28 de junio de 2013

Calentamiento global: ¿encajan o no las piezas?

Estos días coinciden tres noticias interesantes sobre olas de calor y la evolución del calentamiento global. La primera es el resultado de un estudio sobre la pasada ola de calor de Australia, la segunda, la nueva que se avecina de forma inmediata en buena parte de Estados Unidos y la tercera se refiere a las dificultades de los modelos climáticos para simular adecuadamente la fase de "meseta" o estancamiento en que se encuentra el proceso de calentamiento global. Voy a referirme a continuación a cada una de ellas para explorar después posibles relaciones o conexiones.

Como apuntaba antes, la primera noticia se refiere a los resultados de una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Melbourne sobre las características de la gran ola de calor registrada en Australia durante el último verano austral. El estudio afirma que, con una confianza aproximada del 90 por ciento, esa ola de calor tenía cinco veces mas probabilidad de ocurrir en un escenario de calentamiento global antropogénico que en otro que sólo tuviera en cuenta la variabilidad natural de la atmósfera; es decir, hay una probabilidad muy elevada de que esa ola de calor tenga bastante que ver con el aumento de gases de efecto invernadero.

La segunda es la predicción, que se va a cumplir con casi toda seguridad, de una importante ola de calor durante este fin de semana y comienzos de la próxima sobre el tercio occidental de Estados Unidos. La magnitud prevista de la misma es tal que se estima que pueden igualarse o superarse algunos récords absolutos de temperatura en zonas de California o de Nevada. Una vez mas, la situación viene provocada por una profunda oscilación  del chorro polar que da lugar a la formación y permanencia de una gran dorsal anticiclónica unida a una lengua de aire muy cálido extendiendose desde el norte de Méjico hasta Alaska (hay que recordar que Alaska acaba de sufrir otra importante ola de calor hace muy pocos días).


Análisis del geopotencial de 500 hPa y de la  temperatura a unos 1500 metros (manchas de color) correspondiente a las 00 UTC del viernes 28 de junio. Buena parte del sureste de los Estados Unidos se encuentra ya afectada por una importante masa de aire extraordinariamente cálido unida a una a una extensa dorsal en los niveles medios de la atmósfera


Mapa previsto de 500 hPa y de la temperatura de 850 hPa para las 00 UTC del 3 de julio (5 días después del mapa de más arriba). Comparando con el anterior puede verse el importante estrechamiento y progresión de la masa cálida hacia el norte. Las temperaturas a 1500 metros se mantienen muy elevadas. Aunque no aumentan significativamente desde el inicio del episodio, si lo harán las de superficie debido a la persistencia de la situación. El estrechamiento y elongación de la dorsal junto con la persistencia, es otro ejemplo más del comportamiento del chorro polar del que tanto se habla últimamente

 Todas estas situaciones tan repetitivas de intenso calor junto con los últimos grandes diluvios de los últimos dias o meses en Centroeuropa, Calgary (Canadá), o los ligados al monzón reforzado en zonas de India están ligados a esa configuración de chorro tan ondulada y a veces tan persistente que da lugar a bruscos contactos entre masas de aire polares con otras tropicales o subtropicales. Como ya se ha repetido tantas veces, este tipo de configuración tan predominante parece que puede estar muy relacionado con las anomalías en la circulación  atmosférica inducidas por la fusión del Ártico, siendo esta fusión -o al menos lo parece- una de las muestras mas evidentes del calentamiento global.

Sin embargo, y también como se viene poniendo de manifiesto últimamente, algo no acaba de encajar: la temperatura media del planeta se mantiene prácticamente estacionaria durante los últimos quince años, en contra de lo que la inmensa mayor parte de los modelos climáticos pronosticaban. Un prestigioso científico alemán, el doctor Hans von Storch,  en una reciente entrevista televisada y a la que hacen referencia varias publicaciones, afirmaba -y esta es la tercera noticia a la que hoy me quería referir- que, hasta ahora, nadie ha podido dar una explicación coherente al hecho de que, prácticamente ningún modelo, haya sido capaz de reproducir adecuadamente el comportamiento que ha tenido la atmósfera en estos últimos años. De hecho, pronosticaban un aumento de la temperatura de 0,25º en 10 años mientras que el real no ha pasado de 0,06º en 15 años. Von Torch afirma que, si esta tendencia se mantiene durante los próximos cinco años, habrá que reconocer definitivamente que existe algún problema fundamental en estos modelos.

