16 de noviembre de 2020

Theta, otro ejemplo más...y otra llamada de atención

 

La tormenta tropical Theta se diluye ya como un vórtice de nubes bajas en la zona de Madeira. Su aparición y desarrollo ha sido otra muestra más de la subtropicalización de la atmósfera en nuestras latitudes, que estos días se manifiesta además por la suavidad de las temperaturas y la humedad relativamente alta en muchas zonas de España. Es verdad que el chorro polar nos visita de vez en cuando, pero la mayor parte de las veces lo que hace, al presentar una estructura muy ondulada, es dejarnos algunas estructuras tipo dana.  Y cuando eso ocurre en zonas atlánticas pueden darse las condiciones para el nacimiento en su seno de estructuras tropicales o subtropicales y,  si es en  el Mediterráneo, de gérmenes de posibles medicanes.

Esta imagen de uno de los canales IR de Meteosat corresponde al día 12 de noviembre. Theta se formó al SW de Azores bajo una débil dana y como una estructura muy unida a un marcado remonte de aire húmedo tropical/subtropical. Aunque se la llegó a catalogar como tormenta tropical tardó en adquirir la estructura característica. La circulación polar discurría mas al norte y sus vaguadas no llegaron a captarla y se trasladó lentamente hacia el este.

Hoy, 16 de noviembre, lo que queda de Theta es un remolino de nubes bajas centrado sobre Madeira, que se irá desplazando hacia el norte hasta ser completamente integrado en la circulación del chorro polar. Mientras tanto la Península Ibérica se encuentra afectada por una tibia y húmeda masa de aire subtropical.

Se arguye con alguna frecuencia que fenómenos de este tipo no son algo exclusivo de los últimos veinte o treinta años y que han ocurrido también en otras épocas. Es verdad; cuando no había imágenes de satélites meteorológicos, los predictores se veían sorprendidos alguna vez por la aparición de borrascas de gran intensidad, sobre todo en Canarias o en la fachada atlántica peninsular, que no respondían para nada a los modelos conceptuales de la escuela noruega y que eran mal simuladas por los incipientes modelos numéricos…cuando los había. Pero también es verdad que, desde la década de los setenta, cuando empezamos a disponer regularmente de imágenes de Meteosat, la aparición de estos fenómenos en nuestro entorno ha ido marcando una tendencia creciente. Algo que, por otra parte,  no es extraño en absoluto si tenemos en cuenta que existe una mayor energía disponible y que los aires polares o árticos nos visitan menos y con menos intensidad. En  cualquier caso, y a este respecto, sería muy interesante disponer de un amplio catálogo de situaciones de estos tipos basado en todos los datos disponibles, tanto históricos como en los modernos reanálisis.

En relación con esta situación conviene destacar el buen comportamiento en mi opinión de los modelos del Centro Europeo. Salvo la ligera desviación hacia Canarias -que solo se detectó tres o cuatro días antes por el modelo determinista –aunque era una de las posibilidades que no dejó de contemplar el sistema “ensemble”-, tanto su trayectoria como su desarrollo fue bastante bien descrita desde una semana antes, incluyendo el brusco giro hacia el norte en la última parte de su vida. Con la guía de esos modelos, AEMET emitió las correspondientes predicciones y avisos de una forma, a mi juicio, muy medida y ajustada, informando adecuadamente sin oscurantismos ni alarmismos y manejando matices y probabilidades. A este respecto, siempre he sido de la opinión de que hay que dar la información de que se dispone en cada momento pero añadiendo necesariamente la probabilidad de ocurrencia, y aprovechando cada ocasión que se presente para explicar cómo utilizar esos datos de forma correcta.

No me cansaré de repetirlo: la investigación de las evoluciones de estructuras subtropicales en nuestras zonas atlánticas y mediterráneas y de sus posibles consecuencias, es un campo en que la ciencia española debe invertir mucho más de lo que hasta ahora está haciendo. En cualquier caso es una interesante señal observar la creciente participación en redes sociales, muy especialmente en twitter, de algunos expertos en estos temas a los que hay que agradecer su esfuerzo divulgativo e incluso con frecuencia pedagógico.

2 comentarios:

  1. Hola Ángel, tras las lluvias copiosas recién pasadas en el sector levantino días 5 y 6 noviembre que han llenado nuestras mermadas reservas, nos enfrentamos de nuevo a nivel peninsular a un nuevo episodio lluvioso otoñal.
    De ésta tu exposición sobre la tormenta Theta, recalco tu frase: "Es verdad que el chorro polar nos visita de vez en cuando, pero la mayor parte de las veces lo que hace, al presentar una estructura muy ondulada, es dejarnos algunas estructuras tipo dana. Y cuando eso ocurre en zonas atlánticas pueden darse..."
    Lo comento porque en este futuro episodio, creo advertir que el chorro se descuelga de nuevo en zona oeste Galicia generando vaguada muy marcada, propulsada por el Anticiclón invasor desde Terranova.
    Ya para el jueves, tendríamos su Dana y con borrasca fría asociada esta vez, centradas ambas en oeste peninsular.
    Viernes y sábado, rodarían en arco por encima del estecho para volver a subir al alcanzar el mediterráneo (consultado en modelo GFS)y reabsorberse al chorro.
    Espero nos relates en tu blog detalles de este evento, y si al bajar tan al sur (costa de Marruecos y Argelia)detectas algún fenómeno ligado a subtropicalización de la atmósfera.
    Agradecido y un saludo!

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  2. Gracias Jorge. Pues como habrás visto acabo de publicar una entrada referida a esta situación, con lo que me abstengo de comentar mucho más salvo que quieras ampliar o comentar algo más. En principio no veo ningún fenómeno específico de subtropicalización aunque cuando las danas se colocan ahí, siempre hay que estar vigilantes. Un saludo.

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