27 de septiembre de 2023

Un "veranillo" creciente y un "cordonazo" menguante

Pocos periodos de la meteorología popular española pueden ser tan conocidos como “el veranillo de San Miguel” o “el cordonazo de San Francisco”. “El veranillo” es un periodo de varios días, alrededor de la festividad de San Miguel Arcángel (el 29 de septiembre), caracterizado por la presencia de cielos despejados y temperaturas algo más altas de lo habitual para esa época del año. Por su parte “el cordonazo de San Francisco” se refiere a un cambio brusco del tiempo en los primeros días de octubre, provocado por el paso de una vaguada por el norte de la Península, que suele originar temporal en el Cantábrico con vientos fuertes, chubascos y un descenso de temperaturas, descenso que a veces se extiende también a otras zonas de la Península. Como curiosidad cabe reseñar que, según una leyenda, lo del “cordonazo” proviene de que en esa fecha, celebración de San Francisco de Asís (el 4 de octubre), el santo fustigaba al diablo con el cordón con que ataba su túnica y al sacudirlo originaba todo tipo de vientos y lluvias. En conclusión, podríamos decir que el “veranillo” pondría fin definitivo al tiempo veraniego mientras que “el cordonazo” marcaría el comienzo claro del otoñal. 


De acuerdo con ello cada año por estas fechas los aficionados a la meteorología solemos escrutar los modelos desde varios días antes para ver si “veranillo” y “cordonazo” dan síntomas de producirse o bien van a estar ausentes, dado que no todos los años la atmósfera se comporta de esa manera. 

Pues bien, ya desde hace varios días se ve cómo el “veranillo” se va a presentar en todo su esplendor debido a la presencia de una amplia dorsal anticiclónica que, desde una orientación zonal, va a ir evolucionando a otra de tipo meridiano y que, una vez más, nos vuelve a recordar el tipo de estructura atmosférica ligada a la aparición de olas de calor, una estructura que en los últimos años parecen ser cada vez más frecuentes y que genera la caída continuada de diversos récords de temperatura. De hecho éstas van a ser muy altas y muy por encima de los valores normales de la época en todas las regiones españolas con máximas que en el sur peninsular pueden sobrepasar los 35 grados y que, al continuar esta situación durante al menos los dos primeros días de octubre puede suponer el alcance de nuevos récords de temperaturas máximas para ese mes. 

Topografía de 500 hPa y temperatura de 850hPa prevista para el sábado 30 de septiembre a las12 UTC. De nuevo aparece sobre la Península Iberica una configuración que cada vez aparece con más frecuencia y ligada a periodos de altas y anómalas temperaturas: una dorsal anticiclónica con  eje norte-sur -o cúpula de aire cálido- se extiende desde el norte de África hasta el sur de las Islas Británicas. Una vez más, la presencia de aire cálido a todos los niveles generará estabilidad, cielos despejados y ausencia de viento, dando lugar a una importante subida de las temperaturas. 


¿Y el “cordonazo”?... pues aunque desde hace unos días los modelos apuntaban hacia la llegada de una vaguada no muy profunda para los días 3 y 4, las últimas pasadas la suavizan más y la trasladan algo más hacia el norte de la Península. De este modo todo parece indicar que en esta ocasión más que “cordonazo” será un “cordonacillo”, es decir que este año San Francisco... no parece encontrarse muy en forma.

Topografía de 500 hPa y temperatura de 850hPa prevista para el sábado 30 de septiembre a las12 UTC por el modelo de alta resolución del Centro Europeo. Aunque para este día, la dorsal ya "ha agachado la cabeza" no parece ser suficiente para que la vaguada con eje sobre las Islas Británicas afecte de lleno a la Península o al menos  a su mitad norte, algo que parecía un poco más probable en días pasados. De todos modos las altas temperaturas ya se suavizarán algo. Aunque tratándose de una predicción determinista a varios días vista hay que tomarla con ciertas reservas, el modelo probabilista también apoya esta evolución aunque dejando abierta una cierta probabilidad a que la vaguada profundizara ligeramente algo más hacia el sur.