Por tanto la gran cuestion es, sí el efecto invernadero sigue funcionando y el planeta sigue almacenando mas energía...¿donde va a parar para que la atmósfera no esté calentándose más? Aparte de la posibilidad de que, por variabilidad natural, la temperatura estuviera ahora en descenso y el calentamiento lo esté frenando, la principal línea de investigación se dirige a un mayor almacenamiento por parte de los oceános, algo que parece bastante plausible. Sin embargo, a la vista de la gran cantidad de fenómenos adversos que se vienen produciendo con un gran gasto de energía, me pregunto si una parte sustancial de ese calentamiento, que no se traduce en un aumento global de las temperaturas, no se estará empleando en la producción de todos esos fenómenos. Aunque no soy en absoluto un experto en modelos climáticos y seguramente alguien me puede corregir por este planteamiento, creo que estos modelos no representan, o lo hacen de una manera muy burda, los fenómenos tan complejos que conducen a las lluvias torrenciales, a los fuertes tornados o las grandes tormentas, productos en gran medida de esas marcadas oscilaciones del chorro polar. De ser así, eso podría explicar, al menos parcialmente, por qué la temperatura del planeta no asciende cuando si lo hace, y de forma muy notable, el dióxido de carbono. En fin, otra hipótesis más para tratar de comprender este complicado puzzle del calentamiento global. Como saben mis lectores cualquier idea, comentario u observación es siempre bienvenida y más en un tema tan complejo como éste.

18 de junio de 2013

Transiciones bruscas y nuevas inundaciones

Cuando aún no se ha acallado el eco de las inundaciones en Centroeuropa a las que me referí en una entrada anterior del blog, son hoy noticia las que se están registrando en la Vall d´Áran y con menor intensidad -al menos de momento- en algunas otras zonas de Cataluña y también de Aragón. La causa, una vez más, es una borrasca fría que penetró al final del domingo por el noroeste peninsular y que previsiblente nos acompañará hasta el jueves.


Mapa de la superficie de 500 hPa corespondiente a las 00UTC del martes 18 de junio (Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo). La zona delantera de la borrasca, en la que hay movimientos verticales ascendentes, se sitúa en la zona de fuerte contraste entre la masa muy cálida que nos ha afectado durante los días pasados y que ahora se ha trasladado hacia el este y la masa más fría unida a la borrasca. Por otra parte, la configuración en superficie correspondiente a esta de altura da lugar a que aire húmedo del Mediterráneo viniendo desde el sureste alimente eficazmente al mecanismo generador  de estas lluvias. Están presentes todos los ingredientes para la generación de precipitaciones importantes. Por otra parte, la presencia de esa masa cálida habría iniciado ya un  marcado proceso de fusión de la nieve en Pirineos que las lluvias han intensificado. Como puede verse, circunstancias bastante similares a la de las inundaciones en Centroeuropa.

Tras unos días verdaderamente calurosos a consecuencia de una marcada entrada de aire muy cálido del norte de África, que ha dado lugar a que el domingo se rozaran los 40 grados en puntos de Andalucía y del sur de Castilla La Mancha, en una brusca transición de pocas horas, la llegada de la borrasca ha dado un giro radical a la situación con descensos de temperaturas de mas de diez grados en muchos sitios y con lluvias intensas, ocasionalmente acompañadas de tormentas, afectando sobre todo al cuadrante nordeste de la Península. La situación ha estado bastante bien prevista por el modelo de predicción del Centro Europeo que ya, desde mediados-finales de la semana pasada, avanzaba el camino de esa futura borrasca y señalaba la posibilidad de lluvias muy importantes -aunque quizás desplazadas ligeramente más hacia el oeste-  de donde realmente están ocurriendo. 


