26 de febrero de 2013

Una borrasca errante (II): La aventura contínua

En mi anterior entrada del blog, me refería a la evolución de la borrasca de niveles altos que nos está afectando en los últimos días y la denominaba como "errante" por el curioso recorrido que efectuaría según los modelos. Así ha sido: tras ubicarse durante el fin de semana en la zona de Génova-León dándonos una gélida entrada de vientos de componente norte sobre la Península, ayer comenzó su movimiento de retroceso. Se prevé que, durante la próxima madrugada, su centro se encuentre  sobre Galicia y que, durante el día de mañana, se desplace hacia el sur, a través de Portugal, para ubicarse, en la madrugada del jueves, sobre la zona del cabo de San Vicente y seguir, a lo largo de este día, hacia el Mediterráneo a través de la Baja Andalucía. Luego, y continuando su segundo recorrido hacia el este, el sábado se encontraría ya sobre el sur de Italia. Después, parece que entre el domingo y el lunes, desaparecería sumida en el seno de una circulación atmosférica mas potente sobre Anatolia. Por tanto, ahí acabaría, previsiblemente, la vida de esta borrasca errante. Este recorrido puede verse en los mapas de 500 hPa del Centro Europeo de Medio Plazo.

Pero lo interesante ahora es prestar atención a los efectos que este recorrido va a tener en el tiempo en España, referido sobre todo a la aparición de nevadas. Hoy martes, el flujo frío del norte casi ha desaparecido, pero queda sobre la Península mucho aire frío procedente de la entrada de estos días y que se ha enfriado, más aún, por la fuerte irradiación nocturna que han provocado los cielos casi despejados. Por otra parte, el traslado de la borrasca hacia Galicia, va a dar lugar a que la zona propicia al ascenso del aire -su zona delantera- quede sobre Castilla y León y a que ahí las nubes crezcan lo suficiente como para dar precipitaciones que serán fundamentalmente de nieve. El "alimento" para ellas va  ser un flujo de aire, ahora del este, que, aunque no excesivamente húmedo, lo es suficientemente para cumplir su cometido. 

Con el traslado del centro de la borrasca hacia el sur ocurre una evolución curiosa en los mapas de presión en superficie que puede seguirse aquí. Durante el miércoles, aparece un seno de bajas presiones, que acaba cerrándose como borrasca, sobre Andalucía occidental y que, de alguna manera, es la correspondencia de la borrasca de niveles altos. Por otra parte, comienza a insinuarse,otro seno de bajas presiones sobre el mar de Alborán, que durante el jueves también se cerrará como borrasca y que se acabará convirtiendo en la principal. Este tipo de borrasca suele aparecer en esa zona justamente cuando, como en este caso, una borrasca de niveles altos, se ubica sobre el área San Vicente-Gibraltar-Canarias, y es la consecuencia de la interacción entre la zona delantera de la de niveles altos -recordemos que es la zona que provoca caídas de presión en superficie y condiciones para el ascenso del aire- con el obstáculo orográfico de la cordillera del Atlas y la contribución térmica del agua del Mediterráneo, fría también ahora, pero más cálida en cualquier caso que las tierras circundantes. 

Con ese "juego" de borrascas en superficie durante el miércoles y el jueves, las precipitaciones también van a tener un comportamiento interesante. La borrasca mas occidental induce un flujo convergente del este -y puede que en cierta medida también del suroeste- sobre Extremadura y Andalucía occidental. Esa convergencia, junto con las condiciones en niveles altos, dará lugar a precipitaciones de lluvia o de nieve -según horas y altitudes- en esas zonas. Por su parte, la mas oriental, la del mar de Alborán, establecerá un flujo de aire húmedo mediterráneo sobre el tercio oriental de la Península que dará ya algunas precipitaciones en esas zonas durante las últimas horas del miércoles. Éstas se extenderán durante el jueves a amplias zonas de la mitad oriental peninsular y también podrán ser de nieve en muchas áreas. Al mismo tiempo, y en la medida en que la borrasca "occidental" va desapareciendo, tambien lo hacen las precipitaciones de Andalucía y de Extremadura.

