Todo parece indicar que este fin de semana va a finalizar el largo proceso de retrogresión atmosférica que se puso en marcha el pasado lunes y al que dediqué las dos últimas entradas de este blog (Juegos de tronos y Siguiendo a los actores). Un fuerte segmento del chorro subtropical va a poner fin al "tiempo del este" y van a ser de nuevo las circulaciones atlánticas las que predominen otra vez sobre nuestro territorio. En cualquier caso, la evolución nos ha brindado interesantes imágenes de satélite y curiosos análisis de los niveles medios de la atmósfera, al tiempo que nos ha permitido profundizar un poco más en las complejidades y dificultades de predicción de este tipo de procesos.
La situación era relativamente preocupante porque iba a dar lugar a la formación de algunas DANAs, que a su vez podrían originar fuertes lluvias en distintas zonas, pero sobre todo en el área mediterránea. Esas lluvias tuvieron lugar fundamentalmente durante el miércoles, y aunque algunas de ellas, por su intensidad, originaron algunos problemas puntuales -y por desgracia algún fallecido- han sido en general muy beneficiosas para muchos lugares donde el agua estaba siendo ya realmente necesaria. Fue el fruto de un gran sistema -o complejo- convectivo, la estructura nubosa y precipitante en que se convirtió en el aspecto visible de esta situación.
Imagen del sistema o complejo convectivo que se desarrolló sobre una amplia zona mediterránea durante la madrugada y mañana del 30 de septiembre (Imagen AEMET) |
Fue justamente la actividad de la DANA del miércoles la que ha dado lugar al mayor número de debates en las redes sociales, básicamente por tres razones. En primer lugar era difícil saber cómo y donde se iba a formar la baja de superficie que debería provocar el flujo húmedo de levante que focalizaría las precipitaciones más intensas. Se trataba de una situación un poco atípica porque la interacción de la DANA con otra onda de una circulación subtropical que discurría muy poco al sur de ella, hacía que la primera no quedase muy bien definida, ni su ubicación fuera la más "adecuada". Al final, los modelos manejaron relativamente bien la ubicación de esa baja y las lluvias más importantes afectaron, como estaba básicamente previsto, al archipiélago balear y de forma más puntual a zonas de Cataluña y de la Comunidad Valenciana.
El segundo debate provenía de la profundización que pudiera sufrir esta baja de superficie y que condicionaría en gran medida los vientos que pudiera producir. La duda venía porque algunos modelos, sobre todo, los de más alta resolución, parecían exagerarla mucho, de modo que la borrasca aparecía como un ojo de buey en los mapas, casi con la apariencia que presentan los ciclones tropicales. Pues bien, la baja se profundizó lo suficiente como para provocar un fuerte temporal en la mar, pero no tanto como apuntaban esos modelos. La opinión de algunos expertos es que aquellos podrían haber exagerado más de la cuenta el desarrollo de la convección y, como consecuencia, la gran -y en buen parte artificial- cantidad de calor latente liberado habría causado esa anómala profundización. Pues bien, esta constatación da lugar a otro sub-debate en el sentido de hasta qué punto estos modelos pueden ser correctamente utilizados por personas no expertas en ellos y, sobre todo, que no estén al tanto de los cambios que periódicamente se producen en los mismos y de las consecuencias que esos cambios puedan originar. Dado que estos modelos están disponibles en Internet y van a seguir estando, mi opinión es que los Servicios Meteorológicos deberían publicar, también por Internet, una especie de guías o discusiones técnicas, tal como lo hace el Centro Nacional de Huracanes, en las que se razonara el comportamiento de los modelos en cada situación concreta y se explicara el porqué de seguir a uno u otro, dadas sus características y las de la propia situación. No es el momento de abundar en ello, pero creo que sería muy beneficioso para todos.
La tercera cuestión que se ha suscitado era si esta borrasca se iba a convertir en un medicane (ver esta entrada de mi blog quien desee conocer o recordar de qué se trata).
El debate ha sido interesante y agrada mucho ver cómo cada vez hay más personas muy formadas e interesadas en estas cuestiones, más allá de los propios profesionales. Pues bien, cuando escribo estas líneas, no hay todavía una conclusión cerrada, pero todo apunta a que le va a faltar muy poco para serlo. El problema, en cualquier caso, es que, tanto si lo es como si no, no hay ninguna institución autorizada oficialmente para definirlo, seguirlo, pronosticarlo y emitir, en su caso, las informaciones o avisos necesarios, tal como ocurre en el caso de los huracanes. La Organización Meteorológica Mundial es la que debería tomar postura y, en su caso, poner en marcha las medidas necesarias. Pero, tal como estamos viendo en el caso del "bautizo de borrascas" al que ya me referí en una entrada anterior, las propuestas y acuerdos internacionales, y más en estos campos, tienen una gestión compleja y muy, muy lenta. Una vez más, las informaciones, los debates y los retos cabalgan sobre las redes sociales a una velocidad que sobrepasa a los en general lentos reflejos de las instituciones oficiales. Es hora de reinventarse si se quiere mantener un servicio público eficaz y coordinado.
Y para finalizar, recordar, aunque no sirva para mucho, el gran interés que tendría llevar a cabo un experimento de campo sobre estas situaciones y estas lluvias mediterráneas, tal como ya comentaba en la entrada dedicada a las últimas lluvias de la Valldigna. Sería la forma de entenderlas mejor y los modelos de predicción podrían simularlas de un modo mucho más acertado. ¿No sería una importante prioridad científica y, sobre todo, social?
Un placer leer sus artículos. Se aprende y disfruta mucho. Muchas gracias.
ResponderEliminarMe alegra que sea así. Muchísimas gracias!
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