31 de agosto de 2014

Septiembre, como una hoja en blanco



Las témporas de San Mateo habían quedado de Sur; y, según el almanaque montañés, así debía seguir el tiempo hasta las de Navidad.

                                                                                      José María de Pereda: El sabor de la tierruca

Finaliza el trimestre veraniego sin que se haya registrado ninguna entrada importante y duradera de aire norteafricano. Por tanto, no ha llegado a darse ninguna situación generalizada de ola de calor. En general ha predominado de forma casi monótona una débil, a veces moderada, circulación del noroeste que ha dado lugar a tormentas ,fundamentalmente en el nordeste peninsular, y un tiempo tranquilo y prácticamente sin precipitaciones en el resto de las regiones. Si hay que señalar algunas ponentadas en Levante y Sureste que han dado lugar allí a días bastante calurosos y a una agudización de la sequía que ya se prolonga excesivamente. En fin, a la espera del informe oficial de AEMET cabe suponer que el trimestre veraniego ha debido tener un carácter normal o ligeramente cálido. 

Y ahora, septiembre. Aunque desde el punto de vista de la climatología, septiembre es ya otoño, lo cierto es que es un mes sorpresa. Según una creencia popular bastante extendida, si los meses de julio y agosto no han sido muy cálidos, el verano se prolonga en este mes, aunque con un carácter menos opresivo al ser ya las noches más largas. Desde el punto de vista científico esa creencia no tiene en principio ningún soporte y septiembre puede ser tanto una prolongación del verano como un serio anticipo del otoño…y,  a veces, ambas cosas. En cualquier caso, lo que es indudable es que la temperatura media, todavía de 20,3º, es ya tres grados inferior a la de agosto y que la precipitación media, 43 mm, queda ya claramente por encima de los 24 mm de agosto. De una forma u otra, antes o después, durante el mes se suele producir ya la entrada de masas de aire más frías. Pueden originar algún temporal de lluvias atlánticas si predomina la circulación de tipo zonal o bien de lluvias intensas mediterráneas si tiene más bien carácter meridiano con tendencia a la formación de depresiones aisladas de niveles altos (DANAs) o borrascas frías.

Este carácter, ora tranquilo, ora violento, del mes queda bien reflejado en los refranes de la meteorología popular:

       Septiembre es bueno si de primeros al final pasa sereno; si no, Septiembre se tiemble

O, mediante este otro, mucho más pesimista:

     Del mes que entra con abad (San Gil) y sale con fraile (San Jerónimo), Dios nos guarde

Un mes en el que se produce, al menos en otros tiempos, la despedida de algunos amables visitantes:

    Cuando la Virgen llega (Natividad de la Virgen, el 8 de septiembre), la golondrina se va

Quizás, esta supuesta marcha de las golondrinas -no sé si se siguen marchando en estas fechas o incluso si algunas ya no se marchan- pudiera estar relacionada con el refrescamiento producido por las tormentas que a veces suelen aparecer durante los primeros días del mes. 

Después, a mediados, no es raro que aparezcan de nuevo tormentas y las temperaturas experimenten otro descenso.  Se llega así a San Mateo, y al equinoccio de otoño, con el equilibrio entre el día y la noche:

            Por San Mateo, tanto veo como no veo

 y con la observación, sobre todo en el norte, de las famosas témporas de San Mateo que, según la meteorología popular, deberían indicar el tiempo que reinará hasta Navidad y a las que hace referencia ese breve texto de José María de Pereda con el que he comenzado esta entrada. En cualquier caso, ya por San Mateo, el tiempo tiene un carácter bastante más otoñal, aunque, con un poco de suerte, quedará todavía un último y tímido recuerdo del verano: el veranillo de los arcángeles. El 29 de septiembre es la celebración de los tres arcángeles: Miguel, Rafael y Gabriel, si bien, tradicionalmente, la referencia ha sido San Miguel:

                 El verano de San Miguel faltará muy rara vez

San Miguel ha sido siempre en el campo un tiempo de cierre y de apertura de acuerdos y contratos. El verano acabó y el otoño está ya encima. Acaban unas tareas y empiezan otras pero hay ya una cierta preparación del letargo invernal. En cualquier caso antes hay que recoger las últimas frutas ahora en plena sazón:

                 Por el veranillo de San Miguel están los frutos como la miel

A veces septiembre es seco, sin temporales atlánticos ni mediterráneos, pero, como dice el refrán, también "se  ha llevado muchos puentes". Veamos a continuación, sin ánimo en absoluto de ser exhaustivo, algunos recuerdos de algunos grandes diluvios septembrinos. Quizás el de más triste  sea el acaecido en 1962, la noche del 25 al 26, cuando unas intensas lluvias de más de 200 mm en pocas horas provocaron una avenida súbita de los ríos Besós y Llobregat que inundó poblaciones como Terrasa, Sabadell o Rubí registrándose la increíble cifra de más de 800 muertos. 