En este mapa de presión en superficie y de precipitaciones para las 06 UTC del próximo jueves procedente del modelo norteamericano GFS y facilitado por OGIMET, pueden verse las zonas de precipitaciones ligdas a las dos borrascas a las que se hace referencia en el texto. ¿Confluirán ambas? (las líneas rojas delimitan las precipitaciones que pueden ser en forma de nieve)

A este respecto es muy curioso observar la evolución de las precipitaciones en la zona centro durante las primeras horas del jueves. Por el oeste de la misma se acercan, debilitándose, las ligadas a la borrasca "occidental". Por el este, las ligadas a la borrasca mediterránea. ¿Llegarán las dos a confluir sobre esta zona? ¿Se agotará antes la "occidental? En cualquier caso, evolución muy curiosa a seguir por las imágenes de satélite y radar. Y, como siempre, en estos casos, la pregunta del millón: ¿Nevará en Madrid? Pues sí, todo apunta, al menos hoy, a que algún centímetro puede caer; de hecho AEMET, ya ha activado su aviso amarillo.

El viernes, nuestra errante borrasca de niveles altos -y su activa acompañante de niveles bajos, afectarán todavía a zonas mediterráneas. El sábado, ya empezando a debilitarse, a Baleares. Después ya, siempre, hacia el este, seguirá hacia su desaparición, al tiempo que las circulaciones húmedas atlánticas parecen dispuestas a visitarnos.

22 de febrero de 2013

Una borrasca errante

Este fin de semana asistimos a una interesante evolución atmosférica que, además, va a marcar en buena medida el tiempo de la próxima semana. Mientras que una borrasca atlántica está ya penetrando por el oeste de la Península, otra, de carácter frio, se encuentra sobre Francia. Todo ello aparece bien reflejado en la imagen del canal de absorción de vapor de agua de Meteosat. 

Imagen del canal de absorción de vapor de agua correspondiente a las 06 horas UTC del viernes, 22 de febrero de 2013. Mientras que una borrasca atlántica se acerca a la Península Ibérica por el oeste, otra, de caracter frío, se encuentra sobre Francia y Alemania. La frontera de separación entre el aire frío centroeuropeo y el atlántico es la banda blanca que se extiende desde el golfo de Vizcaya por el sur de Francia hasta Baleares. Durante la próxima noche, el aire frio pulsará hacia el sur, la borrasca atlántica quedará absorbida por la circulación de la fría y esa banda blanca se activará al tiempo que se mueve más hacia el sur provocando precipitaciones de nieve en la mitad norte peninsular. En la mitad sur podrán ocurrir también  pero serán mucho más débiles y dispersas debido en buena medida a la escasa humedad disponible y a la falta de mecanismos físicos que faciliten los ascensos salvo en algunas zonas montañosas. (Imagen facilitada por la Universidad de Dundee)

Los distintos modelos de predicción coinciden en la evolución prevista para las próximas 48 a 72 horas.  La borrasca atlántica va a quedar englobada, durante la noche del viernes al sábado, en la circulación de la borrasca fría europea. Ese proceso va a tener al menos dos consecuencias significativas. La primera es que, la reorganización de la circulación que se va a producir, arrastrará sobre la Península Ibérica el aire frío centroeuropeo. Ese aire va a entrar como una cuña bajo el aire más cálido y húmedo de la borrasca atlántica y ello va a dar lugar a precipitaciones en forma de nieve en zonas bajas de la mitad norte, y de forma muy ocasional en algunas de la mitad sur, aunque en general no serán muy persistentes. Al mismo tiempo, el viento racheado del nordeste va a provocar durante todo el fin de semana una sensación de bastante frío en la mayoría de las regiones.

