25 de septiembre de 2015

Juegos de tronos

A partir del próximo domingo, y durante buena parte de la próxima semana, vamos  a asistir a una interesante evolución que va a cambiar los elementos claves de la circulación atmosférica en nuestro espacio geográfico. Probablemente originará lluvias abundantes en al área mediterránea que podrían extenderse también a otras zonas, y quizás, más a la larga, dar lugar a un temporal atlántico de lluvias. Este proceso, que cambia a unos "rectores" atmosféricos por otros,  es lo que los meteorólogos conocemos como retrogresión.

De la retrogresión me ocupé ya en una entrada anterior de este blog y a la primera parte de ella me remito para recordar algunos conceptos interesantes. Prefiero centrarme ahora a comentar, a grandes rasgos, las singularidades de la situación que ahora se nos presenta. Es una evolución importante porque, si se produce tal como apuntan algunos modelos deterministas, puede empezar dando lugar a un temporal de lluvias mediterráneo para, después, y como ya comentaba, ofrecer una posibilidad de entrada a las borrascas y frentes atlánticos. Cabe decir, en cualquier caso, que estas evoluciones son muy complejas tanto para modelos como predictores y que habrá que tener siempre muy en cuenta la información añadida que nos den los modelos probabilísticos. A fecha de hoy, estos modelos nos dan una probabilidad aceptable hasta el martes o miércoles siendo muy incierta la evolución posterior. Vamos a verlo.


En este mapa de 500 hPa, previsto para la madrugada del domingo, se observa una dorsal desde Portugal a las Islas Británicas. Esta dorsal se la puede ver ya hoy formándose y avanzando por el Atlántico. Más hacia el este, ocupando buena parte del área mediterránea, aparece un embolsamiento de aire relativamente frío. Aunque se vería mejor con imágenes en movimiento, la dorsal inicia una "frenada" en su desplazamiento hacia el este, como resultado de un proceso de reajuste en la circulación hemisférica del chorro polar, y empieza a inclinar su eje en dirección nordeste-suroeste. Ello conduce a una entrada -retrógrada- del aire frío centro y noreuropeo sobre la Península y Baleares, así como a un reforzamiento del anticiclón de superficie sobre las Islas Británicas y Países Bajos. Ese reforzamiento, y el afianzamiento de una zona de bajas presiones relativas en el norte de África, da lugar a la formalización de un flujo muy húmedo del este sobre el área mediterránea.



Dos días después, madrugada del martes, la evolución está ya mucho más madura. El aire frío ha llegado hasta el suroeste peninsular y, aunque el modelo no nos muestre una circulación cerrada tipo DANA, es probable que exista y que, al ser poco marcada, el intervalo de contorneo del mapa no lo detecte (las imágenes de vapor de agua si nos la mostrarían en su caso). Exista o no DANA, es probable que ya, desde antes, el flujo húmedo de levante en superficie, ayudado por el aire relativamente frío de capas medias y una cierta tendencia de la circulación a favorecer movimientos ascendentes, haya provocado lluvias abundantes en el área mediterránea.

Pero en lo que quiero fijarme ahora es en ese pequeño vórtice que se dirige hacia el suroeste sobre el norte de Italia. Nos indica -al igual que en otras situaciones de este tipo- la aparición de torbellinos en una circulación de aire frío desde los países bálticos hacia la Península. Estas circulaciones del este-nordeste suelen ser bastante inestables y provocan frecuentemente esos "enrollamientos" sobre sí mismas que dan origen a gérmenes de DANAS que pueden, o no, desarrollarse más. Pues bien, la evolución de ese vórtice, y sobre todo, del otro bastante más grande que aparece un poco al este de Escandinavia, parece que marcará nuestro tiempo durante la segunda mitad de la semana y podría incluso abrir la posibilidad de que pudieran entrar sobre la Península borrascas atlánticas al desplazarse al oeste-noroeste peninsular y facilitar una circulación del suroeste.

Sin embargo, hoy por hoy, no existe acuerdo entre los modelos deterministas más usados. Así, para el próximo viernes el modelo del Centro Europeo muestra esta configuración:



mientras que el GFS norteamericano muestra esta otra:


Como se aprecia, la diferencia es grande. El Centro Europeo muestra la borrasca fría -de procedencia centroeuropea- sobre la Península, mientras que el GFS parece colocarla mucho más al norte, al tiempo que otra baja situada sobre el Atlántico induce una circulación húmeda del suroeste sobre la Península. Evidentemente, situaciones con "tiempos" muy distintos.

¿Qué nos dice el modelo probabilístico para ese día?



Pues que la incertidumbre es bastante grande, sobre todo, y por lo que respecta a nosotros, en relación con la ubicación de la borrasca fría, que pudiera estar más al norte, tal como indica el GFS. También hay incertidumbre sobre la posición definitiva de la baja atlántica, que podría estar algo más cerca de la Península. Es decir, a fecha de hoy, la última parte de la semana es muy poco predecible, pero todas las posibilidades están abiertas.

De una forma u otra estas situaciones de retrogresión son muy interesantes. ¿Nos va a acabar llevando hacia un otoño húmedo -éste podría ser el comienzo- en la vertiente atlántica, tal como se atribuye a veces a la presencia de El Niño? De una forma u otra, el juego va a comenzar.

2 comentarios:

  1. Muy interesante e instructivo. Esperemos que esas lluvias lleguen pronto para beneficio de todos.Gracias.

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