19 de abril de 2016

Dos noticias meteorológicas para reflexionar

En los últimos días han surgido dos noticias de carácter meteorológico que, por su novedad, pero también por lo que puede suponer desde el punto de vista de evolución de las actividades y uso de la predicción meteorológica, creo que merecen algunos comentarios y reflexiones.

La primera es la decisión de la compañía norteamericana Accuweather de extender su rango de predicción diaria desde los 45 días -que ya había implementado en el 2014- hasta los 90. Y no se trata de suministrar tendencias o aproximaciones tal como ofrecen las predicciones de anomalías para tres o seis meses dadas por los modelos de predicción estacional, sino de predicciones categóricas para un gran número de localidades en todo el planeta y referidas tanto a temperaturas como a nubosidad, precipitación o incluso tormenta. No existe ninguna información sobre la probabilidad asociada ni ninguna informativa -al menos bien visible y accesible- donde se informe de esa probabilidad y mucho menos de las verificaciones que deberían efectuarse. Solamente, al final de la página, con letra muy pequeña aparece un enlace sobre términos de uso donde puede encontrarse -en inglés- algo parecido a una no asunción de responsabilidades por el uso de estos productos.

Predicción de Accuweather para Madrid hasta el próximo 17 de agosto, tomada hoy, 19 de abril, de su página web

Naturalmente, en la comunidad meteorológica se sabe que ese tipo de predicción categórica es imposible con los actuales modelos numéricos deterministas, que sólo llegan hasta un par de semanas en el mejor de los casos y con un grado de acierto muy problemático.  Tampoco se llega a ese plazo con los probabilísticos. Sólo se me ocurre que, en el mejor de los casos, Accuweather pueda trabajar con la climatología modulada por las anomalías de los modelos de carácter estacional...Pero, aún así, esos modelos llevan, como es lógico, valores de probabilidad asociados, algo que, como digo, no aparece en las predicciones de Accuweather por ningún sitio. 

Por supuesto las críticas negativas han sido prácticamente unánimes en la comunidad meteorológica norteamericana -aquí aparece uno de los múltiples ejemplos- donde esta iniciativa se considera simplemente como una pirueta comercial y propagandística de la empresa y poco beneficiosa para la credibilidad de las predicciones meteorológicas. Mi opinión es la misma, pero cambiaría sustancialmente si Accuweather se atreviera a dar los niveles de probabilidad y -para gente más experta- unos informes periódicos de verificación. En cualquier caso, quizás, a la larga, pueda verse como una iniciativa útil que haya servido para impulsar más el desarrollo de metodologías de predicción (la función crea al órgano, se suele decir) ...pero, hoy por hoy, y tal como se da ese producto, me parece una falta de respeto hacia el público no experto en temas meteorológicos.

La otra noticia es el anuncio hecho por la multinacional Panasonic sobre el desarrollo por la propia empresa de un modelo de predicción numérica global con una calidad comparable a la de los grandes modelos mundiales. Aunque esa valoración puede ser un poco exagerada y sesgada, lo cierto es que Panasonic ha logrado desarrollar una infraestructura tecnológica y científica -y no se si ya de operación en tiempo real- que le permite disponer de la herramienta básica para aplicar la predicción meteorológica a múltiples actividades de socios y clientes. 

Página de entrada a Weather Solutions de Panasonic


Pero, además de la novedad, o de la anécdota, creo que hay que ir un poco más allá para intentar ver que hay en el fondo. Por una parte, no cabe sino felicitarse por la alta calidad que van adquiriendo los modelos de predicción. Es algo que permite ya que muchas empresas vean un claro negocio en la utilización de las predicciones meteorológicas. Sin embargo, surgen muchas cuestiones, como por ejemplo...¿van a primar los intereses comerciales sobre la utilización veraz y ponderada de los productos? ¿Van a ser los Servicios Meteorológicos nacionales capaces de competir con la potente actividad industrial? ¿Van a quedar como meros suministradores de datos... o incluso tendrán que comprar algunos, procedentes de nuevos sistemas tecnológicos desarrollados y/o operados por estas empresas? ¿Van a ejercer -ellos o la OMM- un cierto papel regulador? ¿Van a entrar estas actividades comerciales -me imagino que sí- en el campo de los avisos de fenómenos adversos?

No lo sé, pero quisiera suponer, que ya se ha iniciado esa reflexión por parte de algunos Servicios o por las organizaciones internacionales de meteorología. Al final, triunfará como es lógico la calidad del producto y del servicio ofrecido...pero, en el camino hasta conseguirlo....¿todo vale?

