28 de octubre de 2014

Calor de octubre y DANAs que no llegan

Es un comentario general tanto en la calle como en las redes sociales el excesivo calor de esta segunda quincena de octubre que está llevando a batir algunos récords casi por "goleada". Además, lo verdaderamente sorprendente es que estos valores se hayan dado en la segunda quincena y no en la primera donde hubieran resultado más lógicos. En cualquier caso, a primeros de noviembre AEMET publicará su informe climatológico de octubre y entonces conoceremos con exactitud y detalle lo ocurrido pero es fácil pensar que resultará un mes muy cálido o incluso extremadamente cálido.

Pero hay otra particularidad más: la ausencia de temporales de lluvia mediterráneos, tan frecuentes en estas fechas, y a los que me refería a mediados de mes en DANAs de octubre e incertidumbres. Una parte del mecanismo básico para su aparición como es la formación de DANAs en el Atlántico en las fechas adecuadas, ha funcionado bien. Sin embargo, la segunda parte, que sería la ubicación de estas perturbaciones en la zona de Gibraltar-norte de Marruecos, no ha sucedido. Una vez formadas, esas DANAs -por otra parte débiles- se han frenado en su camino hacia el este al encontrarse con una dorsal anticiclónica semipermanente sobre la Península Ibérica y Marruecos y se han desplazado hacia las zonas de Madeira y de Canarias donde como recordaremos han dado ocasionalmente fuertes precipitaciones. Es un tipo de circulación que se viene repitiendo desde mediados de septiembre y a la que he hecho referencia en Una DANA encajada y un medicán que no fue,  DANAs débiles, mesoescala...y vigilancia  y en Tan iguales...tan distintas, si bien hay que reconocer que hacia finales de la primera decena de octubre nos afectó un corto temporal de lluvias atlánticas.

Como esta situación se viene repitiendo de forma casi idéntica día tras día, la propia imagen del canal WV de Meteosat de hoy mismo -28 de octubre- nos puede ayudar a entender un poco mejor lo que está pasando a nivel de circulación general de la atmósfera:


Imagen del canal de WV de Meteosat correspondiente a las 06UTC del 28 de octubre. Los rótulos señalan mi interpretación de los distintos elementos clave de la circulación.

Vemos cómo el chorro polar se encuentra muy al norte discurriendo desde el sur de Groenlandia hacia el norte de las Islas Británicas y Escandinavia con una trayectoria bastante rectilínea. Al norte de Canadá -y éste es un hecho importante- aparece una borrasca fría que induce al sur de ella un ramal de chorro o chorro secundario que tendría probablemente características de chorro subtropical. Es justamente en esta circulación donde se originan estas DANAs débiles al frenarse por la dorsal anticiclónica cálida establecida desde el norte de África sobre buena parte de Europa occidental. En la figura vemos tres de estas débiles perturbaciones colocadas casi a lo largo del mismo meridiano.

¿Cual es la causa de todo ésto? ¿La gran y casi estacionaria dorsal anticiclónica?, ¿la situación de la borrasca fría de Canadá?, ¿la práctica ausencia de ciclones tropicales en la cuenca atlántica? Una primera respuesta es que no lo sabemos. Pero hay una segunda que a mí me satisface más: todo a la vez. Intentamos estudiar las piezas por separado pero la atmósfera junto con el océano no funciona así; es un torbellino dentro de otro y así hasta el infinito, según dice una expresión que nunca recuerdo de quien es. Todo tiene que ver con todo aunque con distintos pesos. Eso es lo que en el fondo tratamos de estudiar, con muchas dificultades y, como dice Anders Persson, sin podernos escapar de las probabilidades

Lo que sí es indudable es que, si modificamos las condiciones "externas" como es el caso del calentamiento antropogénico, la circulación atmosférica se adaptará a él generando estructuras de circulación distintas más o menos adecuadas para la vida humana. ¿Puede ser esta anómala circulación de octubre con calores excesivos, predominio de circulaciones subtropicales y generación de perturbaciones casi tropicales relativamente cerca de España una muestra de ellas? Tampoco lo sabemos, pero desde luego parece bastante compatible con lo que las proyecciones climáticas nos van dando.

