Mañana sábado una borrasca muy profunda y de rápida formación y desarrollo, va a atravesar la Península. Originará lluvias -y en algunas zonas nevadas- importantes, pero lo más significativo serán sus fuertes vientos asociados, lo que aconseja tomar algunas precauciones ante ellos.
El proceso que conduce a la formación de una borrasca de este tipo se ha dado en llamar en la literatura científica meteorológica, y no sé si con mucho acierto, ciclogénesis explosiva o incluso "bomba" meteorológica. En concreto, se estima que, en nuestras latitudes, una borrasca que se profundiza unos 20 hPa en 24 horas o, más o menos la mitad en 12 horas, entra en esta categoría y puede recibir esa denominación. Dejando de lado lo acertado o no del nombre, lo que si puede afirmarse es que se trata de un proceso muy interesante desde el punto de vista meteorológico e incluso para algunos aficionados llega a encerrar una gran belleza, mas allá, como es lógico, de las dificultades o problemas que su intensidad pueda ocasionar.
Se trata de una curiosa interacción "a distancia" entre una débil borrasca de superficie y una vaguada de las capas medias-altas de la atmósfera. Cuando la evolución comienza se encuentran aún espacialmente lejanas pero conectadas por interesantes procesos físicos. No suelen ser ajenos a este proceso los fenómenos denominados "calentamientos súbitos estratosféricos" que ocurren a veces en invierno y que dotan a esta vaguada a la que antes me refería de unas características especiales que favorecen un desarrollo de este tipo. Ya desde hace varios días, en los foros de aficionados se comentaba la aparición de estos calentamientos y de las consecuencias que podían tener; ahora aparecen ya algunos de ellos. Y lo digo en plural porque, también y de forma simultánea a "nuestra" ciclogénesis, se va a producir en el Atlántico otra, aún mas intensa, que en este caso se dirigirá hacia Canadá. De todas formas, a quiera conocer más sobre estos procesos, le recomiendo visitar los interesantes foros de "Cazatormentas" y "El Tiempo" así como la revista "RAM" donde podrán encontrar abundante información sobre este tipo de evoluciones y, por supuesto, de la que está teniendo lugar en estos momentos. También en este mismo blog puede consultarse una entrada sobre un proceso de este tipo, aunque con algunas características curiosas, que se inició sobre la propia Península Ibérica.
En cualquier caso quiero ahora centrarme en la comunicación social de una evolución de este tipo. Dado que los últimos resultados de los modelos muestran que finalmente se producirá, puede hablarse, sin cometer una incorrección, de que estamos ante una ciclogénesis explosiva. La cuestión es: ¿debe utilizarse este término en la comunicación pública de esta situación? ¿Existe un valor añadido útil para el público si la utilizamos? Y sí es así, ¿cual? ¿No sería mas correcto y útil dar simplemente la mejor y más detallada información sobre viento, lluvia y nieve y, de la forma mas conjunta posible, los consejos que se estimen adecuados? ¿No puede dar la utilización de esta información más posibilidades -y más justificaciones- para que algunos medios la amplifiquen creando alarma y sobre todo expectativas de algo "muy gordo" que luego no llega a ser tan extraordinario? ¿No dá lugar todo ello a una valoración negativa posterior de las predicciones y a una pérdida de confianza?
Estas cuestiones, y otras muchas relacionadas, se vienen debatiendo desde ayer en las redes sociales con opiniones y valoraciones para todos los gustos. Por mi parte creo que, aún teniendo rigor científico, es un término que sólo debe utilizarse si hay necesidad de hacerlo. Por tanto, si a mí me preguntaran sobre lo que va a ocurrir mañana, diría, como al principio de esta entrada, que se trata del paso de una borrasca intensa y rápida que va a provocar precipitaciones, en algunos casos significativas, pero sobre todo vientos muy fuertes, ante los que conviene adoptar medidas de precaución. Y si se me preguntaran sí se trata de una ciclogénesis explosiva diría que sí, pero añadiendo a renglón seguido que, lo de "explosivo" viene fundamentalmente por la rapidez de su desarrollo y evolución, y de ahí pasar inmediatamente a ocuparme de sus posibles manifestaciones y efectos.
Sé por experiencia que la utilización excesiva de términos científicos puede llevar a una "perversión" de los mismos. Así ocurrió en el caso de las "gotas frías". Es verdad que no se trata de una denominación científica -su expresión adecuada es "cut-off low", que en castellano podría traducirse como "borrasca aislada o separada"- pero cuando se acuñó y sobre todo, cuando Mariano Medina la popularizó, conservaba su significado correcto. Con su uso excesivo -y con frecuencia incorrecto- ha perdido en gran manera su significado original y en la actualidad se la identifica directamente con la aparición de lluvias torrenciales. Esperemos por tanto que cualquier temporal un poco fuerte de lluvia y viento no acabe convirtiéndose en una ciclogénesis explosiva.
Y para acabar, lo que si recomiendo, mas allá de tomar cada uno sus precauciones siguiendo las informaciones de AEMET, y en su caso de Protección Civil, es asistir mediante las imágenes de satélite, a una de las manifestaciones mas interesantes e impresionantes de la formación, desarrollo y finalización de un remolino atmosférico de corta pero interesantísima vida.
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