31 de mayo de 2012

Avanzar desde la incertidumbre


El futuro no es lo que solía ser
                             Yogi Berra

Hace algo más de un mes publiqué una entrada en este blog titulada “El tiempo y la incertidumbre” en la que exponía mi opinión sobre como deberíamos avanzar en el campo de las predicciones meteorológicas de carácter probabilista dado que esa es la mayor “verdad” científica que los meteorólogos podemos comunicar a la sociedad sobre la evolución atmosférica desde ahora mismo hasta dentro de diez o quince días. Me consta que esa entrada fue bastante leída y suscitó diversos comentarios si bien  no quedaron plasmados en el blog.

Ayer el tema volvió a emerger a raíz de dos comunicaciones presentadas a las XXXII Jornadas Científicas de la Asociación Meteorológica Española (AME) que se celebró en Alcobendas, cerca de Madrid con una importante afluencia de personas –que hubiera sido mayor sin la crisis- que nos dedicamos a la meteorología, tanto desde el punto de vista científico como operativo y divulgativo.

La primera comunicación en relación con este tema corrió a cargo de Carlos Santos, de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Describió cual ha sido el desarrollo de la predicción por conjuntos en el corto plazo en AEMET y los planes de evolución futura. Hay que señalar que este tipo de predicción probabilista, en la que AEMET fue pionera, se extiende hasta 48 horas con modelos de muy alta resolución complementando así a la predicción probabilista a medio plazo llevada a cabo con modelos globales –pero de menor resolución- desarrollada por los grandes centros meteorológicos entre los que destaca el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF). A continuación Carlos hizo referencia a los planes para llevar a cabo un cambio de modelos y alcanzar de este modo una resolución del orden de los dos kilómetros denominada escala meso-gamma. Cabe señalar a este respecto que una de las aplicaciones principales de estos modelos es el cálculo de las probabilidades de que se produzca un fenómeno atmosférico determinado incluyendo los de carácter adverso y que cuanto mayor es la resolución se acotan más esas probabilidades relacionadas con su ocurrencia.

A continuación presentó su ponencia Daniel Santos. Es curioso –e importante- señalar que, a raíz de un diálogo suscitado en twitter ayer mismo a primera hora de la mañana, el ponente reorientó por completo su comunicación y la dedicó a explicar con todo tipo de argumentaciones la necesidad de que las predicciones para el público sean ya claramente probabilistas dado que la atmosfera es un  sistema caótico y no puede ser tratada -por mucho que nos guste o nos sea mas cómodo- de forma determinista. Y sobre todo ahora que tenemos posibilidades de hacerlo así a partir de este tipo de modelos. 

En el corto pero intenso debate que siguió a continuación mostré mi apoyo a las tesis de Daniel basándome en los razonamientos que expuse en la entrada de este blog a la que hacía referencia más arriba. Insistí en que, para llevar a cabo con seriedad este tipo de predicciones ya de una forma generalizada, era necesario poder disponer libremente en Internet de mas productos de este tipo y muy específicamente los producidos por el Centro Europeo. Es fundamental además llevar a cabo una formación más amplia incluyendo en ella a divulgadores y aficionados meteorológicos y, por último, realizar una investigación conjunta con expertos en ciencias sociales para encontrar la mejor forma de “contar” esas predicciones de modo que sean perfectamente comprendidas y utilizadas por el público. La  tarea es difícil porque hay resistencias de distintos tipos pero fundamental llevarla a cabo en sus distintas facetas para que la sociedad reciba y aproveche todo lo que la ciencia ofrece ya en la predicción meteorológica.  Y porque esa, como dije antes, es la mayor “verdad” científica en ese campo.

No hay que temer a la incertidumbre porque, paradójicamente, es el terreno desde el que podemos avanzar con mayor firmeza, creatividad y seguridad.

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