En los próximos dias todavía se descolgará alguna otra DANA de este tipo. Pero hay indicios de que, a comienzos de la próxima semana bajara ya de latitud el chorro polar y pudiera dar lugar a una DANA mucho más potente situada ya en el lugar adecuado para dar lugar a las deseadas lluvias mediterráneas.

Topografía de 500 hPa del modelo determinista prevista para el día 5 de noviembre a las 00UTC con sus niveles de incertidumbre (colores magenta) dados por el modelo ensemble (Centro Europeo de Predicción a medio plazo)
                     
Como puede verse el modelo determinista apuesta por una bajada ya muy clara del chorro polar con tendencia a cerrarse la vaguada y formar una DANA. También el modelo ensemble señala esa evolución pero muestra bastante incertidumbre sobre la posición exacta del núcleo del chorro (zona magenta intenso al noroeste de Galicia). Y justamente de la intensidad y ubicación de ese núcleo va a depender el lugar donde al final se sitúe la DANA. Esperemos que sea en la zona adecuada y no olvidemos que el registro de precipitación máxima en 24 horas -817 mm- tuvo lugar un 3 de noviembre en la zona de Oliva en la Comunidad Valenciana.

18 de octubre de 2014

Tan iguales...tan distintas (recordando situaciones de mediados de octubre)

Esta madrugada -la del 18 al 19 de octubre- hará 41 años (ocurrió en 1973) de un episodio de lluvias torrenciales en la provincia de Granada y pocas horas después en la de Almería, con un gran número de víctimas y daños y que fue considerada como una de las mas graves del siglo XX en España. Y en la madrugada siguiente -la del 19 al 20- será el 32 aniversario de las grandes lluvias que en 1982 dieron lugar, horas más tarde, a la rotura de la presa de Tous y a la tremenda inundación de pueblos de la Riberas Baja y Alta de Valencia. Estos aniversarios y otros muchos muy cercanos nos recuerdan que nos encontramos en los días climatológicamente más críticos para la aparición de estos fenómenos.

El mecanismo atmosférico que da lugar a la mayor parte de estos fenómenos es bien conocido: una profunda vaguada atlántica colapsa y se cierra una DANA que se coloca hacia la zona de Gibraltar-norte de Marruecos-norte de Argelia. Su presencia ahí genera delante de ella, una borrasca en superficie que inyecta sobre el litoral aire cálido y húmedo con una gran capacidad precipitante tanto en intensidad como en eficiencia.

Pues bien, este año,la atmósfera está formando justo en las fechas señaladas la correspondiente vaguada tal como vemos en este mapa del Centro Europeo previsto para la próxima madrugada:


Y, a continuación, siguiendo ese guión no escrito pero tan usual, va a colapsar y dará origen mañana una DANA que en seguida pasará a ser una borrasca fría, ya que aparecerá una marcada borrasca de superficie bajo ella. Ahí está en este nuevo mapa del Centro Europeo previsto para la madrugada del día 20:


Si comparamos este mapa con el del 19 de octubre de 1973:



O con el del 20 de octubre de 1982:



vemos dos situaciones muy parecidas, tanto en 500 hPa como en superficie. La gran diferencia es que la DANA/borrasca fría está vez está desplazada unos 8 o 10º de longitud hacia el oeste, algo que en esta época del año no es muy corriente. Esta diferencia es la que va a dar lugar a que estas próximas madrugadas -y dias- no sean de lluvias importantes en el Mediterráneo sino de bastante calor ya que la posición de la DANA/borrasca fría origina un a circulación del sur/sureste con un marcado remonte del aire norteafricano hacia la Península y Baleares.

