Hace una semana, en una anterior entrada de este blog, me refería a la llegada a la Península de un temporal atlántico, que tanta falta hacía en gran parte de la Península. Comentaba las dudas que habían existido previamente sobre si la borrasca fría que llegaba -y que posteriormente se denominó "Armand"- nos acabaría afectando o bien se establecería una dorsal sobre la Península. Por otra parte apuntaba dos factores positivos para que se registraran unas cantidades significativas de precipitación: Uno era la llegada, propiciada por "Armand", de un “río atmosférico” con gran cantidad de agua precipitable; y el segundo, la aparición para el fin de semana de una nueva borrasca, -la que se denominó “Beatrice”-, que junto a la anterior pudieran llegar a establecer una circulación continuada de flujo del oeste sobre gran parte del Atlántico con ondas secundarias embebidas y dando lugar al paso de varios frentes con buena penetración sobre gran parte de la Península.
Ahora ya que ha transcurrido el episodio…¿hasta que punto se han cumplido estas suposiciones?
Aún a falta del informe semanal de lluvias que publicará de forma inmediata Aemet, mi impresión es que las lluvias han sido en general menores de las esperadas, salvo en aquellas zonas de la fachada atlántica de Galicia, del Sistema Central y de Pirineos donde las predicciones se han cumplido con creces. Por el contrario, en grandes zonas de la mitad oriental de Castilla La Mancha y de Andalucía las precipitaciones han sido menores… ¿Qué es lo que pasó para que ocurriera esto? En mi opinión esto:
a) Por un lado, es verdad que la dorsal no se estableció sobre la Península y la borrasca pudo ejercer su influencia. Se desplazó hacia el Mediterráneo pero probablemente algo menos de lo previsto por lo que la penetración del flujo ligado a la borrasca hacia el centro peninsular fue algo menor.
b) Aún así el comportamiento de la borrasca ("Armand") que iba a ser responsable de la primera parte del temporal previsto fue más o menos el esperado. Dirigió al río atmosférico hacia el interior peninsular. Sin embargo, al ser el flujo del SW en altura muy recto y casi sin ondas secundarias, las corrientes ascendentes eran débiles y sólo donde había un marcado relieve montañoso como las montañas galaicas y sobre todo -como apuntaba más arriba- Gredos, la sierra de Béjar y los Pirineos, el "río" pudo ascender con eficacia y provocar un "represamiento" nuboso que dio lugar a precipitaciones muy abundantes. En el resto de la vertiente atlántica fueron en general de menor importancia y disminuyendo de noroeste a sureste. Destaca a este respecto gran parte de La Mancha donde es cada vez más difícil que lleguen precipitaciones desde el oeste -salvo en el caso de un buen temporal de poniente y éste no ha llegado a serlo- mientras que a los temporales de levante también les cuesta penetrar con eficacia hasta esa zona. Una buena muestra del efecto de estas precipitaciones -y aunque no se puede establecer una relación absolutamente directa- es la situación de los embalses tras este episodio. Las cuencas que más agua han recibido son las del Tajo (aportes de Gredos), Duero y Ebro así como los cercanos a la costa gallega siendo muy escasas las variaciones en las otras cuencas.
c) En cualquier caso creo que la clave de haber recogido menos lluvias de las esperadas proviene del “juego” dinámico que se ha llevado a cabo entre "Armand" y "Beatrice". Si antes de iniciarse el temporal cabía la posibilidad de que ambas borrascas pudieran permanecer sobre el Atlántico, a latitudes parecidas, obligando al chorro a bajar claramente de latitud y establecer así un flujo de largo recorrido sobre el océano generando ondulaciones secundarias ello no llegó a suceder. "Beatrice" ocupó el lugar de "Armand", que se desplazó hacia el norte, y lo que dio fundamentalmente -aunque también lluvias- fue un temporal de viento que ha provocó en algunas zonas bastantes destrozos.
En los próximos días va a ser de nuevo la dorsal africana la que va a ir dominando de nuevo la Península dando lugar a una nueva -otra vez- subida de las temperaturas y a la ausencia de precipitaciones salvo en zonas del NW peninsular.
Topografía de geopotencial de 500 hPa y temperatura de 850 hPa prevista para el próximo jueves. De nuevo una dorsal se extiende desde el norte de África hacia España y el Mediterráneo con temperaturas a 850 hPa muy elevadas para la época. Una vez más, y ya fuera del verano, el juego vuelve a repetirse (ECMWF)
Y esto es lo realmente preocupante: seguimos en el mismo juego de borrascas frías y dorsales cálidas, en el seno de una circulación fundamentalmente meridiana. Es decir sin conseguir que el chorro polar baje en bloque y de forma clara sobre el Atlántico y nos traiga un tiempo otoñal más permanente. ¿Ha venido este “juego” meridiano para convertirse en la normalidad de nuestras circulaciones atmosféricas? Por la cuenta que nos tiene esperemos que no. De momento, una nueva semana de "veroño". A ver después.
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