14 de enero de 2019

La meteorología privada norteamericana toma de nuevo la delantera

En la reunión anual de la American Meteorological Society celebrada en Phoenix (Arizona) la pasada semana, Accuweather hizo público su propósito de introducir en sus predicciones una nueva escala para la clasificación de huracanes denominada "RealImpact". 

"RealImpact" tendrá seis niveles -uno más que la oficial Saffir-Simpson- que no serán directamente equivalentes a los ahora en uso, pero sí directamente relacionados con la potencial peligrosidad para vidas y bienes que pueda presentar un huracán en función, no sólo de sus vientos, sino también de sus posibles lluvias torrenciales, inundaciones o mareas de tempestad. El nivel que se añade es el que se denomina "menor que 1". Se trataría en este caso de tormentas tropicales que por sus vientos no llegaría a la categoría de huracán -de acuerdo a la Saffir-Simpson- pero que por sus lluvias, inundaciones o mareas pudiera presentar peligrosidad para la población.

(Fuente: Accuweather)

El asunto no es nuevo y entra dentro del debate actual sobre la necesidad de realizar avisos meteorológicos orientados a impactos. Más allá de otras cuestiones, el planteamiento de Accuweather desde un punto de vista técnico, y a falta de conocerlo más profundamente, me parece bastante adecuado. Lo que no veo adecuado, sino más bien peligroso, al igual que muchos meteorólogos norteamericanos, es que coexistan dos escalas de aviso de huracán. La Saffir-Simpson utilizada por los Servicios Meteorológicos y esta nueva "RealImpact".

Una vez más, tal como hizo Weather Channel con su decisión de poner nombres a las grandes borrascas invernales en Estados Unidos, la meteorología privada norteamericana toma la delantera, y si bien NOAA no ha implementado sus propios "bautizos" de borrascas, sí se ha hecho en Europa, de modo que ahora existen -coexisten diría yo- varios criterios para llevar a cabo estos "bautizos" y decidir los nombres a poner.

En este contexto no podemos olvidar tampoco que en el evento CES de tecnología del Consumo celebrado también en Las Vegas hace muy pocos días, IBM -que adquirió hace poco tiempo la Weather Company-  anunció la puesta en marcha de un modelo de predicción meteorológica mundial con 3 km de resolución  denominado GRAF, con actualización horaria, que se alimentará de múltiples fuentes de datos meteorológicos, incluidos los procedentes de "smartphones". Un modelo que proporcionará sus primeras predicciones a finales de este año proporcionando de forma inmediata datos a nivel local para cualquier lugar de cualquier continente. 

Stand de GRAF/INM en el CES (fuente: IBM)


Las características básicas del nuevo modelo que anuncia IBM (fuente: IBM)
Cuando esto llegue a cumplirse, si se cumple, -que lo hará antes o después- sólo queda un paso para emitir avisos meteorológicos. De hecho, la introducción de la nueva escala "RealImpact" de Accuweather va a quedar, como mínimo, muy cerca de ello... ¿Cómo van a "convivir" con todo ello las responsabilidades de los Servicios Meteorológicos en los distintos contienentes que todavía se plantean -y no en todos los sitios- como poner a punto los avisos orientados a impactos?

Una vez más -tal como pasó con los "bautizos" de borrascas-, se echa de menos la función reguladora y coordinadora de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). ¿Va a ser Accuweather o la Weather Company las empresa privadas que marquen la agenda meteorológica mundial? Los Servicios Meteorológicos, bajo la coordinación de la OMM, tienen que definir ya sus estrategias de futuro, sean las que sean. 



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