29 de diciembre de 2024

Dos meses ya...y la respuesta no está solamente en el viento...


                                                    The answer, my friend, is blowin' in the wind
The answer is blowin' in the wind

          Bob Dylan 


Dos meses ya desde la catastrófica riada de L´Horta Sud de Valencia...Y sigue quedando tanto por hacer...tanto por sanar...tanto por replantearse ante este tipo de situaciones... 

Es posible que la tremenda energía que desarrolló esta dana -sobre todo desde primeras horas de la tarde de ese día 29 de octubre- pueda repetirse más pronto que tarde, en esa o en otra zona, dado que el calentamiento global puede estar afectando tanto al "combustible" como al "motor" de estos fenómenos. Y aunque no fuera así, las tormentas se muestran cada vez más activas, y por tanto también lo hacen las inundaciones "relámpago". Y ante ellas las decisiones hay que tomarlas en minutos.

En este tiempo transcurrido Aemet publicó un primer informe sobre lo que sucedió desde un punto de vista meteorológico y las actuaciones que se llevaron a cabo en cuanto a la emisión de informaciones y avisos. Otro meteorólogo -José María Sanchez-Laulhé- publicó un interesante estudio sobre la estructura mesoescalar del sistema que provocó las grandes lluvias y yo mismo esbocé en este blog una hipótesis sobre lo que pudo suceder en la atmósfera para que se desencadenase tanta energía, sobre todo en la tarde de aquel día 29.

En cualquier caso, si bien es necesario llevar a cabo estudios más profundos de caracter meteorológico sobre lo que pasó, me permito, por una vez y humildemente, llevar ligeramente la contraria a Bob Dylan porque creo que en esta ocasión la respuesta, -las necesarias respuestas- están también más allá del propio viento, de la propia atmósfera.

Y en ese contexto, y tal como hice hace justo un mes, me permito volver a ellas:

¿Hay ya planes concretos y fechas comprometidas para la realización de las obras necesarias en el barranco del Poyo y en sus barrancos aledaños? Parece que en 2008 el plan ya estaba estudiado y diseñado.

¿Cuándo se va a saber de qué datos dispuso la Confederación Hidrográfica del Júcar aquella tarde y cómo los comunicó?

¿Por qué no se emitió antes la alerta a los móviles habiendo un aviso rojo de Aemet en vigor y más aún con el precedente de las importantes inundaciones acaecidas horas antes aguas arriba?

Se habla de fallos de coordinación...¿por qué no hay ya un primer informe sobre ellos y, al  menos, un avance y unos compromisos concretos de revisión y en su caso de corrección?

¿Se va a llevar a cabo una revisión profunda de los protocolos de avisos y alertas, algo que se estima necesario desde hace años y que nunca se llega a abordar? Ahora ya es más necesario que nunca.

Aemet está mejorando profundamente su red de radares y, por otra parte, el primer satelite Meteosat de tercera generación empieza a enviar ya imágenes con una mayor resolución espacial y temporal. Todo ello puede facilitar las actividades de vigilancia de este tipo de fenómenos en tiempo real. Pienso que ya se están poniendo a punto en la Agencia técnicas y procedimientos para llevar a cabo una vigilancia mejorada. ¿Tiene o va a tener Aemet la dotación necesaria de personal suficiente para llevar a cabo este replanteamiento profundo de la vigilancia?

Se ha comentado que la Confederación del Júcar no dispone de los recursos que tienen otras Confederaciones para la predicción y vigilancia de crecidas. Me cuesta creerlo en una cuenca tan conflictiva. Si es así, ¿hay ya planes concretos para su instauración?

Y por último, ¿se va a decidir el Gobierno, tan concienciado con el cambio climático y sus efectos en España, a desarrollar un enfoque y una estrategia conjunta en relación con el estudio y predicción y vigilancia de los riesgos ambientales en España? Debería contar con expertos de distintas disciplinas trabajando conjuntamente y con una gran capacidad de reacción rápida, algo así como el CEVRA que propuse en este artículo ... ¿Se emprenderá esa propuesta o algo parecido? Me temo que no.  .. sí, ya se que hay...grandes dificultades para estas cosas...

Vamos a por el tercer mes tras la riada ...La respuesta no está, no debería estar solo en el viento...

29 de noviembre de 2024

Ha pasado un mes: ¿no es momento todavía?


Hoy hace  un mes. Y queda tanto por hacer, tanto por limpiar, tanto por sanar. Y eso es lo más primordial, por supuesto. Pero ello se utiliza como argumento por algunos políticos para ir retrasando algunas investigaciones, algunos estudios, algunas decisiones. ¿Es incompatible? ¿Es un camino hacia el olvido o hacia el próximo desastre? Espero que esta vez no.

Como meteorólogo pero también como persona de la calle me pregunto por qué no se adquieren ya algunos compromisos concretos que ayudarían a generar un poco de optimismo y algo de esperanza en esta oscuridad.

¿Por qué no existe ya unos planes concretos y unas fechas para la realización de las obras necesarias en el barranco del Poyo y en sus barrancos aledaños previstas desde hace muchos años?

Aunque es verdad que hay que hacer una investigación más a fondo de todo el proceso, sí hay cosas que se sabe que no funcionaron bien, sobre todo en relación con distintos tipos de coordinación. ¿Por qué no hay un primer avance y unos compromisos concretos de revisión y en su caso de corrección en estas cuestiones? Y más viviendo en una atmósfera con un gran contenido energético -prácticamente ya en diciembre seguimos sumidos en una cálida masa subtropical- que nos puede sorprender con cualquier fenómeno adverso en cualquier sitio y momento.

Y aunque se dice que los planes de protección civil han funcionado adecuadamente, sabemos que probablemente hace falta una revisión y adecuación de la normativa, sobre todo en lo que se refiere a las inundaciones relámpago como la del pasado día 29,  que pueden ser cada día más frecuentes, incluso en zonas donde casi no son conocidas. Sinceramente creo que los protocolos son insuficientes y poco adecuados para este tipo de situaciones que requieren una inmensa rapidez en vigilancia, observación, diagnóstico,  toma de decisiones e información pública inmediata. En este sentido pienso que es importante revisar a fondo la situación tanto de personal como de recursos técnicos y, en su caso, de formación y entrenamiento de los organismos meteorológicos, hidrológicos y de protección civil. Y más allá de las competencias administrativas lo que hay que lograr es que todo el sistema funcione con eficacia. Entonces...¿para cuando un estudio y planificación de todo ello?...¿Es pronto todavía?

