14 de diciembre de 2022

La familia Meteosat: Nuevos horizontes...y algunos recuerdos


Ayer fue lanzado con éxito el primer satélite de la tercera generación de Meteosat, algo que puede dar lugar a un avance muy sustancial tanto en las actividades de vigilancia y predicción inmediata (nowcasting) como de predicción numérica.

Esta nueva generación consta de dos "constelaciones". Cada una de ellas está formada por dos satélites de toma de imágenes y de detección de descargas eléctricas y otro con funciones de realización de sondeos y de detección de la calidad del aire. Tras el satélite de toma de imágenes que acaba de ser lanzado, se prevé que en 2024 lo haga el sondeador y en 2026 el segundo dedicado también a la toma de imágenes, de forma coordinada con el primero. Aproximadamente diez años después del lanzamiento de cada uno de ellos, irían al espacio sus sustitutos dando lugar así a la "segunda constelación" de esta tercera generación de Meteosat. Se estima que el satélite que acaba de ser lanzado se hará completamente operativo en el plazo aproximado de un año mientras que todas las capacidades que va a ofrecer la constelación de los tres satélites estarán disponibles cuando todos ellos se encuentren en órbita. 

Los satélites de la tercera generación de Meteosat tienen una estructura muy distinta a los de la primera y segunda ya que aquellos estaban estabilizados por rotación y tenían forma cilíndrica. (EUMETSAT)

El satélite de toma de imágenes dotado de 16 canales tomará imágenes del disco terrestre cada diez minutos y podrá hacerlo cada 2,5 minutos de una zona más restringida del hemisferio norte (básicamente Europa). Trabajará a una resolución entre 0,5 y 2 km dependiendo de los canales y del tipo de operación. Por su parte el detector de descargas eléctricas las registrará sobre cuatro áreas que cubren completamente todo el disco con una resolución espacial de unos cuatro kilómetros. Todas estas características nos dan una idea de las grandes posibilidades que este satélite va a proporcionar para el estudio y vigilancia de todo tipo de fenómenos atmosféricos pero muy especialmente en los de tipo convectivo que cada vez preocupan más por su intensidad.

El satélite de adquisición de imágenes y de detección de descargas eléctricas. Tras el lanzamiento ya efectuado del primero de ellos, el del segundo está previsto para el primer trimestre de 2026 (EUMETSAT)

Por su parte el satélite sondeador trabajará en varias bandas del espectro infrarrojo con una resolución de 4 km y obteniendo sondeos sobre todo el disco cada hora y cada media hora sobre Europa. Es obvio lo que estas resoluciones espaciales y temporales suponen para la correcta inicialización de los modelos numéricos a todos los plazos y muy especialmente para los de muy alta resolución de tan gran importancia para la predicción de fenómenos adversos y también muy especialmente los de carácter convectivo. También dispondrá de otro sondeador en bandas de los espectros ultravioleta, visible e infrarrojo cercano para la vigilancia continuada de la calidad del aire.

El satélite para la realización de sondeos y vigilancia de calidad del aire. Su lanzamiento está previsto para el segundo trimestre de 2024 (EUMETSAT)

En resumen, la puesta en marcha de esta tercera generación de Meteosat es en mi opinión un avance de importancia trascendental y uno de los grandes aportes de la comunidad meteorológica y espacial europea en las acciones de mitigación del cambio climático y de la mejora de la predicción en sus distintas escalas. 

Y para poder calibrar lo que supone este avance me parece que puede resultar oportuno recordar cómo viví -y como vivimos en el INM- los primeros tiempos de utilización de los primeros satélites de la primera generación de Meteosat a partir de su primer lanzamiento en 1977. Lo haré con la ayuda de algunos textos de mi libro “Recuerdos del tiempo”.

Meteosat de primera generación

Primera imagen tomada por el primer satélite Meteosat el 9 de diciembre de 1977

El INM adquirió el primer equipo de recepción de imágenes de Meteosat en baja resolución (analógica) a finales de los setenta y pocos años después se instalaron en otras unidades operativas del INM. Así lo recuerdo:

“Ahora me resulta increíble que pudiéramos trabajar sin imágenes de satélite, pero entonces no se echaban para nada de menos. Si bien se había instalado hacia 1968 un receptor de imágenes de satélites polares norteamericanos, el producto que se recibía era de baja calidad y sólo llegaban tres o cuatro veces al día. Aparecían por las mesas de trabajo como algo casi anecdótico. En 1979 u 80 se adquirió una antena y una nueva cadena de recepción para recibir, además de los polares, el Meteosat-1 que se había lanzado en 1977. Al principio las imágenes, aunque mucho más frecuentes, seguían teniendo una calidad muy deficiente debido a las características de la impresora pero ya, cuando se adquirió un reproductor fotográfico mejor, los predictores empezaron a interesarse un poco más.

