17 de diciembre de 2021

Pues si, al fin un temporal atlántico

Con frecuencia me he referido en este blog a la creciente escasez de situaciones de Poniente con su sucesión de borrascas y frentes y a la gran preponderancia de situaciones de NW o NE, algo que provoca una sequía persistente en amplias zonas de la vertiente atlántica peninsular y parte del Sureste. 

Precipitación acumulada desde el 1 de septiembre al 10 de diciembre de 2021. Salvo en zonas del tercio norte, de la Ibérica, Baleares y puntos de la vertiente mediterránea, el otoño ha sido escaso en lluvias. Destacan claramente los déficits del tercio sur peninsular y de Canarias.

Sin embargo, comentaba ya en una entrada anterior, refiriéndome a la predicción trisemanal de AEMET, que los mapas de anomalías sugerían el establecimiento de una situación de este tipo tras pasar la Navidad. Pues bien, el modelo determinista ha ido reafirmándose día a día en esta posible evolución llevando a una debilitada dorsal atlántica hacia posiciones más septentrionales y dejando que un fuerte ramal del chorro pueda conducir algunas borrascas atlánticas hacia la Península. 

Topografía del modelo determinista del Centro Europeo previsto para la madrugada del día de Nochebuena. Si bien ya, entre el martes y el miércoles una vaguada/dana habrá provocado lluvias abundantes (en la imagen ya situada en el sur de Grecia), un fuerte chorro, conducirá borrascas atlánticas hacia la Península en la segunda mitad de la semana. 

En este mapa de presión en superficie y precipitación previsto para el mismo día y hora que el anterior puede verse la incidencia de los vientos ábregos (o llovedores) sobre la Península al tiempo que las bandas azules y moradas de precipitación señalan las ondas frontales embebidas en ese flujo.

De este modo hoy ya se puede apostar con bastante probabilidad en el establecimiento de esa situación a partir del martes 21, si bien parece que las precipitaciones más intensas corresponderían a los días de Nochebuena y Navidad aunque es posible que pudieran prolongarse algunos días más.  Podrían serán copiosas y abundantes en las zonas de barlovento de las montañas y ocasionalmente también en algunas zonas llanas.


Cantidad de precipitación que podría acumularse durante la semana de Navidad: una distribución típica de los temporales atlánticos. Destacan sin embargo los escasos valores que pueden en el área mediterránea.


 El viento, de carácter moderado y a veces algo fuerte, soplará de componente oeste con algunos giros al SW y NW de acuerdo con el paso de ondas frontales. Y como suele ocurrir en situaciones de este tipo, las temperaturas serán suaves si bien la fuerza del viento y la humedad pueden dar a veces una cierta sensación de desapacibilidad. 

Supongo que a estas alturas algunos lectores -tan acostumbrados ya a la gran escasez de estas situaciones- se preguntarán si esta predicción puede resultar errónea o al menos parcialmente equivocada. A este respecto los mapas probabilistas muestran bastante confianza en el establecimiento de esa situación del oeste si bien todavía presentan algunas incertidumbres sobre la mayor o menor actividad de algunos de los frentes asociados. 

En este mapa de 500 hPa para la madrugada del día de Nochebuena procedente del modelo determinista se sombrea con morados más o menos intensos las incertidumbres proporcionadas por la predicción probabilista. El establecimiento de la situación de oestes parece bastante probable; más incertidumbre aparece en lo pronunciada que pueda ser la vaguada atlántica y por tanto la actividad de los frentes asociados.

¿Cuánto se prolongaría esta situación? Pues si miramos los mapas trisemanales de predicción de anomalías de precipitación publicados hoy por AEMET vemos que, quizás con menos intensidad, el temporal atlántico pueda extenderse algunos días más en la semana del 27 de diciembre al 2 de enero.

En la semana del 27 de diciembre al 2 de enero, parece que las precipitaciones podrían ser las climatológicamente normales en la mitad noroeste peninsular y algo superiores en la sureste y Baleares. 

Solo queda por apuntar que algunos otros productos del Centro Europeo indican que estas precipitaciones podrían ser muy copiosas en algunas zonas, algo que no sería de extrañar dada la gran cantidad de energía que el aire subtropical está proporcionando en los últimos tiempos a distintas evoluciones atmosféricas. Conviene estar al tanto de las predicciones y posibles avisos de AEMET.



15 de diciembre de 2021

¿Otra vez tornados en Estados Unidos?

Aunque resulte casi increíble, y más en el mes de diciembre, el Servicio Meteorológico norteamericano ha emitido un aviso de convección severa válido entre las 15 Z de hoy, 15 de diciembre, y las 12 Z de mañana. Dentro de una zona general más amplia se señalan otras donde pueden aparecer vientos fuertes, granizo…y también tornados. Y estos, algo que también sorprende, en una zona algo más al norte de dónde ocurrieron la pasada semana y de los que me ocupé en esta otra entrada.

Avisos de zonas con probabilidad de convección severa entre las 13Z de hoy 15 de diciembre y las 12Z de mañana 16. Los colores señalan zonas con distintos niveles de riesgo de ocurrencia de fenómenos adversos (vientos fuertes, granizo y/o tornados)

El mismo mapa anterior pero señalando ahora la probabilidad de ocurrencia de tornados. Aunque la probabilidad no es muy elevada es en cualquier caso significativa y a tener muy en cuenta.

La situación sinóptica es muy parecida a la de la semana pasada. Una profunda vaguada con aire frío fuerza en su zona delantera una advección de aire subtropical cálido y húmedo. Este aire, succionado con fuerza desde arriba por la marcada difluencia del chorro, va a provocar probablemente la presencia de grandes cumulonimbos, y allí donde la cizalladura vertical sea más marcada es donde existe la posibilidad de ocurrencia de fenómenos convectivos adversos y, en su caso, tornados. 

