31 de agosto de 2020

Más allá de los chorros.

Vivimos estos días una situación meteorológica con temperaturas bastante más bajas que las habituales y que estamos calificando de anómala por su aparición a finales de agosto. Se suma a otras muchas anomalías que se vienen detectando en los últimos años y que, en su mayor parte, siempre acabamos relacionando con el comportamiento del chorro polar y, en menor medida, del subtropical. Pensamos que las claves de esas anomalías están en la mayor o menor ondulación del chorro polar o en el cambio de posición respecto a la "climatología" del patrón de ondas de Rossby. Y en buena medida lo relacionamos con la posibilidad de que un mayor calentamiento de las zonas polares fuerza de algún modo ese tipo de cambios en las citadas estructuras. Y aunque ello pueda tener que ver, en el fondo siempre pensamos -sabemos- que hay otras razones más allá que todavía se nos escapan. 

Topografía de 500 hPa de la madrugada del 30 de agosto con un chorro polar -o un ramal del mismo- muy bajo de latitud y arrastrando hacia la Península aire polar muy frío para la época.

Más allá de la importancia de la naturaleza caótica de la atmósfera, que siempre está presente, vamos conociendo otros fenómenos de escala planetaria y de larga duración que tienen gran importancia en ese comportamiento de los chorros. Me refiero, entre otros varios  a la muy conocida -hasta cierto punto- El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), o a las menos Oscilación Madden-Julian (MJO), la Oscilación Cuasibienal (QBO) o a las sutiles relaciones troposfera-estratosfera-troposfera en las medias y altas latitudes que conducen a veces a posibles calentamientos súbitos y roturas del vórtice polar. Y todo ello en interacción con la modulación que introducen los cambios estacionales en distribución de la humedad y de la cobertura nivosa.

Es cierto que de vez en cuando surgen noticias sobre estos fenómenos; por citar alguna de las más recientes recordemos cómo la fortaleza del vórtice polar del hemisferio norte en el pasado invierno condujo a un aumento sin precedentes del agujero de ozono, o el súbito y anómalo cambio de patrón en los vientos estratosféricos ligados a la QBO. Pero son noticias que surgen y desaparecen sin que la mayoría de los aficionados e incluso algunos profesionales que, como yo mismo, nos vamos quedando atrás, seamos capaces de colocarlos en el lugar adecuado del puzzle...de modo que otra vez nos quedamos sin poder pasar más allá de cómo se han comportado los chorros. 

Escribo todo esto porque en los últimos tiempos van apareciendo artículos y publicaciones en los que se resalta cada vez más las posibilidades que una adecuada comprensión y modelización de estas "oscilaciones" tienen para los distintos tipos de predicciones y muy en especial para las estacionales y subestacionales. En este contexto hace muy pocos días apareció este excelente artículo en ScienceNews en él que se resalta la importancia que una mejor modelización de la MJO puede tener para avanzar en las predicciones de carácter subestacional en algunas zonas del planeta. Un tipo de predicción a la que cada vez se le da más relevancia para la adecuada preparación  ante la posibilidad de situaciones meteorológicas adversas a algunas semanas vista. A este respecto es también muy interesante este otro artículo publicado recientemente en la página web del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo. 

La Oscilación Madden-Julian (MJO) es una estructura de tormentas que generalmente se forma varias veces al año en latitudes tropicales y que  puede tener repercusiones climáticas en todo el mundo. La MJO viaja hacia el este a lo largo del ecuador creando unas poderosas corrientes verticales que pueden modificar la circulación en otras latitudes.

En cualquier caso, sé que para los propios científicos especialistas en estos temas, también les es difícil encajar el puzzle... pero son los que van más avanzados y quizás nos puedan explicar un poco más y darnos una visión de conjunto...aunque sea de "conjunto parcial". Me atrevería por tanto a sugerir un mayor esfuerzo de divulgación en estos temas por los propios expertos -en España los tenemos y muy buenos- de modo que en nuestros comentarios y debates podamos llegar un poco más allá del chorro, de los chorros, y de sus veleidades.