29 de septiembre de 2014

DANAS débiles, mesoescala...y vigilancia

La situación meteorológica de estos dias está resultando relativamente compleja porque, si bien son jornadas con un claro riesgo de producción de importantes lluvias en el área mediterránea, la situación atmosférica no es de las más típicas y además, sus características están dando lugar a algunas discrepancias entre los modelos de predicción o a una cierta falta de continuidad entre sucesivas "pasadas" o actualizaciones.

El patrón bien conocido conducente a la generación de importantes lluvias en el Mediterráneo consiste en la profundización de una importante vaguada de la circulación general al oeste de la Península Ibérica. Una alternativa es que ésta se  "estrangule" y dé lugar a la aparición de una DANA en el suroeste penínsular con entrada de levantes sobre la mitad sur del área mediterránea española que luego pueden trasladarse a Cataluña y Baleares. La otra posibilidad es que no se cierre y la vaguada, cada vez más aguda, atraviese la Península y dé lugar a lluvias importantes en el cuadrante nordeste peninsular y sobre todo en el litoral y prelitoral catalán.  

Sin embargo, hay otra posibilidad que da menos la cara y que es la que está sucediendo estos días. Ocurre cuando la circulación del chorro polar discurre por latitudes más altas a las nuestras, pero existe al sur de ella otra, menos marcada, pero que posee también pequeñas vaguadas. Éstas pueden pasar como tales sobre la Península o incluso dar lugar a pequeñas DANAS. Así ocurre desde ayer y va a seguir ocurriendo durante al menos la primera mitad de esta semana.

Situación de hoy, 29 de septiembre, a las 06UTC. La circulación del chorro polar puede verse en el ángulo superior izquierdo de la imagen. Al sur de ella, existe otra, más débil, que es la que parece que nos afectará hasta mediados de semana. La pequeña vaguada que se acercaba ayer desde Azores está ahora sobre el área de Gibraltar y Alborán; su presencia ahí puede reforzar algo la zona de bajas presiones en superficie y el flujo de levante. Si nos fijamos ahora al oeste de Portugal y al norte de Azores, hacia la zona donde se encuentra la "cruz" de latitud/longitud, puede verse una zona oscura. Se trata de otra pequeña vaguada de aire frío que va a situarse sobre la Península y condicionará nuestro "tiempo" en los próximos dias

El problema con estas perturbaciones es que pueden no quedar bien reflejadas en los análisis de partida de los modelos y, sobre todo, que no queden bien marcados posteriormente sus movimientos -casi erráticos- en un ambiente general de muy poco gradiente en niveles medios y altos.  Y cuando no hay dirección o "mando" sinóptico... manda la mesoescala. Así es; si en niveles medios y altos no hay marcadas estructuras o flujos sino más bien un ambiente de "neutralidad", las circulaciones de niveles bajos tienden a desarrollarse sin impedimentos "de arriba". Si, como ocurre en la situación de estos dias, hay incluso condiciones -por la presencia de aire relativamente frío -sea en forma de pequeña vaguada o DANA- para ayudar levemente a los ascensos, esas estructuras mesoescalares se desarrollan aún más. 

Otro problema "artificial" pero que conviene tener muy en cuenta es, no sólo la resolución espacial de los modelos, sino los distintos intervalos de contorneo con que se dibujan. Ello puede dar lugar a que uno muestre estructuras cerradas y el otro no, como en los mapas para estos días:

Situación prevista por el Centro Europeo para mañana martes 30 de septiembre a las 12UTC a 500 hPa. La vaguada que nos afecta hoy tiene su eje orientado en la dirección Madrid-Murcia mientras que la que hoy se está acercando se encuentra hacia la zona de Lisboa
La misma situación vista por el GFS. La nueva vaguada en la misma zona que en el Centro Europeo. Su apariencia "mas cerrada" puede depender seguramente del distinto intervalo de contorneo. La misma cuestión del contorneo podría explicar la pequeña zona cerrada de aire frío en su interior...¿pequeña vaguada?...¿pequeña DANA? En cualquier caso la concordancia es buena esta vez entre modelos.
Veinticuatro horas después: En esta topografía del Centro Europeo sólo una pequeña "L" sobre Lisboa avisa de que ahí puede haber algo aunque el campo de temperaturas no refleja nada. En cualquier caso, estas situaciones tan "sin gradiente" pero con algo de flujo de levante en niveles bajos, deben ser muy vigiladas por predictores expertos
La misma situación vista por el GFS. Una pequeña DANA sobre Lisboa muy en concordancia con el Centro Europeo con un pequeño embolsamiento frío que no es visible en el mapa anterior. También el menor intervalo de contorneo hace más patente el flujo difluente del suroeste sobre el área mediterránea; algo importante a tener en cuenta. En cualquier caso, muy a vigilar los movimientos de esa perturbación.
Este planteamiento puede aplicarse a la situación de estos dias. La situación general tiende a mantener un flujo débil de levante y ligeramente convergente sobre el área mediterránea. Esta situación, ayudada ocasionalmente por el relieve, tiende a hacer crecer nubes sin oposición en niveles medios o altos o incluso recibiendo ayuda si la débil DANA se encuentra cerca. Es la combinación de todo ello la que puede focalizar las lluvias más fuertes e incluso dar lugar a la aparición de algún sistema convectivo que puede tener un movimiento muy débil y favorecer la recogida de valores importantes de precipitación en una zona dada. 

Ante situaciones tan poco marcadas sinópticamente se hace fundamental la diagnosis y la vigilancia por predictores experimentados. Ahí entra en juego el seguimiento detallado de las imágenes de vapor de agua, el de los distintos modelos y de la consistencia entre sus distintas pasadas y el buen conocimiento de estas situaciones.  Y otra ayuda muy eficaz sería un ensemble de corto y muy corto plazo que espero que algún día pueda estar plenamente operativo y disponible.

24 de septiembre de 2014

Una DANA poco "encajada" y un "medicán" que no fue

Acaba de finalizar el primer temporal de lluvia del otoño provocado, como suele ser normal en esta época, por la acción de una  depresión aislada en niveles altos (DANA). Situada en principio al oeste de Portugal, se movió hacia el centro de la Península quedándose casi estacionaria en esa situación y agotando todavía hoy su energía en forma de tormentas dispersas; un comportamiento bastante bien previsto por los modelos de predicción. 

Las lluvias que ha provocado han sido bienvenidas sobre todo el el sureste peninsular donde la actual sequía puede considerarse como la más importante desde que hay datos registrados. Pero esta alegría se mezcla con un cierto enfado y frustración ya que, en general, los valores absolutos no han sido muy altos (algunas decenas de litros por metro cuadrado), su distribución ha resultado bastante desigual y, sobre todo, han sido en general de gran intensidad y ocasionalmente en forma de granizo. Ello ha dado lugar en algunas de estas zonas a inundaciones, destrozos y daños en los cultivos.


Análisis de 500 hPa (ECMWF) correspondiente a las 00 UTC del 23 de septiembre de 2014, en el periodo de máxima actividad de la DANA. 

Análisis de superficie (ECMWF) correspondiente al 23 de octubre a las 00 TMG. Si bien no tiene una gran resolución, no se observa ningún flujo claro de levante sobre el área mediterránea española

¿Qué le ha faltado a esta situación para que hubiera dado lugar a un temporal de levante en el área mediterránea con mayores cantidades de precipitación y con un carácter en general menos severo?  Pues que la DANA, o borrasca de niveles altos, hubiera bajado un poco más de latitud de modo que se hubiera "encajado" en la zona Golfo de Cadiz-Gibraltar-norte de Marruecos y de Argelia. En esta ubicación, la circulación del viento de su zona delantera,  ayudada por los relieves del Atlas y de las altiplanicies argelinas, junto con el gran depósito de energía del mar Mediterráneo, suelen dar lugar a la creación de una borrasca en superficie cuyo centro tiende a ubicarse en las zonas marítimas de Alborán o Palos o bien en el norte de Argelia.  De esta forma se establece algo que es realmente clave para estas lluvias: una corriente de aire cálido, húmedo y frecuentemente inestable que se dirige desde el mar hacia el litoral de la Península y Baleares, al tiempo que converge hacia el centro de la borrasca. Y esta corriente puede establecerse sin la presencia de esa DANA (por eso la reticencia a la equivalencia DANA/lluvias intensas) aunque sí suele ser el mecanismo más frecuente y el que genera lluvias más intensas.