¿Y para cuando la planificación y organización de eficaces campañas de formación e información al público sobre estas situaciones de emergencia y como comportarse ante ellas?

Y aunque quizás no sea lo más crítico, sí es importante y necesario promover desde el nivel gubernamental un sólido plan de  investigación sobre los cambios que se están produciendo en nuestra atmósfera en el contexto del cambio climático y que, en mi opinión, han tenido bastante que ver con las gravisimas inundaciones de Valencia.

¿No es el momento todavía de empezar a trabajar ya sobre todo ésto?...¿Y cuando lo es?...  Si no lo es ya, me temo que el peligro del olvido acecha. Y lo lamentaremos una vez más.



25 de noviembre de 2024

Cambio climático y danas: tantas preguntas, tan pocas respuestas...



 Con motivo de la terrible riada e inundación de Valencia se ha repetido mucho por los medios de comunicación la idea de que, en el contexto del cambio climático, cada vez va a haber más danas y que además serán más intensas. 

Por otra parte hay otra opinión -más extendida en el ámbito académico- y que apunta a que, sí, probablemente sean más intensas, pero que no hay certezas de que vayan a ser más frecuentes. Ello se basa, por una parte, en que el chorro polar -a partir de cuyos meandros se forman las danas- va a quedar en latitudes más altas, de modo que serían pocas las que llegarían a  nuestras latitudes. Por otra, la tendencia a un Mediterráneo cada vez más cálido apoya la idea de que en el mar se almacena cada vez más energía y que el aire cálido y húmedo que discurre sobre él va a ser cada vez una "gasolina" de más calidad para alimentar a los grandes desarrollos nubosos provocados por las danas. 

Sin embargo, en todo este planteamiento hay algo que creo que  no se está tomando en cuenta y es en relación con los cambios que pueden estar experimentando las circulaciones subtropicales de niveles altos en ese contexto de cambio climático. Como ya he comentado en algunas otras ocasiones, la expansión hacia el norte de la atmósfera subtropical parece generar una distinta estructura del chorro subtropical,  más intensa y más ondulada (otra cuestión es si esa circulación tiene que ver con el "clásico" chorro subtropical). Esas ondas podrían entrar a veces en resonancia con las del chorro polar potenciándose entre ambas.

Pues bien, estas ondas del subtropical -sobre todo si entran en resonancia con el polar- pueden generar a veces dorsales de una gran amplitud de onda, dorsales que han estado en relación muy directa con las intensas olas de calor del hemisferio norte.  Al mismo tiempo sus vaguadas dan lugar a veces a danas en las que la circulación polar no ha intervenido y que parecen -solo digo parecen- ser menos activas que las provocadas por el polar, quizás porque su circulación en altura es menos intensa. Por tanto aquí aparece un tema que sería de suma importancia investigar: ¿existen danas subtropicales y danas polares en nuestro entorno geográfico? Y en ese caso, ¿cuales serían sus características distintivas y su potencial nivel de riesgo.

to

Mientras que la circulación del chorro polar circula por las latitudes de las Islas Británicas, la dana que aparece al noroeste de la Península no procede en este caso del cierre de una vaguada de esa circulación, tal como se forman la mayoría de ellas. Por el contrario, es el avance de una dorsal del chorro subtropical la que la cierra entre ella y la dorsal establecida sobre la Península y de más lento movimiento.

Vayamos ahora a las danas del chorro polar: las que tradicionalmente nos afectan lo suelen hacer siguiendo un camino desde la zona de Azores hacia Gibraltar, pero en los últimos años han sido muy pocas las que han llevado ese camino. Ello ha influido claramente en que no han dado lugar a ciclogénesis mediterráneas ni, por tanto, a temporales de levante con sus importantes lluvias asociadas. Ello ha dado lugar en buena medida a la sequía que en los últimos años ha afectado a amplias zonas en nuestra area mediterránea. ¿Es este cambio de trayectoria un cambio sustancial a tener en cuenta? 

Por otra parte, este tipo de danas pueden ir asociadas a un mayor o menor forzamiento dinámico en niveles altos, es decir, a condiciones mas o menos favorables a generar potentes ascensos verticales con las intensas precipitaciones asociadas. Un triste ejemplo de un gran forzamiento dinámico ha sido la situación del pasado 29 de octubre en la provincia de Valencia con sus lluvias torrenciales mientras que las que poseen menos forzamiento pueden dar lluvias menos eficientes pero con menos torrencialidad. ¿Podríamos hablar entonces de tres tipos de danas: subtropicales y polares y éstas con mucho o poco forzamiento dinámico?

Y en el contexto de las danas con forzamiento dinámico el reciente ejemplo de  Valencia y el de la dana que generó grandes inundaciones en las provincias de Madrid y Toledo a principios de septiembre del pasado año en el que también ese forzamiento fue muy marcado, hay que hacerse algunas preguntas. ¿Estaba ligada la excepcional intensidad de las lluvias a los fuertes ascensos provocados por la llegada de un máximo de viento (jet streak) en niveles altos?..Y si es así, ¿estuvo provocado ese máximo por la trayectoria norte-sur de esas danas quedando muy encajadas entre dos dorsales subtropicales -quizás más cálidas de lo normal- y generándose el fuerte gradiente -y el gran máximo de viento- en niveles altos?...Y esa trayectoria distinta a las habituales y/o la presencia de esas dorsales tan marcadas...¿pueden estar ligadas al cambio climático?

Análisis del geopotencial de 500 hPa y de la temperatura de 850 hPa del 3 de septiembre a las 12 UTC, pocas horas antes de que se desarrollara una intensa tormenta sobre zonas de las provincias de Toledo y Madrid con cantidades desusadas de lluvia. Puede observarse la intensidad del cinturón de vientos de la dana, algo relativamente inusual prácticamente al final del trimestre veraniego, así como la aguda dorsal anticiclónica a su izquierda.