Topografía de 500 hPa/temperatura a 850 hPa prevista para las 18Z de hoy 15 de diciembre. La profunda vaguada del chorro, advecta en su zona delantera una nueva masa de aire subtropical cálido y húmedo. Puede apreciarse la notable difluencia de la zona delantera de la vaguada superpuesta sobre la masa cálida a 850 hpa. 



En este mapa de presión en superficie y viento a 10 m. sobre el suelo previsto para la misma hora que el anterior, puede verse como ese viento viene del sur mientras que en altura sopla del SW. Por tanto aparece una cizalladura vertical que favorece la creación de fenómenos severos.

Por tanto, de nuevo, un chorro polar con ondulaciones muy marcadas y un aire tropical/subtropical muy cargado de energía son los componentes básicos de esta situación y de unos tornados que, al igual que otros fenómenos adversos de origen convectivo, van extendiéndose poco a poco a épocas del año en las que en general eran bastante raros. 

Aunque las investigaciones sobre la evolución de los tornados en el contexto del calentamiento global van avanzando, aún  quedan muchas dudas. En mi opinión las mayores provienen de no conocer aún con claridad cuál va a ser el comportamiento de los chorros de niveles altos, los "motores de arranque" de estas situaciones, porque la "gasolina" suministrada por el aire subtropical va a estar siempre  disponible y, probablemente, con una calidad creciente. 

14 de diciembre de 2021

¿Un temporal de lluvias tras la Navidad?

Tras la finalización de la situación en la que una intensa y muy húmeda circulación del NW dejó importantísimas cantidades de precipitación en las áreas cantábrica y pirenaica con importantes avenidas de algunos ríos -sobre todo en la cuenca del Ebro donde todavía siguen- se empieza a estructurar ahora una situación de las denominadas “omega” con una marcada dorsal anticiclónica sobre la Península Ibérica y danas o borrascas frías a su derecha e izquierda.

La topografía de 500 hPa prevista para mañana 15 de diciembre muestra una casi perfecta situación "omega" con una fuerte dorsal sobre Francia y España y el chorro circulando por latitudes elevadas. Mientras tanto una dana afecta a Canarias y una borrasca fría a Grecia. 

De una situación de este tipo poco se puede esperar, y menos en invierno: cielos despejados aunque con amplias zonas de niebla, fuertes heladas nocturnas en los valles y disminución drástica de la calidad del aire sobre todo en las grandes ciudades. Es quizás una situación apropiada para permitir una cierta recuperación de las zonas que han resultado más afectadas por las copiosas precipitaciones y las riadas, pero muy poco apreciada para los habitantes de esas grandes ciudades y, sobre todo, para las amplias zonas de la Península donde la falta de lluvias es ya una preocupación apremiante.

Es difícil saber cuándo y cómo va a finalizar una situación de este tipo porque son bastante estacionarias y así lo comentaba en una de las últimas entradas del blog. Sin embargo hoy AEMET ha publicado una actualización de la predicción trisemanal del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo que muestra algunos detalles interesantes -y esperanzadores- respecto a un posible temporal de lluvias de carácter atlántico. 

Veamos la evolución mediante los mapas de anomalías previstas de precipitación (colores verdes indican valores por encima de la media climatológica y morados por debajo de ella. Las zonas en blanco indican que el modelo no encuentra una señal clara para la aparición de una anomalía positiva o negativa, lo que se suele interpretar como que la precipitación no se alejará mucho de los valores climatológicos). Son productos que, más que ofrecer valores cuantitativos, ofrecen tendencias generales de cada semana. 

La semana en la que estamos (13 al 19) la precipitación está por debajo de los valores normales en todas las zonas, si bien la anomalía es menos marcada en el tercio oriental peninsular debido probablemente a las lluvias dispersas que puede provocar la llegada de vientos de levante en capas bajas. Por su parte Canarias se encuentra entre valores normales o ligeramente por debajo.



En la semana del 20 al 26 de diciembre empiezan a observarse algunos cambios. Si bien gran parte de la Península aparece en blanco, se observan valores por debajo de los climatológicos en el tercio norte (lo que, en este caso puede ser una buena noticia), mientras que aparecen valores positivos en el suroeste peninsular, alguna zona mediterránea y desde luego Canarias. Probablemente todo ello sea debido a  un acercamiento de una baja situada al SW de la Península y un cierto reforzamiento de los vientos de componente este.


Es en la tercera semana, del 27 de diciembre al 2 de enero, donde ya se observan cambios más significativos y esperanzadores. Salvo el tercio norte peninsular todas las zonas presentan anomalías positivas. La estructura de ellas sugiere el posible establecimiento de una o varias borrascas en el golfo de Cádiz transitando luego hacia el Mediterráneo,  como si la dorsal atlántica emigrara hacia el N. o se debilitara, permitiendo así el paso o establecimiento de esas borrascas en unas latitudes propicias para nuestras zonas.


Como apuntaba más arriba estos mapas deben ser interpretados como tendencias sin tratar de hacer demasiadas aproximaciones cuantitativas. De hecho, cuando los valores climatológicos de un mes en una zona son nulos o muy bajos, la tendencia de las anomalías no son muy significativas. Sin embargo, en un mes de diciembre que suele ser lluvioso en muchas zonas españolas, creo que estas tendencias nos traen cierta esperanza. Iremos siguiendo la evolución y vayamos viendo si llega ese deseado temporal de lluvias a las vertientes atlántica y mediterránea. 