Así eran las imágenes que recibíamos de los primeros Meteosat transmitidas por el sistema WEFAX desde el Centro de Operaciónes de la Agencia Espacial Europea (ESOC) en Darmstadt

El problema era que nadie sabía interpretarlas bien. En las del canal visible veíamos bandas nubosas, espirales, nubes que parecían nieblas…, en fin, algo más o menos reconocible, pero las del infrarrojo, al ser imágenes térmicas, nos resultaban de mucha más difícil interpretación. Sin embargo, era el canal que tenía una difusión más frecuente, tanto de noche como de día. Y no digamos nada del canal de absorción de vapor de agua, que siempre nos pareció una ruidosa radiografía de contraste y que de alguna manera lo es, aunque ahora ya sin ruidos…

Yo trabajaba ya en el Centro de Análisis y Predicción y esperaba con gran interés la llegada de cada nueva imagen:

"Como el equipo de recepción estaba situado dos plantas más arriba, le correspondía al operador de la estación bajarlas al Centro de Predicción una vez recibidas. En general las traía puntualmente aunque con algún lógico retraso de vez en cuando teniendo en cuenta que no era realmente esa su función. Cuando la situación era interesante, yo tenía tantas ganas de estudiar la nueva imagen que subía directamente a recogerlas. Como tenían un horario fijo de recepción –todavía recuerdo que la transmisión comenzaba cada hora a los minutos +12 y +42- y ésta duraba unos tres minutos, me subía a la hora crítica y, bajo la mirada medio atónita y medio divertida del operador, me pegaba al equipo de recepción e iba viendo salir la imagen línea a línea hasta que finalizaba. Inmediatamente –y con el agradecimiento del operador al que le ahorraba varias subidas y bajadas- volvía de nuevo a la oficina para examinar la imagen  con Paco Dana  y con otros compañeros del Centro.

Pocos años después, en una remodelación de la Sala de Análisis, el equipo de recepción de satélites se instaló en un anejo a la propia sala y se acabó –para los operadores y para mí- aquella hermosa, pero trabajosa tarea de subir a por nubes y bajar con nubes".

Los graves sucesos de la pantanada de Tous y de las inundaciones del País Vasco de agosto de 1983, dieron lugar al establecimiento de un amplio plan de renovación tecnológica en el INM. Uno de sus pilares básicos era la recepción y rápido proceso de las imágenes Meteosat en alta resolución a través de un sistema que denominamos SAIDAS:

Una de las primeras imágenes en alta resolución de la situación del 20 de octubre de 1982 obtenida a través del sistema McIdas que se convertiría en el "corazón" del SAIDAS.


"Pero nos preocupaba mucho el retraso con que nos llegaban las imágenes Meteosat para su aprovechamiento en la vigilancia y en la predicción inmediata. Teniendo en cuenta que Meteosat exploraba todo el disco terrestre durante unos 25 minutos y que el postproceso de las imágenes se hacía en ESOC, la sede operativa de la Agencia Espacial Europea en Darmstadt, una vez acabada la recepción de la imagen completa, el resultado era que las imágenes nos llegaban media hora después de que hubiera ocurrido el fenómeno o situación que nos mostraban. Ese retraso nos resultaba inaceptable y en aquella ebullición de creatividad en que estábamos inmersos se nos ocurrió si no sería posible recibir en SAIDAS la imagen “bruta” y hacer aquí de forma más rápida el postproceso de Darmstadt. Y nos lo propusimos como si fuera la guinda final de nuestro diseño".

