21 de noviembre de 2021

Una nueva dana, y otra...y quizás otra: ¿la "nueva normalidad"?

Comienza un primer temporal de invierno que va a dejar lluvias y nieves en amplias zonas del país, junto con una sensible bajada de temperaturas máximas. Y una vez más la causa no es una entrada de borrascas atlánticas, sino la llegada por el noroeste peninsular de una profunda vaguada del chorro polar que va a dar lugar a la formación de una dana sobre el interior peninsular. 

Imagen del canal de absorción de vapor de agua de primera hora de la tarde, de hoy 21 de noviembre. Arriba y en el centro se adivina la vaguada que se va estrechando cada vez más y dará lugar a una dana -que en seguida pasará a ser una borrasca fría- sobre el interior peninsular. Su borde sur queda bien delimitado por la banda oscura que señala la posición del chorro polar.  Hacia Azores una borrasca fría genera un remolino nuboso con características claramente subtropicales, mucho mejor definidas en este canal que en el infrarrojo. Una pequeña onda subtropical que circula algo más al este genera un pequeño y efímero sistema convectivo algo al norte de Canarias. 

Pero más que ocuparme en detalle de dónde va a nevar y dónde va a llover -como siempre en estos casos el problema para la predicción son los territorios situados entre los 600 y 800 metros de altitud- quiero referirme al tipo de circulación atmosférica causante de esta situación. El chorro polar, más alto de latitud de lo que venía siendo normal para la época, sigue muy ondulado y sus grandes dorsales anticiclónicas “rompen” al llegar a las costas europeas de un modo parecido a como lo hacen las olas del mar al acercarse a la orilla. La dorsal se alarga y se estrecha y crea delante de ella una profunda vaguada que con frecuencia da a lugar a una dana que afecta a zonas al sur de esa circulación manteniéndose el chorro más al norte. Mientras tanto, otra dorsal va creciendo sobre el Atlántico y... a la espera de un nuevo “rompimiento” sobre Europa occidental.

Mapa de 300 hPa previsto para la madrugada del domingo al lunes. La gran dorsal atlántica "rompe" ante las costas europeas y genera en su zona delantera una vaguada muy aguda que durante el lunes dará lugar a una dana/borrasca fría sobre la Península Ibérica. Al sur del chorro polar, que se reconstruye de nuevo al norte, quedan estructuras de carácter subtropical. Una configuración de la circulación general cada vez más frecuente en nuestras zonas. 

Naturalmente la trayectoria de las danas que se originan no es siempre la misma. Pueden entrar en la Península por el noroeste, norte o nordeste, y dado que las precipitaciones más importantes se encuentran en su zona delantera, las áreas más afectadas por éstas varían en consecuencia. Hay que tener en cuenta, además, que la eficiencia -y utilidad- de estas precipitaciones depende del mayor o menor aporte de aire húmedo hacia esa zona delantera. Con frecuencia el prever adecuada y detalladamente esa trayectoria -me refiero a no más de unas pocas decenas de kilómetros- no es fácil para los modelos numéricos y de ahí la necesidad de vigilarla mucho tratando de minimizar errores en el corto y muy corto plazo.

A veces, las vaguadas son tan profundas que las danas generadas alcanzan latitudes subtropicales o muy cercanas. Si hay suerte, y se ubican entre Madeira y golfo de Cádiz, pueden originar lluvias abundantes en la vertiente atlántica en lo que sería un “falso” pero bienvenido y útil temporal de Poniente. Otras veces se quedan casi estacionarias entre Azores, Madeira y Canarias y en esa situación, con aguas oceánicas relativamente cálidas bajo ellas, pueden albergar en su seno el desarrollo de estructuras ciclónicas de carácter subtropical. Y también en esa situación la circulación que las rodea puede interaccionar con otra ligada al chorro subtropical y generar estructuras más intensas de ese tipo. Algo así es lo que desde hace unos días viene apuntado el modelo del Centro Europeo para la zona entre la Península y Canarias en la segunda mitad de la semana, aunque existe también la posibilidad de que esa borrasca afectara más a Andalucía occidental.

