Tras la continua presión a la que nos ha sometido la atmósfera -y mas aún el océano- desde los últimos días de diciembre hasta los primeros de marzo, todos, -hasta los que como yo mismo nos gusta, o al menos no hacemos asco, al "mal tiempo", hemos agradecido la aparición de una dorsal anticiclónica que nos permitiera olvidarnos de paraguas, vientos y desagradables sensaciones térmicas. El cambio en la circulación atmosférica pasando de una circulación zonal a otra de carácter más meridiano ha sido espectacular y espectacular también el cambio de tiempo. De momento se cumplen esos refranes que afirman que marzo suele ser bastante distinto a febrero. Sin embargo, hay otro refrán muy interesante sobre marzo que conviene tener muy en cuenta y que dice así:
Cuando marzo vuelve el rabo, no deja oveja con pelleja ni pastor deszamarrado
o, de una forma un poco mas comprensible para los ciudadanos "urbanos":
Cuando marzo vuelve el rabo, queda invierno para rato
Como es lógico se refiere a las posibilidades de una vuelta atrás hacia el invierno, ahora que la primavera ya empieza a despertar por todas partes, con la posibilidad de heladas, vientos fríos o incluso alguna nevada. Desde el punto de vista meteorológico, esa "vuelta de rabo" suele consistir en la entrada de una masa de aire frío desde Europa central u oriental impulsada por vientos del nordeste. El origen de esta situación es la inclinación de una dorsal anticiclónica establecida sobre Europa occidental cuyo eje pasa de tener orientación norte-sur a otra nordeste-suroeste o incluso este-oeste; es lo que se suele denominar como retrogresión. Si, al "tumbarse", la dorsal queda al norte de la Península Ibérica, suele aparecer entonces una borrasca en el sur o sureste peninsular, situación que puede dar algunas lluvias fuertes en el litoral mediterráneo o incluso en el tercio oriental peninsular que pueden llegar a alcanzar, sin mucha intensidad, la zona centro. En zonas altas esa precipitación puede ser de nieve aunque en general la nieve marcelina del refranero no suele ser abundante ni duradera. Tras esa borrasca las alternativas suelen ser dos: o bien la dorsal se restablece de nuevo o entra algún temporal breve de Poniente o del Suroeste.
¿Es ésta la situación actual? Pues en su primera parte parece que sí, como muestran los mapas siguientes:
Análisis de la topografía de geopotencial de 500 hPa y temperatura de 850 hPa a las 00 UTC del domingo 9 de marzo. La dorsal comienza a inclinarse hacia el este. |
Igual que el mapa anterior pero previsto para las 00UTC del jueves 13 de marzo. Aparece una DANA sobre el golfo de Cadiz que se ha trasladado ahí desde el sureste penínsular. Obsérvese el cambio de orientación del eje de la dorsal |
Puede verse como en 72-96 horas la dorsal se "ha tumbado" y ha aparecido una DANA (porque no parece que vaya a aparecer una circulación ciclónica cerrada bajo ella) sobre el golfo de Cádiz que se ha desplazado desde el sur de Baleares donde parece que se forma hacia el martes. Ello, probablemente dará lugar a lluvias, a veces algo intensas, a partir del martes o miércoles en el sureste peninsular.
A partir del jueves, el modelo GFS discrepa de el del Centro Europeo. En la visión de éste último, la dorsal se reconstruye sobre la Península Ibérica; por su parte, el GFS cierra una vaguada atlántica al sur de las Islas Británicas y acaba enviando una borrasca fría sobre nosotros para el próximo fin de semana; si fuera así, marzo volvería aún más el rabo. Aunque personalmente tiendo a dar mas credibilidad al Centro Europeo, la forma ortodoxa de realizar una predicción seria de esta situación es hacerla mediante el uso de los modelos probabilistas. Vamos a verlo con los pocos productos de este tipo que "libera" el Centro Europeo en la red.
Para la mediaoche del viernes no hay grandes incertezas en nuestra zona salvo en relación con la ubicación exacta de la DANA y la dorsal. Sin embargo las dudas son grandes en relación con el máximo de viento del chorro polar que aparece un poco al sur de Groenlandia y que va a tener la clave del comportamiento de la vaguada que ahí se está formando y que, según el GFS, nos afectaría a partir del sábado. |
Veinticuatro horas después, madrugada del domingo, las probabilidades de que la vaguada atlántica, que ahora está según el modelo determinista sobre el mar del Norte, nos pudiera afectar son reducidas. |
Y para la madrugada del domingo, el Centro Europeo parece apostar por el restablecimiento de la dorsal, si bien la posibilidad de una entrada algo fría sobre el Mediterráneo existe. |
Como puede verse, la incerteza sobre el comportamiento de esa vaguada atlántica es bastante grande y en cualquier caso, la probabilidad de que pudiera afectar a la Península es pequeña, aunque existe. Si bien no puedo presentar mapas similares del modelo GFS, según alguno de sus diagramas que he podido ver, las dudas que tiene sobre la posible profundización hacia el sur de la vaguada son también bastante grandes. Por tanto no se puede apostar mucho por ella. Así que, por el momento, sí: Marzo vuelve el rabo...pero no demasiado.
En cualquier caso entramos ya en la temporada en la que la atmósfera es menos previsible y en la que la predicción probabilista se hace más necesaria que nunca si se quiere prestar el mejor servicio al público. ¿Por qué sigue manteniendo el el Centro Europeo su política de no hacer más asequible y popular la predicción probabilista -que tanto esfuerzo humano y económico requiere por parte del ciudadano europeo- liberalizándola e incluso asesorando en su uso?
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