La segunda consecuencia va a ser un desplazamiento del centro de  la borrasca fría  hacia los golfos de León y Génova, donde permanecerá de forma casi estacionaria hasta el lunes. A partir de ese día, la evolución de la circulación general parece que dará lugar a que esa borrasca se empiece a mover "en retroceso" hacia la Península Ibérica...Y ahí van a comenzar los problemas para nuestros predictores. Si bien los modelos coinciden en ese retroceso, no lo hacen tanto sobre cuál va a ser la trayectoria concreta del centro de la perturbación. Mientras unos la ubican para el jueves en el golfo de Cadiz, otros lo hacen sobre el centro de la Península. Después, hay coincidencia en que se mueve de nuevo hacia el este...pero con trayectorias distintas. En el caso de que ese movimiento se produzca desde el golfo de Cadiz el tiempo se puede complicar mucho en el Mediterráneo; si lo hace desde el centro peninsular, la afectación mediterránea será menos importante.

Mapas previstos por el Centro Europeo de Plazo Medio para la madrugada del próximo jueves procedentes de su modelo probabilista (ensembles). Los colores violeta sobre la Península reflejan el nivel de incertidumbre sobre la ubicación exacta de la borrasca en ese momento.

Pero los problemas de predicción no se refieren solamente a las trayectorias de movimiento sino a la propia estructura de nubosidad y precipitación de la borrasca. Este tipo de borrascas frías y "viejas" tienen estructuras muy irregulares. Por un lado dominan en ella las circulaciones de mesoescala, es decir, de dimensiones relativamente pequeñas,  simuladas no del todo bien por los modelos numéricos, si bien los de muy alta resolución comienzan ya a hacerlo mejor. Por otro, la propia borrasca, aún en situación semiestacionaria, presenta ciertos movimientos casi erráticos, tampoco  bien  recogidos del todo por los modelos. Ello da lugar a que la nubosidad y las zonas de precipitación asociadas se muevan también de una forma poco previsible. 

 Por tanto, los primeros días de la próxima semana serán, probablemente, jornadas de nubes y claros, con ratos de mucha sensación de frio junto con otros de un cierto calorcito al sol, trufado todo ello de algunos chubascos de lluvia, nieve, nieve granulada, granizo blando...dependiendo de altitudes, hora del día...y características microfísicas de cada nube. Después...dependeremos de la trayectoria de la borrasca en su retorno al Mediterráneo.

Y el problema para los predictores: ¿cómo se cuenta todo ello para que el público lo entienda - certezas e incertezas, variabilidades, tipos de precipitación- correctamente? Ese es el reto y más ahora, cuando ya la atmósfera empieza a mostrar, aún tímidamente, algunos movimientos primaverales.

13 de febrero de 2013

Nevadas y tiempo seco: dos caras de una misma situación

Durante las últimas semanas están siendo noticia, tanto las abundantes nevadas en la montaña Cantábrica y en los Pirineos con las grandes crecidas de los rios que tienen su origen en esas zonas, como el tiempo seco y frío que, de forma prolongada y un tanto cansina, está afectando al resto de las regiones peninsulares. Sin embargo, estos dos efectos tan dispares, tienen una misma causa conocida: la persistencia del chorro polar del norte y noroeste sobre España.

 En invierno es normal que una amplia dorsal en niveles medios y altos de la atmósfera se establezca sobre o en las cercanías de la Península Ibérica y permanezca en situación semiestacionaria bastante tiempo. La circulación del chorro que la rodea por su flanco septentrional suele encontrarse mas hacia el norte y/o al este de la Península predominando así el tiempo estable y con abundancia de nieblas. Sin embargo, ya desde mediados de enero, la posición y la "forma" de esa dorsal ha sido tal que el chorro polar ha afectado a la Península de forma casi permanente con una trayectoria aproximada nornoroeste-sureste. Las sucesivas ondulaciones del mismo daban lugar a frentes que entraban por el norte o noroeste peninsular y se deshacían en general tras cruzar cordillera Cantábrica y Pirineos. Sólo alguna onda más marcada fortalecía a su correspondiente frente y de esta forma algunas precipitaciones han llegado hasta algunas regiones del centro.