Pues bien, el resultado de todo ello es la formación de grandes masas nubosas que presentan una gran eficiencia en la producción de lluvia y que se quedan estacionarias o se mueven lentamente acompañando a la borrasca en su desplazamiento, generalmente hacia el nordeste. De esta forma se originan cuantiosas precipitaciones que con frecuencia crean problemas, sobre todo por la falta de limpieza de ramblas y arroyos, por estar ubicadas instalaciones o viviendas muy cerca de sus cauces...o por la imprudencia de algunos conductores. Estas circunstancias se agravan a veces por la presencia de algunas tormentas que aparecen en el seno de esas grandes masas nubosas y que, de forma puntual, originan precipitaciones realmente destructoras. Unos ejemplos típicos -si bien extremos- de estas situaciones se recogen en los siguientes mapas correspondientes a las torrenciales lluvias del 18 y 19 de octubre de 1973 en Andalucía oriental y a la situación  del 20 de octubre de 1982 en la Comunidad Valenciana.

Situación del 19 de octubre de 1973. DANA encajada el el golfo de Cádiz y borrasca en superficie sobre Alborán


Situación del 20 de octubre de 1982. DANA en el área de Gibraltar. Si bien el centro la borrasca de superficie se encuentra sobre el interior de Argelia, induce un nítido flujo de levante sobre el área mediterránea española.

Al contrario que en las situaciones mostradas -que son ejemplos de otras muchas-, en esta última, el centro de la DANA no ha descendido mas al sur de Lisboa y por tanto no ha dado lugar a la formación de esa borrasca. Sin embargo, la gran inestabilidad de su zona delantera ha dado lugar a numerosas y fuertes tormentas pero con una estructura bastante desorganizada. 

Hasta cierto punto es normal que en septiembre estas perturbaciones no bajen mucho de latitud, algo que suele ocurrir más frecuentemente en octubre y noviembre que son las épocas de las grandes precipitaciones en toda el área mediterránea y muy especialmente en las comunidades de Valencia y Murcia y Andalucía oriental, ya que en Cataluña sí pueden darse con mas facilidad en septiembre.


Situación de la madrugada del 26 de septiembre de 1962, cuando se originó la catastrófica inundación del Vallés en Cataluña. En este caso no había DANA sino la zona delantera de una profunda vaguada en niveles medios y un flujo del sureste en superficie sin aparente circulación cerrada en superficie

Pero quizás lo que más ha llamado la atención estos días a profesionales y aficionados ha sido la generación por parte de algunos modelos de predicción de una pequeña y profunda borrasca de superficie en el mar, entre Cataluña y Baleares, que de haber sucedido hubiera dado lugar al menos a un  fuerte y casi inesperado temporal marítimo y de viento. 








Dos ejemplos de la creación del medican por modelos numéricos de alta resolución. El NMM (arriba) es de caracter no hidrostático y el HR 0.05 (abajo) hidrostático. Ambos generan la fuerte circulación ciclónica, luego ello no parece depender de ese caracter.

Hubiera sido probablemente un fenómeno denominado como medicán, conocido y sobre estudiado desde hace relativamente pocos años y al que dediqué hace un par de años esta entrada en mi blog. 

Dado que los mapas de los modelos se mueven libremente por las redes sociales, la posible aparición de este fenómeno dio lugar a algún comentario que comenzó a crear una cierta alarma social.  Por fortuna la situación fue adecuadamente centrada y ponderada por excelentes expertos en estos temas, tales como mi buen amigo y compañero Agustí Jansà  (@AJANSACLAR) que en una corta serie de tweets mostró sus razonables dudas y cautelas en relación a que los modelos que se presentaban pudieran representar adecuadamente la formación de un medicán.

Finalmente el medicán no ocurrió, pero creo que lo sucedido debe llevarnos a una cierta reflexión. El aumento de calidad de los modelos numéricos, tanto por su aumento de resolución espacial como por la mejor representación de complejos procesos físicos como la convección, nos va a ir ofreciendo progresivamente la aparición en sus resultados de estructuras hasta ahora desconocidas. Si bien éstas serán cada vez más "verdaderas", habrá otras veces, tal como ha sucedido en esta ocasión, que serán irreales, las denominadas  como artifacts. Deben ser los especialistas los que juzguen su posible realidad o irrealidad y los que deben dar, a través de los cauces oficiales establecidos, los correspondientes avisos.


La Revista del Aficionado a la Meteorología ha publicado un excelente artículo sobre esta cuestión.  Recomiendo su lectura.