Imagen IR de Meteosat obtenida a las 20 horas locales del citado 3 de septiembre. Las "calles" nubosas procedentes del norte de África y que alcanzan el centro peninsular reflejan un flujo de niveles medios y altos típico de la presencia de un máximo de viento en altura que se hace difluente sobre esa zona del centro.

Por último sería muy útil conocer más en profundidad las características internas de estas nubes que son capaces de generar tanta precipitación en tan pequeños intervalos de tiempo alcanzando intensidades que pueden catalogarse entre las mayores del planeta.

La pared nubosa del flanco del sistema convectivo que dio lugar a las grandes e intensas precipitaciones refulge al sol poniente con un intenso blanco. Era aproximadamente las 17 horas locales del día 29. Son nubes que merecerían una detallada investigación.

Creo que la dramática situación de Valencia junto con algunas otras anteriores aunque no tan trágicas, hace necesaria desde el punto de vista atmosférico la puesta en marcha de un importante esfuerzo investigador que permita formar a excelentes expertos en la modelización de este tipo de situaciones y que a su vez permita formar profundamente a los predictores meteorológicos, los que, seguramente, cada vez más, tendrán que enfrentarse con este tipo de situaciones. 

¿Seremos capaces de llevarlo a cabo?

16 de noviembre de 2024

La barrancada del Poyo y el cambio climático: ¿algunas conexiones?

En los últimos días se están publicando interesantes artículos sobre diversos aspectos de la "barrancada del Poyo" causante de las tremendas inundaciones en la comarca de L´Horta Sud valenciana. Entre ellos aparecen algunos en los que se apunta por una parte, a lo extraordinario de las precipitaciones que dieron lugar a ella -aportando el cálculo de sus larguísimos periodos de retorno-, o en otros a la influencia que puede haber tenido el cambio climático en esa excepcionalidad. 

Básicamente todos ellos se basan en conjeturas estadísticas y son muy pocos los que se refieren a la "física" del fenómeno, es decir, a lo qué pasó en la atmósfera para que se produjeran esas extraordinarias lluvias, más allá de la innegable contribución de un mar Mediterráneo cada vez más cálido. Y tampoco se aborda si, en esa "física", pudiera encontrarse alguna posible vinculación con el cambio climático, y no solo por las citadas temperaturas del mar. Investigarlo  es fundamental si queremos disponer de criterios sólidos y herramientas adecuadas para conseguir una mejor predicción y vigilancia de estas situaciones. Y, de ahí, minimizar en lo posible riesgos en vidas y bienes así como adecuar en lo posible infraestructuras y urbanismos. 

Y aunque a esa "física" ya me he referido en algunos artículos anteriores de este blog (1), (2), (3) quiero profundizar ahora un poco más sobre ella y plantear algunas cuestiones. Como es sabido el cambio climático supone un ascenso de la atmósfera tropical hacia las latitudes medias y, aunque desde un punto de vista climatológico ese avance pudiera aparecer como algo homogéneo, la realidad es que lo hace a través de profundas ondulaciones que dan lugar a amplias y a veces muy estrechas dorsales de aire cálido, con frecuencia muy estacionarias. A ellas se han debido las extraordinarias olas de calor  de los veranos de 2022, 2023 y en alguna menor medida de 2024 en distintas zonas del hemisferio norte. A su vez, el cambio climático supone un chorro polar mas debilitado pero muy ondulado y quizás con algunos cambios en su estructura ondulatoria. Ello da lugar a  que sus vaguadas -y en su caso las posibles danas resultantes- pueden tener distintas zonas geográficas de formación y distintas trayectorias. 

En este contexto a muchos meteorólogos nos extrañó el lugar de formación de la dana que dio lugar a las lluvias del 29 de octubre. En vez de hacerlo en su zona "habitual", entre Azores y Madeira, para trasladarse a continuación hacia el área del golfo de Cádiz y de Gibraltar, se formó sobre el Cantábrico y se trasladó en un movimiento norte-sur hacia el sur peninsular. Ello provocó delante de ella un rápido ascenso de una lengua de aire cálido subtropical, una "dorsal" subtropical de niveles altos. Un aire que en mi opinión -algo que habría que comprobar cuantitativamente- era más cálido a lo que correspondería a finales de octubre. 

Pues bien, el contraste en niveles altos entre el aire frío de la dana y el muy cálido de la dorsal -que no la dejaba moverse hacia el este- daba lugar a un fuerte gradiente térmico que, desde el punto de vista dinámico, originaba un fuerte máximo de viento en la circulación de la dana, lo que en la literatura meteorológica anglosajona se denomina "jet streak". Pues bien, cuando ese máximo se acerca a una zona de menor  gradiente de geopotencial -podríamos decir de gradiente de presión sin faltar mucho a la verdad- aparecen unas circulaciones de aire a la izquierda de ese máximo que tienden a ajustar los campos de viento y de presión (de geopotencial o de masa en sentido estricto) y que, a su vez, dan lugar a fuertes ascensos verticales con formación -si existe la humedad suficiente- de potentes nubes convectivas y fuertes precipitaciones. 

La situación en altura (500 hPa) en las primeras horas de la tarde del día 29. La dana está centrada sobre Gibraltar y se observa el fuerte gradiente entre ella y la dorsal cálida que se extiende  desde el norte de África hacia la Comunidad Valenciana. El estrechamiento de las isohipsas hacia el SE peninsular supone un máximo de viento en altura -que se refleja mejor a niveles aún más altos- y que se acerca a la zona de menor gradiente sobre la citada Comunidad.

En esta imagen del canal WV de Meteosat de primeras horas de la tarde se muestra una banda oscura correspondiente a un máximo de viento acercándose a una zona de menor gradiente (zona difluente) sobre la Comunidad Valenciana. Esta situación es la que podría haber hecho crecer de forma desmesurada al sistema convectivo que aparece al norte de la ciudad de Valencia. De no haber llegado ese máximo de viento es muy probable que el sistema no se hubiera desarrollado de ese modo. 

Situados en este escenario, mi hipótesis es que la llegada de ese máximo de viento sobre la Comunidad Valenciana a primera hora de la tarde  del día 29, actuó sobre un sistema convectivo ya existente, al que hizo crecer de forma desmesurada a lo que pudo sumarse también la acción de una fuerte cizalladura vertical. Ello  dio lugar a las intensísimas precipitaciones sobre la cuenca de recepción del barranco del Poyo a media tarde, y que duraron las tres o cuatro horas que el ajuste de la circulación de altura se desarrolló. Y por supuesto todo este gran crecimiento nuboso fue eficazmente alimentado por el flujo continuo del aire húmedo mediterráneo, que es un elemento "fijo" en estas situaciones mediterráneas. 

A las 18,20 horas locales la imagen de Meteosat muestra al anterior sistema convectivo muy desarrollado y con protuberancias convectivas en su zona delantera que deben corresponder con las lluvias más intensas. Entre Murcia y el cabo de la Nao aparecen unas bandas de cirros difluentes que pueden estar relacionados con el proceso dinámico de niveles altos.


Pluviograma de Turis, donde se registraron máximos de intensidad y cantidad de lluvia durante el día 29. Obsérvese como en el episodio  de la tarde la máxima intensidad de precipitación coincide con la hora de la anterior imagen de satélite.

Pluviometría del día 29 elaborado por AVAMET. Se ve la zona de máximas precipitaciones en la cuenca hidrográfica del Poio coincidiendo también con la zona convectiva más activa de la anterior imagen de satélite.

A partir de estas ideas surgen algunas preguntas y cuestiones:

a) ¿Influyó el lugar de formación y la trayectoria poco usual de la dana  en la consiguiente formación y/o potenciación de la dorsal al este de ella? ¿Puede estar ligado ese tipo de formación -en principio poco usual- a cambios en el chorro polar a consecuencia del cambio climático?

b) ¿Era el aire cálido de la dorsal más cálido de lo habitual para esa época del año y, por tanto, el gradiente y el máximo de viento  fueron  más intensos que en otras ocasiones? ¿Y entonces lo fueron también los movimientos verticales asociados? ¿Existe aquí por tanto un vínculo con el avance hacia el norte de la atmósfera subtropical  mediante dorsales cálidas, tal como en las olas de calor de los pasados veranos, y por tanto con el cambio climático?...¿Fue ese máximo de viento más intenso que en otras situaciones parecidas y fue un elemento claramente diferenciador en relación con la intensidad de la lluvia en una clara "cascada" de energía?

c) ¿Son los modelos de predicción capaces de detectar estos máximos de viento y simular adecuadamente sus fuertes circulaciones asociadas?

d) ¿Se  pueden vigilar adecuadamente mediante técnicas de teledetección especialmente por satélite a estos máximos de viento si se dispone de una potente y dedicada actividad de vigilancia y de las herramientas apropiadas?

e) Ante el creciente número de fenómenos adversos, no ya solo en el área mediterránea sino también en otras zonas de España, ¿no sería necesaria una potenciación de los trabajos de investigación y la creación de un centro operativo multidisciplinar, de respuesta rápida, y específicamente dedicado a fenómenos de riesgo como ya he propuesto en otras ocasiones?

Mi particular respuesta a la mayoría de estas cuestiones es afirmativa pero proviene solo de la experiencia de un veterano meteorólogo. Se hace necesario llevar a cabo las investigaciones y acciones necesarias para conocer mejor y adecuarnos a este tipo de situaciones tan cargadas de energía. No confiemos solamente en los estudios y conjeturas estadísticas. Las circulaciones atmosféricas sobre nuestras zonas ya no son en buena medida las que eran y en las que han estado basadas esos estudios, a los que en cualquier caso valoro y respeto.

2 de noviembre de 2024

El diluvio visto desde satélite (nueva versión revisada)

 Como complemento a mi anterior entrada sobre la dinámica asociada a la dana causante de las terribles inundaciones de Valencia, muestro a continuación unas imágenes muy ilustrativas procedentes del Meteosat de tercera generación que se refieren a la media tarde y primeras horas de la noche que, al parecer, fue cuando se produjeron las intensas precipitaciones que llevaron al desbordamiento de la Rambla del Poyo y a las consiguientes tremendas inundaciones de la comarca de L´Horta Sud.

Veamos esta primera imagen de carácter general correspondiente a las 16,50 hora local. Una pequeña estrella azul señala la zona de Valencia y una flecha roja indica unos cirros de niveles altos señalando probablemente una difluencia del flujo a esas alturas. Se ve ya un gran sistema convectivo con un gran murallón nuboso que desde Valencia se extiende hacia el interior coincidiendo su borde delantero -el mas activo- con la zona más afectada por las lluvias intensas. 



Esta siguiente imagen de las 17,40 locales  muestra el sistema convectivo en mayor detalle y se aprecian sobre el una serie de ondulaciones que corresponden seguramente a distintas estructuras convectivas, pero permaneciendo ese "borde" tan activo sobre la zona afectada y cuyas precipitaciones deben ser las recogidas por la citada Rambla del Poyo. Por otra parte, entre los cabos de Palos y de la Nao, vuelven a aparecer las bandas de cirros divergentes de niveles altos que señalan probablemente una singularidad del flujo que hace crecer al sistema convectivo. En concreto, ello es debido a las fuertes corrientes ascendentes que se provocan a la izquierda de la zona de salida de un máximo de viento en altura.


La imagen IR de las 18,20 locales muestra al sistema convectivo prácticamente estacionario y su extraordinaria blancura indica que los topes nubosos son muy frios y que, por tanto, las nubes convectivas tienen grandes dimensiones verticales y pueden producir precipitaciones muy copiosas.



La imagen de las 19,20 locales muestra el sistema que sigue estacionario y es interesante observar la línea de nubes más desarrolladas en dirección SE-NW


En esta imagen de las 20,20 horas locales se empieza a ver el inicio de un achicamiento del sistema (ya no estaban presentes las condiciones dinámicas que le mantenían) y va dejando ya sin lluvia la zona cercana a la capital valenciana.


La última imagen que muestro es la correspondiente a las 22 h locales donde ya se observa el gran decaimiento del sistema convectivo:



Todo parece indicar que es la llegada de este máximo de  viento en altura lo que provoca el fuerte recrudecimiento de las lluvias en la media tarde del día 29.  Es un tipo de fenómeno a tener muy en cuenta por la gran energía que suelen liberar.

Naturalmente todo lo expuesto debería ser estudiado por expertos en dinámica atmosférica para confirmar o desechar esta hipótesis. Son cuestiones que deben ser abordadas prioritariamente por nuestros centros de investigación. 

1 de noviembre de 2024

Danas intensas, "Filomena", olas de calor...Hay que emprender otro camino

 Cuesta trabajo ponerse a escribir ante la tremenda magnitud y el gran dolor de lo ocurrido -y que aún sigue ocurriendo- en la provincia de Valencia, pero es el momento en que unos y otros aportemos nuestra reflexión sobre las respuestas y actitudes que la sociedad y los gobiernos deben necesariamente dar ante este tipo de sucesos atmosféricos cada vez más frecuentes.

En mis dos artículos anteriores esbocé unas primeras ideas sobre la física atmosférica que dio lugar a esta dana así como a las medidas que a mi juicio deberían adoptarse para una mejor comunicación del riesgo a la población. En éste quiero establecer una reflexión de carácter más general.

Durante estos dos últimos días he dedicado muchas horas a estudiar mapas meteorológicos e imágenes de radar y satélite en relación con esta situación atmosférica. Me ha llamado la atención la gran energía desarrollada por esta dana. Las imágenes de satélite no mostraban la apariencia de otras situaciones de este tipo, en la que se desarrollaban uno o dos sistemas convectivos casi estacionarios que dejaban grandes cantidades de precipitación en zonas costeras o no muy alejadas de ella. En este caso había estructuras convectivas de distintos tipos por muchas zonas y dando lugar a precipitaciones muy intensas en zonas bastante alejadas. Ahí están los 168 mm recogidos en Mira, ya en la provincia de Cuenca en la zona del nacimiento del tan nombrado estos días Río Magro, y que no me extrañaría que haya sido un record en su serie climatológica. Muy poco aguas abajo, Utiel registró 230 mm, después Chiva con unos 400 e incluso parece que Turis llegó a registrar alrededor de 600, cantidades tremendas de agua que rio y barrancos llevaron a las poblaciones del llano. Pero también se alcanzaron precipitaciones torrenciales en otras zonas más del interior como demuestra la tragedia acaecida en Letur, lejos de la zona anterior, y es probable, viendo imágenes de radar y satélite, que hayan ocurrido también en zonas deshabitadas. ¿Todo ello proviene de un Mediterráneo más caliente? No solo, hay más cosas como más adelante comentaré. 

La energía disipada por esta dana se hacía visible por la gran cantidad de potentes estructuras convectivas muy cambiantes por amplias zonas de la mitad oriental peninsular, si bien las mayores precipitaciones las originaban las estructuras mejor alimentadas por el flujo húmedo del viento de levante.

Y si sorprendente ha sido esta situación no lo fue menos la acaecida a primeros de septiembre de 2023 en las provincias de Toledo y Madrid  cuando una dana -en muchos aspectos parecida a la actual- dejó cantidades desconocidas de precipitación en estas zonas con daños materiales que llevó muchos meses reparar.

Imagen IR de Meteosat obtenida a las 20 horas locales del 3 de septiembre de 2023. Las "calles" nubosas procedentes del norte de África y que alcanzan el centro peninsular reflejan un flujo de niveles medios y altos que se hace difluente sobre esa zona del centro desarrollando grandes estructuras convectivas.

Sorprendente fue también como la borrasca denominada "Filomena" dejó un increíble medio metro de nieve en enero de 2021 en zonas del centro peninsular en una situación en la que tuvo mucho que ver la participación de una gran masa de aire cálido y húmedo, con valores impropios de un mes de enero, que llegó a la Península desde el norte de Canarias.

La gran superficie nevada provocada por la borrasca "Filomena"


Sorprendentes también las intensas olas de calor que, sobre todo en los veranos de 2022 y 2023, no dieron respiro durante días y días creando serios problemas de salud e incluso cambios en los hábitos de muchas personas.

Análisis del geopotencial de 500 hPa y de la temperatura de 850 hPa del jueves 14 de julio de 2022. Junto con la dorsal muy apuntada hacia el NW aparece la dana de la que llama la atención su intensa circulación asociada. Podría ser debida al marcado contraste térmico entre masas de aire.

Podría seguir con mas sorpresas, y para quien desee conocer o recordar otras, puede revisar distintas entradas de este blog. Pero el hecho indiscutible es que lo sorprendente se está convirtiendo ya en habitual. El origen, o al menos el origen próximo de todo ello, son los cambios que se están dando en la circulación general de la atmósfera a escala planetaria a partir de un calentamiento progresivo de la atmósfera tropical y subtropical -y de gran parte de los océanos- así como con un debilitamiento del denominado chorro polar. Y aunque hace falta más investigación, todo ello parece estar unido, o a dar lugar, a un reforzamiento del chorro subtropical y a la generación de grandes ondas casi estacionarias en la atmósfera por unos mecanismos muy poco estudiados en su mayoría y que es necesario conocer más a fondo. 

Pues bien, en las zonas de dorsal o de crestas de estas ondas queda encerrado aire muy cálido y estable que al permanecer casi sin movimiento durante varios días crea las condiciones para las olas de calor. Y en los senos o vaguadas aparecen danas a veces casi estacionarias que generan precipitaciones cuantiosas en una misma zona. Pero en este caso hay que tener en cuenta otro factor que a mi juicio ha sido de gran importancia en esta situación de Valencia y en la del centro peninsular a la que antes  me refería: cuando el contacto entre el aire frío del núcleo de la dana se acerca mucho en su zona delantera al cálido aire subtropical que la rodea, se origina una zona de fuertes vientos en altura que al llegar a una zona de la circulación de la dana que los meteorólogos llamamos área difluente originan un intensos movimientos verticales con el desarrollo de grandes tormentas. Y ello puede ocurrir en cualquier zona geográfica no necesariamente mediterránea, aunque si hay aire húmedo en capas bajas todo puede ser más intenso.

En resumen, es algo cada vez más evidente que las circulaciones atmosféricas estan cambiando, y que la mayor disponibilidad de energía tanto en los mares como en las distintas capas atmosféricas dan lugar a fenómenos más extremos de un modo creciente, si bien con una distribucion espacial y temporal bastante irregular. Estamos ante un medio ambiente en cambio y ello debe llevarnos a la concienciación de que es necesario emprender ya otros caminos acordes con esa realidad. Es un tema tan crítico y general que la clase política debería no hacer uso del mismo para luchas partidistas sino alcanzar un consenso que permita a cualquier gobierno liderar con firmeza el necesario cambio.