Quizás con este ejemplo puedan entenderse las grandes cavilaciones que teníamos los predictores en los años 60 y 70 cuando llegaban estas situaciones. En los 60 no había modelos y la predicción tenía que basarse en técnicas sinópticas aplicadas a partir de poquisimos -o a veces ninguno- datos de niveles medios y altos al oeste y sur de la Península...y esas técnicas sinópticas funcionaban aceptablemente hasta día o día y medio con perturbaciones ligadas al frente polar... pero no con las DANAs aisladas de la circulación. Por su parte, en los 70, ya empezaba a haber modelos pero, además de estar muy simplificados, tenían resoluciones espaciales de 150 o 200 km. Por todo ello no era nada imposible que dieran serios errores en el manejo espacial y temporal de estas situaciones...De este modo el pronóstico podía ser de lluvias torrenciales....y luego amanecer un día despejado y caluroso. O viceversa.

En cualquier caso conviene estar al tanto de esta situación ya que puede provocar algunas precipitaciones importantes en Canarias y por otra parte la borrasca de superficie ligada a esta situación puede presentar una evolución muy interesante. Algunos modelos la profundizan con inusitada rapidez de un modo que podría parecer casi una ciclogénesis explosiva. No parece que vaya a alcanzar ese umbral -unos 20/22 hPa de profundización en 24 horas- y, por otra parte, tampoco parece que seguiría el esquema clásico de desarrollo de una ciclogénesis de este tipo...¿Es la liberación de calor latente mediante convección lo que lleva a los modelos a esa profundización?...¿Es un artifact de esos modelos? La verdad es que no lo sé. Lo vamos a ver pronto. 

Y será muy interesante también su evolución a lo largo de la próxima semana. Algunos diagramas de fase apuntan a que podría convertirse "casi" -otra vez casi- en una baja subtropical (con núcleo cálido). Y si fuera así....¿haría después una transición extratropical...? Creo que, en cualquier caso, va a ser una evolución muy interesante e instructiva para profesionales y aficionados. 

15 de octubre de 2014

DANAs de octubre e incertidumbres

Octubre es el mes típico de las grandes lluvias mediterráneas y lo es más aún, la segunda mitad que ahora empezamos. En la memoria colectiva están los recuerdos de la riada de San Lucas o la de Santa Teresa. Y, sin recurrir al santoral, ayer mismo los compañeros de Valencia nos recordaban aquella trágica avenida del Turia del 14 de octubre de 1957. También, en 1973, durante la noche del 19 al 20 se produjeron graves inundaciones en el Sureste que tuvieron su máxima expresión en la riada de La Rábita y Albuñol y en 1982, el día 20, tuvo lugar la tantas veces estudiada y recordadada Pantaná de Tous. Estas son algunas de las efemérides más significativas pero, si se consultan las bases de datos climatológicos o las hemerotecas, puede comprobarse como en esta segunda mitad de octubre no hay día que haya quedado libre de algún suceso de este tipo. 

Sin embargo, junto a estos tristes recuerdos también aparecen otros mas satisfactorios en los que las lluvias de este mes, y a veces las de principios de noviembre, han solucionado, o al menos aminorado, graves situaciones de sequía en el área mediterránea. Por tanto, en la situación actual, qué mejor regalo podrían tener las Comunidades de Valencia y Murcia que un buen temporal de levante que dejara abundantes precipitaciones pero que no provocara daños importantes por una excesiva torrencialidad. Y en cualquier caso, cabe recordar que a veces esos daños no son consecuencia directa de las lluvias sino de imprudencias, mala planificación o de una deficiente gestión de la comunicación.

Este tipo de temporales en esta época del año van casi indisolublemente unidos a las depresiones aisladas de niveles altos (DANAs) siempre que se coloquen en la zona geográfica adecuada que permita la generación de una borrasca en capas bajas que, a su vez,  induzca de una manera continuada -y un poquito convergente- el viento húmedo de levante sobre el litoral peninsular o el archipiélago balear. Cabe recordar que, en esta temporada, ya nos han visitado algunas DANAs pero por sus características o trayectorias solo han dado lugar en general a algunas tormentas de tipo severo pero sin cantidades significativas y extensas de precipitación.