Mapa procedente del sistema de predicción por conjuntos del Centro Europeo que señala las zonas donde las precipitaciones pueden superar los valores normales para la zona y época. Aparece un área de alta probabilidad muy poco alejada de donde se están produciendo. El mapa se generó a partir de los datos del pasado sábado día 15 y se refiere a las precipitaciones entre las 00UTC del martes 18 y las 00 UTC del miércoles 19

Como decía antes, lo mas probable es que la borrasca permanezca en situación casi estacionaria, si bien ya esta noche o mañana por la mañana iniciará su lenta traslación hacia el este. Ello nos lleva a estar muy al tanto de las acumulaciones de lluvia que puedan producirse entre mañana y pasado en zonas cercanas al litoral cantábrico ya que la zona que los meteorólogos denominamos de "oclusión", en la parte trasera de la borrasca, suele ser a veces bastante eficiente en la producción de lluvias lo que, junto a su lento desplazamiento puede dar lugar a esas acumulaciones a las que antes me refería. En cualquier caso, dado que en ese caso el aire es más fresco y por tanto con menos contenido de humedad que el que ha afectado al nordeste peninsular, las precipitaciones serían menos intensas por lo que los problemas podrían venir mas bien de esa persistencia a la que me refería.

Este tipo de circulación atmosférica que trae de modo reiterativo borrascas frías hacia la Península Ibérica desde hace ya varios meses, es el que justificaría, en  caso de continuar, esa predicción de un verano más fresco de lo normal (no un año sin verano) que fue noticia hace unas semanas proveniente de un canal francés de meteorología. A ella me referí también en otra entrada del blog e indicaba que no me parecía algo descabellado si este tipo de circulación atmosférica se mantenía -como de momento viene haciendo-  dado que provocaría cortos episodios de calor alternando con bajadas bruscas de temperatura y lluvias intensas y/o persistentes. El citado canal aventuraba que, según los modelos en que se basaba y en ciertos estudios estadísticos, esta circulación se mantendría durante julio y agosto para cambiar ya hacia septiembre y recuperar ya las temperaturas normales a partir de ese mes. El razonamiento es coherente siempre que el modelo en que se han basado acierte en el mantenimiento de ese tipo de circulación lo que hoy por hoy es imposible saber.

Y al final, volvemos al mismo argumento que ya hemos manejado con frecuencia en muchas de mis entradas del blog. La circulación del chorro polar sigue con su tendencia a formar ondas muy marcadas con una traslación de oeste a este muy lenta y a veces casi estacionaria. Ello es la que da lugar a estas transiciones tan bruscas entre aires cálidos y frios con lluvias y tormentas fuertes en las fronteras entre ellas con un mayor agravamiento de los problemas asociados debido a la permanencia de esas fronteras casi en los mismos territorios durante algunos días. Del mismo modo, la persistencia en las mismas zonas de las masas cálidas o frías, son las que causan las anomalías en las temperaturas. 

La hipótesis de que esta configuración del chorro en profundos meandros está muy unida a la disminución del gradiente térmico en la atmósfera debido a un Ártico cada vez más cálido, que fue formulada por investigadores alemanes hace un año, va ganando adeptos. Estas ondas tan acusadas transportan calor de latitudes bajas hacia las altas y el calentamiento experimentado tiende a su vez a mantener ese tipo de configuración...¿Va a ser por tanto éste el regimen básico de la circulación atmosférica en los próximos decenios?  Puede ser, pero seguro que hay piezas del puzzle que aún no conocemos suficientemente y que podrían agravar o - aunque las probabilidades a mi juicio son menores- suavizar la situación. En cualquier caso es necesario que los poderes políticos y económicos presten una mucha mayor atención a estas evoluciones de las que somos, como puede verse, tan absolutamente dependientes.


11 de junio de 2013

¿Algo distinto en las inundaciones de Centroeuropa?

Durante los últimos días de mayo y primeros de junio muchas zonas de Centroeuropa se han visto afectadas por importantes lluvias y por las inundaciones provocadas por el desbordamiento de ríos, si bien en ésto último ha tenido que ver el estado de saturación de los suelos provocado por una primavera muy húmeda, al igual que ha sucedido en España. ¿Ha tenido esta situación algún rasgo distintivo de otras muchas que también han provocado este tipo de inundaciones europeas?

Las informaciones recibidas dan cuenta de que el rio Danubio en Passau (Alemania), alcanzó su nivel mas alto desde 1501 y que el nivel de otro río alemán, el Saale, alcanzó su nivel máximo en un periodo de registro de 400 años. Por su parte, la Agencia Meteorológica de Austria (ZAMG), ha hecho público un informe en el que presenta algunos datos muy interesantes. Señala que en algunas zonas de Austria, las lluvias registradas durante los días 30 de mayo al 1 de junio, alcanzaron de 150 a 200 mm y llegaron en algunos puntos hasta los 250 mm. Estos valores registrados en dos días suponen periodos de retorno de 100 años pero a este respecto conviene recordar que hace tan sólo once años, en el 2002 y en otro temporal parecido, se registraron valores de este mismo orden.