Actualización: Del intercambio de informaciones y opiniones mantenidas hoy en Twitter parece desprenderse que la generación  de ese "artifact" dependió más de la resolución espacial y del forzamiento de cada modelo que de su caracter hidrostático (la convección se parametriza) o no-hidrostático (la convección se resuelve explícitamente). Éstos últimos son los más adecuados para estas situaciones.

19 de septiembre de 2014

¿Agua para todos?

Poco a poco septiembre se va comportando como el mes de transición que es. Si durante la primera quincena ha empezado a humidificar la vertiente atlántica aunque de forma bastante irregular, ahora parece tocarle el turno a la mediterránea como suele ser normal que ocurra en la segunda quincena. Y quien sabe si Canarias no podría recibir también la visita de la lluvia durante los próximos días.  Veamos cual es la situación en estos momentos y las posibles líneas de evolución de acuerdo con los modelos.

Imagen del canal WV de Meteosat del 19 de septiembre a las 06TMG
Al noroeste de Galicia se encuentra el centro de la vieja borrasca/vaguada que nos viene afectando durante los últimos días. En ella, el aire está bastante inestable como lo demuestra la gran cantidad de "granitos" blancos, tanto sobre el mar como sobre la tierra, y que no son sino células tormentosas. Hacia la zona de Marsella se aprecia un sistema convectivo y también algunas estructuras convectivas más pequeñas al sur de éste, ya sobre el mar. Puede verse que todo ello se sitúa en el seno de una amplia inyección de aire húmedo que proviene desde la zona del archipiélago de Cabo Verde sobrevolando buena parte de África occidental. Estos "remontes" tropicales/subtropicales están frecuentemente unidos a las grandes lluvias mediterráneas y siempre he tenido la intuición -que habría que demostrar- de que contribuyen a la eficiencia de las precipitaciones manteniendo un alto grado de humedad a niveles medios y ayudando por tanto a que la nubes convectivas -cuyo combustible principal proviene indudablemente de niveles bajos- se "sequen" lo menos posible en su desarrollo vertical.

Si nos vamos ahora a la zona central atlántica, aparecen dos centros de interés. Por la parte superior de la imagen se delimita una gran dorsal curvada anticiclónicamente que avanza hacia Europa. Un poco más al sur aparece la gran espiral de la ya tormenta tropical Edouard. En un movimiento muy típico -aunque ni mucho menos exclusivo- de otoño, la dorsal va a seguir su movimiento hacia el este, lo que originará un estrechamiento de la amplia vaguada en la que se encuentra alejada la borrasca situada al noroeste peninsular. Ello la va a llevar a moverse más hacia el suroeste, de modo que los modelos la sitúan el domingo  sobre el área Lisboa-Madeira-golfo de Cádiz y el lunes más centrada sobre Portugal. Por su parte, los restos de Edouard, ya como débil borrasca post-tropical, se quedarán casi estacionarios en el área de Madeira e irán desapareciendo muy lentamente  aunque provocando todavía lluvias y chubascos.

Pero, volviendo a nuestra borrasca, y como es bien conocido, la ubicación en la que parece que se situará es adecuada para la aparición de lluvias mediterráneas fuertes. Para el sureste peninsular, la zona más castigada por la sequía, sería ideal que se fuera un poco más al sur; de este modo también lo haría la circulación de superficie mediterránea y el flujo húmedo de levante afectaría de lleno a esa zona. Sin embargo, si se cumple lo previsto, aún recibiendo lluvias todo el área, parece que las más abundantes se irían un poco más hacia el norte.

Aún siendo muy interesante esta evolución, y como va a estar perfectamente seguida por profesionales y aficionados, quiero fijarme en otra -que de momento es sólo una posibilidad- pero que puede ocurrir de forma simultánea en el tiempo -no en el espacio- hacia el área de Canarias y que podría también traer lluvias al archipiélago. Desde hace unos días el modelo norteamericano GFS apunta -unas pasadas sí, otras no- a la subida en latitud a lo largo de la costa de África occidental de una perturbación con origen tropical y con lluvias asociadas que, como se ve en el mapa siguiente, se situaría muy poco al sur de Canarias hacia el martes/miércoles.