Una típica situación de este periodo: Mapa de la superficie de 500 hPa correspondiente a las 00 UTC del 6 de febrero. La dorsal, bastante desplazada hacia el oeste, da paso al chorro polar del NW sobre la Península.  (ECMWF)
                               

Las consecuencias de este tipo de circulación sobre las distintas regiones de Iberia son muy distintas.  En las montañas del norte, la incidencia casi perpendicular de estos vientos húmedos y frios del Atlántico setentrional provocan la aparición continuada de abundante nubosidad y precipitaciones con frecuencia en forma de nieve. Sin embargo, tras atravesar esas montañas, el viento llega muy seco y un poco más templado a tierras del interior y sólo se forman nubes, en general de poca importancia, cuando de nuevo tiene que remontar montañas. Con frecuencia aparecen hermosos altocúmulos lenticulares que hacen las delicias de los aficionados por sus curiosas y atrayentes formas. Son tiempos de cierzos en el Ebro, tramontana en Baleares, "regañón" en Castilla, terrales en zonas levantinas y murcianas y levantes en la Baja Andalucía. 

En esta imagen del satélite TERRA obtenida unas doce horas después del análisis anterior de 500 hPa, pueden verse los distintos elementos descritos en el texto. La corriente fria del noroeste forma sobre el mar una estructura nubosa de "células abiertas", lo que indica que hay una gran diferencia de temperaturas entre mar y aire. El viento, al incidir sobre  Pirineos y Cordillera Cantábrica, da lugar a grandes acumulaciones nubosas semiestacionarias que producen una precipitación persistente. Las tierras del Sistema Ibérico presenatn también abundante nubosidad debido a que el aire atlántico todavía llega ahí con bastante humedad a través de las memores altitudes de los Montes Vascos. A las demás zonas, el aire llega ya muy seco y solo se forma alguna nubosidad en zonas montañosas. A veces aparecen bandas nubosas paralelas formadas a partir de la perturbación ondulatoria que se genera en el flujo al atravesar la momtaña y que a ojos del espectador aparecen generalmente como altocúmulos lenticulares. Mientras tanto, el terral provoca cielos despejados en el Mediterráneo.

Esta situación de norte y noroeste se ha hecho en estas últimas semanas muy persistente. Al tiempo que la nieve se acumula en las montañas norteñas en cantidades que no se registraban desde hace muchos años, el tiempo frío y seco en el resto de las zonas genera en muchas personas resfriados, alergias y un cierto cansancio. 

En cualquier caso hay síntomas claros de que la situación empieza a cambiar. La dorsal mueve su zona central sobre la Península de modo que el tiempo calmado y algo más suave va a ser predominante hasta el sábado. A partir del domingo o el lunes, parece que van a ser los suroestes los que nos van a afectar con tiempo nublado, lluvias y temperaturas mas suaves en la vertiente atlántica. En ese caso habrá que prestar mas atención si cabe a los rápidos deshielos. Y, estando como estamos, a  punto de empezar la segunda quincena de febrero, hay que vigilar siempre a alguna posible entrada fría desde Centroeuropa que, sobre todo, si interaccionase sobre la Península con una masa atlántica mas húmeda y templada, podría dar lugar a nevadas en muchas zonas del interior. No está clara todavía la evolución a partir de mediados de la próxima semana. Y, en cualquier caso,  febrerillo...es febrerillo.

6 de febrero de 2013

Febrerillo


Ya nunca te he vuelto a ver, pero al asomar febrero
Una carga de nostalgia me recuerda
La mirada poblada de cielos y sus almendros.

