La
información meteorológica siempre ha sido un tema irrenunciable para cualquier
medio de comunicación. Durante los años 70, 80 y parte de los 90 no se concebía
que esta información no la diera alguien ligado de algún modo al Servicio
Meteorológico Nacional o al Instituto Nacional de Meteorología (INM). Sin
embargo, la creciente liberación de los productos meteorológicos tales como los
del Centro Europeo, la libre disponibilidad de datos y mapas de todo tipo por
Internet y el imparable requerimiento de la sociedad para disponer de
informaciones relacionadas con el tiempo y el clima, hizo que, desde hace
bastante tiempo, hayan surgido un buen número de personas de procedencias muy
distintas y no pertenecientes a ninguna institución oficial que se dedican a presentar,
y en muchos casos a elaborar, la información meteorológica en prensa, radio,
televisión y por supuesto en Internet.
He
de confesar que entre los integrantes del INM, las primeras apariciones de
personas en los medios con el apelativo de “meteorólogos” incomodaban bastante.
Habíamos tenido siempre a gala que el título de “meteorólogo” lo daba sólo el
Instituto y considerábamos un claro intrusismo la aparición de estos nuevos “compañeros”.
Yo mismo, como responsable de Predicción en aquella época, también me sentí
bastante contrariado.
Con
el paso del tiempo fui viendo – y creo que otros compañeros también- que la
evolución era imparable y que además estas personas llenaban unos espacios que el
Instituto no podría ocupar nunca. Descubrí
por otra parte que, aún habiendo de todo, algunas de ellas estaban muy bien
formadas -con frecuencia procedían de
carreras universitarias muy ligadas a la meteorología o habían sido buenos
autodidactas- y tenían también unos estupendos dotes de comunicación. Entonces decidí ser objetivo en el tema y aceptar la definición que la RAE hace para
meteorólogo o meteoróloga: “Persona que profesa la meteorología o tiene en ella
especiales conocimientos”. Y por supuesto, “meteorólogo del Estado” es aquella
persona que recibe este título administrativo por parte de la ahora AEMET y
ejerce oficialmente esta actividad.
Una
vez subsanado el “conflicto” al menos para mí y tras haber ido conociendo a
través de Internet, y sobre todo de twitter, la gran actividad existente en
este campo, es cuando quiero plantear una reflexión personal tan opinable como
cualquier otra. Creo que este colectivo
presta un servicio público importante y como tal servicio debe cuidarse lo más
posible. Tiene que ofrecer, todavía más, informaciones útiles, eficaces y
sencillas pero sin necesidad de renunciar en absoluto a todas las posibilidades
que la meteorología moderna ofrece. Para conseguirlo, y salvo algunas
excepciones, creo que sería necesario llevar
a cabo algunas acciones que posibilitaran disponer de más información de uso
público y de formación especializada que permitiera sacar el máximo partido a
esas informaciones. Quien me conoce ya sabe que me refiero en buena medida a
desarrollar el enfoque probabilista sustentado por las productos generados por
las técnicas “ensembles” o de conjuntos. Un acuerdo de este colectivo de
meteorólogos –o de parte de él- con AEMET y posiblemente con alguna Facultad
universitaria especializada podría ser clave en estos aspectos.
Y
dos cosas más antes de finalizar: La primera es que reconozco que no es fácil contar la predicción
probabilista. Ahí hace falta un esfuerzo conjunto de meteorólogos, psicólogos
sociales y comunicadores para conseguirlo. Es algo por lo que llevo un
tiempo batallando; no es de recibo que se pierda mucha información útil
sólo porque todavía no hemos llegado a
una conclusión sobre cómo contarla.
Y
lo segundo: aunque cada medio requiera presentaciones específicas,
personalizaciones o distintas formas de contar el tiempo, algo que me parece
perfecto, creo que como servicio público
es muy importante que la sociedad reciba, con mayor o menor detalle por
supuesto, un mensaje claro y unívoco, sobre todo en situaciones de tiempos
“fuertes”. Ahí, seguir las directrices y las predicciones básicas de AEMET
me parece de todo punto indispensable.
Lógicamente
no todo el mundo compartirá estas opiniones pero me parece muy importante
plantear el tema para abrir un debate que estimo necesario. Este blog está
disponible para ello a través de los “comentarios” o bien se podría hacer a través de twitter.
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