12 de diciembre de 2021

Intensos tornados en diciembre


(autor desconocido)

Impresionan las imágenes de la devastación producida por la ola de tornados que afectaron al menos a seis estados de Estados Unidos en la noche del pasado viernes. Pero impresiona también el gran número de tornados simultáneos -se habla de hasta treinta- y el tremendo recorrido de algunos de ellos, manteniéndose y realimentándose continuamente en el seno de las supercélulas que se desplazaban del SW a NE. Se ha comentado que incluso alguno de ellos llegó a recorrer cerca de 400 km, algo casi increíble cuando un recorrido típico de un tornado podría ser como mucho de unas decenas de kilómetros. Y más extraño aún cuando han ocurrido en diciembre, un mes en el que, sin ser desconocidos en Estados Unidos, no es en absoluto uno de los más proclives para su ocurrencia. 

Impresionante recorrido visto por radar de una de las supercélulas "tornádicas" con una estructura casi continua "en gancho" (lo que indica una fuerte rotación en su seno y posibles tornados)  en todo su recorrido de unas 600 millas durante once horas.
La situación meteorológica que los produjo es bien conocida. La zona delantera de una marcada vaguada de aire frío acompañada de un frente frío en superficie iba levantando como una cuña el aire subtropical cálido que había por delante de él. Ello, unido a las fuertes condiciones de ascenso provocadas por la advección de vorticidad en las capas altas, provocaba la creación de grandes nubes tormentosas. Si a ello se unía la cizalladura vertical por el giro y el aumento de viento con la altura, resultan las condiciones propicias para la generación de estos fenómenos.


Topografía de 500 hPa hacia la medianoche del viernes al sábado en el este de Estados Unidos. Puede observarse la profunda vaguada del chorro polar y el acusado contraste térmico con la masa subtropical delante de ella que, al parecer, había provocado temperaturas por encima de las normales para la época. 

Pero por qué esta vez han sido tantos, tan duraderos y con tanto poder de destrucción. ¿Por qué y de dónde tanta energía? A la espera de los muchos estudios que sin tardar aparecerán en Estados Unidos intuyo que la respuesta podría estar en las características de la masa de aire subtropical que, al parecer con temperaturas inusualmente altas - del orden de unos 28ºC- se había establecido uno o dos días antes sobre esos estados. Ello  puede haber sido, si no la única causa de la extremada intensidad, sí una de las más importantes (otra cuestión a considerar sería las grandes ondulaciones que en los últimos tiempos muestra el chorro polar). 

Por tanto, sería una vez más la continuada expansión del aire cálido y húmedo subtropical -habría que ver si más cálido y húmedo que en anteriores decenios- hacia latitudes más septentrionales, el actor, quizás no suficiente, pero sí necesario, para la producción de tantos fenómenos atmosféricos adversos incluso en épocas del año tradicionalmente muy poco adecuadas para ellos. (A este respecto cabe señalar que según NOAA este otoño ha sido el tercero más cálido en Estados Unidos)

En cualquier caso esperemos los estudios que con toda seguridad saldrán muy pronto sobre este impresionante episodio.

 

11 de diciembre de 2021

Cambio de régimen atmosférico...hasta cierto punto

A lo largo de este fin de semana, el movimiento hacia el este de la gran dorsal atlántica va a dar lugar que su borde oriental se mueva también hacia el Mediterráneo y Centroeuropa. Finaliza así el impacto directo de la fuerte circulación del NW sobre área cantábrica y Pirineos que ha originado abundantísimas precipitaciones, tanto de lluvia como de nieve. La causa directa de ellas ha sido el gran aporte de humedad por parte de un río atmosférico a niveles bajos y medios de la atmósfera conducido por el potente chorro de niveles altos. Una situación que podría haber batido algunos récords de precipitación -al menos para diciembre- tanto en intensidad como en cantidad y que merecería -otra vez más- un estudio en profundidad. 

Imagen del canal WV de Meteosat de hoy 11 de diciembre a mediodía. Se ve el desplazamiento hacia el este de la dorsal  así como de la circulación ligada al chorro que desde latitudes tropicales, y cruzando el Atlántico norte, ha transportado gran cantidad de agua precipitable (río atmosférico) hacia las áreas cantábrica y pirenaica. 


Junto con la gran cantidad de agua recibida en esas zonas, ha sido curioso, y a la vez problemático desde el punto de vista de la gestión hídrica y de la protección civil, las rápidas y significativas variaciones en la cota de nieve, lo que ha producido en dos o tres ocasiones unos rápidos deshielos con el consiguiente también rápido aumento en el caudal de los ríos y las subsiguientes inundaciones. La causa de ello ha residido en que esa gran circulación del NW no era del todo rectilínea sino que llevaba en su seno pequeñas ondas que se propagaban corriente abajo al tiempo que se amplificaban algo más en niveles bajos y formaban "remolinos", es decir, pequeñas borrascas que atraían hacia ellas aire subtropical algo más cálido y húmedo y posteriormente aire polar más frío. En cualquier caso todo ello ocurría bajo la potente corriente del chorro y en los mapas sinópticos aparecían como las pequeñas cuentas de un collar engarzadas por una sucesión de débiles frentes cálidos y fríos. En el fondo todo ello no son sino algunas singularidades y discontinuidades provocadas por las pequeñas ondas de chorros básicamente rectilíneos en el seno del amplio transporte de humedad de niveles medios y bajos. 

¿Cuál es ahora la evolución más probable? Pues el establecimiento del eje de la dorsal sobre la Península, junto con el avance de otra dorsal atlántica, va a dar lugar -cómo no en los últimos y no tan últimos tiempos- a la formación de una de nueva dana, aunque parece que esta vez solo afectaría a Canarias. 


Topografía de 300 hPa prevista para la tarde del lunes 13 de diciembre. Una nueva dorsal atlántica avanza con fuerza y entre ella y la dorsal ibérica -casi estacionaria- se formaría una vaguada que va a dar lugar a una dana.  Parece que tendería a  deslizarse hacia el sur frente a las costas de Portugal, dirigiéndose hacia Canarias donde podría originar precipitaciones a mediados de semana. 