13 de abril de 2016

Predicción probabilística: otro paso más

Ayer, 12 de abril, AEMET puso a disposición en su página web un mayor número de mapas probabilísticos obtenidos a partir del sistema de predicción probabilística (EPS) del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo. A los ya conocidos referidos a la probabilidad de alcance o superación de determinados umbrales de precipitación o de valores medios o máximos de la misma, se suman ahora similares productos, pero referidos en este caso a la nieve, rachas máximas de viento y a la variación de temperaturas máximas y mínimas. 

Nuevos productos probabilísticos en la web de AEMET. En la imagen se muestran los referidos al alcance o superación de umbrales de rachas máximas de viento así como a sus valores medios y posibles rachas máximas

Creo que poner a disposición pública un mayor número de productos probabilísticos es siempre una buena noticia, y más aún si estos nuevos productos están calculados -como supongo que lo están- a partir de la nueva resolución de 19 km de que ahora dispone el sistema EPS. En concreto, y por lo que se refiere a los productos de precipitación, son ahora si cabe más importantes que antes dado que el Centro Europeo ha cerrado definitivamente el acceso público a las predicciones de esta variable de su modelo determinista, algo que no acabo de comprender y que a mi juicio supone una falta de delicadeza y de comprensión hacia muchos colectivos meteorológicos. Pues bien, con la citada resolución de 19 km, y si nos referimos a los días D+1 a D+3 en los que -en general- no suele haber grandes desviaciones entre modelo determinista y EPS, es probable que el campo de precipitación media no se aleje excesivamente, aunque lo suavice, de lo que daría -da- el determinista. Entiendo por supuesto que son productos muy distintos, pero la necesidad obliga y "en casa del pobre"...

En cualquier caso no cabe sino felicitar a AEMET por este paso adelante en el uso y divulgación de la predicción probabilística. Sin embargo no me resisto a hacer tres sugerencias que supondrían a mi juicio importantes avances en ese uso y divulgación. 

La primera sería la de ampliar estos productos hasta el día D+6 al menos. Como sabemos, el modelo determinista es cada vez mejor y el EPS no le suele hacer -en general- grandes reparos al menos hasta el D+3. Por tanto, donde reside principalmente el valor de los productos probabilísticos es a partir más o menos de esa jornada. Sería importante pues proporcionar también los mismos productos hasta los D+4, +5 y +6. 

La segunda que planteo - ya la he hecho en otras ocasiones- es la disponibilidad de grupos o escenarios alternativos; es decir de las agrupaciones de las salidas de los 51 miembros del sistema EPS en unas pocas familias -seis por ejemplo- que mostraran para cada día los distintos escenarios sinópticos alternativos -con su probabilidad asociada- al escenario que ofrece el modelo determinista. Sé que no es un producto para el gran público y que ese es el objetivo básico de AEMET, pero sería una información de gran ayuda para los colectivos de aficionados y comunicadores, unos sectores cada vez más amplios a los que debe también darse soporte. 

Y la tercera sería facilitar una mayor formación precisamente a estos colectivos a que antes me refería sobre el mejor y más adecuado uso de estos productos, ampliando sustancialmente la nota informativa que los acompaña. No es inmediata la correcta interpretación y uso de algunos de ellos pero, si se hace bien, la riqueza informativa que proporcionan es muy importante, mientras que ocurre lo contrario si la interpretación no es la adecuada.

En resumen, se trata a mi juicio de otro paso significativo de AEMET en el uso de la predicción probabilística al que estoy seguro que seguirán otros más. Todo ello debe formar parte de un esfuerzo colectivo hacia el uso óptimo de esta importante herramienta de predicción en la que tantos recursos humanos y económicos está invirtiendo Europa y que tanto puede mejorar la información meteorológica que se ofrece a la sociedad.

7 de abril de 2016

Meteorología "de proximidad"

Hace unos años se instauró en algunas grandes ciudades el servicio de "policia de proximidad". Se trataba de asignar a algunos agentes, de forma más o menos permanente, a un mismo barrio o distrito, en el supuesto de que la mayor cercanía a los habitantes de esas zonas podía redundar en una acción policial más cercana, aceptada y eficaz. No estoy seguro, pero creo que esa iniciativa acabó hace bastante tiempo cuando se optó por un criterio de "especialización" en lugar del de "proximidad".

Viene esto a cuento porque, en los últimos días, han surgido tres noticias que de algún modo tienen que ver con lo que podríamos denominar como meteorología de "proximidad". Un tipo de predicción meteorológica hecha desde el punto de vista de las necesidades, usos, costumbres y lenguaje de los usuarios, y que puede incluir también una especie de tutela continuada informativa sobre cualquier incidencia meteorológica que pueda influir en sus actividades de forma inmediata.

