9 de diciembre de 2017

Recibiendo a "Ana"

En varias ocasiones he expresado mi opinión contraria al hecho cada vez más extendido de "bautizar" con nombres propios a borrascas intensas o con potencial peligrosidad con el fin -se dice- de llamar más la atención del público sobre los riesgos asociados. He justificado esa opinión por dos razones. La primera, por la posibilidad de que se asocie necesariamente nombres con peligrosidad, de tal modo que, sí una borrasca u otro fenómeno atmosférico no lo tiene, se pueda bajar la guardia al suponer que no se van a producir fenómenos adversos. Es algo parecido a lo que ocurrió hace unos años en Estados Unidos con "Sandy" cuando dejó de ser "Sandy" o el ejemplo de aquí mismo con la asociación entre "gotas frías" e inundaciones, asociación que, aún dándose en ocasiones, no se verifica siempre ni en uno ni en otro sentido. La segunda razón estaba basada en mi convencimiento de que una decisión de este tipo debe adoptarse en el seno de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) con unos criterios y normas que afecten a todos los Servicios Meteorológicos, y a las que podrían incluso sumarse algunas empresas privadas de meteorología que también han decidido utilizar esta práctica. 

La verdad es que esperar a que la OMM tome una decisión en este aspecto implica aguardar pacientemente, incluso años, dada el complejo funcionamiento de una estructura de este tipo y la necesidad de buscar consensos ante opiniones muy distintas. Quizás sea esa razón, junto con la de que no quede una iniciativa de este tipo en manos de organizaciones privadas, la que ha llevado a AEMET, Météo-France y el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera a establecer un acuerdo para nombrar a borrascas de especial peligrosidad con nombres propios. En él, se establecen unos criterios conjuntos de funcionamiento, y también una coordinación con los Servicios Meteorológicos de Gran Bretaña y de Irlanda que ya utilizan esta práctica desde hace algún tiempo. Se pretende, además, ir extendiendo esta iniciativa al resto de Servicios europeos.

Si bien sigo todavía sin ver la utilidad real o el beneficio de una acción de este tipo más allá de un primer impacto mediático, creo que, una vez tomada la decisión, los criterios establecidos son bastante adecuados y prácticos. Quizás, como ya pasó en el caso de los avisos meteorológicos agrupados en Meteoalarm, sea una demostración de este tipo a nivel europeo, y la constatación de su posible eficacia, lo que abriría camino a la iniciativa de la OMM a escala mundial. En cualquier caso creo que habrá que hacer hincapié en que el hecho de que una borrasca no lleve nombre no quiere decir necesariamente que haya que bajar la guardia ante ella y a eso va a ayudar desde luego que en estas situaciones siempre tienen que darse en paralelo con avisos rojos o al menos naranjas. Y ésto es, si cabe, aún más necesario teniendo en cuenta que, al menos en principio, sólo recibirán nombre las borrascas atlánticas y no las mediterráneas. 

Pues bien, nada más puesta en vigor esta iniciativa (lo ha sido el 1 de diciembre) ya se presenta la primera aplicación práctica en una época climatologicamente muy adecuada como es el inicio del trimestre invernal. A partir de mañana domingo se pone en marcha un proceso de ciclogénesis explosiva que va dar lugar a una borrasca muy profunda, con paso rápido por el Golfo de Vizcaya hacia el interior europeo, que va a provocar vientos muy fuertes, temporal duro en la mar y lluvias copiosas en algunas zonas. De acuerdo con la lista consensuada de antemano, ya tiene nombre: "Ana" y así figura ya en algunos productos de los Servicios Meteorológicos afectados. AEMET ya la denomina de este modo en su último aviso especial  o en su mapa de superficie previsto para las 00 UTC del próximo lunes:
Mapa de presión en superficie previsto por AEMET para las 00 UTC del próximo lunes. "Ana" aparece en el golfo de Vizcaya.
También lo hace el Servicio Meteorológico portugués en este comunicado especial . Por su parte, Météo France, aún haciendo ya referencia a esta situación no parece que aún haya hecho referencia explícita a "Ana" aunque pueda hacerlo en cualquier momento.  Por su parte, en los mapas del Met. Office británico no aparece aún esta denominación:

Mapa de presión en superficie previsto por el Met. Office para las 00 UTC del próximo lunes. Como no puede ser de otra manera es casi idéntico al emitido por AEMET aunque, al menos hasta ahora, a la borrasca del golfo de Vizcaya no se la distingue con ningún nombre. 
Por otra parte, tengo curiosidad por conocer cuál será la decisión adoptada por el departamento de Meteorología de laUniversidad Libre de Berlin que lleva ya muchos años bautizando borrascas y anticiclones de acuerdo con una lista propia. ¿Será respetada la denominación de "Ana"?

En fin, aunque sigo siendo algo escéptico, acojo con mucho interés esta iniciativa y deseo que se vaya demostrando su utilidad. Recibimos pues a "Ana" por una parte con alegría por las lluvias y nieves que pueda traer, y con preocupación por otra, por los posibles destrozos y problemas que el viento pueda ocasionar. Esperemos que no sean tan graves como, al igual que en el caso de los huracanes muy dañinos, se decida quitar su nombre de sucesivas listas, algo que podría llegar a plantearse en alguna ocasión con este tipo de borrascas. De momento, tras Ana, llegará "Bruno" aunque aún no atisbamos su nacimiento. 







4 comentarios:

  1. Hola Ángel. Se vislumbra una posible llegada de borrascas a la península fruto de la bajada del vórtice por la subida de una dorsal en Alaska/Canada. Hemos pasado de mapas muy contundentes en este sentido a otros más "Light". ¿Tu como lo ves?, ¿cambio a patrón lluvioso o flor de un día?. Gracias

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  2. Hola "Unknown". El que haya fluctuaciones de un día a otro en el modelo determinista es lógico y creo que no enmascara la tendencia general que muestran los ensembles hacia una bajada progresiva de latitud del chorro polar. Espero que se confirme y que enero sea un mes lluvioso tal como los astrometeorólogos llevan vaticinando desde hace muchos meses. Y vamos a ver también la predicción estacional que hoy ofrecerá AEMET.
    Un saludo.

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  3. Gracias Ángel. Respecto a las predicciones estacionales, ¿realmente las días valor?. Antes del verano AEMET predijo un otoño seco en Octubre (se cumplió), lluvioso en Noviembre (Fallo) y lluvioso Diciembre (en espera de estas futuras borrascas, veremos). Por otra parte, veo que las predicciones estacionales cambian sobre la marcha... es como si predigo el resultado de un partido según van cayendo los goles. En resumen, si la fiabilidad es baja, ¿para que sirven?

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  4. Es lo mejor que tenemos y mi opinión -no compartida por algunos compañeros- es que hay que darlas pero acompañadas siempre, siempre, por una información clara sobre su probabilidad asociada. Y, en ese contexto, el usuario debe decidir si la utiliza de algún modo o no. Por otra parte yo no estoy seguro de que sean tan malas; lo que a mi juicio falta es una verificación sistemática con sus mismos parámetros y una valoración pública -en las propias ruedas de prensa- de sus aciertos, fallos y si es posible razones de ellos y posibles mejoras. También estas predicciones las pagamos entre todos y tenemos derecho a saber -quien le interese, claro- como van los "negocios" y si se puede mejorar.
    Un saludo

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