Mapa de superficie previsto por el GFS para el martes 23 de septiembre. Puede verse la borrasca que ha ido remontando por la costa africana desde el sur con sus lluvias asociadas. La banda más importante de lluvias que queda a su izquierda serían las ocasionadas por los restos de Edouard. Sí esta situación llegara a darse resultaría muy interesante ver juntas las dos perturbaciones, con un origen parecido pero con evoluciones tan distintas.

No está claro que esta borrasca vaya a existir o, que si existe, haga ese recorrido; de hecho el Centro Europeo no parece verla todavía, pero en cualquier caso es muy interesante seguirla aunque estemos muy absorbidos por la situación peninsular. Seguro que los amigos canarios ya están en ella y con su experiencia podrán valorar adecuadamente esta posibilidad. En cualquier caso, situación otoñal muy interesante para los próximos días.

12 de septiembre de 2014

Multivórtices, modelos...y quebraderos de cabeza

Estos días está siendo muy comentada entre los profesionales y aficionados la situación provocada por una gran borrasca semiestacionaria situada al oeste de la Península Ibérica y cuya mayor o menor expansión hacia el oeste provoca cambios de tiempo en el tercio occidental peninsular y ocasionalmente en zonas del centro. Ello causa problemas a los predictores al ver que los modelos numéricos de que normalmente se dispone no captan bien estos movimientos aumentando el nivel de incerteza de las predicciones.

Pues bien, desde mi punto de vista, la perturbación actual se originó durante el día 10 y vino a reemplazar a otra, más antigua, que llevaba varios días en la zona. Así es como puede verse en la siguiente imagen del canal de absorción de vapor de agua de METEOSAT:


Imagen WV correspondiente a las 12TMG del 10 de septiembre. Se observa la formación sobre la zona de Azores de la borrasca que actualmente nos afecta. La que ocupaba anteriormente ese espacio, se movió ese día por delante de ella hacia el oeste-nordeste con bastante actividad convectiva.

El problema es que la actual borrasca no tiene una estructura sencilla con un único vórtice sino que tiene varios que van creándose y moviéndose con rapidez.  Unos reestructuran dinámicamente el centro de la perturbación, mientras que otros circulan alrededor de ese centro y crean en su zona delantera estructuras mesoescalares de nubosidad y precipitación que provocan cambios de tiempo, a veces poco esperados.


Imagen WV de METEOSAT correspondiente a las 06TMG del 12 de septiembre. Puede observarse la gran y compleja estructura multivórtice.

Como puede verse en la imagen la "borrasca" es más bien una amplia vaguada del chorro hacia la que van "cayendo" distintos vórtices o remolinos, al menos con dos trayectorias distintas: una hacia la zona central de la perturbación y otros con un recorrido mucho más periférico pero  que cuando se acercan al oeste y noroeste peninsular pueden ser las responsables de esos cambios de tiempo.

Cuando se dispusieron, ya hace muchos años, de las primeras imágenes de vapor de agua de METEOSAT, se comprobaron las grandes posibilidades que brindaban para hacer un seguimiento muy detallado en tiempo real de pequeñas estructuras que con frecuencia pasaban desapercibidas para aquellos, ahora ya primitivos, modelos de predicción. Muchos predictores se especializaron tanto en estas imágenes que eran capaces de esbozar las topografías de 500 o 300 hPa con un gran detalle; algo sobre todo de gran utilidad para zonas con pocos o ningún radiosondeo. Con las grandes mejoras de los modelos, esas prácticas se han ido parcialmente perdiendo aunque supongo que en el Centro Nacional de Predicción de AEMET la práctica de la diagnosis se mantiene. Son prácticas importantes porque permiten darse cuenta de lo que realmente está pasando en la atmósfera y mantener un cierto nivel de criticidad hacia los resultados que los modelos ofrecen. Y a este respecto me parece excelente la práctica de Meteogalicia de mantener estas imágenes en su página web con una muy buena cadencia de refresco ya que permite la vigilancia y seguimiento de estructuras que con las imágenes infrarrojas podrían pasar desapercibidas.

Entonces,  ¿que pasa en estos casos con los modelos? Pues depende. Para los de carácter global, como el GFS o el IFS, estos remolinos pasan casi desapercibidos porque, por sus relativamente pequeñas dimensiones, no son recogidos o lo son deficientemente por los análisis de partida. Quizás el modelo podría generar algunos de ellos debido a las características más o menos turbulentas de la corriente principal, pero aún así, seguramente quedarían suavizados. Además, al pasar los resultados al formato gráfico que utilizan los predictores aún pueden quedar más desdibujados. Algo así es lo que puede comprobarse en el análisis del Centro Europeo para muy pocas horas antes que la imagen anterior.