Y nos propusimos plantear esta idea tanto en ESOC como en el centro de Ciencia e Ingeniería Espacial de la Universidad de Wisconsin (SSEC), creadores del sistema McIdas de proceso de imágenes satelitales: 

"Empezamos por visitar el Centro de Operaciones de ESA en Alemania, el ESOC. Allí, con toda osadía, expusimos nuestros planes y nuestra idea de intentar recibir la emisión directa de Meteosat –el “raw data”- para disponer de las imágenes lo antes posible. Supongo que internamente pensaron que estábamos locos, ya que nadie se había planteado anteriormente eso; era algo que requería unos esfuerzos técnicos y económicos considerables. Sin embargo, nos escucharon respetuosamente defender con vehemencia y convencimiento nuestros argumentos sobre la vigilancia de los fenómenos convectivos mediterráneos. No opusieron ningún reparo conceptual a los planes, salvo advertirnos de las dificultades, y nos prometieron toda su colaboración. Creo que estaban seguros de que acabaríamos abandonando esa loca idea”.

En paralelo con nuestras actividades en torno a McIdas seguíamos en el empeño de conseguir la recepción directa de Meteosat. Lo habíamos hablado en Madison y la gente del SSEC no veía problemas importantes si bien tendrían que estudiarse con mas detalle las características específicas de la emisión “raw” o “bruta” de Meteosat. Llevando con nosotros el estupendo aval del SSEC, visitamos el laboratorio de Meteorología Dinámica de la Universidad Politécnica de París, que llevaba a cabo de forma no operativa la recepción de esa emisión y también volvimos de nuevo al ESOC en Darmstadt para discutir el tema con más profundidad. Nadie veía pegas insalvables, aunque creo que seguían interiormente entre extrañados e incrédulos por lo que estos españoles pretendían.

Finalmente no fue necesario llevar a cabo la recepción directa ya que ESOC adelantó mucho la emisión de las imágenes pero aquel proceso fue una gran experiencia para nosotros. Y curiosamente en aquellos primeros ochenta ya empezaron las reuniones para el diseño de la segunda generación de Meteosat, la que hasta es la operativa: 

A finales de 1984, fui con mi compañero Pepo Juega a Avignon para participar en la primera reunión preparatoria de la segunda generación de satélites Meteosat ¡18 años antes de que el primero de esta serie fuera lanzado! El diseño se hacía siempre con muchos años de adelanto, y en aquel caso se trataba de empezar a conocer que requerían los usuarios de los futuros Meteosat. En otra situación, Pepo y yo hubiéramos asistido a la reunión bastante despistados, pero nuestra experiencia en el diseño del SIVIM y sobre todo nuestro aprendizaje con los amigos del SSEC de Madison, nos hizo asistir a ella con ideas y planteamientos bastante claros. Intentábamos que los nuevos Meteosat fueran evolucionando hacia el diseño de los GOES norteamericanos. Recuerdo especialmente la cerrada defensa que hicimos de la inclusión del canal de absorción de vapor de agua. En los Meteosat de primera generación había figurado más como un experimento que como un canal operativo y había dudas sobre su inclusión en la siguiente generación. A partir de los estudios que habíamos hecho en Madison, veíamos importantísima su disponibilidad futura. Así dejamos constancia y en reuniones posteriores cada vez más países abogaron por su disponibilidad.

Podría seguir contando más “historias” de Meteosat durante los años posteriores y de la operatividad que desarrollamos con él así como de los interesantes productos derivados que se obtuvieron y se siguen obteniendo. No es necesario, se trataba solo de recordar muy por encima de donde venimos  para valorar adecuadamente lo que supone este inicio de la tercera generación de Meteosat. 



2 comentarios:

  1. Aquello fue una aventura para nosotros, Angel, pero un éxito para el prestigio del INM en Europa. Estábamos a punto de ingresar en la CEE y recuerdo por ejemplo que nuestras entradas en aeropuertos europeos eran por las colas de inmigrantes extranjeros, cuando ya había colas de ciudadanos europeos. El congreso de Avignon para Meteosat 2ª generación fue en Junio de 1984. Recuerdo en el hotel ver los partidos de Roland Garros a Sanchez Vicario y a José Higueras....

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    1. Qué buena memoria, yo a tanto no llego. Pero sí recuerdo nuestra insistencia en el canal de vapor de agua cuando todavía no se apostaba mucho por hacerlo operativo. Grandes y hermosos tiempos aunque nos tocó currar de lo lindo ¡y viajar mucho...con lo poco que me gustaba a mí!

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