Imagen infrarroja simulada prevista por el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo para la mañana del 15 de diciembre. Aunque todo parece indicar que el destino de esta dana es el área canaria, las mayores o menores precipitaciones que pueda originar depende de su recorrido concreto, algo que habrá que ir viendo en próximos días. 

¿Y después?...Pues todo parece indicar que a partir de mediados de semana la dorsal peninsular crecerá, alcanzando latitudes más altas y generando una típica situación de bloqueo, dando lugar a que el chorro circule a latitudes muy elevadas. 

Topografía de 500 hPa prevista para las 00 UTC del jueves 16 de diciembre con la información probabilista representada por los distintos tonos magenta, procedente todo ello de los modelos determinista y probabilista del Centro Europeo. El establecimiento de una dorsal de bloqueo parece bastante probable. Conviene notar que la mayor incertidumbre en esta situación se refleja en la circulación del NE establecida sobre Italia y de la que podría depender una posible retrogresión con el acercamiento "marcha atrás" a la Península de la borrasca mediterránea.

En esa situación habrá que ver si la situación finaliza con ese ascenso de la dorsal hacia latitudes más septentrionales, tal como antes me refería, posibilitando la entrada de la borrasca atlántica por el suroeste con lluvias en el suroeste y centro peninsular, donde tanta falta hacen, o si inclina su eje hacia el este y da lugar a una retrogresión con entrada de aire frío del NE. con precipitaciones que sólo afectarían al área mediterránea, tal como parece sugerir la predicción a tres semanas publicada ayer por Aemet.

Para finalizar quiero resaltar una vez más la repetición de situaciones atmosféricas que conducen a precipitaciones a menudo torrenciales -sin importar la época del año, como estamos viendo- junto a la casi continuada ausencia de ellas en el suroeste y parcialmente en el centro peninsular. A veces ya me he preguntado si este tipo de circulaciones del noroeste y del este, junto con las grandes cantidades de agua precipitable que con frecuencia transportan, se están convirtiendo en nuestra nueva normalidad climatológica. Solo es una hipótesis pero creo que es algo a cuyo estudio se debería conceder alta prioridad por el Gobierno dado lo mucho que nos jugamos en ello. El que sea de una u otra forma es una información fundamental, aunque sea probabilista, tanto para la gestión hídrica, agrícola o ambiental, solo por citar algunas de las áreas más afectadas. 

21 de noviembre de 2021

Una nueva dana, y otra...y quizás otra: ¿la "nueva normalidad"?

Comienza un primer temporal de invierno que va a dejar lluvias y nieves en amplias zonas del país, junto con una sensible bajada de temperaturas máximas. Y una vez más la causa no es una entrada de borrascas atlánticas, sino la llegada por el noroeste peninsular de una profunda vaguada del chorro polar que va a dar lugar a la formación de una dana sobre el interior peninsular. 

Imagen del canal de absorción de vapor de agua de primera hora de la tarde, de hoy 21 de noviembre. Arriba y en el centro se adivina la vaguada que se va estrechando cada vez más y dará lugar a una dana -que en seguida pasará a ser una borrasca fría- sobre el interior peninsular. Su borde sur queda bien delimitado por la banda oscura que señala la posición del chorro polar.  Hacia Azores una borrasca fría genera un remolino nuboso con características claramente subtropicales, mucho mejor definidas en este canal que en el infrarrojo. Una pequeña onda subtropical que circula algo más al este genera un pequeño y efímero sistema convectivo algo al norte de Canarias. 

Pero más que ocuparme en detalle de dónde va a nevar y dónde va a llover -como siempre en estos casos el problema para la predicción son los territorios situados entre los 600 y 800 metros de altitud- quiero referirme al tipo de circulación atmosférica causante de esta situación. El chorro polar, más alto de latitud de lo que venía siendo normal para la época, sigue muy ondulado y sus grandes dorsales anticiclónicas “rompen” al llegar a las costas europeas de un modo parecido a como lo hacen las olas del mar al acercarse a la orilla. La dorsal se alarga y se estrecha y crea delante de ella una profunda vaguada que con frecuencia da a lugar a una dana que afecta a zonas al sur de esa circulación manteniéndose el chorro más al norte. Mientras tanto, otra dorsal va creciendo sobre el Atlántico y... a la espera de un nuevo “rompimiento” sobre Europa occidental.

Mapa de 300 hPa previsto para la madrugada del domingo al lunes. La gran dorsal atlántica "rompe" ante las costas europeas y genera en su zona delantera una vaguada muy aguda que durante el lunes dará lugar a una dana/borrasca fría sobre la Península Ibérica. Al sur del chorro polar, que se reconstruye de nuevo al norte, quedan estructuras de carácter subtropical. Una configuración de la circulación general cada vez más frecuente en nuestras zonas. 

Naturalmente la trayectoria de las danas que se originan no es siempre la misma. Pueden entrar en la Península por el noroeste, norte o nordeste, y dado que las precipitaciones más importantes se encuentran en su zona delantera, las áreas más afectadas por éstas varían en consecuencia. Hay que tener en cuenta, además, que la eficiencia -y utilidad- de estas precipitaciones depende del mayor o menor aporte de aire húmedo hacia esa zona delantera. Con frecuencia el prever adecuada y detalladamente esa trayectoria -me refiero a no más de unas pocas decenas de kilómetros- no es fácil para los modelos numéricos y de ahí la necesidad de vigilarla mucho tratando de minimizar errores en el corto y muy corto plazo.