Son muchas las acciones que deben emprenderse en sectores muy distintos. En el campo de la meteorología que es el que más conozco, apuntaría los siguientes:

a) Amplias campañas divulgativas y formativas para toda la población española sobre prevención y actuación en situaciones atmosféricas potencialmente adversas

b) Potenciación de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en distintas facetas tanto técnicas como operativas y muy en especial de las actividades de vigilancia.

c) Revisión profunda de los protocolos de avisos, en la que deben intervenir meteorólogos, hidrólogos, técnicos de protección civil y expertos en comunicación social. La información meteorológica es parte esencial de los avisos pero no puede ser la única, y estos deberían generarse de forma coordinada en el día a día. Al público debería llegarle de forma continuada y a través de los móviles y de los medios de comunicación una información continuamente refrescada sobre que vá a pasar o está pasando, cómo puede afectarle y que medidas se aconseja tomar. Y habría que pensar si en situaciones de avisos rojos algunas medidas deberían ser obligatorias.

d) Creación y potenciación desde los ministerios correspondientes de un plan coordinado de investigación a gran escala sobre los cambios que se están produciendo en la atmósfera y sus potenciales impactos en la población.

Y como decía en un artículo anterior: que este profundo dolor y estas terribles pérdidas no sean  en vano. 

30 de octubre de 2024

Danas y danas "atípicas" ¿es posible avanzar más?

Si en mi entrada anterior de esta mañana me refería a las causas meteorológicas de las fuertes lluvias provocadas durante el martes por la situación de dana, hoy quiero centrarme sobre algunas cuestiones que a mi juicio permitirían una optimización de la gestión de estas situaciones con las que probablemente habrá que ir contando cada vez más. Quiero enfocarlo desde dos aspectos: el científico y el técnico-operativo. 

a) Científico

Aquellos que siguen mi blog saben que llevo insistiendo desde hace tiempo en mi percepción de que la circulación atmosférica está cambiando en todo el hemisferio. Las circulaciones a niveles altos y medios tienden a ser cada vez de caracter más meridiano y la atmosfera tropical/subtropical -probablemente cada vez más cálida- es también cada vez más protagonista.  Una consecuencia de ello son las grandes dorsales cálidas responsables de las intensas olas de calor de los últimos años y otra la formación de profundas vaguadas que dan lugar a veces a danas que, aunque pudieran ser menos frecuentes, pueden  disponer de más energía tanto desde el punto de vista dinámico como termodinámico; y como consecuencia generar fenómenos más violentos como el que acabamos de sufrir. Es por tanto necesario -tantas veces lo he dicho- una potenciación y una coordinación adecuada a nivel estatal de las investigaciones en  estas situaciones, y no solo por el puro interés científico sino por su impacto que puede ser  de gran importancia en las actividades operativas de predicción y vigilancia mediante una ampliación de conocimientos de los predictores y el desarrollo de nuevas técnicas y criterios operativos.


b) Técnico y operativo

Creo que ya se hace crítico la necesaria revisión del sistema de avisos del que tantas veces se ha hablado para evolucionar hacia un sistema que ya se ha introducido en muchos países. Se trata de establecer unos niveles de riesgo teniendo en cuenta, no tanto o no solo los parámetros meteorológicos, sino su potencial impacto en la población. Es verdad que para establecerlo adecuadamente puede ser necesaria una adecuada coordinación entre meteorólogos y técnicos de protección civil. 

Por otra parte, nos encontramos ante un tipo de fenómenos que no pueden ser descritos espacial y temporalmente por los modelos con toda la precisión que sería adecuada, y que además suelen evolucionar con mucha rapidez. Mi opinión -ya expuesta muchas veces-  es que cuando se prevea una situación de este tipo debería constituirse, si es posible presencialmente, un comité operativo integrado por meteorólogos, hidrólogos, técnicos de protección civil y expertos en comunicación social. Y desde ahí se emitirian informaciones que se reciban en todos los móviles de las zonas afectadas y que indicarían sucintamente: a) qué está pasando o que se espera que pase; b) cómo puede afectar a los habitantes de esas zonas y c) cuáles son en su caso las recomendaciones de las autoridades. Solo este tipo de mensajes actualizados continuamente pueden ayudar de modo efectivo a salvar en lo posible vidas y bienes. Se que, dada la estructura de nuestro país, conseguir esto es bastante dificil pero se hace de todo punto necesario si se quiere avanzar eficazmente en el camino de la prevención y protección de la población. Y junto a ello una acción divulgativa que informe y mentalice sobre este tipo de fenómenos, la comprensión adecuada de los mensajes y de las medidas de autoprotección. 

Hace 42 años la catástrofe provocada por la pantanada de Tous dio lugar a una evolución radical en el aquel entonces Instituto Nacional de Meteorología y los organismos de Protección Civil. Quizás si la catástrofe actual sirve para llevar a cabo una reflexión profunda y un esfuerzo sincero para mejorar en predicción, prevención y protección, la muerte de nuestros conciudadanos no habrá sido del todo en vano. Desgraciadamente soy pesimista.

¿Una dana distinta? Algunas primeras reflexiones

Bajo el impacto que produce la gran tragedia, todavía no completamente conocida ni evaluada, provocada por las lluvias torrenciales en distintas zonas de la mitad este peninsular pero sobre todo en el cuadrante sureste, quiero comentar algunos puntos que me han llamado la atención de esta situación. Una situación que requerirá un análisis mucho más profundo en sus diferentes vertientes. 

Pero antes de hacerlo, muestro algunas imágenes que me parecen importantes para lo que quiero comentar.

La situación de ayer dia 29 a las 15 UTC. Llama la atención el fuerte gradiente de la zona delantera provocado a mi juicio por la elevada temperatura para la época de la masa aérea de la dorsal subtropical sobre Túnez. Ello da lugar a la aparición de fuertes máximos de viento en la zona de salida justamente sobre el cuadrante SE peninsular 

En esta imagen del canal WV de primera hora de la tarde se aprecia en la zona delantera de la baja una estrecha banda oscura ligada a un máximo de viento en altura que se acerca a la zona difluente delantera donde provocará fuertes ascensos.