La primera noticia viene recogida en el blog de AEMET -iniciativa de la Agencia que aplaudo calurosamente- y en el que aparece una magnífica entrada de Juan de Dios Soriano, jefe del Grupo de Predicción y Vigilancia de Sevilla, en relación con el soporte meteorológico dado a las cofradías para la celebración de sus procesiones de Semana Santa. 





Habría muchas cosas que destacar de este artículo, tales como la necesidad de proporcionar predicciones probabilísticas -y su aceptación por los usuarios- así como sobre la vigilancia continuada respecto a la aparición de posibles chubascos y su comunicación directa, y en tiempo real, a los responsables de esas cofradías. Un magnífico ejemplo de esa meteorología "de proximidad" a la que me estoy refiriendo y que utiliza lo mejor de las modernas técnicas de predicción y comunicación para "el cuidado" de unas tradiciones profundamente enraizadas en la población.

La otra noticia -ésta un poco más dolorosa- es el cierre del portal meteorológico denominado "Tumeteo", una iniciativa de la empresa Digitalmeteo, que apostaba por una predicción no completamente automatizada, y llevada a cabo con una presentación y un lenguaje verdaderamente cercano al usuario e incluyendo además, para las ciudades de Madrid y Barcelona, un servicio de vigilancia meteorológica mediante el cual el usuario recibía en su smartphone un  mensaje muy cercano sobre la lluvia o tormenta que se aproximaba, o del muy probable alcance de temperaturas extremas. Yo fui uno de esos usuarios y debo confesar que me pareció una gran iniciativa -que tendría que desarrollarse más- y por la que, de algún modo, me sentía "cuidado" desde el punto de vista meteorológico. Nunca pensé que este servicio, gratuito para sus usuarios y patrocinado por diferentes empresas, tuviera problemas para seguir funcionando y creciendo. Desde mi punto de vista, existe un significativo mercado potencial para predicciones a medida desde el medio plazo hasta con algunos minutos de antelación. En cualquier caso, estoy seguro que los responsables de Digitalmeteo habrán sacado conclusiones de esta experiencia y espero que "Tumeteo" renazca con fuerza. 

La tercera noticia se refiere a la afirmación hecha por Florenci Rey, en una entrevista concedida a la publicación digital catalana CUV3, sobre la evolución de los comunicadores meteorológicos.  Literalmente, es la siguiente:

“Los medios de comunicación están experimentando una transformación que derivará, con mucha probabilidad, en la desaparición de la figura del comunicador meteorológico tal y como la conocimos hace unos años. Las nuevas tecnologías de comunicación hacen mucho más interesante centrarse en los nuevos canales basados en redes sociales o movilidad, antes que abordar una inversión en formatos comunicativos clásicos”.


 A mi juicio, es una cuestión difícil de pronosticar porque, aunque es verdad, tal como muestran las encuestas,  que aumenta cada vez más el número de personas que siguen la predicción meteorológica a través de redes y dispositivos móviles, también lo es que el interés de los medios por las cuestiones de tiempo y clima es cada vez mayor y, por tanto, la necesidad de disponer de buenos profesionales que expliquen y divulguen está clara. Creo que estos profesionales van haciendo en su mayoría, y cada vez más, esa meteorología de proximidad a la que me estoy refiriendo, y si se sigue y profundiza en esa línea no creo que "hombres" y "mujeres" del tiempo desaparezcan. Pienso por otra parte, como ya decía antes, que Internet ofrece todavía muchas posibilidades para el desarrollo de esta meteorología "de proximidad"...y de trabajo para quienes la ofrezcan. No en balde cada vez hay más personas que en distintas celebraciones al aire libre tienen un ojo en esa celebración...y otro en el smartphone que les muestra la última imagen radar, y que darían mucho por saber qué mostrará esa imagen  media o una hora después.

Pero, si esto es así....¿por qué tantas dificultades para iniciativas como la de "Tumeteo" y las de algunas otras empresas de meteorología que ofrecen estos servicios? Probablemente hay razones de tipo financiero o de marketing en las que no entro porque no soy especialista, pero sí creo que el origen de todo ello es su baja demanda. A mi juicio ello obedece a la práctica ausencia de una buena divulgación de lo que la meteorología moderna puede ofrecer, predicción probabilística y vigilancia meteorológica incluidas, y de las distintas formas de comunicarlo. Ahí sigo echando en falta una mayor dedicación de los medios de comunicación públicos con la colaboración necesaria de AEMET, que seguro que estaría muy disponible para ello. Y creo que también AEMET podría ayudar al establecimiento de una mejor industria meteorológica española mediante una mayor liberación de sus productos y ofreciendo una formación especializada adecuada. ¿No sería todo ello un importante servicio público?