Análisis del modelo del ECMWF para las 00UTC del 12 de septiembre. Como puede verse, la mayor parte de los remolinos visibles en la imagen WV no aparecen recogidos o están muy suavizados.

La solución es trabajar con modelos de área limitada con mayor resolución; ahora bien, si el análisis de partida que utilizan es el proveniente de un modelo global el problema vuelve a ser el mismo, si bien algunos de los remolinos que se vayan generando pueden ser captados más fielmente. Lo ideal sería partir de un análisis a la mayor resolución posible para esa zona utilizando a tope los sondeos de satélite junto, por supuesto, con las modernas técnicas de asimilación de datos.

¿Sería en este caso interesante contar con un ensemble de un modelo de área limitada? ¿Las perturbaciones en el análisis inicial reflejarían de algún modo estos vórtices mesoescalares?, Y, aunque no los reflejaran adecuadamente, ¿podría servir de base para una adecuada predicción probabilística de esta situación?

Y otra cuestión. Durante mucho tiempo se habló sobre la posibilidad de que los predictores pudieran introducir a partir de sus diagnosis algunas correcciones en los análisis de partida de los modelos de área limitada, de modo que fueran más realistas. Quizás en la práctica no sea muy realizable...pero ¿mejorarían los resultados en situaciones de este tipo?

Sé que estoy planteando cosas discutibles y opinables y nada me encantaría más que pudiéramos establecer algún tipo de debate sobre todo ello.

9 de septiembre de 2014

¿Un trimestre veraniego raro?



AEMET acaba de publicar el informe climatológico correspondiente al pasado mes de agosto. La temperatura media del mes ha sido 23,9ºC,   lo que supone una anomalía positiva de 0,5º sobre la media del periodo 1971-2000 por lo que puede calificarse de ligeramente cálido. Por su parte, la precipitación media ha sido de 18 mm, algo menos del valor climatológico de ese mismo periodo que es 23 mm. 

Con estos datos junto con los correspondientes a los informes de junio y julio, podemos hacer ya una primera aproximación a cómo ha sido el trimestre veraniego en España si bien la conclusión definitiva la dará oficialmente AEMET en unos dias. Así, por lo que respecta a la temperatura, la anomalía respecto a la media de los trimestres veraniegos del citado periodo ha sido positiva, pero sólo de 0,5º (dato provisional calculado por mí), es decir, un trimestre ligeramente cálido, incluso algo menos que el del año pasado que tuvo una anomalía de 0,8º.  Si bien no se han dado olas de calor propiamente dichas, si es cierto que las temperaturas máximas han sobrepasado los 40º en cada uno de los tres meses. Así, por ejemplo, el 14 de junio, Jerez de la Frontera alcanzó los 41,9ºC, el 16/17 de julio Córdoba llegó a los 42,9ºC (posiblemente el valor más alto de este verano en observatorios principales) y el 26 de agosto, en el marco de una de las abundantes ponentás de este verano, el aeropuerto de Valencia registró 42,2ºC. 

Por lo que respecta a la lluvia, la precipitación media de este trimestre en España ha sido de 72 mm (curiosamente la misma cantidad que en el mismo trimestre del año pasado), lo que supone un 82 por ciento de lo que correspondería desde el punto de vista climatológico, por tanto, trimestre veraniego ligeramente seco. Sin embargo, esta conclusión es algo engañosa porque las tormentas veraniegas se han centrado de forma casi exclusiva en la mitad norte penínsular y, sobre todo, en el cuadrante nordeste donde los aguaceros y las granizadas han estado presentes de forma muy frecuente mientras que en amplias zonas del centro y sur de la Península no ha caído prácticamente ninguna gota. Sí es verdad que en la Comunidad Valenciana se han producido algunas tormentas fuertes pero muy poco significativas por lo que respecta a un posible alivio a la tremenda sequía que sufre esta región al igual que la Comunidad Murciana. Es una circunstancia que queda perfectamente reflejada en este mapa del índice de precipitación estandarizado  (SPI) correspondiente al periodo agosto 2013-agosto 2014 elaborado por AEMET y recogido en su página web en el apartado de vigilancia de la sequía meteorológica:


Índice SPI elaborado para el periodo agosto 2013-agosto 2014. Pueden observarse los importantes valores negativos del mismo, ya en el extremo de la escala, en gran parte del Levante español.