El modelo de situación atmosférica causante de estos diluvios es bien conocida por los meteorólogos: una borrasca fría, desviada de su trayectoria normal por un anticiclón situado muy al norte de su posición habitual, permanece en situación casi estacionaria sobre Centroeuropa; la circulación de su zona delantera absorbe hacia ella aire del Mediterráneo muy húmedo y relativamente cálido.  Debido a la inestabilidad provocada por el aire frío que tiene la perturbación a niveles medios y altos, este aire se ve forzado a ascender dando lugar a grandes masas nubosas que provocan a su vez importantes lluvias. Lógicamente, si la situación permanece estacionaria, las precipitaciones caen siempre en las mismas zonas saturando la tierra y haciendo que aumente la escorrentía hacia los rios, provocando así desbordamientos e  inundaciones. Pues bien, en el episodio de estos días han sido dos borrascas las que, una tras otra, han permanecido sobre Centroeuropa, de modo semiestacionario dando lugar a varios dias de lluvias persistentes y a los efectos que conocemos.

Mapa de 500 hPa correspondiente al 31 de mayo (ECMWF). La presencia de un anticiclón estacionario sobre el norte de Escandinavia y de Rusia desvía borrascas frías hacia Europa central y occidental que quedan en situación semiestacionaria sobre el continente. Cuando una de ellas se debilita o se desplaza hacia el este, otra borrasca se "descuelga" y hace un recorrido parecido

¿Algo nuevo respecto a situaciones anteriores? Pues nó por lo que respecta al mecanismo pero quizás sí respecto a la persistencia del fenómeno. A la larga duración de la situación en sí misma, se ha unido -como apuntaba antes- la saturación de los suelos como consecuencia de un trimestre marzo-abril-mayo muy húmedo en amplias zonas europeas y que en algunas áreas era prolongación de un final del invierno también lluvioso. ¿Por qué esa persistencia, que en España la hemos experimentado como un larguísimo periodo de tiempo desapacible, nuboso, ventoso y húmedo que ha hecho desear mas de lo habitual la llegada del tiempo soleado y seco? Pues la causa ha sido el establecimiento de una circulación atmosférica prácticamente estacionaria que arrastraba borrascas frías desde el Atlántico norte hacia unas veces hacia la propia Península Ibérica y otras hacia otras zonas de Europa occidental y central. Dependiendo de la trayectoria concreta de cada borrasca, eran unas u otras las zonas más afectadas por las precipitaciones o los vientos fríos pero siempre en un contexto general de tiempo húmedo y desapacible durante varios meses.

La pregunta siguiente es ¿y por qué esta contumaz estructura de la circulación? Pues porque el chorro polar, ese gran rio aéreo que circunvala todo el hemisferio y que de alguna manera gobierna la trayectoria de las borrascas y la ubicación de los anticiclones, está manteniendo una estructura ondulatoria muy marcada y bastante estacionaria que conduce hacia esas zonas europeas esas borrascas mientras que ha mantenido situaciones anticiclónicas y temperaturas relativamente altas en latitudes muy septentrionales. Estas ondulaciones semiestacionarias del chorro polar son las principales responsables de muchos fenómenos atmosféricos adversos al hacer que las situaciones de lluvia, frío o calor se queden mucho tiempo sobre las mismas zonas y/ o dando lugar a evoluciones violentas por marcados contrastes entre masas frías y cálidas tal como ya he referido en alguna entrada de este blog.

Mapa hemisférico (el polo norte está en el centro de la figura) de 500 hPa correspondiente al 1 de junio (ECMWF). Puede verse la estructura bastante ondulada de la circulación del chorro polar y, sobre todo, como la gran dorsal anticiclónica que se extiende desde el mar Caspio hasta el norte de Escandinavia, da lugar a que las borrascas frías del Ártico o de la zona mas septentrional del Atlántico se desvíen hacia Centroeuropa. En el caso de que el anticiclón de Azores se desplace algo hacia el oeste,  esas borrascas afectan a la Península Ibérica y después se suelen trasladar hacia el este.

