Tanto ayer como hoy, 6 de noviembre, está siendo noticia -y es tema común en casi todas las conversaciones- el inusual calor que se está sintiendo en muchas zonas de España, excepto en aquellas en que durante buena parte del día ha reinado la niebla. Si bien hay que esperar a la confirmación definitiva de los datos, en distintos puntos del área mediterránea se han sobrepasado ampliamente los 30º de modo que, probablemente se han igualado, y en algún caso superado, las efemérides de temperatura máxima para el mes de noviembre y en algún caso el de temperatura mínima más alta.
A mi modo de ver, son tres las causas que, concatenadas, han dado lugar a este espectacular ascenso. La primera es la entrada desde el Atlántico de una gran masa de aire subtropical cálido que se extiende como una gran cúpula o dorsal sobre toda la Península Ibérica, Francia y parte de las Islas Británicas. Si bien es sólo una hipótesis tengo la sensación de que, la casi total ausencia de ciclones tropicales de este año en el Atlántico tropical, ha dejado gran cantidad de energía disponible en sus aguas. Es una energía que, cedida al aire, podría justificar la relativamente elevada temperatura de estas masas aéreas y que podría también estar también disponible para alimentar a las borrascas atlánticas en nuestras zonas, en el caso de que la circulación polar baje claramente de latitud o bien asciendan vigorosamente hacia el norte las bandas húmedas tropicales y subtropicales.
Misma imagen anterior pero 12 horas después, es decir, a las 12UTC del 6 de noviembre. Puede verse como la gran dorsal ha avanzado hacia el este englobando a gran parte de Europa occidental y central |
La segunda tiene como origen a una circulación de niveles altos que propicia el descenso de un aire, ya relativamente cálido, desde las capas atmosféricas medias a las bajas al tiempo que se comprime y se calienta. La tercera es ya es de carácter mas regional o local y proviene del efecto foehn que, como es sabido, se produce por el descenso de aire seco desde una montaña o una meseta a zonas de menor altura, también comprimiéndose y calentándose. Estos días ese efecto ha sido muy marcado en la zona mediterránea debido a los vientos reinantes del oeste y noroeste que han propiciado en la zona el establecimiento de una situación de "ponent" o "terral".
Si bien durante este fin de semana la atmósfera se va a inestabilizar por el paso de una vaguada, no muy importante, pero que dejará algunas precipitaciones en la mitad norte y dará lugar a una bajada de las temperaturas así como a un cambio en la masa de aire, todo parece indicar que, a comienzos de la próxima, una nueva dorsal con mas aire subtropical cálido volverá a afectar a la Península durante varios días. Si es así, y hay bastantes probabilidades de que lo sea, llegaremos a mediados de noviembre con temperaturas medias bastante por encima del valor normal y un importante déficit de precipitaciones respecto al valor medio del mes. Aunque, quizás desde el punto de vista hidrológico, ello no sea aún muy significativo, si debe ser bastante negativo para las labores de sementera que se realizan este mes y que exigen una tierra mas bien húmeda para que la semilla profundice y arraigue.
El próximo lunes día 11 es San Martín, el santo que da nombre al último "veranillo" del año. El refrán afirma que "Veranillo de San Martín, tres días y fin". Aunque desde luego va a ser algo mas largo, esperemos al menos que no se prolongue días y días y no dé paso a un periodo de sequía meteorológica.
Lo que si parece claro en cualquier caso es que, tras un septiembre cálido y un octubre muy cálido, este comportamiento de noviembre, salvo cambios radicales en su segunda mitad, daría como resultado un trimestre otoñal bastante cálido y en muchas zonas, sobre todo del área mediterránea, muy seco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario