Tras casi cuatro meses con lluvias escasísimas la esperanza está en el comportamiento de la primavera. Una primavera con pocas o ninguna lluvia podría dar paso a un verano realmente problemático. La tensión y la preocupación por esta situación es fácilmente perceptible en la calle y es tema reiterativo en los medios de comunicación.
Aunque todavía sin una gran fiabilidad empiezan a aparecer algunos signos optimistas en los modelos. Durante la primera mitad de la próxima semana una borrasca fría podría quedar en situación casi estacionaria con su centro sobre Portugal de modo que su zona delantera, la productora de lluvias y algunas tormentas, abarcaría a buena parte de la mitad occidental de España. Como parece que esta perturbación podría permanecer en esta situación de forma casi estacionaria durante tres o cuatro días las lluvias podrían ser relativamente generosas en zonas de Extremadura, Andalucía occidental y ambas Castillas.
Mapa de niveles altos previsto para el próximo martes 20 de abril |
En cualquier caso es una situación prevista a cuatro o cinco días, por tanto: ¿podemos fiarnos de ella?
Si, mas allá de los modelos a que estamos acostumbrados, los "deterministas", como el que aparece en la figura de al lado, vemos la evolución de las predicciones por "conjuntos" que son las que nos dan una idea de la mayor o menor probabilidad de que esa evolución se produzca, llegamos a la conclusión de que, lo mas probable, es que esa perturbación se forme en la cercanía de la Península pero no queda del todo claro su intensidad y su ubicación concreta.
Y ésto último es el problema: Un error de mas o menos 200 km en la determinación del centro de la borrasca puede llevar a tener lluvias e incluso tormentas fuertes o tiempo caluroso del sur con algunas nubes altas. Por tanto se hace necesario seguir los modelos de predicción un par de días mas para tener una mayor seguridad sobre si aparecen las tan deseadas lluvias.
En cualquier caso algo se mueve en la atmósfera: el anticiclón atlántico tiende a desplazarse hacia Centroeuropa y un ramal del chorro del oeste (el que trae las perturbaciones atlánticas hacia España) parece apuntar mas hacia el sur contorneando a ese anticiclón. Ello da mas oportunidades para recibir este tipo de borrascas. Con cuatro o cinco situaciones como ésta nuestro balance hídrico se recuperaría en buena medida y las plantas podrían recuperarse -y las personas- tras el gran stress hídrico a que unos y otros estamos sometidos.
Pero de momento solo cabe esperar y disfrutar, si hay ocasión para ello, de algunas tormentas -con algo de polvo africano- provocadas por otra pequeña y poco importante borrasca que atravesará la Península este viernes.
En fin, algo se mueve. Veremos si dura.