Es verdad que estas configuraciones del chorro son conocidas y normales pero parece que su frecuencia  va aumentando en los últimos tiempos y suele estar  detrás de muchos de los fenómenos extremos que venimos viviendo. También en esa entrada a la que antes me refería citaba los resultados de las simulaciones efectuadas por unos investigadores alemanes -refrendadas por otras posteriores- en los que aparecía cómo la marcada fusión del Ártico afectaba a la circulación del chorro polar, ya que al disminuir el gradiente térmico entre el polo y el ecuador, las ondas de esa circulación ganan mucho en amplitud y se hacen casi estacionarias dando lugar a este tipo de fenómenos. Ese artículo puede encontrarse aquí y en este otro enlace la entrada del blog de uno de otro investigador referida a la misma cuestión.

 Si bien no podemos atribuir un fenómeno concreto al calentamiento global, la acumulación de tanto fenómeno extremo en distintas zonas del planeta parece dificilmente atribuible a la variabilidad natural. En mi opinión, la enérgica y rápida fusión del hielo ártico en verano es un punto de inflexión importantísimo en el proceso de calentamiento global y tiene una influencia sustancial como vamos viendo en los cambios de los patrones de la circulación atmosférica, cambios que tienden a transportar mas calor hacia el Ártico realimentando el proceso.

Y aunque de momento estas contínuas entradas frías se han parado o debilitado, los modelos de predicción a medio plazo dan síntomas de que nuevas borrascas frías podrían visitarnos la semana que viene. ¿Tendencia hacia un verano más fresco que lo habitual? No es posible saberlo porque la estructura general de la circulación puede dar un vuelco...pero, en cualquier caso, es algo muy interesante a seguir.

7 de junio de 2013

Tras el tornado: incógnitas, debates y reflexiones

En los últimos días han sido noticias de interés desde el punto de vista meteorológico el tornado de El Reno, acaecido muy pocos días después del de Moore y prácticamente en la misma zona, así como las graves inundaciones en Centroeuropa. Las características específicas de estas situaciones, su origen e incluso las medidas de protección, están siendo estos dias elementos de debate en medios de comunicación y redes sociales. En esta entrada quiero centrarme en la situación del tornado y referirme a algunas de las incógnitas y reflexiones que surgen en relación con ella.

En una de las últimas entradas de este blog dedicada al tornado de Moore comentaba que, aparte de ser uno de los raros EF5, me llamaba la atención su gran diámetro así como su ocurrencia en un contexto de sucesivos récords meteorológicos en Estados Unidos durante los dos últimos años (sequía, olas de calor, "Sandy"...) y apuntaba a que era difícil atribuir todo ello a la pura variabilidad natural de la atmósfera. A esa extrañeza vendría ahora a sumarse el tornado de El Reno clasificado de nuevo como un EF5 y con un diámetro que superaría al de Moore lo que le convertiría en el tornado de mayor  anchura registrado en Estados Unidos. Si eso fuera así, no creo que ningún estudio climatológico pudiera considerar como variabilidad natural la ocurrencia de dos EF5 casi en la misma zona, con pocos días de diferencia y con un diametro tan por encima de los valores normales. 

El tornado de El Reno. Probablemente el más ancho de los registrados hasta la fecha en Estados Unidos (Fotografía AP)

Sin embargo, algunas últimas informaciones ponen en duda que realmente este último tornado fuera un EF5, dado que los daños observados en superficie corresponderían más bien a un EF3. Parece ser que la catalogación como EF5 se hizo a partir de los datos obtenidos por radar doppler que es una herramienta potentísima de observación y medida de estos fenómenos. Sin embargo, sus datos han de ser analizados e interpretados cuidadosamente para hacerlos coherentes con los datos de viento a nivel del suelo observados por métodos tradicionales y que son los hasta ahora utilizados en la escala EF en la que, como es sabido, se establece una correspondencia entre daños observados e intervalos correspondientes de velocidad del viento. Otra cosa es que, dada la gran cobertura de la red de radares doppler en Estados Unidos, pudiera plantearse la utilización directa de los datos de viento proporcionados por estos radares en la escala EF o en otra nueva escala, pero esa es otra cuestión. Como en tantas otras ocasiones, la introducción de nuevas tecnologías lleva a tener que replantearse criterios o normas bien establecidas. 

