En relación con las intensas lluvias de estos días en el área mediterránea he comentado con frecuencia que existen dos factores de los que dependen los movimientos verticales de ascenso y el desarrollo de nubes y precipitaciones. El primero es la advección de vorticidad positiva en niveles altos (proporcionado muchas veces, pero no siempre, por las danas, en el caso de que estén presentes) y la advección de espesores, es decir la llegada de aire cálido y húmedo a la zona en cuestión, como suele ocurrir en estas situaciones. Sin embargo existe otro factor más, que en general no se tiene en cuenta, porque resulta ser casi despreciable la mayoría de las veces en comparación con las dos anteriores.
Este factor está muy relacionado con el desprendimiento del calor de condensación y los cambios de estabilidad en el seno de las grandes estructuras convectivas, tal como ocurre en los trópicos y en algunas zonas como la mediterránea donde a veces la atmósfera se encuentra prácticamente tropicalizada.
La influencia de este tercer factor (el tercer término de la ecuación omega para los expertos) es un poco difícil de explicar pero tiene relación con el establecimiento de una circulación compensatoria para restablecer el equilibrio perdido por la citada liberación de calor latente, lo que forzaría la llegada de más "combustible" por las capas bajas hacia el sistema convectivo. Esto podría llevar a una casi continua regeneración dels sistema en la misma zona hasta que ese mecanismo por alguna razón se desacople. Y quizás podría intervenir en el mantenimiento de los denominados "trenes convectivos".
Aunque desde un enfoque un poco distinto (variación de la vorticidad en capas bajas), esta cuestión fue estudiada profundamente por Mariano Medina tratando de buscar, de forma predictiva, donde podría tener importancia esta contribución, lo que permitiría afinar más en la localización de las intensas precipitaciones. En su último y casi desconocido libro "La predicción del tiempo basado en los teoremas de la vorticidad" afirma que, si bien este proceso es importante en la convección tropical puede serlo -como claramente parece que lo es- en algunas situaciones mediterráneas.