En la imagen de satélite de esta mañana puede verse como buena parte de Europa occidental aparece casi despejada al estar bajo el dominio de la dorsal de gran amplitud que desde ayer se ha establecido sobre estas zonas. Ello queda también reflejado en la topografía de 500 hPa/T850 para las 12 UTC de hoy:
En cualquier caso estas dorsales tan alargadas en sentido meridiano, que se van haciendo cada vez más frecuentes y que tan relacionadas pueden estar tanto con olas de calor como con lluvias torrenciales (efecto de la dana que suele formarse delante y/o detrás de ellas), tienen en muchas ocasiones los "pies de barro". En efecto, su equilibrio dinámico es bastante pobre y depende del adecuado balance del viento en sus dos flancos. De romperse, la dorsal puede "tumbarse", normalmente alta de latitud, y dejar paso -aún más abierto- a otras circulaciones al sur de ella.
Algo así va a ocurrir estos días. Si volvemos a la imagen de satélite, vemos como la antigua dana D2 es ya solo un pequeño seno de bajas presiones (D2/b), situado hacia el cabo San Vicente. Envía algunas bandas de nubes altas y medias sobre la mitad suroeste de la Península y todavía hoy podrá producir alguna lluvia débil en el sur de Portugal y oeste de Andalucía hasta quedar absorbido y disuelto en la circulación de la amplia borrasca B, que empezará a afectar a la Península a partir de mañana por la tarde. Por otra parte, las nubes que penetran en Francia desde Suiza son el resultado de una vaguada de eje casi horizontal que discurre con dirección SW por el flanco oriental de la dorsal dando lugar a una cierta retrogresión que dará lugar desde últimas horas de hoy y durante mañana a lluvias y chubascos en el área mediterránea.
Esta evolución es la que refleja la topografía prevista para la madrugada de mañana miércoles:
la borrasca B hace su entrada por el oeste de la Península mientras que la vaguada europea genera una pequeña dana sobre el golfo de Vizcaya que va a integrarse también en la circulación de B. Por su parte, la gran dorsal ha tumbado su eje y permite que, al menos durante tres o cuatro días, Iberia quede afectada por las circulaciones atlánticas con lluvias, chubascos y quizás algunas tormentas.
Pero esta tendencia a formarse dorsales de gran amplitud y/o a desplazarse hacia latitudes muy septentrionales suelen ser reiterativas, en mi opinión, porque son la expresión meteorológica, la del "día a día", de la tendencia de la atmósfera subtropical a expandirse más hacia el norte a consecuencia del calentamiento global.
Y así parece que va a ocurrir una vez más. La topografía de 500 hPa prevista para el próximo domingo muestra como la dorsal se ha vuelto a establecer de una forma muy similar a la de hoy.
De este modo, la evolución del tiempo durante la próxima semana va a depender, una vez más del equilibrio, o desequilibrio, entre las circulaciones atlánticas y las europeas/mediterráneas.
Y, si se me permite, otra reflexión final: ayer se alcanzaron los 30 grados en zonas de Galicia, probablemente por el efecto de la advección cálida del sur, y también en zonas mediterráneas debido a la gran estabilidad y a la insolación. Esta misma situación, en verano, nos hubiera llevado a rebasar los 40ºC en muchas zonas y con una persistencia de tres o cuatro días nos hubiera conducido a una marcada ola de calor, ya hemos tenido experiencia de ello. Además, en verano, las circulaciones que pudieran "colarse" al sur de ellas son débiles y con poco transporte de humedad por lo que no podría esperarse mucho alivio por su causa. Creo que es algo que, por sus impactos, debe considerarse seriamente a distintos niveles.
Los efectos de esa circulación tan irregular con situaciones de incursiones cálidas hacia el norte, como comenta, ha tenido un ejemplo muy claro durante febrero y marzo, con una precipitación casi inexistente en la mayor parte de Europa y un marcado caracter muy húmedo en la península.
ResponderEliminarSituaciones anómalas cada vez más frecuentes que se corresponden con esa tendencia que menciona hacia la tropicalización del planeta.
Las últimas lluvias raras en el Sahara, hace pocos meses....veranos mas largos e inviernos mas cortos.....la torrencialidad cada vez mas frecuente de las lluvias .... son señales de un clima que está cambiando.
Por los datos se observa una tendencia a primaveras más húmedas, pienso que será por la coincidencia de la mayor expansión del vórtice polar al final del invierno, algo habitual, y su efecto acción-reacción en la masa subtropical oceánica, no es que no sucediera antes, pero ahora esa reacción de la masa subtropical lleva consigo mayor potencial, mas energía, mayor capacidad de precipitación.
Luego llega el verano y el efecto de expansión subtropical se agrava con la instalación duradera y persistente de la masa continental africana, que tarda en retirarse durante el otoño, alargando el verano, con la radicalización esporádica, pero de gran impacto de DANAS, y llegamos al corto invierno del mes enero, como mes de transición entre la estación seca veroño y la húmeda y cálida primavera.
¿Vamos hacia un clima de dos estaciones en la península?
Coincido básicamente contigo, aunque creo que la evolución que vamos viendo en los últimos años en el chorro subtropical deja todavía bastantes incógnitas, sobre todo en lo que respecta a la precipitación.
ResponderEliminarPues hace ya años empecé a interesarme por esa interacción de la circulación subtropical con el chorro polar, y en un libro de Roger G. Barry y Richard J. Chorley que se llama Atmósfera, tiempo y clima, vi un apartado donde habla de la interacción de la circulación subtropical con la corriente tropical del este, sobre el Sahara, esa vaguada monzónica húmeda del sudoeste que penetra hacia el norte, habla de separaciones en las altas presiones subtropicales sobre el norte de África con meandros en la circulación del oeste a 200hp, pudiéndose extender hacia el ecuador e influir en los vientos del este tropicales. Esa interacción segun dice puede llevar al desarrollo de borrascas que se desplazan hacia el noreste en el seno de la vaguada subtropical, en el sahara provocan tormentas de arena, pero al llegar al mediterráneo se reactivan, las fechas mas probables para esa dinámica son los equinocios.
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