"Atrapados en el tiempo" es una frase que se repite mucho últimamente en el mundillo meteorológico español para hacer referencia a la situación atmosférica que se repite machaconamente día tras día desde hace ya muchos. Cielos despejados o poco nubosos durante la mañana con nieblas en el litoral atlántico y tormentas durante la tarde y noche en muchos puntos de la mitad norte peninsular. Por otra parte, y aunque las temperaturas máximas no son excesivas sino simplemente veraniegas, el mayor nivel de humedad presente en algunas zonas contribuye a una cierta sensación de agobio y de irritabilidad en las personas.
Si bien la circulación principal del chorro polar queda bastante al norte y en general hay un predominio de dorsal anticiclónica sobre el área de la Península Ibérica, esa dorsal se ve "erosionada" por pequeños embolsamientos de aire frío ligados a una débil circulación secundaria de componente oeste, de difícil seguimiento en los análisis de los modelos numéricos y, sin embargo, mucho más apreciable en las imágenes del canal de absorción de vapor de agua de Meteosat.
Estos embolsamientos fríos son los que mantienen una atmósfera inestable sobre todo en la mitad norte y consiguen de alguna manera que las temperaturas no suban demasiado. Por otra parte, esas circulaciones arrastran también hacia el interior peninsular algo de aire atlántico más fresco que contribuye a alimentar las tormentas pero que también provoca una cierta incomodidad física en zonas en las que, normalmente, este tiempo suele ser más seco.
Análisis de 500 hPa (ECMWF) correspondiente a las 00 UTC del 16 de julio. Puede apreciarse que la Península Ibérica se encuentra bajo una dorsal de débil gradiente al tiempo que casi se adivina una débil circulación secundaria del oeste que conduce algunas ondas ligadas a ligeros embolsamientos fríos hacia la Península |
Estos embolsamientos fríos son los que mantienen una atmósfera inestable sobre todo en la mitad norte y consiguen de alguna manera que las temperaturas no suban demasiado. Por otra parte, esas circulaciones arrastran también hacia el interior peninsular algo de aire atlántico más fresco que contribuye a alimentar las tormentas pero que también provoca una cierta incomodidad física en zonas en las que, normalmente, este tiempo suele ser más seco.
Queda todavía pendiente la segunda mitad del mes pero, si siguiera esta tónica, tendríamos un mes de julio normal en cuanto a temperaturas o quizás algo por debajo y también, probablemente, lluvias por encima de la media de julio en la ya citada mitad norte. Es probable que algo de este tipo es lo que vislumbraban esas predicciones difundidas por el Canal Météo francés, a las que me referí en una entrada anterior del blog, que tanta polvareda levantaron y que auguraban un verano más fresco y con mas precipitaciones, algo que a mediados ya del trimestre veraniego, podrían ajustarse parcialmente a lo que está pasando en el interior de esa mitad norte.
En cualquier caso, todo está por ver. Para principios de la próxima semana los modelos muestran la posibilidad de que se forme una borrasca fría al oeste de la Península. Hay tres posibilidades en relación con su evolución. La primera es que esa borrasca se mueva hacia el este provocando una mayor inestabilizacion del tiempo y una bajada de temperaturas a su paso sobre la Península; la segunda que, sin pasar, se quede estacionaria y muy cercana frente a las costas portuguesas y mantenga un cierto nivel de inestabilidad con tormentas sobre buena parte de la Península...y la tercera, y mas peligrosa, es que se cree una situación en "omega" muy estacionaria, con una gran dorsal extendiéndose sobre toda la Península y con entrada de aire africano muy cálido durante varios días, es decir, una "ola de calor" en la acepción que, aún sin estar oficialmente definida, se va aceptando mayoritariamente.
Si bien el modelo determinista del Centro Europeo se inclina por esta última alternativa, el sistema probabilista tiene sus reservas; hay que irla confirmando por tanto en los próximos días. Como tantas otras veces es posible que todo dependa de un viento un poco más o menos intenso en niveles medios de la atmósfera sobre algún lugar remoto del Atlántico o del Canadá. De él dependerá el grado de confort y de bienestar de muchas personas la próxima semana.
NOTA DEL 17 DE JULIO
Conocidos hoy mismo los datos-resumen de la primera quincena del mes, y en contra de lo que había estimado, la temperatura de ese período en la Península Ibérica está entre uno y dos grados por encima del valor normal. No parece por tanto que la actividad tormentosa diaria esté influyendo de forma eficaz en una suavización de las temperaturas. Es la persistencia de la situación y no su intensidad lo que da lugar a ese resultado.
Si bien el modelo determinista del Centro Europeo se inclina por esta última alternativa, el sistema probabilista tiene sus reservas; hay que irla confirmando por tanto en los próximos días. Como tantas otras veces es posible que todo dependa de un viento un poco más o menos intenso en niveles medios de la atmósfera sobre algún lugar remoto del Atlántico o del Canadá. De él dependerá el grado de confort y de bienestar de muchas personas la próxima semana.
NOTA DEL 17 DE JULIO
Conocidos hoy mismo los datos-resumen de la primera quincena del mes, y en contra de lo que había estimado, la temperatura de ese período en la Península Ibérica está entre uno y dos grados por encima del valor normal. No parece por tanto que la actividad tormentosa diaria esté influyendo de forma eficaz en una suavización de las temperaturas. Es la persistencia de la situación y no su intensidad lo que da lugar a ese resultado.
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