Pero más allá de bromas y santos, una vez más nos encontramos con una dinámica atmosférica que se comporta muy en la línea de los que hace años vienen apuntando los modelos climáticos: un chorro polar muy ondulado y con muchas dificultades para bajar de latitud. Ambas características dan lugar a esas profundas dorsales anticiclónicas casi estacionarias orientadas casi meridianamente que llevan aire cálido tropical  ¿más cálido cada vez? a latitudes medias y altas así como a unas vaguadas de aire frío (bastante menos frío que en décadas anteriores) que, o bien transitan de modo pasajero por latitudes elevadas, o bien generan danas con las consecuencias a que potencialmente puedan dar lugar. 

Pero junto a este inusual e intenso aumento de temperaturas es aún quizás más preocupante la bastante probable ausencia de lluvias significativas al menos durante la primera decena de octubre, un mes ya de pleno otoño cuando en otros tiempos era mas que probable la llegada de temporales atlánticos o danas. ¿Forma ya esto parte de la nueva normalidad meteorológica? Cuanta falta nos hace estudiarlo y conocerlo en profundidad. 

6 de septiembre de 2023

Lluvias en Grecia...¿podría pasar algo parecido en España?

A la vista de las tremendas lluvias que se están registrando en zonas de Grecia, donde se están alcanzando cerca de 1000 mm en un par de días, previéndose que podrían llegarse a acumular una cantidad bastante mayor hasta el viernes -que es cuando parece que la situación se comenzaría a debilitarse-   algunas personas me preguntan si podría ocurrir algo así en España. Y contesto con otra pregunta: ¿Qué hubiera pasado en las zonas más afectadas por la pasada dana si las tormentas que dieron lugar a cantidades de lluvia de 100 mm en poco más de una hora se hubieran quedado estacionarias sobre la misma zona regenerándose, o hubieran discurrido varias de ellas por una misma trayectoria geográfica? La operación aritmética es muy sencilla.

A falta de estudios más profundos, creo que la razón de las tremendas cantidades que se están registrando en Grecia son consecuencia de la fijación de la dana -y sobre todo su zona delantera- en una misma zona geográfica provocando allí  la continua formación de grandes masas nubosas a partir del también continuo suministro del aire mediterráneo muy cálido y húmedo. Y así como en España tuvimos la suerte de que “nuestra” dana se fuera moviendo hacia el oeste y las lluvias se debilitaran o dejaran de afectar a una misma zona, parece que todavía pasarán un par de días hasta que esta dana del Mediterráneo central se mueva o debilite. 

En cualquier caso hay algo que no se nos debe escapar. En el artículo que publiqué el pasado día 1 sobre la dana que nos iba a afectar, me refería también a la gran y alargada dorsal que se estaba construyendo sobre el Mediterráneo desde Argelia hasta los Países Bajos, y apuntaba cómo la fuerte circulación de vientos que la rodeaba podía estar contribuyendo parcialmente a ello. Pues bien, ese tipo de estructuras -una gran dorsal anticiclónica en el centro con una dana o borrasca fría a cada lado-, se denominan "omega". Son muy estacionarias, bloquean la circulación normal del chorro  y las danas o borrascas "laterales" pueden provocar lluvias abundantes en las misma zona mientras la circulación atmosférica no cambie. 

Análisis del geopotencial de 500 hPa y de la temperatura de 850 hPa del 6 de septiembre a las 00 UTC (ECMWF). Aparece con claridad la denominada situación en omega constituida por una muy alargada dorsal desde el norte de África hasta los Paises Bajos y dos danas o borrascas frías a su derecha e izquierda. La ubicada en el Mediterráneo central, prácticamente estacionaria, es la que está provocando las continuadas e intensas lluvias en Grecia y otras zonas geográficas cercanas. La atlántica es en buena medida lo que queda de la dana que nos afectó el pasado fin de semana. El final de estas estructuras se produce normalmente por la interacción de alguno de los elementos que la integran con una vaguada más acusada del chorro polar. 

Una vez más aparece este tipo de situaciones en omega con "domos" o dorsales cálidas muy alargadas y estacionarias como el escenario ideal para a) las olas de calor bajo la dorsal (no solamente hemos experimentado estos "domos" en España) y b) para las grandes precipitaciones causadas (unido a otros factores) por las danas o borrascas frías a su derecha o izquierda. Debe entenderse que estas situaciones "omega" son elementos normales de la circulación atmósferica pero quizás no son tan normales estas configuraciones con dorsales tan alargadas que pueden guardar relación con un debilitamiento progresivo del chorro polar en conexión con un mayor calentamiento de las zonas polares y en el contexto del cambio climático.

