4 de junio de 2023

¿Serán éstas las situaciones típicas de lluvias de los próximos años?

Hace algún tiempo comentaba en este blog que la situación de sequía que padecíamos solo se podía arreglar a estas alturas del año con un par de buenas danas adecuadamente ubicadas o bien con la llegada de algún río atmosférico procedente del Caribe. Pues bien, en este mes de mayo que acaba de finalizar hemos sido visitados por algunas débiles estructuras de este tipo pero ha predominado durante la mayor parte del periodo la presencia de aire frío en capas medias y altas de la atmósfera, con muy poca o nula circulación asociada, y a veces un ligero flujo de levante relativamente húmedo. Ellas han sido las condiciones iniciales para el desarrollo de grandes cumulonimbos y potentes estructuras convectivas que han dado lugar a intensas lluvias y granizadas en la mayor parte de las regiones. 

En cualquier caso, el problema es que su, en general, corta duración y su reparto muy desigual no han logrado, al  menos hasta ahora, una eficaz recuperación hídrica: los pantanos lo están notando pero en general de un modo muy tenue y el valor medio de la precipitación en España para esta época está todavía alrededor de un veinte por ciento por debajo de los valores normales.
Análisis de 300 hPa del domingo 4 de junio a mediodía. Como tantos otros días la Península y Baleares quedan situadas entre el chorro polar muy al norte y el subtropical al sur. Entre ambos, circulaciones muy débiles en niveles altos y medios con aire relativamente frío y facilidad para el calentamiento diurno de las capas bajas.

Este tipo de situación atmosférica que nos está afectando durante las últimas semanas no es en absoluto desconocida pero, aunque habría que estudiarlo, resulta algo anómala por su gran duración. Con una gran dorsal establecida muy al norte, con un chorro polar que cada vez muestra menos intenciones de descender a latitudes más meridionales y quizás con una fuerte influencia de la gran anomalía positiva de temperaturas de las aguas atlánticas, las  circulaciones tropicales y subtropicales se van reorganizando de modo que tiende a aparecer un chorro subtropical más potente y estructurado.

Mientras el chorro polar aparece muy al norte y bastante desorganizado, un marcado chorro subtropical procedente del Pacífico cruza al Atlántico por el golfo de México y discurre por el norte de África.

Con este chorro, fluyendo algo al sur de Europa queda un espacio entre ambos chorros que es ocupado en niveles medios por esa masa relativamente fría a la que antes hacía referencia y en la que desarrolla junto con el calentamiento diurno de las capas bajas, la diaria "performance" de chubascos y tormentas y como decían los clásicos "aleatoriamente repartidos y de desigual intensidad"

Pero también puede suceder que una activación del chorro subtropical, o la presencia previa de una dana, genere el desarrollo de algunas borrascas subtropicales que de algún modo modulen o faciliten el encaminamiento hacia el este de potentes ríos atmosféricos cargados de gran cantidad de agua precipitable. Eso es lo que parece que va a ocurrir en los próximos días con una borrasca que se va a dirigir hacia Canarias y la Península desde el Atlántico central y que modulará de algún modo el comportamiento de un río atmosférico asociado. Una borrasca de carácter en principio subtropical pero con una evolución que la podría llevar a desarrollar un carácter extratropical y que podría dar, junto con el río atmosférico asociado, lluvias y vientos importantes en Canarias y otras precipitaciones, en principio de menor importancia, en la Península. 

Simulación de imagen infrarroja prevista por el Centro Europeo para el miércoles 7 de junio. La borrasca, denominada "Oscar" afecta ya a la Península con una apariencia de borrasca extratropical.

¿Son estos los tipos de estructuras atmosféricas que van a ir siendo más frecuentes en los próximos años? ¿serán ellas las que vayan sustituyendo a las casi olvidados sistemas de precipitaciones del frente polar? Y, si como parece es así, ¿en que zonas de la Península lloverá más y en cuales el descenso de las precipitaciones será irremediable? 

Son cuestiones tan vitales para España que se hace necesario que la investigación atmosférica en nuestro país se vea potenciada y quizás reorganizada para estár en la primera línea de estos trabajos y de su aplicación a nuestros planes de todo tipo tanto en los energéticos, como hídricos o ambientales.

Va a ser muy interesante seguir la evolución atmosférica a corto y medio plazo. ¿Qué tipo concreto de borrasca va a afectar a Canarias? ¿Cuál puede ser la causa de su aparición y llegada en una época tan tardía? ¿cómo puede influir la gran anomalía cálida atlántica? Y mirando a varios meses…¿Cuál puede ser el comportamiento de estas circulaciones en el marco de “El Niño”que ahora empieza?