A la vista de estos datos, hace pocos días un periodista me preguntaba si este trimestre veraniego podía considerarse "raro". Creo que la posible "rareza" proviene solamente de que ha sido algo menos cálido que la media de los veranos del siglo XXI y de finales del XX. La causa próxima de ello la conocemos: el chorro polar, aunque debilitado, ha rondado de forma casi continua por las cercanías del tercio norte peninsular, e incluso a veces sobre él, cuando lo normal es que en verano su posición media se encuentre más al norte. Ello ha dado lugar a que los frentes asociados hayan afectado a la mitad norte peninsular con abundantes precipitaciones y tormentas, sobre todo en Aragón, Cataluña y de vez en cuando en la Comunidad Valenciana, ya que son estas las zonas donde, tanto el relieve como el aire mediterráneo, ayudan más a su formación. También esta cercanía del chorro ha inyectado en superficie aire del oeste/noroeste que ha mantenido las temperaturas moderadas, incluso a veces frescas, en las vertientes atlántica y cantábrica mientras que el calentamiento por efecto foehn de este mismo aire en su descenso hacia el Mediterráneo ha dado lugar a temperaturas bastante altas, sobre todo en el cuadrante sureste.

Entonces, la pregunta podría ser: ¿Y es normal esa posición del chorro polar? Pues podría decirse que no es su posición más frecuente en verano pero que no es en absoluto desconocido que de vez en cuando, ¿quizás cada seis u ocho años?, descienda de latitud y nos dé este tipo de trimestre veraniego. Cabe recordar a este respecto el famoso "verano" de 1977 que casi no existió por las frecuentes entradas de aire frío. Por tanto, es algo que, en principio, puede ser explicado perfectamente por la variabilidad natural de la atmósfera. Luego, desde mi punto de vista, no ha sido raro sino más bien poco frecuente.

Y por último, ¿se observa alguna tendencia en la evolución de las temperaturas veraniegas? Es una contestación que debe ser dada por los climatólogos. Sin embargo, de los datos que dispongo desde el año 2008 no parece observarse ninguna salvo la constatación de que están siempre por encima de la media del periodo 1971-2000 y a veces de forma muy destacada. Estas son las anomalías que en su día publicó AEMET para este trimestre:

0,5º (2008), 1,8º (2009), 1,4º (2010), 0,9º (2011), 1,7º (2012), 0,8º (2013), 0,5º ? (2014)

Pero bueno, aunque concluyamos que el verano no ha sido raro sino sólo un poco menos cálido...a muchos frioleros de las vertientes no mediterráneas les ha sabido a poco. ¡Lo comprendo perfectamente!

4 de septiembre de 2014

Cambio climático: actualizando tras el verano

A finales de junio escribía una entrada en este blog en la que trataba de encontrar el "hilo argumental" de los estudios e investigaciones más recientes relacionadas con el cambio climático. Ese hilo, tal como yo lo veía, estaba compuesto por tres tendencias que nacían de una misma base: la polémica sobre la pausa o debilitamiento en el proceso de aumento de la temperatura media del planeta. 

La primera tendencia se  refería a problemas con la representatividad o postproceso de los datos utilizados; la segunda se enfocaba hacia una posible disminución del forzamiento radiativo por baja actividad solar o la mayor actividad volcánica. Por último, la tercera apuntaba al almacenamiento de calor en los océanos y a al rápido aumento de la fusión de los hielos polares como una posible justificación de la "pausa" en el aumento de temperaturas. Por otra parte, en aquella entrada me refería a una interesante línea de trabajo  sobre los estudios de atribución de algunos fenómenos extremos al calentamiento global.  Pues bien, dos meses después, vamos a ver -en la medida en que me ha sido posible seguirlo-  cómo han evolucionado estas líneas y qué otras nuevas tendencias se han abierto.