A veces, las vaguadas son tan profundas que las danas generadas alcanzan latitudes subtropicales o muy cercanas. Si hay suerte, y se ubican entre Madeira y golfo de Cádiz, pueden originar lluvias abundantes en la vertiente atlántica en lo que sería un “falso” pero bienvenido y útil temporal de Poniente. Otras veces se quedan casi estacionarias entre Azores, Madeira y Canarias y en esa situación, con aguas oceánicas relativamente cálidas bajo ellas, pueden albergar en su seno el desarrollo de estructuras ciclónicas de carácter subtropical. Y también en esa situación la circulación que las rodea puede interaccionar con otra ligada al chorro subtropical y generar estructuras más intensas de ese tipo. Algo así es lo que desde hace unos días viene apuntado el modelo del Centro Europeo para la zona entre la Península y Canarias en la segunda mitad de la semana, aunque existe también la posibilidad de que esa borrasca afectara más a Andalucía occidental.

Predicción de la topografía de 300 hPa para las primeras horas del próximo jueves 25 de noviembre. Mientras la borrasca fría que nos habrá afectado durante la primera mitad de la semana se centra sobre Cataluña desplazándose ya claramente hacia el este, de nuevo la dorsal atlántica "rompe" en las costas europeas y genera una nueva dana que aparece centrada al oeste de Galicia. Los vientos más fuertes que la rodean (sombreados en amarillo) indican que seguiría desplazándose algo más hacia el sur. (Conviene advertir que utilizo mapas del  modelo determinista de alta resolución solo para hacer más claro este tipo de evolución. Naturalmente, para la predicción operativa, debe hacerse uso del modelo probabilista, y más en situaciones como ésta).

Un par de días después la dana que se formaba en el mapa anterior aparecería sobre el sur de la Península mientras que una reestructuración de la dorsal atlántica acabaría originando otra dana en la zona de Canarias, dónde interaccionaría con una circulación subtropical y habría que estar atentos a los posibles desarrollos. Como puede verse, el mismo mecanismo de la circulación general habría originado tres danas en menos de una semana. 

Pero aunque la evolución que nos presenta el modelo determinista resulte muy interesante habrá que ver cuán fiable puede ser. El "plume diagram" o "penacho" del geopotencial de 500 hPa mostrado en esta imagen, y obtenido del modelo probabilista para un punto de esa zona crítica Golfo de Cádiz-Madeira-Canarias, nos muestra una evolución bastante fiable hasta el miércoles-jueves mientras que muestra bastante más dispersión para la segunda mitad de la semana. Una evolución a seguir cuidadosamente para ver dónde se sitúan las nuevas danas.

Por tanto, dos puntos de interés meteorológico esta semana. En la primera parte de ella, la borrasca fría que va a afectar sobre todo a la mitad nordeste de la Península y quizás Baleares. En la segunda, la actividad de esa nueva segunda y/o tercera dana todavía muy por concretar. Pero más allá de todo ello quiero volver a resaltar este tipo de estructura de la circulación general de la atmósfera en nuestro entorno que parece camino de convertirse en la nueva normalidad climatológica. 

4 de noviembre de 2021

La vida -simulada- de una nueva dana

En otoño era normal esperar la llegada de las lluvias atlánticas en el centro, norte y occidente peninsular, así como la aparición de algunas danas que regaran abundantemente el área mediterránea y que lo hicieran con los menores destrozos posibles. Sin embargo, en los últimos años hemos dejado prácticamente de ver esas borrascas atlánticas que traían mansas y persistentes lluvias otoñales, si bien nos sorprende de vez en cuando la llegada de algún río atmosférico con pequeñas ondas en su seno.  Pero esta es una situación infrecuente que en cualquier caso dura poco, focaliza mucho las precipitaciones y hace que a veces éstas tengan una intensidad capaz de crear algunos problemas. De este modo ahora cada vez estamos más pendientes -ya en toda las zonas- de la llegada de danas que, dependiendo de su ubicación y recorrido, lleven el agua a unos u otros territorios. 

Pues bien, ahora, en un par de días, empezamos otro episodio de este tipo.Veamos cuál puede ser su desarrollo advirtiendo una vez más que se trata solo de una aproximación y que se debe estar al tanto de las predicciones y posibles avisos de AEMET.

De acuerdo con los modelos -y con todas las precauciones que implica el tratar con ellas- esta nueva dana se formará probablemente entre el viernes y el sábado y se centrará hacia el norte de Argelia, en un lugar en principio poco adecuado para traer lluvias abundantes a nuestras zonas excepto a Baleares donde sí pueden ser intensas y persistentes. En cualquier caso y en este primer periodo de formación también puede dar algunas -pocas- en el sureste peninsular.

Imagen infrarroja simulada por el modelo determinista del Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio (ECMWF) para las 12 UTC del sábado día 6. Puede verse como la nubosidad desarrollada por la dana afecta a Baleares y roza el litoral del Sureste. Mientras las lluvias en Baleares parecen aseguradas, es difícil saber cuánto pueden afectar al Sureste ya que ello puede depender de ligeras variaciones en la ubicación de la dana. En cualquier caso serían poco significativas y de una forma u otra no durarían más allá del sábado (debe tenerse en cuenta que las imágenes infrarrojas simuladas es una pura representación en radiancias de los cálculos del modelo en cuanto a la nubosidad prevista y tienen la misma fiabilidad)


Pero esta dana no parece que vaya a ser de paso rápido como otras. Los modelos indican que se quedará varios días afectando al Mediterráneo occidental y que la ubicación de su centro oscilará poco y siempre entre el sur de Baleares y norte de Argelia y Túnez. Pues bien, en esa situación casi estacionaria puede crear las condiciones para que se genere en su seno y en niveles bajos una borrasca de no grandes dimensiones pero relativamente profunda que daría lugar a lluvias abundantes, pero sobre todo a fuertes vientos y temporal en el mar. A partir de una velocidad determinada de esos vientos podría ser categorizada como “medicán”, un tipo de circulación ciclónica mediterránea muy relacionada tanto por sus características de formación como por sus vientos asociados con los ciclones tropicales o subtropicales del Atlántico. Afectaría fundamentalmente a Baleares y zonas marítimas cercanas y es posible que diera lugar también a algunos vientos fuertes en alguna zona de nuestro litoral mediterráneo. 