Predicción de la topografía de 300 hPa para las primeras horas del próximo jueves 25 de noviembre. Mientras la borrasca fría que nos habrá afectado durante la primera mitad de la semana se centra sobre Cataluña desplazándose ya claramente hacia el este, de nuevo la dorsal atlántica "rompe" en las costas europeas y genera una nueva dana que aparece centrada al oeste de Galicia. Los vientos más fuertes que la rodean (sombreados en amarillo) indican que seguiría desplazándose algo más hacia el sur. (Conviene advertir que utilizo mapas del  modelo determinista de alta resolución solo para hacer más claro este tipo de evolución. Naturalmente, para la predicción operativa, debe hacerse uso del modelo probabilista, y más en situaciones como ésta).

Un par de días después la dana que se formaba en el mapa anterior aparecería sobre el sur de la Península mientras que una reestructuración de la dorsal atlántica acabaría originando otra dana en la zona de Canarias, dónde interaccionaría con una circulación subtropical y habría que estar atentos a los posibles desarrollos. Como puede verse, el mismo mecanismo de la circulación general habría originado tres danas en menos de una semana. 

Pero aunque la evolución que nos presenta el modelo determinista resulte muy interesante habrá que ver cuán fiable puede ser. El "plume diagram" o "penacho" del geopotencial de 500 hPa mostrado en esta imagen, y obtenido del modelo probabilista para un punto de esa zona crítica Golfo de Cádiz-Madeira-Canarias, nos muestra una evolución bastante fiable hasta el miércoles-jueves mientras que muestra bastante más dispersión para la segunda mitad de la semana. Una evolución a seguir cuidadosamente para ver dónde se sitúan las nuevas danas.

Por tanto, dos puntos de interés meteorológico esta semana. En la primera parte de ella, la borrasca fría que va a afectar sobre todo a la mitad nordeste de la Península y quizás Baleares. En la segunda, la actividad de esa nueva segunda y/o tercera dana todavía muy por concretar. Pero más allá de todo ello quiero volver a resaltar este tipo de estructura de la circulación general de la atmósfera en nuestro entorno que parece camino de convertirse en la nueva normalidad climatológica. 

4 de noviembre de 2021

La vida -simulada- de una nueva dana

En otoño era normal esperar la llegada de las lluvias atlánticas en el centro, norte y occidente peninsular, así como la aparición de algunas danas que regaran abundantemente el área mediterránea y que lo hicieran con los menores destrozos posibles. Sin embargo, en los últimos años hemos dejado prácticamente de ver esas borrascas atlánticas que traían mansas y persistentes lluvias otoñales, si bien nos sorprende de vez en cuando la llegada de algún río atmosférico con pequeñas ondas en su seno.  Pero esta es una situación infrecuente que en cualquier caso dura poco, focaliza mucho las precipitaciones y hace que a veces éstas tengan una intensidad capaz de crear algunos problemas. De este modo ahora cada vez estamos más pendientes -ya en toda las zonas- de la llegada de danas que, dependiendo de su ubicación y recorrido, lleven el agua a unos u otros territorios. 

Pues bien, ahora, en un par de días, empezamos otro episodio de este tipo.Veamos cuál puede ser su desarrollo advirtiendo una vez más que se trata solo de una aproximación y que se debe estar al tanto de las predicciones y posibles avisos de AEMET.

De acuerdo con los modelos -y con todas las precauciones que implica el tratar con ellas- esta nueva dana se formará probablemente entre el viernes y el sábado y se centrará hacia el norte de Argelia, en un lugar en principio poco adecuado para traer lluvias abundantes a nuestras zonas excepto a Baleares donde sí pueden ser intensas y persistentes. En cualquier caso y en este primer periodo de formación también puede dar algunas -pocas- en el sureste peninsular.