Topografía de 500 hPa del 26 de septiembre de 1962 a las 00 UTC, una situación muy típica de lluvias intensas en el nordeste peninsular: vaguada profunda al noroeste peninsular y flujo del este-sureste en niveles bajos (Imagen NCEP/Wettercentrale)

También en 1973 y concretamente el día 7, volvieron a ocurrir inundaciones en estas zonas, concretamente en el Baix Llobregat y el Maresme, con registros superiores a los 100 mm.
        
 Si bien pudiera parecer que en septiembre las lluvias intensas mediterráneas afectan fundamentalmente a Cataluña, y quizás desde un punto de vista de frecuencia de episodios sea así, lo cierto es que todas las zonas mediterráneas pueden resultar afectadas en mayor o menor medida. Muchas de estas precipitaciones están asociadas a tormentas; de hecho septiembre es uno de los meses más tormentosos del año. Aunque la estadística de rayos caídos en tierra es relativamente reciente, se dispone ya de algunos valores significativos de actividad eléctrica para este mes. Destacan mucho los 11934 rayos registrados en la provincia de Badajoz el 6 de septiembre de 2006, los 11812 del 20 de septiembre de 2002 en la provincia de Zaragoza o los 9314 del 11 de septiembre del 2000 en la provincia de Zamora. También es reciente la disponibilidad de una información relativamente sistematizada sobre tornados y así sabemos de la ocurrencia de algunos de ellos durante este mes unidos a tormentas ocurridas en Cataluña y Baleares.

También las zonas gallega y cantábrica pueden verse afectada en septiembre por precipitaciones intensas ligadas frecuentemente a DANAs centradas sobre el interior peninsular. Así, el 10 de septiembre de 1992, se produjeron graves inundaciones en Asturias por los desbordamientos de los ríos Nalón y Sella. Otras veces son los temporales atlánticos los que ya hacen acto de presencia tal como ocurrió el 14 de septiembre de 1993 cuando se registraron vientos de más de 100 km/h con fuerte temporal en la mar y un balance de tres muertos y dos desaparecidos en Galicia.

Por lo que respecta a temperaturas elevadas, en los primeros días de septiembre pueden registrarse aún valores bastante significativos propios del verano. Un ejemplo es el del día 7 de septiembre de 1988 cuando se registraron valores de 43 ºC en Badajoz-Talavera, 36,4 ºC en Soria, 36,8 ºC en Burgos-Villafría y 35,4 ºC en Ávila, todos ellos récords absolutos para el mes de septiembre. 


Topografía de 850 hPa del 8 de septiembre de 1988 a las 00Z. Puede verse como la isoterma de 25ºC penetra hasta Castilla y León, algo muy anómalo en este mes. (Imagen NCEP/Wetterzentrale)

También fue muy señalado el periodo comprendido entre el 3 y el 5 de septiembre de 2006 cuando, tanto Ourense como Ponferrada, superaron sus valores absolutos con 41,1ºC en el caso del primer observatorio y 37 en el segundo. 

Por su parte, como apuntaba más arriba, en la segunda quincena del mes pueden darse ya algunas irrupciones de aire polar que provocan descensos térmicos significativos e incluso alguna helada débil. Así, el 25 de septiembre de 1984, Ávila con -2ºC y Palencia con -1ºC alcanzaron sus récords de temperaturas mínimas más bajas para septiembre y lo mismo ocurrió en Guadalajara el 18 de septiembre de 2005 con -1ºC.

Para finalizar, si ahora observamos los mapas previstos por la predicción probabilística para los próximos diez días, puede ser que septiembre nos muestre algunas de las facetas de las que hablaba al principio. Esta semana que empieza parece que va a ser una prolongación del verano con temperaturas que en las vegas de los ríos de la mitad sur podrían rondar los 40º 


Temperatura a 850 hPa para el martes 2 de septiembre. La isoterma de 24ºC se instala con toda probabilidad sobre el centro de la Península (ensembles ECMWF)

y con una cierta probabilidad de que la semana siguiente pudiera estar marcada por las tormentas y un descenso de la temperatura. 
Mapa de 500 hPa para el lunes 8 de septiembre. Existe cierta probabilidad de que la semana próxima comience con tormentas. Existe bastante incerteza sobre la ubicación de la posible vaguada a DANA pero sería una situación  a vigilar sobre todo para el nordeste peninsular (ensembles ECMWF)

Pues esperemos que esas tormentas dejen agua sin muchos sustos...pero septiembre, es septiembre.  Y todavía es una hoja en blanco.