Por lo que respecta a los supuestos problemas en el procesamiento de los datos satelitales del hielo antártico no he encontrado nada nuevo si bien quedan algunos ecos de la polémica. Sin embargo, en relación con el debilitamiento del forzamiento radiativo, se sigue con una cierta preocupación, sobre todo en informaciones periodísticas, la baja actividad solar. Por lo que se refiere a los aerosoles, ha aparecido un artículo muy interesante en Geophysical Research Letters en relación con el deficiente manejo que los modelos hacen de las emisiones e intrusiones de polvo africano; el resultado es que ha habido y hay una subvaloración continuada tanto en la emisión, el transporte o la determinación  del espesor óptico.

Donde sí existe una actividad muy acusada es tanto en el papel jugado por los océanos como acumuladores de calor como en la rápida fusión de parte de los hielos polares. Si por lo que respecta a los océanos la mayor parte de los estudios se han centrado en el Pacífico, el papel del Atlántico va emergiendo cada vez con más fuerza. Así, en este artículo que acaba de publicarse en Science se sugiere que la mayor parte del calor "perdido" se está almacenando en aguas profundas del Atlántico a través de un mecanismo que dura de veinte a treinta y cinco años. A ese calentamiento atlántico atribuyen algunos científicos australianos el reforzamiento de los vientos alisios en el Pacífico, tal como se narra en este otro artículo de Nature Climate Change. En cualquier caso, un breve pero sustancioso resumen sobre la pugna Atlántico-Pacífico puede encontrarse en esta nota de Science; su resumen final es que, de una forma u otra, el almacenamiento de calor por los océanos es la causa de la pausa en el aumento de la temperatura del aire. 

Lo que sí preocupa cada vez más es la pérdida acelerada de las masas de hielo. Para mí, el artículo más importante de estos dos últimos meses es el que acaba de publicar la revista Cryosphere basado en el estudio de los datos obtenidos por el satélite CryoSat- 2. El estudio revela que la velocidad de desaparición del hielo durante los últimos tres años se ha triplicado respecto al periodo 2003-2009  en la Antártida occidental y la península Antártica mientras que en Groenlandia se ha doblado. Por otra parte también constata un cierto aumento de espesor en la Antártida oriental que compensa, sólo parcialmente, las pérdidas de la occidental.  Naturalmente siguen apareciendo artículos sobre las consecuencias de estas fusiones. Así este estudio del Instituto de Investigación sobre el impacto del cambio climático de Postdam revisa al alza las cifras de ascenso del nivel del mar en esta centuria.

Por otra parte continúa la polémica sobre si un Ártico más cálido da lugar a una corriente en chorro mas lenta, con un mayor número de meandros y mas propensa por tanto a generar fenómenos extremos, algo a lo que ya me he referido con frecuencia en este blog. En este artículo de Nature Geoscience, publicado también hace pocos días, los investigadores que más se han involucrado en esta teoría hacen una revisión del estado del debate y concluyen que son necesarias aún más investigaciones para consolidarla.

Por lo que respecta a los estudios de posible atribución de fenómenos adversos al cambio climático, lo mas destacable es este artículo de Science donde se señala la importancia progresiva y muy marcada de la acción antropogénica en la fusión de los glaciares de todo el mundo.

A la vista de esta revisión, seguro que muy incompleta, la conclusión que emerge es que el calentamiento contínua y se está reflejando fundamentalmente por su almacenamiento en los distintos océanos y en la acelerada fusión de la Antártida occidental, Groenlandia y otras zonas árticas. 

Pero, además de todo eso, han emergido dos nuevas preocupaciones: la primera es la constatación a través de un estudio de la NASA de que siguen existiendo una fuente o fuentes de emisión de gases destructores -y prohibidos- de ozono, lo que está dificultando su recuperación.  La segunda es la gran contaminación por plásticos en los océanos, tal como se refleja en este reciente artículo en el New York Times.

Y mientras tanto para las pequeñas naciones de las islas del Pacífico, o del Índico o del Caribe, el cambio climático no es un debate científico sino un hecho real y crítico en su evolución tal como muestra esta información del Christian Science Monitor en relación con la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente celebrada recientemente en Nairobi en la que piden al resto de estados comprensión, ayuda y medidas urgentes. ¿Serán escuchadas activamente? 


N/B Al fin la OMM ha decidido recomendar que el periodo "normal" de referencia sea el de 1981 a 2010 en lugar del muy obsoleto 1961-90. Con el fin de evitar confusiones y malas interpretaciones se recomienda que las posibles anomalías deberán darse con referencia a los dos periodos. Decisión tardía pero del todo necesaria.