Por tanto, ¿podría pasar esto en España? Pues si se dieran las condiciones de que una dana se quede estacionaria durante varios días en una misma zona y se alimente continuamente de aire cálido y húmedo podría ocurrir. Quizás podría pensarse que la situación geográfica de España, más abierta a las circulaciones atlánticas, favorecería el movimiento de la dana, pero es una hipótesis, otra más, de las que habría que investigar. En cualquier caso no cabe olvidar que en la localidad de Oliva se registraron 817 mm el 3 de noviembre de 1987 siendo el récord de lluvia en España en 24 horas. 

¿Está el cambio climático tras todo ello? No puede decirse hasta que se lleven a cabo los estudios oportunos, pero dos elementos básicos como son un chorro polar con frecuentes y agudas ondulaciones y un mar Mediterráneo muy cálido si parecen tener una relación clara.

Ante la reiteración de estas situaciones es necesario -lo llevo diciendo machaconamente durante años- un mucho mayor esfuerzo de investigación en España, una revisión y potenciación de avisos y alertas y una mayor y mas profunda formación y concienciación de la población. Todo va muy rápido.


Dana, avisos y alertas

“Con los mismos mapas volveríamos a hacer lo mismo”. Aplaudo y no puedo estar más de acuerdo con las declaraciones del portavoz de Aemet Rubén del Campo ante las críticas -muy pocas- en relación con los avisos emitidos por la Agencia en relación con las lluvias provocadas por la dana durante el pasado fin de semana. Creo que el trabajo de los predictores de la Agencia basándose en los mejores modelos de predicción existentes fue impecable. Con los datos que ofrecían era necesaria la emisión de avisos rojos teniendo en cuenta lo que ello supone en cuanto a impacto social, pero estableciendo como prioridad irrenunciable la salvaguarda de vidas y bienes. Pues bien, en este sentido me parece interesante recordar algunas cuestiones y exponer algunas opiniones personales:


a) Una predicción es siempre una probabilidad de ocurrencia -mayor o menor-  de un fenómeno atmosférico. Las técnicas de predicción ha avanzado de forma increíble durante los últimos veinte años pero debido a la propia naturaleza de las evoluciones atmosféricas, nunca se podrá tener una seguridad absoluta en cuanto a su aparición o sobre la zona concreta y el momento específico en que se desarrollará. Es una limitación física que no hay más remedio que asumir pero que puede hacerse más manejable si se establece la probabilidad de ocurrencia, algo imposible hasta hace unos años pero que ahora sí es factible. 

b) Mientras Aemet emite avisos meteorológicos, las alertas meteorológicas son responsabilidad de las autoridades de Protección Civil. A partir de lo que los predictores de Aemet informan sobre lo que puede ocurrir, con su probabilidad asociada, los técnicos de Protección Civil deben valorar el impacto que puede causar en la población teniendo en cuenta muchos otros factores (sociales, económicos, hidrológicos...) que el predictor no puede conocer, ni es su cometido. De este trabajo técnico conjunto  debe salir el mensaje que llegue al público, que creo que debe contener al menos: 

  •  Una somera y sencilla descripción del fenómeno, 
  •  que consecuencias puede tener para la población
  •  en su caso, alternativas o medidas a adoptar.

c) Creo que es un gran avance la difusión general de las alertas a través de los móviles y ojalá se extienda pronto a toda España. Pienso que para ser útiles deberían refrescarse con mucha frecuencia e irse adecuando a la evolución de los acontecimientos. Estoy convencido de que si contienen toda la información a que antes me refería se convertirán en un instrumento muy eficaz de salvar vidas y bienes.




d) Hay una cuestión que puede ser polémica pero que debe considerarse en profundidad. Muchas personas afectadas comentan que los avisos dejan poco tiempo de reacción entre su recepción y la aparición del  fenómeno en cuestión, sobre todo en situaciones de gran impacto como la de la pasada dana. Actualmente creo recordar que se dan con un adelanto de sesenta horas en el mejor de los casos o bien con plazos menores dependiendo de la probabilidad de ocurrencia del fenómeno. ¿Cuál sería el equilibrio necesario entre la probabilidad de ocurrencia, el mayor o menor impacto potencial y la antelación en la emisión del aviso? ¿Estaríamos dispuestos a aceptar -en los casos en que fuera posible- una menor probabilidad de ocurrencia pero con más tiempo disponible para actuar? Y en ese caso, ¿qué umbral de probabilidad sería aceptable?

