4 de diciembre de 2012

ACOMET: Por qué y para qué

Ayer 3 de diciembre presentamos en "La Casa Encendida" de Madrid la Asociación de Comunicadores de Meteorología (ACOMET). Nos acompañaron un buen número de "hombres y mujeres del tiempo", aficionados, periodistas y amigos. Fue un acto cordial, sencillo y en el que se respiraba la satisfacción por la puesta en marcha de esta iniciativa y el interés por que se convierta en una herramienta útil para la mejora y potenciación de la comunicación meteorológica y climatológica en España. 

"Foto de familia" en la presentación de ACOMET (cortesía Alberto Lunas)

Como presidente de ACOMET me correspondió esbozar unas ideas sobre por qué y para qué ha nacido esta Asociación. Como muchos de los lectores de este blog no pudieron estar en el acto de ayer me parece oportuno exponer a continuación una síntesis de mi intervención.



La Asociación de Comunicadores de Meteorología nace por la iniciativa de un grupo de profesionales de la comunicación que creen posible e importante la mejora de la información de tiempo y clima en los medios de comunicación. Es un viejo proyecto de muchos de nosotros que al fin sale a la luz.

Esta convicción tiene un doble origen: el primero es la conciencia de la amplísima demanda social de este tipo de información, algo que es sobradamente conocido y que corrobora una reciente encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) en la que se muestra como el 70 por ciento de la población sigue diariamente la información meteorológica mientras que la de carácter deportivo es seguida por un 40 por ciento. La calidad creciente de las predicciones lleva a que, no sólo las personas, sino todo tipo de organismos y empresas cuenten cada vez más con ellas para planificar buena parte de sus actividades; de ahí el gran aumento de los espacios dedicados a estos temas y la pujanza de la industria meteorológica internacional. Por otra parte, la mayor vulnerabilidad social ante los fenómenos atmosféricos adversos, mas allá del debate sobre si éstos están o no aumentando, ha hecho que cobre una importancia fundamental la realización y difusión de los avisos correspondientes. Y por si fuera poco, el interés de conocer mejor el funcionamiento de nuestra atmósfera y sus fenómenos tanto desde un punto de vista científico como social, estético o incluso de ocio a través de su seguimiento y documentación, ha dado lugar a la aparición de un número importantísimo de aficionados organizados muchas veces en asociaciones o de personas simplemente muy interesadas en el tiempo. A todo ello se une la preocupación creciente por el cambio climático resultante del calentamiento global que está experimentando la Tierra, también mas allá del debate sobre la mayor o menor importancia de la acción humana en ello. Al temor por nuestra vulnerabilidad ante este cambio, se une la preocupación por la conservación de nuestro medio ambiente y por desarrollar nuestras actividades de una forma sostenible y respetuosa con el planeta y con nosotros mismos. En este sentido, los comunicadores meteorológicos tenemos una gran responsabilidad.

El segundo argumento del que partimos es la existencia de una gran cantidad de información meteorológica de alta calidad fruto de los importantes avances en investigación atmosférica, ordenadores, satélites y estaciones de observación de distintos tipos. Todo ello ha dado lugar a una mejora sustancial en predicciones y avisos que hoy se reconoce ampliamente por la sociedad. Sin embargo, existe una buena cantidad de “oferta” que no utilizamos o lo hacemos de forma poco adecuada por unas u otras razones y de la que podrían obtenerse productos muy interesantes si son adecuadamente comunicados.

A partir de todo lo expuesto las preguntas son evidentes:

¿Es posible la mejora de la información que comunicamos?

¿Llegan todos estos datos a los que los necesitan o interesan de una forma rápida, eficaz, comprensible y adecuados a las necesidades específicas de unos y otros?

¿Son comprensibles los avisos meteorológicos y llegan con la antelación y claridad suficiente hasta la última persona que pueda verse afectada por el tiempo?

¿Contamos las predicciones meteorológicas de una forma sencilla, adecuada a cada medio, y somos capaces de informar de su mayor o menor probabilidad de ocurrencia de forma que la gente lo pueda entender y sacar beneficio de ello?

 ¿Utilizamos un lenguaje y unos términos de fácil comprensión y en la mayor medida de lo posible, unificados y unívocos?

¿Sabemos explicar el proceso del cambio climático de forma pedagógica, sencilla y haciendo comprensibles los grados de probabilidad de ocurrencia?

Desde esta inquietud hemos creado ACOMET. Nuestro objetivo es realizar un trabajo conjunto con nuestros asociados para mejorar y potenciar la comunicación meteorológica. Ni podemos ni queremos ir solos en todo ello. Tenemos claro que aunque los comunicadores meteorológicos somos en gran medida la interfaz directa con el público, hay un gran esfuerzo de los Servicios Meteorológicos en proporcionar datos, productos, avisos y predicciones por eso nuestro deseo de una excelente coordinación y colaboración con AEMET es claro y rotundo. Pensamos también que un mayor contacto y cercanía con los responsables de la Protección Civil nos ayudaría a trasladar mejor los consejos y recomendaciones en situaciones de tiempo adverso para colaborar en que el mensaje llegue a tiempo y del mejor modo posible.

Queremos trabajar también con expertos en ciencias sociales para que nos ayuden a establecer el mejor modo, el formato y el lenguaje adecuado para que nuestras informaciones sean lo más claras y comprensibles.

Sabemos también que para contar bien las cosas tenemos que conocer bien de qué estamos hablando, tenemos que estar formándonos adecuadamente en el significado e interpretación de nuevos datos y productos y pediremos ayuda para ello a AEMET y a departamentos universitarios o expertos de reconocida valía.

Queremos fortalecer también nuestra ya gran colaboración con aficionados y asociaciones que, día a día, nos ayudan en nuestro trabajo enviándonos todo tipo de datos e imágenes en tiempo real y nos animan con su entusiasmo y vocación.

Por último, todas estas informaciones necesitan tiempo y espacio para poder contarlas adecuadamente y sobre todo para intentar que el público se vaya formando poco a poco en su comprensión y utilización. Por eso sugeriremos a los distintos medios de comunicación que se pueda disponer de más tiempo para un tema como éste de gran interés general y de un marcado servicio público. Pensamos que son necesarios más espacios específicos de divulgación meteorológica, al margen de los tradicionales espacios del tiempo.

Lo que queremos en definitiva es que ACOMET sea la gran familia de los comunicadores de Meteorología, unidos por el objetivo de ofrecer al público la mejor y más completa información meteorológica y climatológica, estableciendo para ello todas las alianzas y acuerdos que sean necesarios con otras “familias” interesadas también en ello de una forma u otra. Sabemos que no será fácil pero vamos a poner todo nuestro empeño en ello.




1 comentario:

  1. Pues mucha suerte, es un proyecto muy bonito y falta que hace además.

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