La DANA que nos acaba de atravesar se encuentra ahora (mañana del 15 de octubre) sobre el norte de Argelia y de Libia con tendencia a descender algo más de latitud en una de las, relativamente raras, incursiones hacia el desierto. Como no se detuvo en la zona geográfica adecuada para dar lugar a la generación de la borrasca de niveles bajos, no produjo lluvias significativas en el área Mediterránea
Por todas estas razones, durante estos días unos y otros miramos expectantes a los mapas de los modelos meteorológicos para ver si anuncian la formación de una DANA y su colocación en el lugar adecuado. Y efectivamente, el mejor modelo del mundo, el del Centro Europeo a Medio Plazo prevé la formación de una de estas estructuras para el próximo lunes 20 de octubre pero en una posición que queda un poco al oeste todavía de la adecuada para dar lugar a ese temporal. Si en dias siguientes esa DANA se moviera más hacia Gibraltar-norte de Marruecos-norte de Argelia, se colocaría en la posición adecuada para que naciera esa borrasca en niveles bajos a la que antes hacía referencia.

Mapa del Centro Europeo para las 00UTC del 20 de octubre. DANA sí...pero no en el lugar más adecuado

Sin embargo, de momento, las cosas no las presenta así este modelo. Deja a la DANA casi estacionaria en esa posición e incluso la lleva algo más hacia el oeste provocando una entrada de aire norteafricano sobre la Península con temperaturas en alza y tiempo seco. Evolución casi idéntica es la que presenta otro de los modelos importantes, el GFS norteamericano. 

Ahora bien, la experiencia nos dice que este tipo de evolución no es la más frecuente en octubre y que además la predicción de estas perturbaciones a medio plazo tiene siempre un cierto nivel de incertidumbre. Eso lo confirma este mapa del sistema de predicción por conjuntos o ensemble del Centro Europeo calculado para el mismo día y hora:


Como se ve la tendencia a la formación de la DANA está más o menos clara pero las dudas sobre cuál será su ubicación definitiva lo están menos; podría estar algo más al este, hacia esa zona de Gibraltar a la que antes me refería, o bien más hacia el oeste que es lo que hoy por hoy señalan los modelos operativos.

Es por tanto una situación que hay que seguir día a día recordando siempre que son las fechas más críticas para la aparición de lluvias extensas e intensas en el área mediterránea y que todas las precauciones son pocas.

En el caso de que se consolidara esa marcha hacia el oeste, podría quedar todavía una segunda "ventana de oportunidad" hacia el viernes día 24, cuando una nueva y profunda vaguada atlántica empujara a la DANA por delante de ella hacia el este, como se ve en el mapa del sistema ensemble para ese día.



Pero hay muchos y muy fuertes "magentas" en este mapa. Y además, estas "repescas", de darse, no suelen ser lo mismo aunque algo pueden dejar...

8 de octubre de 2014

De los vientos ábregos a los ríos atmosféricos

Se presenta en estos días el primer temporal atlántico del otoño. Han quedado atrás bastantes jornadas en que el panorama meteorológico de la Península estaba dominado por el paso de pequeñas DANAs que dieron lugar a fuertes tormentas en distintas zonas, sobre todo en el área mediterránea, y de las que me ocupé en una entrada anterior. Sin embargo, es ahora el tiempo de los vientos atlánticos del suroeste, los famosos ábregos o vientos llovedores responsables en buena medida del abastecimiento de agua a la vertiente atlántica.

Tradicionalmente, estos temporales se consideran provocados por el paso de sucesivos frentes unidos a borrascas atlánticas situadas al oeste de la Península o bien, como en el caso de estos días, al lento paso de un único frente que, por esa lentitud, va dando precipitaciones más localizadas pero muy persistentes, sobre todo en vertientes montañosas orientadas al sur.