Es un tema complejo pero ante la evolución y la gravedad de los fenómenos que nos afectan creo que deben plantearse estas y otras cuestiones para que los avisos y alertas sean lo más útiles posibles a una sociedad cada vez más afectada por la violencia de algunos fenómenos atmosféricos. Y algo absolutamente necesario: Urge una mayor formación de la sociedad a todos los niveles para conseguir una mejor y comprensión y utilidad de todas estas informaciones.


4 de septiembre de 2023

Reflexiones tras la dana


Ahora que la zona más activa de la dana se va ya debilitando, al tiempo que se aleja, es el momento de exponer algunas valoraciones y opiniones. Aquí van las mías aunque quizás en los próximos días y con más datos disponibles pueda hacerlo de una manera más reposada y objetiva.

Desde mi punto de vista la predicción del modelo del Centro Europeo en cuanto a lluvias ha sido un éxito, sobre todo en el Centro peninsular; quizás en algunas zonas mediterráneas y del suroeste andaluz esa predicción quedó algo corta. En el caso del Centro es verdad que la banda de precipitaciones más importantes se desplazó como mucho unos 40 o 50 km más hacia el oeste de donde señalaba el modelo pero, en el caso de una dana y más con las intensas tormentas que en casos como éste aparecen en su seno -que desarrollan su propia dinámica e interacciones-, me parece un gran acierto. Y si afirmo esto respecto a la ubicación, no puedo sino hacerlo aún más aún en cuanto a las cantidades recogidas. Yo mismo dudaba mucho de que se pudieran rebasar los 100 o 150 mm que los modelos apuntaban, pero ahí están los casi 200 registrados en algunos puntos del suroeste de la Comunidad de Madrid. Y si nos fijamos en la provincia de Toledo los 92 mm registrados en la capital -batiendo su récord de precipitación en 24 horas- induce a pensar que ese valor puede haberse superado en algunas ubicaciones cercanas. 

Imagen radar correspondiente a las 21 horas del 3 de septiembre. Puede observarse como la banda de mayores precipitaciones se origina en el sur de la provincia de Toledo, pasa por la capital, no afecta de lleno por muy poco a la ciudad de Madrid y adquiere gran intensidad en la zona suroeste de la comunidad madrileña.

Por lo que se refiere a los avisos creo que también se actuó correctamente aunque en mi opinión los rojos podrían haberse activado algunas horas antes. Cabe siempre el debate sobre si ante la relativa imprecisión espacial que pueden tener los modelos en estas situaciones convendría extender los avisos a un área geográfica algo más amplia. Es un planteamiento que tiene sus ventajas e inconvenientes y que creo que no t¡ene una solución única sino que depende de las distintos escenarios que se presenten. 

Y por lo que se refiera a la difusión por móvil de las alertas de Protección Civil, y aunque haya algunos detalles que pueden revisarse.. ¡chapeau! Al fin se hace realidad algo que hace años estábamos esperando.  

Y con todo lo expuesto creo que sobra cualquier comentario sobre la polémica de la oportunidad del aviso para la ciudad de Madrid. Cabe imaginar lo que hubiera sucedido si los 100 o 150 mm que cayeron muy cerca lo hubieran hecho sobre la ciudad donde los 30 o 40 que se registraron ya crearon algunos problemas. Lo que sí creo necesario es un mayor esfuerzo, no tanto de comunicación sino de formación en estas cuestiones.

A continuación quiero comentar algunos detalles más "técnicos" sobre esta situación:

Una de las cosas que más ha llamado la atención en relación con esta dana son las grandes e inusuales acumulaciones de lluvia que los modelos preveían para amplias zonas del área mediterránea y centro peninsular. Si bien las primeras pueden considerarse “normales” en este tipo de situaciones, acumulaciónes de 100, 150 o incluso 200 mm en 24 horas en provincias como las de Madrid o Toledo son realmente excepcionales y muchas infraestructuras pueden no estar adecuadamente preparadas para ellas como ha podido comprobarse. Es algo que recuerda al episodio de grandes nevadas provocada por la borrasca “Filomena” si bien la situación atmósferica es distinta…aunque algún punto de conexión ha podido haber.

