9 de enero de 2023

Contra "amarillismos" meteorológicos, investigación y buena comunicación

En este periodo festivo que acaba de concluir y que ha transcurrido con tiempo generalmente tranquilo, lluvioso en algunas zonas y con temperaturas con valores en general varios grados por encima de lo normal para la época, ha llamado la atención -y a veces ha preocupado- la frecuente aparición en algunos medios de comunicación de titulares muy exagerados sobre la evolución meteorológica, cuando no completamente erróneos y fuera de contexto. Ello ha llevado a la protesta de algunos profesionales y aficionados que se plantean qué puede hacerse contra estas conductas. 


Es verdad que los titulares “espectaculares” sobre cuestiones meteorológicas y climatológicas siempre han existido pero la aparición de las redes sociales y muy en especial Twitter los han potenciado en gran manera. Con frecuencia intercambios de opiniones entre gente experta son leídos -e interpretados- por personas con escasa formación meteorológica que elevan a la categoría de seguro lo que es una simple probabilidad o una conjetura. Y también hay que reconocer el uso parcial e interesado de algunas de esas informaciones con el fin de generar expectación.

Mi experiencia de muchos años haciendo comunicación meteorológica me ha llevado a la conclusión de que es muy poco efectivo establecer una “batalla” directa contra esas informaciones; lleva bastante tiempo hacerlo y los resultados son escasos, nulos o incluso a veces contraproducentes. Creo sin embargo en la utilidad de que cada colectivo especializado en este tipo de comunicación ejerza de forma coordinada su actividad del mejor y más claro modo posible y que, salvo raros casos de urgente necesidad, no se entre al juego de los desmentidos algo que a veces genera más ruido. En este sentido creo que la creación de la Asociación de Comunicadores de Meteorología (ACOMET) fue un paso importante en ese sentido en el que hay que seguir profundizando. Es también innegable la excelente labor realizada día a día por los actuales portavoces de AEMET así como la de algunos, pocos, periodistas especializados y la de algunas webs meteorológicas. Todo ello hace que el público conozca cada vez mejor cuáles son las fuentes fiables de información y "pase" de titulares espectaculares.

En cualquier caso una comunicación eficaz y confiable exige tener fundamentos científicos bien elaborados, actualizados  y muy cercanos al entorno de interés. Por eso es fundamental que AEMET pueda reforzar su labor investigadora y sería ideal que lo hiciera en colaboración con distintos departamentos universitarios especializados, todo ello en el marco de una serie de intereses comunes. Para conseguirlo parece lógico la disponibilidad de una serie de recursos tanto económicos -si procede- como de personal así como el establecimiento de una directriz clara y unos objetivos concretos. Ojalá la amplia convocatoria de puestos de trabajo para AEMET que acaba de hacerse pública pueda posibilitar una mayor disponibilidad de personal si bien la prioridad máxima es resolver la imperiosa necesidad de cubrir muchas vacantes necesarias para asegurar adecuadamente sus irrenunciables tareas operativas de servicio público. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario