"En general, enero suele comenzar con predominio del tiempo anticiclónico con días tranquilos, fríos y despejados. Sin embargo, no es difícil que hacia Reyes el anticiclón bascule y por su flanco oriental se cuele aire frío del norte o del nordeste. Ello puede dar lugar a una marcada ola de frío y posteriormente a intensas heladas. Así lo refleja el refranero:
"Por los
Reyes, los días y el frío crecen"
Con predominio
generalmente anticiclónico durante varios días, lo que hace más generales e
intensas las heladas salvo que haya algo de viento del sur, llegamos a mediados
de mes donde aparecen las festividades de los llamados “santos de hielo” (San
Antonio o San Antón el día 17 y San Sebastián el 20) cuyos “fríos” quedan bien
reflejados en el refranero:
"Por San
Antonio hace un frío de todos los demonios"
"De los
santos frioleros, San Sebastián el primero; aunque dijo San Antón, aquí el más frío soy yo"
Ya
en la segunda quincena, o como tarde en la última decena, se suele producir un
cambio de tiempo. El anticiclón baja de latitud y deja la entrada libre a las
borrascas atlánticas o bien se retira algo hacia el oeste y permite la entrada
de vientos del noroeste con algunos frentes asociados. Pueden llegar así las precipitaciones
sobre todo a las vertientes Atlántica y Cantábrica acompañadas de una cierta
suavización de las temperaturas..."
Hasta ahora la atmósfera va siguiendo el "guión climatológico", quizás con un cierto retraso. Recordemos a este respecto que el año pasado fue justamente el día de Reyes cuando cientos de automovilistas quedaron detenidos durante bastantes horas por el temporal de nieve en la A-6 en la zona del peaje de Guadarrama. En cualquier caso, sí que se confirma que, tras unos días despejados y con heladas fuertes en zonas del interior, hacia el próximo jueves se va a producir una cierta retrogresión de la dorsal atlántica, que va a dar lugar a la llegada de vientos de componente norte sobre la Península y Baleares.
Son vientos que transportarán una masa de aire frío y sin demasiada humedad que puede llegar a presentar de forma pasajera valores de temperatura en 850 hPa de hasta -8ºC o -10ºC en zonas del cuadrante nordeste peninsular. Como suele ocurrir en estos casos, las bajas temperaturas y el viento -que en zonas mediterráneas puede ser fuerte- provocarán sensaciones térmicas de mucho frío, y seguramente se hablará de "ola", aunque habrá que ver sí lo llega a ser desde un punto de vista estricramente técnico. Sin embargo, al ser una masa poco húmeda, solo en zonas de ese cuadrante nordeste, donde el viento encuentre una retención, se producirán precipitaciones, en general poco importantes, que serán de nieve en cotas bastante bajas. Sí serán más abundantes en Baleares al tener el viento un cierto recorrido y marítimo, así como en el norte de Argelia y de Túnez apareciendo la nieve cerca de la costa.
En cualquier caso, esta entrada no durará más allá de dos o tres días y al quedarse el viento en calma es cuando se producirán heladas muy fuertes en el interior con valores que podrían llegar a alcanzar en algún caso los -16 o -18ºC en zonas interiores de las mesetas.
Son vientos que transportarán una masa de aire frío y sin demasiada humedad que puede llegar a presentar de forma pasajera valores de temperatura en 850 hPa de hasta -8ºC o -10ºC en zonas del cuadrante nordeste peninsular. Como suele ocurrir en estos casos, las bajas temperaturas y el viento -que en zonas mediterráneas puede ser fuerte- provocarán sensaciones térmicas de mucho frío, y seguramente se hablará de "ola", aunque habrá que ver sí lo llega a ser desde un punto de vista estricramente técnico. Sin embargo, al ser una masa poco húmeda, solo en zonas de ese cuadrante nordeste, donde el viento encuentre una retención, se producirán precipitaciones, en general poco importantes, que serán de nieve en cotas bastante bajas. Sí serán más abundantes en Baleares al tener el viento un cierto recorrido y marítimo, así como en el norte de Argelia y de Túnez apareciendo la nieve cerca de la costa.
En cualquier caso, esta entrada no durará más allá de dos o tres días y al quedarse el viento en calma es cuando se producirán heladas muy fuertes en el interior con valores que podrían llegar a alcanzar en algún caso los -16 o -18ºC en zonas interiores de las mesetas.
A continuación de esta entrada fría del nordeste, quizás un poco retrasada como ya apuntaba anteriormente, la climatología habla de un predominio más o menos anticiclónico durante unos días, hasta alcanzar las festividades de "los santos de hielo" (días 17, San Antón y 20, San Sebastián). Según el "guión" esas jornadas suelen estar marcados por un frío intenso, frío que puede venir originado por fuertes heladas de irradiación o por una marcada entrada de vientos de componente norte.
Si miramos ahora los mapas probabilistas a medio plazo parece que, aunque con una cierta incertidumbre, la dorsal -ahora ya extendida de oeste a este- volvería a establecerse sobre la Península para dar paso hacia mediados de mes -con más incertidumbre todavía- a la llegada de una vaguada por el noroeste que podría dar lugar a otra entrada fría.
¿Será ésta una situación propicia para que los "santos de hielo" confirmen su fama, o pasarían, -lo que sería bastante raro- desapercibidos? Una consideración a tener en cuenta en este contexto es que, al parecer, el vórtice polar estratosférico ya se ha dividido y estaría por ver si se da una transferencia energética hacia niveles más bajos de modo que pudiera llegar a alterar la circulación, o incluso provocar la rotura, del vórtice polar troposférico con importantes "descuelgues" hacia el sur de masas de aire ártico. Ocurra o no, algo parece moverse. Y, después, veamos si en los últimos días de mes el tiempo más húmedo aparece, cumpliendo así este enero su "guión climatológico".
¿Será ésta una situación propicia para que los "santos de hielo" confirmen su fama, o pasarían, -lo que sería bastante raro- desapercibidos? Una consideración a tener en cuenta en este contexto es que, al parecer, el vórtice polar estratosférico ya se ha dividido y estaría por ver si se da una transferencia energética hacia niveles más bajos de modo que pudiera llegar a alterar la circulación, o incluso provocar la rotura, del vórtice polar troposférico con importantes "descuelgues" hacia el sur de masas de aire ártico. Ocurra o no, algo parece moverse. Y, después, veamos si en los últimos días de mes el tiempo más húmedo aparece, cumpliendo así este enero su "guión climatológico".
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