La cuestión clave es preguntarse por la razón de estas inusuales lluvias. Si se observa la evolución temporal de la situación todo parece indicar que una causa fundamental ha sido el semiestacionamiento sobre estas zonas del centro penínsular durante bastantes horas de la zona delantera de  la dana, que es la que origina mayores ascensos y mayores desarrollos nubosos. A ello se ha unido un flujo mediterráneo muy cargado de humedad que proporciona un “combustible” de alta calidad para esos desarrollos. ¿Tiene que ver en ello las altas temperaturas del Mediterráneo? Es muy probable. Y a ese respecto recordemos que las altas cantidades de nieve que produjo “Filomena” estuvieron muy relacionadas con un flujo de aire excepcionalmente húmedo para un mes de enero.

Análisis del geopotencial de 500 hPa y de la temperatura de 850 hPa del 3 de septiembre a las 12 UTC. Puede observarse la intensidad del cinturón de vientos de la dana, algo relativamente inusual prácticamente al final del trimestre veraniego (ECMWF).

Imagen IR de Meteosat obtenida a las 20 horas locales del 3 de septiembre. Las "calles" nubosas procedentes del norte de África y que alcanzan el centro peninsular reflejan un flujo de niveles medios y altos que se hace difluente sobre esa zona del centro.  Dado que ello no aparece claramente en el análisis anteriormente mostrado (si bien hay una diferencia de unas seis horas),  indicaría que los campos de viento y de geopotencial no están balanceados y sería la causa del desarrollo de fuertes movimientos verticales del aire húmedo transportado en niveles bajos por el viento de levante. Y por tanto de la creación de fuertes tormentas con mucha precipitación asociada. 

En cualquier caso, surge otra pregunta a continuación: ¿Por qué se queda cuasi estacionaria sobre la zona centro esa zona tan activa de la dana? Es una hipótesis, pero creo que es porque  la dana en sí misma no encuentra salida hacia el Mediterráneo a causa de la fuerte dorsal anticiclónica que se está desarrollado desde Argelia hasta los Paises Bajos (ver el mapa de más arriba). Ante ello la dana se queda estacionaria y a continuación inicia un lento retroceso hacia el oeste de modo que acaba desacoplándose el flujo húmedo mediterráneo de la zona delantera de grandes ascensos. 

Llegados a este punto, si centramos ahora el interés en la citada dorsal anticiclónica llama la atención su estructura tan estrecha y alargada, esa cúpula cálida o “domo” que tan común se está haciendo en coincidencia con las olas de calor en distintas zonas del planeta. Para la “construcción” de esta dorsal creo que ha sido importante los relativamente fuertes vientos que rodean a nuestra dana en combinación con la dinámica a gran escala del chorro polar. 

Si todo lo que acabo de exponer es hasta cierto punto correcto, la pregunta ahora sería ¿por qué esta dana posee tan fuerte gradiente de geopotencial poco común en esta época del año? No lo sé pero sí reitero una vez más la necesidad de reforzar mucho la investigación sobre los cambios en la dinámica atmosférica que se están produciendo en nuestro entorno geográfico. Cada vez está más claro que nos jugamos mucho.


1 de septiembre de 2023

Una temprana y problemática dana

Nada más empezar el otoño climatológico (meses de septiembre, octubre y noviembre), se presenta un primer temporal de lluvias que, si por una parte puede aliviar las muy menguadas reservas hídricas españolas, presenta algunas características que aconsejan mantener una estricta vigilancia y adoptar precauciones por la probabilidad de que se produzcan inundaciones, riadas o incluso daños por granizo.

El temporal viene provocado por la aparición de una dana en el oeste peninsular, que ya desde la próxima madrugada, dará lugar a chubascos y tormentas al menos durante los próximos tres días. Tendrán una distribución muy irregular pero parece que afectarán más al centro peninsular y zonas mediterráneas con posibilidad de que se recojan cantidades importantes de precipitación. 