Mapa de superficie previsto para la madrugada del jueves 9 de octubre por el Met. Office británico. El frente, a veces con algunas ondulaciones en su seno, comienza su lento recorrido por la Península mientas los suroestes o ábregos soplan delante de él

Pues bien, sin que esta explicación tradicional pierda validez, la disposición rutinaria de imágenes de satélite, y sobre todo las obtenidas en los canales de absorción de vapor de agua permiten ver estas situaciones en un contexto más amplio, en el marco de las grandes circulaciones atmosféricas ligadas a los importantes transportes de calor latente y sensible entre Ecuador y Polos. Me refiero a las estructuras conocidas como cintas transportadoras de aire cálido (warm conveyor belts en inglés) y los ríos atmosféricos (atmospheric rivers en inglés). Voy a referirme a ellos aprovechando las imágenes de hoy mismo de Meteosat.

El concepto warm conveyor belt fue introducido en Estados Unidos por Sanders hacia 1980. Es una amplia estructura ligada a las borrasscas extratropicales que aparece en las imágenes de vapor de agua como una gran banda de color blanco lechoso que, arrancando de latitudes subtropicales o incluso tropicales, se dirige hacia las latitudes medias y polares transportando una gran cantidad de energía en forma de calor latente ( mediante su gran contenido en humedad y de calor sensible) y constituyendo uno de los grandes mecanismos de transporte energético en la atmósfera.

En esta imagen tomada de un módulo del programa de formación meteorológica COMET queda claramente representada la relación entre una imagen de borrasca extratropical vista por el canal infrarrojo (zonas "nubosas" blancas), los frentes cálidos y fríos y el warm conveyor belt junto con otras estructuras. El warm conveyor es la flecha naranja que va ascendiendo de nivel y creando así nubes más espesas y de mayor eficiencia en cuanto a precipitaciones. Obsérvese que son conceptos complementarios y no opuestos.

En esta imagen del canal WV de Meteosat del 8 de octubre a las 06 UTC puede verse una larga y amplia banda blanca que se dirige hacia la Península Ibérica desde latitudes tropicales. Es un  warm conveyor belt inducido o quizás mejor unido a la gran borrasca situada en las Islas Británicas y a una vaguada situada al sur de ella

Pues bien, en el seno de un warm conveyor belt suelen existir en una ubicación muy cercana al frente frío una especie de bandas alargadas de carácter filamentoso en las que se concentra la mayor cantidad de la humedad transportada por el warm conveyor y que suelen ir unidas a vientos fuertes en niveles bajos. Su observación continuada y estudio dio lugar a la introducción del concepto de atmospheric river en un artículo publicado en 1998 por los investigadores de Zhu y Newell del MIT en Estados Unidos. Su importancia es grande ya que la cantidad de humedad transportada es mayor que la de cualquier gran río terrestre y está por tanto unido a la producción de precipitaciones muy importantes, sobre todo cuando incide de forma más o menos perpendicular a obstáculos orográficos y más aún si la situación se torna bastante estacionaria. 

Imagen de un río atmosférico que se dirige hacia Gran Bretaña donde diversos estudios relacionan importantes inundaciones con estructuras de este tipo. La escala viene dada por cantidad de vapor de agua integrado medida en centímetros (fuente ERA/Interim)

La definición científica de un atmospheric river depende de la variable que se emplea para estudiarlo pero puede decirse que es una banda de no menos de 2000 km de longitud y con una anchura no mayor de 1000 km en la que el contenido integrado de vapor de agua es al menos de 2 cm. Una amplia información sobre estos ríos puede encontrarse en esta nota de NOAA y en algunos artículos del investigador español Luis Gimeno y colaboradores y muy especialmente en éste que  se ha publicado este año.