6 comentarios:

  1. Muchas gracias por el análisis, Ángel. Es fascinante, a la vez que aterrador, vivir un cambio de modelos de circulación atmosférica tan profundos.

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  2. Wow! a mi personalmente me encanta por que sí con esto vamos a recibir Abundantes y generosas tormentas primaverales, veraniegas y otoñales, y borrascas de otra NATURALEZA diferente entonces podríamos decir que la sequía estival estaría garantizada en cuanto a su Ausencia, de hecho.

    Prefiero calor, mucho calor tropical, húmedo y tormentas salvajes diferentes y de carácter selvático, que es parece ser lo que hemos ido viviendo en las últimas 4 semanas atrás aquí en el Centro Peninsular y alrededores... :) !Mientras que Nunca deje de Llover cada Mes! que se caliente lo que quiera el ambiente y así, más ahorramos todos.

    Un cordial saludo y gracias.

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  3. Buenos días:

    Ud. comenta que un par de danas podrían arreglar el problema de la sequía. Me va a permitir un apunte personal.

    Yo escribo desde el clima cantábrico, si no es de aplicación lo que escriba, algún habitante de la meseta ya me corregirá. A saber.

    Las tormentas podrían “parchear” (desde mi punto de vista) la sequía desde la perspectiva de los pantanos y presas, pero no en la agricultura. Uds. saben mejor que yo que la tierra es incapaz de absorber lo que se desprende de una tormenta, dana o efectos similares. La tierra requiera de lluvias persistentes para que, poco a poco, absorba hasta donde es capaz. Tal vez me pase un poco, pues hablo de memoria, pero en Gipuzkoa nos acercamos al año de ausencia de lluvias “normales” aquí; esto es, esos frentes que llegaban del Atlántico, entraban por Galicia y nos obligaba a coger paraguas un día sí, otro también y al cabo de un par de semanas comprobábamos que el sol seguía ahí. Aquí la sequía aún es brutal desde el punto de vista de quien vive de la agricultura o la ganadería.

    Atentamente,

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  4. Muchas gracias por sus interesantes comentarios. Es posible que fuera excesivamente genérico en mi expresión sobre un par de danas. Existen distintos tipos de danas. Las que hemos tenido en las últimas semanas han sido muy poco definidas y casi sin circulación asociada en niveles altos; más que nada han sido ligeros embolsamientos de aire frío: el escenario ideal de tormentas con granizo y alta intensidad de precipitación pero muy modestas en cuanto a valores absolutos de lluvia y creadoras de más daños que beneficios.

    No, no son estas a las que me refería. Hablaba (o pretendía hacerlo) de danas muy estructuradas con una buena circulación en altura, adecuadamente ubicadas en la zona Madeira-Gibraltar-Argelia, generando marcados flujos húmedos en superficie y manteniendo un temporal de lluvias moderadas y extensas durante dos o tres días. Esas situaciones sí hubieran sido un buen alivio para la sequía en amplias zonas de España.

    En el caso del norte peninsular las danas pueden con frecuencia causar más daños que otra cosa. Solo el paso de frentes ligados al chorro polar -algo que ya casi no se estila- o el flujo continuado de componente norte -con un anticiclón de Azores recuperando su antiguo comportamiento- podrían mejorar el balance hídrico de la zona…pero tampoco se estila mucho ya.

    Muchas gracias por dar lugar a esta aclaración. Saludos.

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  5. Ángel, en relación a tu contestación al lector anterior sobre el chorro polar y el subtropical y comportamiento del anticiclón Azores, hoy transcurridos unos cuantos días y en plena ola de calor primeriza de este verano, me he sentado a ver qué está sucediendo en un ámbito atlántico a groso modo: Mi sorpresa ha sido ver cómo la superdorsal (mapa de 500hPa observando la línea de altura 5880m) ocupa desde Terranova hasta Galicia como si de una burbuja cálida se tratara, en combinación en superficie con el A. Azores encajado entre los paralelos 40 y 50ºN y adoptando una extensión gigante pero aplastada. Claro, esto no perjudica tanto al resto de Europa, pero a nosotros de pleno, así como Canarias y Marruecos...Menos mal que la evolución para el 1 de julio ya suaviza esta estructura y para el 5 de julio un tanto más...Aleluya, volveremos a un julio más clásico/habitual y podremos dormir y vivir más relajados a pesar de la altura cenital del astro Rey...Un saludo

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  6. Muchas gracias Jorge. La clave importante para la Península Ibérica es ver que tipo de circulaciones pueden aparecer al sur de ese anticiclón situado tan al norte y cuál puede ser su importancia para las precipitaciones en nuestras zonas. Creo que debería ser un tema prioritario de estudio para nuestros investigadores. Un saludo.

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