Una vez que, al parecer, la denominación "ciclogénesis explosiva" se va entendiendo correctamente -o al menos nos estamos acostumbrando a ella- y ya no causa alarma social, surge de nuevo la cuestión del "vórtice polar" y sus vicisitudes en relación con la acusada ola de frío que se está viviendo en Norteamérica.
A principios de enero se produjo un calentamiento súbito estratosférico que venía siendo anunciado desde varios días antes y que tiene lugar por la penetración en la estratosfera en invierno de algunas ondas troposféricas. Ese calentamiento tiende a invertir e incluso a "romper" la circulación del vórtice polar estratosférico, que es una potente circulación de vientos del oeste y que, a causa de ello, se puede perturbar y provocar el establecimiento de vientos predominantes del este.
Todo parece indicar que esta perturbación puede irse propagando lentamente hacia niveles más bajos y afectar a la estructura del chorro polar, que puede ondularse mucho, y dar lugar a potentes entradas frías hacia latitudes bastante meridionales, un fenómeno que a veces se ha llamado rotura del "vórtice polar troposférico". Sobre la existencia de este vórtice y su "rotura" ha habido opiniones encontradas pero existe un consenso básico en que lo que fundamentalmente sucede es un cambio de patrón en la circulación del chorro polar.
En cualquier caso, y aunque la cuestión está aún muy en estudio, esa posible transferencia energética desde las capas altas a las más bajas, parece que cuando ocurre, que no siempre lo hace, se lleva a cabo en un tiempo de unas dos semanas. Por eso se pensó que, habiendo ocurrido ese calentamiento en los primeros días de enero, podrían notarse los efectos en superficie en forma de potentes entradas frías hacia mediados de mes, algo que no parece que sucediera. En ese caso, ¿podríamos decir que esta ola de frío norteamericana es efecto de aquel calentamiento súbito?... ¿o se trata simplemente de una entrada de aire ártico muy frío volteado por una potente borrasca centrada sobre el nordeste de Canadá dentro de un marco de variabilidad atmosférica invernal?
Serán los expertos en estas cuestiones los que nos lo tendrán que decir. Y también será interesante saber si las temperaturas de ese aire ártico se mueven dentro de valores más o menos normales o están siendo realmente extraordinarias como parece Y, si lo son, ¿por qué este año esa masa se ha enfriado tanto? ¿Algo que ver con el calentamiento súbito?
Esperemos que estas cuestiones se conozcan y se divulguen cada vez mejor igual que, afortunadamente va ocurriendo con las ciclogénesis explosivas. Cuestión de...tiempo.