Los atmospheric rivers pueden ser localizados en los modelos numéricos ya que las definiciones dadas están basadas en variables que ellos proporcionan. Su representación explícita es de gran importancia para la predicción y vigilancia de situaciones de potenciales precipitaciones importantes. Además, en el contexto del calentamiento global su importancia va a ir aumentando ya que el aumento de la temperatura del aire hará que su contenido y transporte de vapor de agua sea aún mayor. 

Aunque existe muy poca documentación sobre la incidencia de estas estructuras en España es claro que estamos afectados por ellos en gran parte de nuestros temporales del suroeste. Probablemente son los responsables de algunos importantes registros de lluvia en la vertiente atlántica y sobre todo en zonas de grandes realces orográficos como Grazalema, Gredos o algunas sierras del macizo Galaico. Pero veamos cual es la situación actual:

En esta imagen producida en la madrugada de hoy, 8 de octubre, por el Space Science and Engineering Center (SSEC) de la Universidad de Wisconsin, puede verse como existe una marcada concentración de agua precipitable total en la zona donde aparecía el warm conveyor belt y como existen algunos filamentos internos más marcados que podrían indicar un río atmosférico aunque de carácter débil a moderado. No sería de extrañar que su magnitud aumentara a medida que la circulación gire más al suroeste. 

Parece claro, de acuerdo con la imagen anterior, que estos días podemos estar afectados por un río atmosférico de características débiles o moderadas pero que puede ir fortaleciéndose a medida que la circulación se haga más del suroeste. Conviviremos por tanto con los ábregos y con el río en su seno..Pero me queda una duda...¿se acelerarán estos vientos en la zona del río como la investigación afirma pero curiosamente no recoge la definición?


Nota: Estas atractivas e interesantes imágenes del SSEC pueden ser obtenidas aquí

1 de octubre de 2014

Octubre, los primeros fríos y los grandes diluvios


Octubre es un mes “serio”. Tras los primeros adelantos de septiembre, en octubre el otoño se instala ya de modo definitivo. El aire polar comienza a descender de latitud, más tímidamente durante la primera quincena, dando lugar a algunos episodios característicos tales como el cordonazo de San Francisco (día 4). El “cordonazo” no es sino el paso de un frente por el tercio norte peninsular que deja algunas lluvias en esas zonas y provoca un refrescamiento en la mitad norte, sintiéndose ya un ambiente casi otoñal, tal como atestigua el refrán:

La otoñada mas segura, San Francisco la procura




Pero todavía llegan algunos penúltimos recuerdos del calor en forma de “veranillos”. Así, tras el “cordonazo”, suelen venir algunos días tranquilos y soleados que se conocen como el veranillo de las rosas otoñales o del Pilar y que muchas personas del interior de la Península consideran como el periodo de tiempo mas agradable del año:

El otoño en Castilla es una maravilla

 Si bien durante las horas centrales del día las temperaturas son muy agradables, las madrugadas empiezan a ser frías apareciendo ya algunas heladas débiles por las tierras altas del interior peninsular. La gran diferencia de temperaturas entre unas horas y otras hace que las personas tengan muchas dudas sobre qué ropa ponerse y aparecen ya los primeros catarros de la temporada. En cualquier caso, la bajada de la temperatura media del mes es notable ya que pasa de los 20,3ºC de septiembre a los 15,4.

En Octubre de la sombra huye; pero si te pones al sol, cuida de la insolación

Sin embargo, un tiempo seco aunque pueda ser algo frío, es ideal para rematar las labores de vendimia que se harían muy difíciles con suelos encharcados.

Una vez que pasa el Pilar suele empezar otro ciclo meteorológico, como de nuevo atestiguan diversos refranes:

Hacia la Virgen del Pilar, el tiempo comienza a cambiar

El chorro polar baja más de latitud, ya sea en bloque o en configuraciones muy onduladas, pero normalmente, de una forma u otra, las lluvias otoñales empiezan a llegar de modo que la precipitación media del mes es de 69 mm, 26 más que la de septiembre. Son precipitaciones muy esperadas para las labores de siembra ya que es prácticamente imposible hacerlo sobre los suelos resecos por la sequía veraniega.

