En los últimos días han surgido dos noticias de carácter meteorológico que, por su novedad, pero también por lo que puede suponer desde el punto de vista de evolución de las actividades y uso de la predicción meteorológica, creo que merecen algunos comentarios y reflexiones.
La primera es la decisión de la compañía norteamericana Accuweather de extender su rango de predicción diaria desde los 45 días -que ya había implementado en el 2014- hasta los 90. Y no se trata de suministrar tendencias o aproximaciones tal como ofrecen las predicciones de anomalías para tres o seis meses dadas por los modelos de predicción estacional, sino de predicciones categóricas para un gran número de localidades en todo el planeta y referidas tanto a temperaturas como a nubosidad, precipitación o incluso tormenta. No existe ninguna información sobre la probabilidad asociada ni ninguna informativa -al menos bien visible y accesible- donde se informe de esa probabilidad y mucho menos de las verificaciones que deberían efectuarse. Solamente, al final de la página, con letra muy pequeña aparece un enlace sobre términos de uso donde puede encontrarse -en inglés- algo parecido a una no asunción de responsabilidades por el uso de estos productos.
Predicción de Accuweather para Madrid hasta el próximo 17 de agosto, tomada hoy, 19 de abril, de su página web |
Naturalmente, en la comunidad meteorológica se sabe que ese tipo de predicción categórica es imposible con los actuales modelos numéricos deterministas, que sólo llegan hasta un par de semanas en el mejor de los casos y con un grado de acierto muy problemático. Tampoco se llega a ese plazo con los probabilísticos. Sólo se me ocurre que, en el mejor de los casos, Accuweather pueda trabajar con la climatología modulada por las anomalías de los modelos de carácter estacional...Pero, aún así, esos modelos llevan, como es lógico, valores de probabilidad asociados, algo que, como digo, no aparece en las predicciones de Accuweather por ningún sitio.
Por supuesto las críticas negativas han sido prácticamente unánimes en la comunidad meteorológica norteamericana -aquí aparece uno de los múltiples ejemplos- donde esta iniciativa se considera simplemente como una pirueta comercial y propagandística de la empresa y poco beneficiosa para la credibilidad de las predicciones meteorológicas. Mi opinión es la misma, pero cambiaría sustancialmente si Accuweather se atreviera a dar los niveles de probabilidad y -para gente más experta- unos informes periódicos de verificación. En cualquier caso, quizás, a la larga, pueda verse como una iniciativa útil que haya servido para impulsar más el desarrollo de metodologías de predicción (la función crea al órgano, se suele decir) ...pero, hoy por hoy, y tal como se da ese producto, me parece una falta de respeto hacia el público no experto en temas meteorológicos.
La otra noticia es el anuncio hecho por la multinacional Panasonic sobre el desarrollo por la propia empresa de un modelo de predicción numérica global con una calidad comparable a la de los grandes modelos mundiales. Aunque esa valoración puede ser un poco exagerada y sesgada, lo cierto es que Panasonic ha logrado desarrollar una infraestructura tecnológica y científica -y no se si ya de operación en tiempo real- que le permite disponer de la herramienta básica para aplicar la predicción meteorológica a múltiples actividades de socios y clientes.
Página de entrada a Weather Solutions de Panasonic |
Pero, además de la novedad, o de la anécdota, creo que hay que ir un poco más allá para intentar ver que hay en el fondo. Por una parte, no cabe sino felicitarse por la alta calidad que van adquiriendo los modelos de predicción. Es algo que permite ya que muchas empresas vean un claro negocio en la utilización de las predicciones meteorológicas. Sin embargo, surgen muchas cuestiones, como por ejemplo...¿van a primar los intereses comerciales sobre la utilización veraz y ponderada de los productos? ¿Van a ser los Servicios Meteorológicos nacionales capaces de competir con la potente actividad industrial? ¿Van a quedar como meros suministradores de datos... o incluso tendrán que comprar algunos, procedentes de nuevos sistemas tecnológicos desarrollados y/o operados por estas empresas? ¿Van a ejercer -ellos o la OMM- un cierto papel regulador? ¿Van a entrar estas actividades comerciales -me imagino que sí- en el campo de los avisos de fenómenos adversos?
No lo sé, pero quisiera suponer, que ya se ha iniciado esa reflexión por parte de algunos Servicios o por las organizaciones internacionales de meteorología. Al final, triunfará como es lógico la calidad del producto y del servicio ofrecido...pero, en el camino hasta conseguirlo....¿todo vale?