4 de diciembre de 2019

Dana...¿un concepto a revisar técnicamente?

En los últimos meses, y sin conocer mucho las causas concretas, el término "dana" se ha extendido rápidamente por los medios de comunicación y por tanto se está haciendo también de uso común en la sociedad. De este modo compite ya, casi de igual a igual, con el de "gota fría". Recordemos que este término tuvo su origen entre los meteorólogos españoles de los años cuarenta y cincuenta del siglo XX para designar una borrasca en niveles medios y altos de la atmósfera separada de la circulación del chorro polar, y que equivalía al de "cut off low" del mundo anglosajón. Sin embargo, dada la relación que existía -y existe- con la aparición de lluvias fuertes mediterráneas, la sociedad -sobre todo la mediterránea- acabó denominando como "gota fría" a cualquier situación de este tipo -tuviera o no relación con la "gota fría"en su concepción original- y poco a poco se uso se ha ido extendiendo y entendiéndose como la causa de lluvias intensas en cualquier zona de España, algo que no es exacto.

Borrasca fría sobre el área mediterránea y ¿dana? en formación al oeste de Portugal. Imagen del canal infrarrojo de Meteosat del 4 de diciembre a las 09 UTC.
Fue a finales de los ochenta cuando en el Instituto Nacional de Meteorología se decidió -y referido sólo en principio a la esfera técnica- utilizar para ese fenómeno el acrónimo "DANA" de Depresión Aislada de Niveles Altos, que parecía ser mucho más acorde con la naturaleza del fenómeno atmosférico en cuestión que "gota fría", unida ya de forma indisoluble a las lluvias intensas. Es curioso que muchos años después de haberse introducido el término y de haberse utilizado fundamentalmente en esos ambientes técnicos, se haya extendido tanto en la sociedad que esté a punto de sustituir, o desde luego de competir, con "gota fría" para referirse a cualquier situación de lluvias intensas bien como causa de ella o como a la propia situación en sí misma. 

Si volvemos ahora al campo científico-técnico puede observarse que entre algunos meteorólogos va tomando cuerpo la idea de que el concepto "dana" quizás debería ser revisado. No es nada raro que, en la medida en que se dispone de más y mejores observaciones, mejores recursos de cálculo y nuevos estudios, muchos de los conceptos que se introdujeron hace años necesiten revisiones o adecuaciones, y más aún en un escenario de calentamiento global. En el caso concreto de las danas probablemente debe revisarse tanto qué se entiende por "aislada" como por "niveles altos", así como cuáles son los rasgos claramente diferenciales entre dana y borrasca fría. Y, en ese contexto, parece también muy conveniente revisar todo el campo de las ciclogénesis, tanto las de carácter tropical como extratropical y sus transiciones. Evidentemente ello debe llevarse a cabo en un contexto científico internacional tras un amplio análisis y debate en las publicaciones adecuadas.


Imagen del canal de vapor de agua de Meteosat del día 3 de diciembre con la superposición del campo de vorticidad potencial en niveles altos. Este campo puede ser una buena herramienta de diagnóstico para aclarar el concepto de "separación". Imagen tomada de la Revista del Aficionado a la Meteorología (RAM) donde ya se ha planteado esta cuestión en algunas ocasiones.
Estas revisiones son algo común en el campo científico pero en el caso de las danas es curioso que ocurra justo ahora cuando el término se extiende ampliamente por la sociedad. Puestos en esta situación me pregunto si en las informaciones meteorológicas para el público (no en contextos divulgativos en los que sí puede hacerse) deberíamos referirnos cada vez más a los efectos sensibles para la población, que son los que nunca cambian: lluvias y vientos fuertes o temperaturas extremas así como a sus previsibles efectos e impactos, y quizás utilizar menos términos técnicos que deben revisarse de tiempo en tiempo. Pero por otra parte estoy cada vez más convencido que en esta sociedad actual de la información eso es imposible y el "mestizaje" científico-técnico-social es inevitable. Probablemente no tiene por qué ser "malo". Todo lo contrario, aunque a veces haya que pasar por tiempos de cierta confusión. 

2 comentarios:

  1. Supongo que parte de la "polémica" está en si un concepto es excluyente del otro, porque entiendo que en una borrasca fría siempre hay una DANA y es muy difícil que una DANA no termine reflejándose en superficie dando lugar a una borrasca fría (y quizás en ese momento dejaría de ser estrictamente una DANA).

    Muchas gracias por tus escritos y reflexiones.
    Saludos

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  2. Gracias Divac. La diferenciación entre dana y borrasca fría es parte del debate. Cuanto más datos se tienen es más difícil aceptar que no hay algún reflejo en superficie aunque es indudable que a veces es así. Otro punto que habría que clarificar es qué se entiende objetivamente por "separada". Saludos.

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