9 de mayo de 2012

Hombres y mujeres del tiempo, divulgadores, meteorólogos...


La información meteorológica siempre ha sido un tema irrenunciable para cualquier medio de comunicación. Durante los años 70, 80 y parte de los 90 no se concebía que esta información no la diera alguien ligado de algún modo al Servicio Meteorológico Nacional o al Instituto Nacional de Meteorología (INM). Sin embargo, la creciente liberación de los productos meteorológicos tales como los del Centro Europeo, la libre disponibilidad de datos y mapas de todo tipo por Internet y el imparable requerimiento de la sociedad para disponer de informaciones relacionadas con el tiempo y el clima, hizo que, desde hace bastante tiempo, hayan surgido un buen número de personas de procedencias muy distintas y no pertenecientes a ninguna institución oficial que se dedican a presentar, y en muchos casos a elaborar, la información meteorológica en prensa, radio, televisión y por supuesto en Internet.

He de confesar que entre los integrantes del INM, las primeras apariciones de personas en los medios con el apelativo de “meteorólogos” incomodaban bastante. Habíamos tenido siempre a gala que el título de “meteorólogo” lo daba sólo el Instituto y considerábamos un claro intrusismo la aparición de estos nuevos “compañeros”. Yo mismo, como responsable de Predicción en aquella época, también me sentí bastante contrariado.

Con el paso del tiempo fui viendo – y creo que otros compañeros también- que la evolución era imparable y que además estas personas llenaban unos espacios que el Instituto no podría ocupar nunca. Descubrí  por otra parte que, aún habiendo de todo, algunas de ellas estaban muy bien formadas  -con frecuencia procedían de carreras universitarias muy ligadas a la meteorología o habían sido buenos autodidactas- y tenían también unos estupendos dotes de comunicación.  Entonces decidí ser objetivo en el tema y aceptar la definición que la RAE hace para meteorólogo o meteoróloga: “Persona que profesa la meteorología o tiene en ella especiales conocimientos”. Y por supuesto, “meteorólogo del Estado” es aquella persona que recibe este título administrativo por parte de la ahora AEMET y ejerce oficialmente esta actividad.

Una vez subsanado el “conflicto” al menos para mí y tras haber ido conociendo a través de Internet, y sobre todo de twitter, la gran actividad existente en este campo, es cuando quiero plantear una reflexión personal tan opinable como cualquier otra. Creo que este colectivo presta un servicio público importante y como tal servicio debe cuidarse lo más posible. Tiene que ofrecer, todavía más, informaciones útiles, eficaces y sencillas pero sin necesidad de renunciar en absoluto a todas las posibilidades que la meteorología moderna ofrece. Para conseguirlo, y salvo algunas excepciones, creo que sería necesario llevar a cabo algunas acciones que posibilitaran disponer de más información de uso público y de formación especializada que permitiera sacar el máximo partido a esas informaciones. Quien me conoce ya sabe que me refiero en buena medida a desarrollar el enfoque probabilista sustentado por las productos generados por las técnicas “ensembles” o de conjuntos. Un acuerdo de este colectivo de meteorólogos –o de parte de él- con AEMET y posiblemente con alguna Facultad universitaria especializada podría ser clave en estos aspectos.

Y dos cosas más antes de finalizar: La primera es que reconozco que no es fácil contar la predicción probabilista. Ahí hace falta un esfuerzo conjunto de meteorólogos, psicólogos sociales y comunicadores para conseguirlo. Es algo por lo que llevo un tiempo batallando; no es de recibo que se pierda mucha información útil sólo porque todavía no hemos llegado a una conclusión sobre cómo contarla.

Y lo segundo: aunque cada medio requiera presentaciones específicas, personalizaciones o distintas formas de contar el tiempo, algo que me parece perfecto, creo que como servicio público es muy importante que la sociedad reciba, con mayor o menor detalle por supuesto, un mensaje claro y unívoco, sobre todo en situaciones de tiempos “fuertes”. Ahí, seguir las directrices y las predicciones básicas de AEMET me parece de todo punto indispensable.

Lógicamente no todo el mundo compartirá estas opiniones pero me parece muy importante plantear el tema para abrir un debate que estimo necesario. Este blog está disponible para ello a través de los “comentarios” o bien  se podría hacer a través de twitter.

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