Imagen del canal visible de Meteosat de ayer casi a la misma hora. Observese la gran cantidad de estructuras más o menos convectivas provocadas en amplias zonas de la Península.

La imagen de Meteosat correspondiente a las primeras horas del 20 de octubre de 1982, fecha de la "pantanada" de Tous. Un único gran sistema convectivo casi estacionario durante varias horas con valores cercanos a los 1000 mm. Una estructura más "sencilla" que la de ayer.

La situación de ayer vista en un contexto más amplio de la circulación a niveles medios-altos. ¿Hay alguna contribución de humedad subtropical además de la mediterránea de niveles bajos?

Imagen IR de últimas horas de la tarde. Observese el potente sistema convectivo cuya zona delantera más activa se encuentra sobre el centro-norte de la provincia de Valencia y que coincide con la máxima intrusión de vientos de levante.

Veamos a continuación algunos puntos que quiero destacar:

1) La estructura atmosférica que nos ha afectado tiene características tanto de dana como de borrasca fría. En este momento sería un debate muy "académico" intentar dar con la definición más adecuada. En esta entrada la voy a considerar como una dana asociada a una pequeña pero activa borrasca en superficie en su zona delantera.

2) En otras situaciones de este tipo lo que suele ocurrir es que se desarrollan fuertes tormentas en la costa o zonas muy cercanas a ellas, y a veces su interacción da lugar a una amplia zona nubosa (un sistema convectivo), ya con pocas tormentas o ninguna, que se extiende hacia el interior. Provoca lluvias abundantes pero no torrenciales, aunque al quedarse casi estacionario sobre una misma zona provoca importantes cantidades de precipitación.

3) En la situación de ayer, ha ocurrido este proceso pero no ha sido único. Las fuertes tormentas han penetrado mucho más hacia el interior provocando intensidades y acumulaciones casi desconocidas para algunas zonas. Es el caso de lo acaecido en la zona de Chiva-Requena-Utiel o en la población albaceteña de Letur.  A este respecto se ha dado el caso de que las inundaciones en muchas zonas cercanas a la costa las ha provocado la tremenda escorrentía procedente de estas otras más interiores. A ello se ha unido la dificultad que han experimentado muchas ramblas y barrancos en su desembocadura al mar debido al fuerte viento de levante y al gran oleaje. 

4) ¿Que es lo que ha sido distinto en esta situacion respecto a otras? Como he comentado en otras ocasiones,  en las situaciones de lluvias torrenciales hay que tener en cuenta dos cosas: el "motor" y el adecuado suministro de "combustible". El "motor" son las condiciones de ascenso que se producen en la zona delantera de las danas y en las que, si existe combustible de buena calidad,  se producen fuertes ascensos e importantes precipitaciones. Este "motor" puede ser más potente en la medida que exista un flujo más intenso que llega a la zona delantera y difluente de la dana. Esta vez ha sido así: la dana ha tenido una circulación muy intensa rodeándola y los ascensos han sido muy fuertes, incluso en zonas alejadas de la costa,  dando lugar a la generación de las fuertes tormentas ya citadas.  

Por lo que se refiere al suministro de combustible, este suele producirse por el aporte de aire húmedo mediterráneo (de muy buena "calidad") mediante el viento de levante provocado por la pequeña borrasca en superficie que suele generarse en la zona de Alborán-Palos en la zona delantera de la dana. En esta ocasión el flujo ha sido bastante fuerte y ha penetrado claramente en comarcas del interior alimentando con eficacia a las tormentas que allí se formaban.

5) Cual ha sido la causa de la intensa circulación asociada a esta dana? Indudablemente ello depende de la diferencia de temperatura entre el aire frío del núcleo de la dana y del que le rodea, sobre todo en su zona delantera exterior a ella, normalmente aire tropical/subtropical. No parece que el núcleo haya sido más frío que en otras ocasiones. ¿Era muy cálido el del aire subtropical exterior? Probablemente ¿Está aumentando progresivamente la temperatura del aire tropical? Posiblemente. En cualquier caso,  algo a investigar.

6) La trayectoria y la ubicación de la dana: Esta vez la dana no ha seguido la trayectoria habitual desde Azores hasta el golfo de Cádiz-Gibraltar. Se generó en el seno de una profunda vaguada que se extendía desde las Islas Británicas hasta el norte peninsular y una vez formada se movió hacia el SW atravesando la Península. Por otra parte su ubicación en el momento de su mayor actividad era, a mi juicio, ligeramente más al norte y al este de las ubicaciones más frecuentes. ¿Influyó en la la aparición de las tormentas en las zonas del interior?

7.- Al igual que en otras ocasiones de este tipo se observa en las imágenes de WV una cierta participación del aire tropical de niveles medios/altos en la circulación de la dana. ¿Podría aportar una humidificación complementaria que hiciera más eficiente las precipitaciones? ¿Está siendo este aire cada vez más cálido y húmedo?

8) Mi conclusión todavía muy provisional es que se trata de una "dana" un poco anómala por su trayectoria y ubicación pero sobre todo por su fuerte circulación asociada tanto en ella misma como en la baja inducida en niveles bajos. Ello dio lugar a que, además de las precipitaciones en zonas cercanas a la costa, se produjeran fuertes tormentas y precipitaciones en el interior causantes de las grandes avenidas de los barrancos. 

Por tanto: mucha energía en la circulación de niveles medios/altos, muy buena calidad del combustible en niveles bajos y un suministro muy eficaz del mismo hacia el interior. Y todo ello, junto con algunos posibles cambios que se pueden estar dando en la circulación de la atmósfera relacionados en mi opinion con un calentamiento pregesivo de la atmósfera tropical/subtropical. 




26 de octubre de 2024

Un temporal "serio" de otoño

 Al fin una dana/borrasca fría parece animarse a generar un marcado temporal de otoño con precipitaciones en toda la Península y Baleares, si bien la mayor incidencia corresponderá a la mitad oriental peninsular y principalmente a las comunidades mediterráneas, donde las cantidades recogidas serán  muy importantes en algunas zonas y las intensidades podrían ser de carácter torrencial en algunos momentos.