Imagen infrarroja simulada (ECMWF) para el martes 9 de noviembre a las 06 UTC. El modelo desarrolla entre Baleares y Argelia una espiral nubosa que denota una circulación ciclónica y que podría llegar a ser un medicán. Algunas zonas mediterráneas pueden verse afectadas por fuertes vientos y, salvo en Baleares, las lluvias estarán ausentes de nuestras zonas. Pero es una predicción a cinco días del comportamiento de una dana y hay que tomarla con muchas reservas. 

En una fase posterior, quizás ya hacia mediados de la próxima semana, la dana desarrollaría al norte de su centro y en niveles bajos un posible “río” que, tras un relativamente largo recorrido por el Mediterráneo, podría traer lluvias al litoral mediterráneo y zonas cercanas. Podrían ser persistentes allí donde fuera enfocando esa especie de "manguera", que es a lo que a veces se asemejan estos “ríos” húmedos. Pero es algo que todavía no puede establecerse con una cierta fiabilidad.

Imagen IR simulada para las 12 UTC del jueves 13 de noviembre. Según el modelo del Centro Europeo, la circulación que rodea a la dana daría lugar a esa larga estructura nubosa que se extiende desde Sicilia hasta Baleares y las costas peninsulares. Esa estructura podría albergar un pequeño río atmosférico mediterráneo que provocaría lluvias en Baleares  y a aquellas zonas mediterráneas a las que fuera enfocando esa especie de "manguera". Pero, insisto es solo una simulación a siete días del desarrollo de una dana...y en el Mediterráneo.


Poco puede avanzarse sobre el comportamiento de esta dana más allá de seis o siete días sabiendo cómo pequeños cambios en su ubicación (difíciles de manejar correctamente por los modelos) pueden dar lugar a cambios importantes en la aparición -o no- de las lluvias y en su distribución. En cualquier caso se trata de una situación muy interesante desde el punto de vista meteorológico pero, más allá de eso, de una oportunidad para que de un modo u otro pudieran las lluvias necesarias a algunas zonas mediterráneas y esperando que en Baleares -donde pueden ser muy copiosas- no lleguen a originar daños. No es la situación ideal que sería deseable pero vamos a ver lo que da de sí.


Precipitación acumulada prevista por el modelo determinista del Centro Europeo hasta el próximo jueves. La realidad podría ser muy distinta pero da, hoy por hoy, una idea de lo que cabría esperar en líneas generales, de esta dana.

 Y esperemos que, a no mucho tardar -y si no hay forma de que llegue un temporal atlántico clásico- otra dana se estacione hacia el golfo de Cádiz y se mueva hacia Alborán para llevar el agua a las zonas más necesitadas. 


1 de noviembre de 2021

Tras el paso del "río"

Mientras el flujo de aire muy húmedo procedente del Atlántico, que se ha identificado como un río atmosférico y que ha afectado a la Península durante los dos últimos días, se aleja y debilita, me parece útil compartir algunas consideraciones y reflexiones personales sobre esta situación. 


A mediodía de hoy, 1 de noviembre, y coincidiendo con el paso de un frente frío que recorre la Península, se debilita y aleja el río atmosférico que nos ha afectado en los últimos días. Así lo refleja esta imagen del contenido total de agua precipitable obtenida a las 11 UTC por el CIMMS

Lo primero a tener en cuenta es que la presencia de altos contenidos de humedad en la atmósfera es una condición necesaria pero no suficiente para las lluvias copiosas. Debe existir también un mecanismo de ascenso para que las nubes sean suficientemente densas y generen precipitaciones significativas. Esos ascensos pueden provenir de la propia dinámica del flujo de aire húmedo, con sus pequeñas ondas embebidas que provocan ascensos y descensos del aire, o bien por el choque del flujo con obstáculos montañosos que fuerce y mantenga el ascenso sobre una misma zona. Este segundo mecanismo es el responsable de las muy importantes precipitaciones en las áreas de barlovento de las sierras de Grazalema, Villuercas, montes de Toledo y mitad occidental del Sistema Central mientras que a su sotavento han sido mucho menores. Además, los ascensos o descensos dinámicos -que pueden a su vez actuar junto a los anteriores y modularlos en uno u otro sentido-  son los inductores de las precipitaciones repartidas más aleatoriamente en ubicación e intensidad en las zonas más llanas, donde los obstáculos orográficos no son determinantes.  

Por otra parte hay que tener en cuenta que la zona central del río atmosférico, donde se encuentra buena parte de la humedad transportada, no tiene una gran anchura, -en el caso que nos ha afectado quizás unos 150 o 200 km- por lo que algunos pequeños desplazamientos de su ubicación en latitud hace que varíen con rapidez las áreas específicas afectadas, siendo probablemente ésta una de las principales causas de error en la predicción “fina” de estas situaciones. 

Pues bien, quizás estos planteamientos previos nos pueden ayudar a comprender mejor las causas de las -al menos para mí- dos sorpresas que esta situación nos ha dado. La primera es la llegada de estas precipitaciones al propio golfo de Valencia e incluso hasta Baleares, donde en algunos puntos se han recogido valores cercanos a los 30 mm. Como es bien conocido las situaciones de poniente no suelen traer lluvias a estas zonas dado que el descenso del aire hacia el mar desde la meseta facilita mucho más los movimientos descendentes que los ascendentes favoreciendo así su aumento de temperatura y desecación. Pues bien, en esta situación de río atmosférico la saturación de la columna de aire que llegaba era tan grande y continuada que, aún habiéndose secado algo en su descenso en su parte inferior, era capaz de restaurar las precipitaciones acabado aquel y discurriendo ya sobre el mar.