A la primera agua de octubre, siembra y cubre

Cuando estas lluvias se retrasan y el otoño empieza seco, la preocupación de los agricultores es grande; la situación se torna angustiosa si esa ausencia de lluvias se sigue prolongando durante el transcurso del otoño, y no sólo por la afectación a las labores agrícolas, sino por el descenso continuo de los niveles de los embalses con su incidencia en el abastecimiento a pueblos y ciudades.

Si la bajada del chorro es “en bloque”, se establece una circulación de carácter zonal, es decir, de oeste a este, con arrastre de frentes y borrascas atlánticas. Dependiendo de la latitud concreta por la que transiten, originan temporales de lluvias más o menos significativos, bien por el cuadrante noroeste peninsular o por toda la vertiente atlántica. Son los temporales de vientos ábregos o llovedores, tan conocidos, y generalmente tan deseados, en la vertiente atlántica siempre que lleguen en el momento adecuado, pero que, sin embargo, originan un tiempo seco y cálido en las vertientes cantábrica y mediterránea.






 Ocasionalmente, algunas de estas borrascas fueron en su origen ciclones tropicales que recurvan su trayectoria en pleno Atlántico y se dirigen hacia latitudes más altas. En ese camino van abandonando su naturaleza tropical, en la que toda su energía la obtenían de procesos convectivos, y adquieren otra de carácter extratropical en la que ahora esa energía proviene del choque entre masas de aire cálidas y frías. Este tipo de borrascas son, en general, muy poco frecuentes en el área de la Península Ibérica ya que suelen dirigirse mas hacia el norte. Alguna vez pueden afectar sobre todo a Galicia y área Cantábrica, donde originan fuertes vientos y, a veces, intensas precipitaciones. Así ocurrió con la borrasca procedente del ciclón tropical Hortensia que llegó a Galicia a principios de octubre de 1984 con rachas de 140 km/h seguida, poco tiempo después, ya en noviembre, por la procedente del ciclón Klaus y que no debe confundirse con otra profunda borrasca, también denominada así, procedente esta vez de una ciclogénesis explosiva y que también afectó a Galicia y al área Cantábrica en enero de 2009.

Ahora bien, si lo que predomina es una circulación de carácter mas bien meridiano, con marcadas ondulaciones del chorro y generación de depresiones aisladas en los niveles altos (DANAs), las lluvias suelen tener mayor intensidad debido a la gran inestabilidad que suele acompañar a este tipo de perturbaciones. Aunque pueden afectar a todas las regiones españolas dependiendo de su ubicación concreta, las más importantes suelen registrarse en zonas cercanas a los litorales, ya que el agua del mar, todavía cálida, origina sobre ella un “colchón” de aire cálido y húmedo que es el mejor “combustible” para el desarrollo de las grandes nubes convectivas típicas de estas situaciones. La mayor frecuencia corresponde al área mediterránea –donde la lista de fechas de grandes inundaciones incluye prácticamente a todos los días del mes- debido a una cierta tendencia de las DANAs a ubicarse sobre el triángulo Gibraltar-Madeira-norte de Marruecos. De esta forma, la perturbación presenta su zona delantera, la de mayores velocidades verticales ascendentes, sobre el Mediterráneo español. Situaciones tales como las del 13 de octubre de 1957 y el 20 de octubre de 1982 en la Comunidad Valenciana o el 20 de octubre de 1973 en Andalucía oriental han quedado inscritas en la memoria colectiva española como símbolos de estos diluvios.