Imagen infrarroja simulada por el modelo determinista del Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio (ECMWF) para las 12 UTC del sábado día 6. Puede verse como la nubosidad desarrollada por la dana afecta a Baleares y roza el litoral del Sureste. Mientras las lluvias en Baleares parecen aseguradas, es difícil saber cuánto pueden afectar al Sureste ya que ello puede depender de ligeras variaciones en la ubicación de la dana. En cualquier caso serían poco significativas y de una forma u otra no durarían más allá del sábado (debe tenerse en cuenta que las imágenes infrarrojas simuladas es una pura representación en radiancias de los cálculos del modelo en cuanto a la nubosidad prevista y tienen la misma fiabilidad)


Pero esta dana no parece que vaya a ser de paso rápido como otras. Los modelos indican que se quedará varios días afectando al Mediterráneo occidental y que la ubicación de su centro oscilará poco y siempre entre el sur de Baleares y norte de Argelia y Túnez. Pues bien, en esa situación casi estacionaria puede crear las condiciones para que se genere en su seno y en niveles bajos una borrasca de no grandes dimensiones pero relativamente profunda que daría lugar a lluvias abundantes, pero sobre todo a fuertes vientos y temporal en el mar. A partir de una velocidad determinada de esos vientos podría ser categorizada como “medicán”, un tipo de circulación ciclónica mediterránea muy relacionada tanto por sus características de formación como por sus vientos asociados con los ciclones tropicales o subtropicales del Atlántico. Afectaría fundamentalmente a Baleares y zonas marítimas cercanas y es posible que diera lugar también a algunos vientos fuertes en alguna zona de nuestro litoral mediterráneo. 

Imagen infrarroja simulada (ECMWF) para el martes 9 de noviembre a las 06 UTC. El modelo desarrolla entre Baleares y Argelia una espiral nubosa que denota una circulación ciclónica y que podría llegar a ser un medicán. Algunas zonas mediterráneas pueden verse afectadas por fuertes vientos y, salvo en Baleares, las lluvias estarán ausentes de nuestras zonas. Pero es una predicción a cinco días del comportamiento de una dana y hay que tomarla con muchas reservas. 

En una fase posterior, quizás ya hacia mediados de la próxima semana, la dana desarrollaría al norte de su centro y en niveles bajos un posible “río” que, tras un relativamente largo recorrido por el Mediterráneo, podría traer lluvias al litoral mediterráneo y zonas cercanas. Podrían ser persistentes allí donde fuera enfocando esa especie de "manguera", que es a lo que a veces se asemejan estos “ríos” húmedos. Pero es algo que todavía no puede establecerse con una cierta fiabilidad.

Imagen IR simulada para las 12 UTC del jueves 13 de noviembre. Según el modelo del Centro Europeo, la circulación que rodea a la dana daría lugar a esa larga estructura nubosa que se extiende desde Sicilia hasta Baleares y las costas peninsulares. Esa estructura podría albergar un pequeño río atmosférico mediterráneo que provocaría lluvias en Baleares  y a aquellas zonas mediterráneas a las que fuera enfocando esa especie de "manguera". Pero, insisto es solo una simulación a siete días del desarrollo de una dana...y en el Mediterráneo.


Poco puede avanzarse sobre el comportamiento de esta dana más allá de seis o siete días sabiendo cómo pequeños cambios en su ubicación (difíciles de manejar correctamente por los modelos) pueden dar lugar a cambios importantes en la aparición -o no- de las lluvias y en su distribución. En cualquier caso se trata de una situación muy interesante desde el punto de vista meteorológico pero, más allá de eso, de una oportunidad para que de un modo u otro pudieran las lluvias necesarias a algunas zonas mediterráneas y esperando que en Baleares -donde pueden ser muy copiosas- no lleguen a originar daños. No es la situación ideal que sería deseable pero vamos a ver lo que da de sí.


Precipitación acumulada prevista por el modelo determinista del Centro Europeo hasta el próximo jueves. La realidad podría ser muy distinta pero da, hoy por hoy, una idea de lo que cabría esperar en líneas generales, de esta dana.

 Y esperemos que, a no mucho tardar -y si no hay forma de que llegue un temporal atlántico clásico- otra dana se estacione hacia el golfo de Cádiz y se mueva hacia Alborán para llevar el agua a las zonas más necesitadas. 