La segunda sorpresa, menos agradable que la anterior, es la de las escasas precipitaciones registradas en Andalucía excepto en su zona norte de Sierra Morena donde sí ha habido algunas significativas. Creo que la explicación está en la ubicación del núcleo del río atmosférico. Durante los días previos los modelos oscilaban en localizarlo entre el centro y el sur peninsular. Poco a poco lo fueron ubicando entre la mitad sur de la zona centro y el norte de Andalucía. Y por allí discurrió fundamentalmente dejando buena parte de la comunidad andaluza con precipitaciones débiles, o incluso nulas a sotavento de las grandes zonas montañosas como ha ocurrido en las provincias de Granada y de Almería.

Estas son unas conclusiones rápidas y provisionales sobre este episodio y pueden ser incorrectas o incompletas. Mi intención al exponerlas es simplemente facilitar un intercambio de impresiones con los lectores de modo que podamos aprender más sobre el comportamiento de los ríos atmosféricos atlánticos en nuestro entorno geográfico.  


2 de septiembre de 2021

Esta vez sí es una dana

En mi última entrada del blog comentaba cómo las torrenciales lluvias acaecidas hace unos días en Benicassim o Sagunt no estaban provocadas por una dana sino por una serie de procesos a mesoescala junto con la presencia de un aire muy húmedo. Y la finalizaba refiriéndome a la atención que había que prestar al inminente cambio en la situación atmosférica. Ese cambio se materializó ya desde la noche del martes con la aproximación progresiva de una dana a la Península provocando intensas granizadas y algunas lluvias torrenciales. Ayer miércoles  esas lluvias se intensificaron y extendieron afectando a amplias zonas de la Península con intensidades muy altas -y a veces también cantidades- que provocaron un buen número de inundaciones relámpago y grandes daños materiales. 

Topografía de 500 hPa del 1 de septiembre a las 12 UTC. El núcleo de la dana aparece sobre Lisboa mientras que su zona difluente delantera (o zona de advección de vorticidad ciclónica) genera fuertes ascensos del aire cálido y húmedo

Por tanto, y a diferencia del primer episodio de lluvias mediterráneas, esta vez sí ha sido la circulación del viento asociada a la dana la que ha actuado como mecanismo de disparo para lograr que la inestabilidad se materializara en rápidos y muy potentes ascensos del aire cálido y húmedo con el desarrollo de potentes cumulonimbos y agrupaciones de ellos.

Imagen del canal visible de AEMET de primeras horas de la tarde. La circulación de niveles altos provoca ya fuertes ascensos y la aparición de potentes estructuras convectivas.

Imagen de reflectividad radar correspondiente a la imagen anterior de satélite. Se aprecian núcleos de alta reflectividad asociados a precipitaciones muy intensas. El  potente núcleo delantero en forma de coma es el que provocó inundaciones relámpago en varios pueblos al sur de Toledo y en la propia capital. Además de la alta intensidad, el lento desplazamiento del núcleo daba lugar a mayores acumulaciones de precipitación.

Es verdad que la presencia de estas danas al final del verano o comienzos del otoño climatológico son relativamente normales pero, a mi juicio, no lo es la aparición de forma tan extensa de tan altas intensidades y cantidades de precipitación, de modo que, una vez más, cuántas veces ya, vuelven a batirse varios récords en las redes de observación. 

A mi juicio, y tal como ocurrió con la borrasca Filomena, todo ello no puede explicarse sino por la participación muy activa en estos fenómenos de aire subtropical relativamente cálido y con altos contenidos de humedad. Si se comprueba que es así y todo parece indicarlo: ¿la presencia ya reiterativa de esta masa responde a la pura variabilidad atmosférica o es una muestra del calentamiento global? Por varias razones que ya he expuesto en distintas entradas de este blog, me inclino por esta última opción. En cualquier caso, más allá de opiniones personales con poco valor, cabe insistir en la necesidad de la realización de estudios sistemáticos rápidos, de todas estas situaciones adversas y que contemplen también, hasta donde ello sea posible,  su conexión -mayor, menor o nula- con el calentamiento global con la consiguiente comunicación a la sociedad de los resultados obtenidos.

31 de agosto de 2021

Lluvias torrenciales en la Comunidad Valenciana....¿dónde está la dana?

Con frecuencia los meteorólogos hemos hecho notar que no todas las situaciones de dana suponen la aparición de lluvias torrenciales en el área mediterránea ni, por el contrario, todas las lluvias torrenciales aparecen en presencia de danas. Un buen ejemplo de esto último son los diluvios que estos pasados días han dado lugar a altísimos registros de lluvia -que puntualmente han alcanzado los 200 mm en muy poco tiempo- en poblaciones de la Comunidad Valenciana como Benicassim o Sagunto.

Cuando se observan los mapas de niveles medios de la atmósfera en estos días no aparece ninguna dana sino una borrasca situada al oeste/noroeste de la Península Ibérica que fuerza sobre ésta un débil a moderado flujo de Poniente. En superficie las circulaciones de viento han sido muy débiles si bien en algunas zonas mediterráneas aparecía alguna no muy marcada ni muy extensa circulación de levantes, algo típico en estas configuraciones sinópticas cuando un anticiclón se estaciona sobre las Islas Británicas. En resumen, nada que desde el punto de vista dinámico pudiera hacer pensar en algo más que, como mucho, algunos chubascos de poca importancia en el área mediterránea. 