La muy conocida pero siempre espectacular imagen del 20 de octubre de 1982 (Imagen GIBBS/ISCCP)

Pero también pueden aparecer estas copiosas lluvias, aunque con menor frecuencia, en otras zonas españolas. Así, en el área Cantábrica, cabe recordar algunas situaciones tales como las acaecidas el 13 de octubre de 2005 con registros de 243 mm en Piñeres (Cantabria) y 238 en Amieva (Asturias) con una DANA situada sobre el centro peninsular o la del 14 de octubre de 1953 en Guipúzcoa con 314 mm en Oyarzun y 237 mm en Legazpia en el marco de una situación muy parecida a la anterior.


Situación del 13 de octubre de 2005 con importantes precipitaciones en el área cantábrica. Obsérvese la conexión subtropical con inyección húmeda a niveles medios mientras que en niveles bajos seguramente se estaba produciendo una entrada de aire mediterráneo remontando el Valle del Ebro. Probablemente entraban en juego tres masas de aire. (Imagen GIBBS/ISCCP)
 En estos casos, si bien el aire húmedo cantábrico juega un papel primordial en la producción de las precipitaciones, se ha observado, sobre todo en las que se generan en Euskadi, el aporte de aire mediterráneo que remonta a través del Valle del Ebro succionado por la zona de convergencia en superficie, a veces una verdadera borrasca, que se establece en aquella zona. Por otra parte, también  Canarias pueden verse afectadas por estas situaciones cuando la vaguada atlántica se hace muy profunda y afecta a esa zona pudiendo a veces llegar a cerrar una DANA. Una situación de ese tipo fue la del 23-24 de octubre de 1987 que dejó 250 mm en Anaga (Tenerife), 190 en La Gomera y más de 100 en La Palma.


Situación del 23 de octubre de 1987 con importantes lluvias en Canarias. Obsérvese la profunda vaguada atlántica y el importante remonte subtropical (Imagen GIBBS/ISCCP)
Por tanto, si la evolución es la normal, octubre es un mes que suele ser generoso en lluvias aunque predominen más en unas u otras de las regiones españolas dependiendo de la configuración concreta que adquiera la circulación del chorro. No es extraño que durante el mes se sucedan ambos tipos: a veces una circulación zonal con pequeñas ondas embebidas y sus correspondientes frentes finaliza con el avance de una onda mucho mas marcada que acaba cerrándose y dando lugar a una DANA. Y no cabe olvidar que, a veces, estas ondas tan marcadas llevan un aire muy frío en su seno de modo que pueden dar lugar a un prematuro temporal de nieve por encima de los 1000 o 1200 metros tal como ocurrió en los últimos días de octubre de 2008 en zonas de Castilla y León y del interior de la Comunidad Valenciana.

Es curioso, en cualquier caso, la importancia predictiva que la meteorología popular otorga a las lluvias de octubre y que se resume en:

Cuando llueve en la luna de octubre, siete lunas cubre

 Aunque ha existido alguna controversia sobre, a qué fase concreta de la Luna se refiere, un experto astrometeorólogo, José Luis Pascual, entiende que se habla más bien del carácter general del mes de octubre.

Ahora la incógnita es que nos va a deparar este mes de octubre que empezamos. Por una parte parece ya dibujarse el cordonazo de San Francisco con una vaguada afectando al tercio norte peninsular entre los días 4 y 5:


Este mapa de 500 hPa previsto para las 12 UTC del próximo 5 de octubre y obtenido por el sistema de predicción por conjuntos del Centro Europeo muestra bastantes posibilidades de que una vaguada afecte al tercio norte -mitad norte peninsular


Después, hacia mediados de la próxima semana, parece haber posibilidades de que se presente un temporal del suroeste con vientos ábregos que sería muy bien recibido en la vertiente atlántica:

Mismo mapa anterior pero ahora previsto para el 8 de octubre. Cuanto más fuerte es el color morado más incerteza hay en esa evolución pero algo parece moverse hacia un temporal del suroeste

Y ya no podemos ir más allá, pero esperemos que llegue ese temporal de levante a la vertiente mediterránea pero con lluvias abundantes y , si es posible, relativamente tranquilas. Esperemos que este otoño ya toque.