Campos del geopotencial de 500 hPa y de la temperatura a 850 hPa previstos por el Centro Europeo para el sábado 2 de septiembre a las 12 UTC. Puede observarse la fuerte circulación de vientos asociada sobre todo a la zona posterior de la dana que gobierna en gran medida su ubicación y sus movimientos y que hace muy dificil la predicción correcta de las zonas que pueden ser afectadas por las precipitaciones más importantes. 

Pues bien, esta dana presenta algunas características que conviene tener en cuenta. La primera es que se trata de una dana muy “ortodoxa” en algunos aspectos y bastante "heterodoxa" en otros. Quiero decir con ello que se origina en un profundo meandro del propio chorro polar  mientras que varias de las que nos han afectado en meses anteriores estaban unidas a circulaciones de carácter subtropical. Al ser de este tipo llama la atención su muy temprana aparición ya que lo más normal es que se desarrollen a partir de la segunda quincena de septiembre. Es también relativamente curiosa su zona de formación, prácticamente sobre Portugal, cuando normalmente suelen -o solían- formarse hacia la zona de Madeira-Azores para luego trasladarse hacia la Península.

En cualquier caso, la característica que más está llamando la atención a los meteorólogos en su intensa circulación asociada, es decir, los fuertes vientos en niveles medios y altos -para esta época del año- que la circundan  y que condicionan mucho sus movimientos. Ello afecta a la difícil determinación de las zonas principalmente afectadas pero sobre todo el tipo de precipitaciones que se pueden originar. 

Cuando una dana tiene poca circulación en altura suelen “mandar” bastante las interacciones mesoescalares de niveles bajos, dando lugar con  frecuencia a la creación de sistemas convectivos. Éstos, aunque suelen albergar tormentas en algunas de sus zonas, pueden proporcionar durante varias horas lluvias moderadas y continuas, verdaderamente eficaces y útiles para la recuperación de recursos hídricos así como para la agricultura. 

Por el contrario cuando los vientos en altura son fuertes del sur o suroeste y en las zonas bajas predominan los vientos del este -como sucederá muy probablemente en algunos periodos de esta situación- se crea una marcada cizalladura vertical que da lugar a tormentas severas con intensos chubascos que pueden dar lugar a rápidas inundaciones locales, rachas fuertes de viento y ocasionalmente violentas granizadas. Unas situaciones por tanto que pueden dar lugar a muchos problemas y a unas lluvias mucho menos útiles por su violencia y rápida escorrentía que las ligadas a los sistemas convectivos. 

Por tanto, la situación que comienza la próxima madrugada es por una parte muy beneficiosa porque se van a recoger valores muy importantes de lluvia -sobre todo si acaban apareciendo algunos sistemas convectivos- pero es también problemática por los problemas que puede ocasionar y que conviene prevenir en la medida de lo posible. 

En cualquier caso, antes de finalizar, no quiero dejar de referirme a la “otra cara de la moneda”. Esta profunda dana origina -o al menos está conectada con- una muy marcada y aguda dorsal anticiclónica, una gran cúpula de aire cálido (llamarla "domo" crea mucha polémica) que se va a extender desde Argelia hasta el sur de Escandinavia y que muy probablemente va a provocar valores récords de temperaturas para septiembre en muchas zonas de Europa. Una dorsal que cierra el camino natural hacia el Mediterráneo de la dana pero que seguramente nos va a permitir ver la creación de curiosas estructuras de carácter subtropical en su seno.

Campos del geopotencial de 500 hPa y de la temperatura a 850 hPa previstos por el Centro Europeo para el lunes 4 de septiembre a las 12 UTC. Llama mucho la atención la aguda dorsal que se va a ir connstruyendo durante el fin de semana desde el norte de África hasta casi el sur de Escandinavia. Cierra de este modo el que sería un camino normal de esta dana hacia el Mediterráneo.

Este tipo de dorsales tan agudas y marcadas y tan unidas a las olas de calor están siendo -desde mi experiencia totalmente subjetiva- mucho más frecuentes en estos últimos años. 

Una vez más vuelven a presentarse fenómenos extremos de muy distinto signo pero unidos a una mismo tipo de circulación atmosférica. Una circulación caracterizada frecuentemente por los grandes meandros de los chorros polar y subtropical y una masa de aire tropical o subtropical con temperaturas que parecen ser cada vez más elevadas.