los frentes atlánticos solo afectarían al tercio o como mucho mitad norte peninsular.
Imagen simulada del canal de vapor de agua para la madrugada del próximo lunes. Una onda frontal atlántica empieza a afectar a la Península pudiendo dar precipitaciones en general débiles en la vertiente atlántica.
Por tanto, durante estos próximos siete días la circulación atmosférica proporcionará un cierto alivio para la situación de sequía aunque no en la medida que necesitarían las zonas más afectadas. Esperemos que, aunque sea mediante circulaciones del W y del NW, durante el trimestre primaveral la atmósfera pueda irnos dando sucesivos alivios hídricos que permitan un respiro en el campo español. A eso parecen apuntar las predicciones para las próximas tres semanas que hoy ha publicado AEMET.
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