1 de noviembre de 2021

Tras el paso del "río"

Mientras el flujo de aire muy húmedo procedente del Atlántico, que se ha identificado como un río atmosférico y que ha afectado a la Península durante los dos últimos días, se aleja y debilita, me parece útil compartir algunas consideraciones y reflexiones personales sobre esta situación. 


A mediodía de hoy, 1 de noviembre, y coincidiendo con el paso de un frente frío que recorre la Península, se debilita y aleja el río atmosférico que nos ha afectado en los últimos días. Así lo refleja esta imagen del contenido total de agua precipitable obtenida a las 11 UTC por el CIMMS

Lo primero a tener en cuenta es que la presencia de altos contenidos de humedad en la atmósfera es una condición necesaria pero no suficiente para las lluvias copiosas. Debe existir también un mecanismo de ascenso para que las nubes sean suficientemente densas y generen precipitaciones significativas. Esos ascensos pueden provenir de la propia dinámica del flujo de aire húmedo, con sus pequeñas ondas embebidas que provocan ascensos y descensos del aire, o bien por el choque del flujo con obstáculos montañosos que fuerce y mantenga el ascenso sobre una misma zona. Este segundo mecanismo es el responsable de las muy importantes precipitaciones en las áreas de barlovento de las sierras de Grazalema, Villuercas, montes de Toledo y mitad occidental del Sistema Central mientras que a su sotavento han sido mucho menores. Además, los ascensos o descensos dinámicos -que pueden a su vez actuar junto a los anteriores y modularlos en uno u otro sentido-  son los inductores de las precipitaciones repartidas más aleatoriamente en ubicación e intensidad en las zonas más llanas, donde los obstáculos orográficos no son determinantes.  

Por otra parte hay que tener en cuenta que la zona central del río atmosférico, donde se encuentra buena parte de la humedad transportada, no tiene una gran anchura, -en el caso que nos ha afectado quizás unos 150 o 200 km- por lo que algunos pequeños desplazamientos de su ubicación en latitud hace que varíen con rapidez las áreas específicas afectadas, siendo probablemente ésta una de las principales causas de error en la predicción “fina” de estas situaciones. 

Pues bien, quizás estos planteamientos previos nos pueden ayudar a comprender mejor las causas de las -al menos para mí- dos sorpresas que esta situación nos ha dado. La primera es la llegada de estas precipitaciones al propio golfo de Valencia e incluso hasta Baleares, donde en algunos puntos se han recogido valores cercanos a los 30 mm. Como es bien conocido las situaciones de poniente no suelen traer lluvias a estas zonas dado que el descenso del aire hacia el mar desde la meseta facilita mucho más los movimientos descendentes que los ascendentes favoreciendo así su aumento de temperatura y desecación. Pues bien, en esta situación de río atmosférico la saturación de la columna de aire que llegaba era tan grande y continuada que, aún habiéndose secado algo en su descenso en su parte inferior, era capaz de restaurar las precipitaciones acabado aquel y discurriendo ya sobre el mar.

La segunda sorpresa, menos agradable que la anterior, es la de las escasas precipitaciones registradas en Andalucía excepto en su zona norte de Sierra Morena donde sí ha habido algunas significativas. Creo que la explicación está en la ubicación del núcleo del río atmosférico. Durante los días previos los modelos oscilaban en localizarlo entre el centro y el sur peninsular. Poco a poco lo fueron ubicando entre la mitad sur de la zona centro y el norte de Andalucía. Y por allí discurrió fundamentalmente dejando buena parte de la comunidad andaluza con precipitaciones débiles, o incluso nulas a sotavento de las grandes zonas montañosas como ha ocurrido en las provincias de Granada y de Almería.

Estas son unas conclusiones rápidas y provisionales sobre este episodio y pueden ser incorrectas o incompletas. Mi intención al exponerlas es simplemente facilitar un intercambio de impresiones con los lectores de modo que podamos aprender más sobre el comportamiento de los ríos atmosféricos atlánticos en nuestro entorno geográfico.