                        Ángel Virgilio: Cuando asoma febrero


Es curioso que, en la meteorología popular española, el único més que recibe un diminutivo con caracter un punto despectivo, casi maligno y en general poco fiable es febrero. "Febrerillo" aparece así reflejado en algunos refranes bien conocidos:

Febrerillo el loco, un día peor que otro

Febrerillo orate, cada día un disparate

Febrerillo corto, con sus días veintiocho; si tuvieres más cuatro, no quedara perro ni gato.

Febrerillo el loco, que sacó a su padre al sol, y lo aporreó.

Es verdad. Probablemente es un més difícil para muchos seres vivos del hemisferio norte. Aunque el sol, que ya comenzó su ascenso en el cielo a partir del solsticio de invierno, va enviando mas energía a la Tierra, la gran inercia térmica del suelo hace que todavía éste tarde en reaccionar para empezar a calentar las masas de aire sobre él. Es por tanto el tiempo de febrero un tiempo con frecuencia desabrido; la atmósfera empieza a moverse tras el típico letargo anticiclónico invernal -este año en España no lo ha sido tanto- y comienzan a soplar vientos fríos aunque con frecuencia bajo cielos azules y sol. Algunos frentes atraviesan la Península pero sin precipitaciones abundantes excepto en las montañas; ese aire de febrero no tiene aún energía suficiente ni para contener mucha humedad, ni para dar lugar todavía a actividad tormentosa. A veces, una borrasca fría llega con rapidez y da nevadas incluso en cotas bajas de modo que el ambiente se enfría aún más. Y sí, es posible que este tiempo de sol, viento y frío acabe afectando a muchos seres vivos, incluido el ser humano, con energías ya un poco agotadas tras los meses de invierno. 



También es la meteorología popular la que ya, desde comienzos del mes, da pistas de como puede ser éste y por tanto de lo que puede quedar de invierno. Son bien conocidos los refranes ligados a la festividad de la Candelaria o de Las Candelas:

Si la Candelaria plora, el inverno es fora,
mas sin non plora, nin dentro ni fora.

Este refrán, con sus múltiples variantes, viene a indicar que, si llueve por la Candelaria, el aire atlántico ha entrado ya en España suavizando las temperaturas y haciendo más difícil -que no imposible- la entrada de aire polar o ártico. Y si no llueve...no parece entonces que haya que fiarse mucho todavía. Curiosamente, este año, la aplicación del refrán de la Candelaria ha sido un poco difícil porque, ese mismo día, un frente atravesó la Península desde el noroeste dejando en general precipitaciones poco importantes, que además sólo afectaron a muchas zonas una pequeña parte del día. Desde ese punto de vista cabe suponer que la Candelaria "lloró" muy poco - si es que lo hizo- y es probable que el invierno no haya dicho aún su última palabra. De hecho, los modelos de predicción a medio plazo siguen apuntando a la continuación de las circulaciones del noroeste sobre la Península con entradas sucesivas de aire frio y algo húmedo. Si es así se seguirá manteniendo este tiempo desabrido, típico del mes, dejando solo nevadas significativas en las montañas de la mitad norte peninsular. En cualquier caso hay que estar al acecho porque alguna onda de esa circulación del noroeste puede profundizarse un poco más y dar lugar a alguna borrasca fría que pudiera originar nevadas mas generales. 

En cualquier caso, a  lo largo del més, el sol va calentando cada vez más y la tierra lo va notando. Así lo refleja ese refrán de:

En febrero busca la sombra el perro

aunque un segundo redactor, algo mas realista, añadió aquello de:

...pero a últimos, que no a primeros.

Y, en cualquier caso, mas allá de las artimañas y maldades de febrerillo, siempre nos acompañará la belleza valiente, suave y rosa de la flor del almendro. Como algunas  otras miradas de febrero.