En la imagen siguiente correspondiente a media mañana de hoy sábado 26 puede verse una cierta "desorganización", aunque no es tal, sino una clara reestructuración de la circulación.  Sobre el Cantábrico aparece una débil circulación ciclónica (B) correspondiente a la borrasca fría que se encontraba en esa zona y que se deshace. Precisamente el frente frío que estaba ligado a ella es la banda nubosa que aparece desde las Islas Británicas hacia Cataluña. En esa zona -litoral catalán- se ha ondulado y se ha creado una pequeña y efímera borrasca sobre él (B1). Ese es el proceso que aún está dando lluvias abundantes en esas zonas y que provienen de unas nubes más desarrolladas reflejadas por la banda blanca que va de Baleares a Pirineos. 

Pero la gran vaguada donde estaba alojada esa borrasca fría se ha id0 cerrando y ahora ya existe una dana centrada aproximandamente entre Castilla y Aragón (D). Ese es ahora el proceso principal al que hay que prestar atención.


Pues bien, esta dana sigue un proceso de formación poco habitual porque lo más común es que  la vaguada se cierre entre Azores y la Península hasta ubicarse sobre el golfo de Cádiz. Sin embargo, en este caso, se ha originado sobre el norte peninsular y es a través del interior peninsular como va a llegar también a esa ubicación. 

En la topografía de 300 hPa que sigue, prevista para la próxima madrugada, puede verse que el núcleo de la dana se encuentra ya sobre el centro peninsular en su camino hacia el golfo de Cádiz y en amarillo aparecen los vientos más fuertes que la rodean. Esos vientos la van conduciendo pero en la medida que se acercan a su parte delantera provocan fuertes ascensos y precipitaciones que esta noche y mañana afectarán a zonas del sur y este peninsular y Baleares. 

A mediodía del lunes, la dana aparece ya sobre el golfo de Cadiz en la ubicación adecuada para generar un temporal mediterráneo de importancia. Se ve como, en esa situación, los vientos asociados en altura son del SW sobre el norte de Marruecos y sobre todo de Argelia. 


Pues bien, al incidir sobre las montañas y altiplanicies de esas zonas crean una depresión a sotavento sobre el mar (ver mapa siguiente de superficie para el mismo dia y hora) dando lugar a una borrasca que induce vientos convergentes de levante muy húmedos en niveles bajos que alimentan a los fuertes procesos ascensionales que se producen en la zona delantera de la dana. Este es ya el proceso típico del temporal de levante.


A partir de esta situación las precipitaciones serán ya muy copiosas al menos hasta el miércoles en el centro y este peninsular y Baleares tal como se ve en el mapa de precipitación acumulada hasta la madrugada del jueves.

Podrán provenir de fuertes tormentas si el "juego" de vientos a niveles bajos y altos dan lugar a una cizalladura vertical o bien de sistemas convectivos si en otros momentos esa cizalladura no es tan marcada o no existe. En cualquier caso se trata de un episodio mediterráneo típico de lluvias abundantes y bienvenidas pero también con un claro riesgo de inundaciones. 

Es posible que la dana siga afectando a la Península Ibérica durante la segunda mitad de la semana. Lo iremos viendo. En cualquier caso, y en general, bienvenido un temporal "serio" de otoño. 


1 de octubre de 2024

Octubre: Ciclones atlánticos y lluvias ibéricas.

 Empieza octubre, pleno otoño, y con él el deseo de un tiempo más húmedo, con lluvias abundantes, y a ser posible tranquilas. La vertiente atlántica quiere entradas del oeste y suroeste, los vientos ábregos tan poco frecuentes en los últimos años. La mediterránea necesita danas que provoquen en superficie temporales de levante, si es posible también tranquilos. Por su parte, la Cantábrica se beneficia también de las situaciones de Poniente y sobre todo cuando tras el paso de las borrascas el viento gira al oeste y noroeste...

¿Qué va a pasar este octubre? De momento, veamos que está ocurriendo ahora en nuestro entorno geográfico. Utilicemos la imagen de agua precipitable total para el Atlántico norte obtenida esta mañana, muy útil para ver los denominados ríos atmosfèricos, esas conducciones de humedad que suelen dar precipitaciones abundantes en las zonas donde impactan:

MIMIC/TPW/SSEC

Vemos como uno de ellos parece surgir desde los restos de la antigua tormenta tropical "Joyce" y a él se une otro, más potente, procedente de la nueva tormenta tropical "Kirk". Será este río atmosférico, que en los mapas sinópticos se representará como sucesivas ondas frontales, el que deje entre el miércoles y el jueves cantidades significativas de precipitación en buena parte del tercio norte peninsular, más débiles en el resto de zonas peninsulares y Baleares y muy escasas o nulas en el Sureste.

ECMWF/METEORED

Despues, a partir del domingo o lunes de la próxima semana, parece posible que la circulación en altura de "los oestes" va a propiciar la entrada progresiva de los ábregos con nuevos aportes de humedad tropical y sus lluvias asociadas. Y cabe la la posibilidad -aunque quedan muchos días, de que "Kirk", la tormenta tropical a que me refería antes, tras convertirse en gran huracán y hacer posteriormente su transición extratropical, pudiera visitarnos hacia el final de la semana que viene dirigiendo hacia Iberia otro gran aporte de humedad y lluvias muy abundantes. Ojalá. Le seguiremos la pista. 

"Joyce" y "Kirk" esta mañana. Queda aún mucho por investigar sobre el papel de las estructuras tropicales en las precipitaciones de latitudes medias. Es curioso -o no- como la actividad de los ciclones tropicales atlánticos se han reactivado claramente cuando han cesado, o se han debilitado, los remontes tropicales sobre África que hace poco dejaron importantes lluvias en el Sahel y en Marruecos (EUMETSAT/Windy)

La belleza de "Kirk" en la amanecida de hoy. ¿Nos visitará al final de su ciclo de vida? (EUMETSAT/Windy)

¿Y en la vertiente mediterránea? Pues de momento y durante la próxima semana al menos, no hay síntomas de formación de danas. Pero queda mucho octubre. Y noviembre. Esperemos.