29 de enero de 2013

Jansà, un maestro de la meteorología mediterránea


La meteorología española sorprende por lo diverso de sus manifestaciones geográficas.  Nada tiene que ver la meteorología cantábrica con la atlántica ni ninguna de éstas con la mediterránea. Esta última posee unas características muy específicas, sobre todo en cuanto a intensidad de vientos y de lluvias, que no poseen las otras zonas y que están motivadas por su singular geografía: un mar relativamente profundo rodeado de altas montañas y estrechos valles.

Es difícil y apasionante lograr un buen conocimiento de esta meteorología. Su estudio, y la predicción de los fenómenos adversos que con frecuencia la acompañan, ha constituido siempre un reto para los meteorólogos españoles e incluso ha dado lugar a una "escuela" de meteorología mediterránea centrada básicamente en Baleares, si bien con interesantes aportaciones catalanas y valencianas así como  también por andaluzas, en este caso por lo que se refiere fundamentalmente al mar de Alborán.

Uno de los máximos representantes de esta "escuela balear" ha sido el meteorólogo Agustí Jansà, recientemente jubilado y al que hoy se le rinde una comida-homenaje en Palma de Mallorca. Fue el padre de Agustí, el también meteorólogo Josep María Jansá, quien sentó los conceptos básicos de esta meteorología a través de sus estudios y publicaciones sobre la masa de aire mediterráneo o el frente mediterráneo y en general sobre toda la climatología balear. Discípulos suyos de algún modo fueron Miquel Ballester y Jaume Miró-Granada, y de la enseñanza de ellos surgieron otros grandes especialistas actuales. De entre ellos quiero destacar a mis queridos compañeros Climent Ramis y al propio Agustí; ellos son con los que más directamente he trabajado y he aprendido sobre esta pasión mediterránea que comparto con ellos.

Agustí ha sido una curiosa simbiosis de ciencia y operatividad. Creo que su motivación fundamental ha sido siempre profundizar mediante la investigación en el conocimiento de la meteorología mediterránea, y en concreto sobre sus ciclogénesis -formación de borrascas- a las que siempre contempló como origen de los grandes temporales mediterráneos de lluvia y de viento. Sin embargo, su faceta operativa como integrante del INM/AEMET, le hizo tener siempre muy clara la búsqueda de la aplicación práctica de las investigaciones que dirigía o en las que participaba, y sobre todo de su utilización para la mejora de la predicción y vigilancia de los fenómenos meteorológicos adversos.

Agustí Jansà (Cortesía RAM)

Las iniciativas de Agustí tuvieron casi siempre una vertiente internacional convencido de que el Mediterráneo había que estudiarlo como un todo. Ello le llevó  a ser el representante oficial del INM en todos los proyectos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) relacionados con el Mediterráneo e incluso a promover proyectos conjuntos con otros países ribereños como Francia, Italia, Argelia o Túnez. Quizás el "bautismo de fuego" lo tuvo en el proyecto internacional ALPEX (Alpine Experiment) destinado a conocer mejor el efecto de la cadena alpina en los flujos aéreos para poder mejorar así los modelos y las técnicas de predicción. "Hijo" del ALPEX fue el proyecto PYREX (Pyrénées Experiment) en el que el efecto que se pretendía estudiar era el de los Pirineos. Fue llevado a cabo básicamente por Francia y España y nos ofreció un conocimiento mas exacto de cierzo y tramontana así como de la distribución de presiones y la formación de borrascas en relación con los distintos tipos de flujos aéreos en la zona. 

Muchas otras fueron las iniciativas que Agustí impulsó o participó: el Centro de Estudios del Mediterraneo occidental (CEMMO) , el Plan de Estudios del Mediterráneo Occidental (PEMMOC), el Centro Regional Especializado para el estudio de las ciclogénesis mediterráneas y mas recientemente el MEDEX (Mediterranean Experiment) englobado en el proyecto mas global de la OMM denominado THORPEX. Un mayor detalle de todas estas actividades puede encontrarse en la entrevista que la Revista del Aficionado a la Meteorología (RAM) le hizo en el año 2008.

Tampoco puede olvidarse la gran actividad de Agustí en temas de formación de predictores. Junto con multitud de cursos y seminarios sobre meteorología mediterránea, impartió otros sobre análisis mesoescalar. A partir de ellos,  muchos meteorólogos aprendimos un concepto nuevo de análisis de campos meteorológicos desde una visión distinta o mejor complementaria a la de la meteorología sinóptica y absolutamente necesaria para el estudio y la comprensión de muchos fenómenos regionales y locales.

Siempre he tenido una buena amistad con Agustí así como un gran respeto por sus investigaciones de las cuales he aprendido mucho de lo que yo se sobre meteorología mediterránea. Ello no ha excluido algún debate  entre nosotros sobre la relación entre las ciclogénesis mediterráneas y las lluvias intensas. Agustí siempre contempló una conexión profunda entre ambas. Yo, mas centrado en los modelos conceptuales satelitales de formación de sistemas convectivos, no tenía tan claro la necesaria presencia de una borrasca: pensaba que sólo se necesitaba una convergencia de masa cálida-masa fría en niveles bajos o bien una advección de aire cálido y húmedo también en esos niveles, junto con unas condiciones no inhibidoras de la convección en los niveles medios y altos. Al final, ampliando un poco mi visión, me di cuenta de que esas condiciones que yo consideraba necesarias hacían imprescindible la presencia de un flujo cálido y húmedo de componente este que, a su vez, suponía siempre la presencia de una zona de bajas presiones, más o menos marcada, a su izquierda.

Ahora Agustí está jubilado pero seguro que no lo está en absoluto para la meteorología mediterránea. Le he animado y lo sigo haciendo a que cuente sus experiencias y conocimientos de forma sencilla y atractiva, como él sabe hacerlo, a esa multitud de profesionales y aficionados que le leeríamos encantados y seguiríamos aprendiendo de él. Venga Agustí, anímate, ¿seguimos?

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