Pero, aunque se tratara realmente de un EF3, queda pendiente la cuestión de su gran diámetro de casi cuatro kilómetros, el mayor de los observados hasta ahora en Estados Unidos. No sé como se ha medido ese diámetro y si han intervenido en ello datos doppler o bien se ha determinado mediante la anchura de la zona afectada por un cierto nivel de destrucción; en cualquier caso está claro el testimonio de las múltiples imágenes de vídeo y el de muchos observadores "in situ", algunos de las cuales manifestaban que era un fenómeno que parecía algo distinto a un tornado de los que siempre han conocido en la zona. ¿Podría conectarse de algún modo su posible excepcionalidad con la triste muerte del gran meteorólogo, ingeniero y veterano "cazatormentas" Tim Samaras y de otras dos personas de su equipo cuyo vehículo fue alcanzado de lleno por el tornado? Es difícil pensar que alguien tan experto y tan profundamente conocedor de los tornados arriesgara mas de lo que la prudencia y sus conocimientos le aconsejarían. ¿Hubo algo anómalo, algo desconocido en la naturaleza o en el comportamiento de ese tornado que ignorara o subvalorara Samaras?

No sabemos por tanto todavía a ciencia cierta el nivel de excepcionalidad de estos últimos episodios tornádicos. ¿Dos EF5 con diametros casi desconocidos? ¿Un EF5 y un EF3 pero también de tremendos diámetros? ¿Están esos diámetros medidos de una forma homogénea? Hay que tener paciencia y esperar las conclusiones de los muchos trabajos científicos que se están ya realizando para conocer mas a fondo la realidad de estos tornados y saber si nos encontramos ante una cierta evolución en  sus características o todo puede ser explicado en el marco de la variabilidad natural. Es verdad que la noticia es la noticia y sería absurdo poner limitaciones al amplio interés informativo de estos fenómenos pero también es verdad que para obtener conclusiones serias y formular nuevas hipótesis hay que esperar a que los científicos tomen el tiempo necesario para estudiarlos rigurosamente. 

Y fuera ya del contexto científico otro elemento de debate en estos días han sido sobre la oportunidad y los comportamientos del creciente número de personas y de equipos "cazatornados" que salen al campo y a las carreteras en estas situaciones. Un primer elemento de debate suscitado es hasta que punto no "se está cruzando la raya de la seguridad" en aras de conseguir mas y mejores datos o de simplemente satisfacer una gran curiosidad y afición. El segundo elemento está relacionado con las dificultades añadidas que este gran número de personas y de vehículos bien parados o circulando en carreteras y caminos de todo tipo pueden ocasionar en la evacuación de las poblaciones afectadas. Un estupendo y documentado artículo de Jason Samenow sobre todo ello puede leerse en el "Washington Post". También es interesante a este respecto es la entrevista de la PBS a otro gran meteorólogo y especialista en tornados: Howard Bluestein.

Imagen del mesociclón unido al tornado obtenida por radar doppler y localizaciones de equipos "cazatormentas" (Weather Gang/Jason Samenow)

Otra línea de debate se centra sobre las recomendaciones de las medidas de autoprotección. Si bien las recomendaciones oficiales van en la línea de ir a los refugios específicos o a la parte mas interna de las construcciones, parece ser que, al menos en este último caso, se dio por parte de alguna emisora de televisión la recomendación de escaparse de la zona utilizando los automóviles en una dirección distinta a la de la supuesta trayectoria del tornado. Pues bien, además de que estas trayectorias tienen un alto grado de impredecibilidad y de que la lluvia que frecuentemente aparece puede dificultar su observación, la acumulación de vehículos en las carreteras puede dar lugar -y de hecho así ocurrió- a atascos donde se puede producir una catástrofe de grandes dimensiones si al final la zona en cuestión es barrida por el tornado.

Por tanto, muchas incógnitas y muchos debates tras estos tornados. Nos damos cuenta una vez mas de nuestra extraordinaria vulnerabilidad y de la necesidad de avanzar más en un esfuerzo conjunto de meteorólogos, sociólogos, expertos en protección civil y comunicadores en la mejora de avisos y criterios de protección y autoprotección. En Estados Unidos, aún con dificultades y polémicas, se avanza claramente en este sentido. Aquí, aunque es innegable un avance, nos queda aún bastante por hacer.