Topografía de 500 hPa de las 00 UTC del 29 de agosto elaborada por el Centro Europeo, muy pocas horas antes de las fuertes precipitaciones sobre Benicassim. Como se ve no existe ninguna dana afectando al área mediterránea y la circulación sobre la zona no favorece los ascensos verticales aunque habría que investigar si llegó a existir una pequeña "colaboración" del extremo sur de la borrasca centroeuropea. En superficie no había prácticamente gradiente de presión aunque como suele ser frecuente en estas situaciones existía en algunas zonas del Mediterráneo una débil circulación de viento de levante.

La misma topografía para 24 horas después. La situación es muy parecida a la anterior y nada proclive a generar ascensos significativos del aire en el área mediterránea

Sin embargo, si la dinámica era poco o nada propicia para la generación de lluvias intensas, la termodinámica de la zona mediterránea sí lo era…siempre que recibiera una pequeña ayuda. Los sondeos, tanto observados como previstos por los modelos numéricos, mostraban una estructura vertical muy inestable con aire cálido y sobre todo muy húmedo en las capas bajas y unas capas medias y altas también con humedad y temperaturas algo frías, correspondientes al aire atlántico subtropical que la borrasca situada al oeste peninsular estaba impulsando sobre la zona aunque no cabe descartar alguna contribución de aire centroeuropeo. Un perfil vertical que, con la ayuda de un pequeño empuje ascensional, podía dar lugar a las precipitaciones que posteriormente se registrarían.

Esta magnífica imagen obtenida por el meteorólogo y fotógrafo José Antonio Quirantes obtenida  la tarde del 29 desde la provincia de Cuenca muestra con la profunda simetría del cumulonimbo que incluso en el interior peninsular la "termodinámica", con sus ascensos verticales, predominaba clarísimamente sobre cualquier intento de organización proveniente de la dinámica de niveles altos. 

....como también lo muestra esta otra de autor desconocido que ha circulado por las redes y obtenida en vuelo entre Valencia e Ibiza

Pues bien, en situaciones de dana, y sobre todo cuando la zona delantera de ésta se encuentra sobre el área mediterránea, son las características del flujo de viento que la rodea a niveles medios-altos (podríamos hablar técnicamente de advección de vorticidad o, desde otro enfoque, de difluencia) lo que fuerza el ascenso vertical del aire de las capas bajas generando las grandes masas nubosas que dan lugar a los diluvios…Pero en este caso, esa dana no existía… ¿entonces?

Entonces, el empuje tiene que venir de otras zonas y lo hace desde la superficie o capas muy próximas. Tal como ya han apuntado algunos meteorólogos expertos en temas mediterráneos basta la confluencia de algunas brisas de tierra con el débil flujo de levante durante la noche o madrugada, o la confluencia de pequeñas circulaciones aéreas sobre el mar o incluso la incidencia de un débil flujo de levante sobre las montañas cercanas a la costa, para que la atmósfera reciba ese pequeño empujón que la lleve a liberar esa gran inestabilidad que se observa en los sondeos. Y lógicamente ello desemboque en los vigorosos ascensos que se traducen en el desarrollo de grandes cumulonimbos, o incluso algún sistema convectivo, con sus torrenciales lluvias asociadas. En cualquier caso, y como ha ocurrido en esta situación, son desarrollos nubosos de relativa pequeña extensión espacial de forma distinta a las situaciones de danas donde las zonas de ascensos suelen ser bastante más extensas. 

En esta imagen de Meteosat obtenida a primeras horas de la mañana del día 29 puede verse la pequeña extensión de la zona tormentosa cuyo extremo afectó a Benicassim dando lugar a precipitaciones de unos 150 mm en muy poco tiempo. Este tipo de estructuras se desarrollan preferentemente sobre el mar donde por la noche las condiciones para liberar la inestabilidad suelen ser más favorables y penetran poco en tierra, pero cuando lo hacen muestran su grandísima eficiencia en precipitación.

Esta otra imagen del canal infrarrojo de Meteosat corresponde a la madrugada del día 30. La estructura convectiva es mayor y más estructurada que en el caso anterior y quizás se trate de un pequeño sistema convectivo. El "roce" con la zona de Sagunto es muy pequeño y duró poco tiempo pero suficiente para dejar valores de hasta 200 mm. 

Durante años la ocurrencia de estas lluvias sin una clara causa dinámica que las pudiera justificar constituía un quebradero de cabeza para los meteorólogos. Fueron las observaciones y sobre todo los estudios a mesoescala (una escala de mayor resolución espacial y temporal que la escala denominada “sinóptica”) lo que permitió comprender mejor estas situaciones que también durante mucho tiempo fueron deficientemente manejadas por los modelos numéricos de predicción. Afortunadamente, y aunque aún queda espacio de mejora, su cada vez mejor representación de las evoluciones atmosféricas y su aumento de resolución, nos anticipan ya la posible ocurrencia de situaciones sobre las que los meteorólogos deben estar atentos y vigilar muy de cerca. 

¿Tiene algo que ver el calentamiento global? Imposible saberlo sin desarrollar estudios de atribución. En principio son situaciones típicas de final de verano, sobre todo cuando en niveles medios y altos empiezan a notarse los primeros “alientos” del aire atlántico o centroeuropeo. ¿Tienen estas masas o la de niveles bajos un mayor contenido energético y una mayor eficiencia de precipitación a causa del calentamiento? Sería muy importante estudiarlo a la vista de las grandes cantidades de lluvia registradas y la importancia de algunos fenómenos asociados como fuertes vientos locales o intensas granizadas. En cualquier caso no es un fenómeno único sino la reiteración de episodios que muestran la presencia de una gran cantidad de energía en la atmósfera, la pista que debe seguirse en una investigación cada vez más necesaria de potenciar en España sobre los efectos del calentamiento global en nuestras zonas.

Mañana, 1 de septiembre, la situación meteorológica cambia sustancialmente sobre la Península y la atmósfera se muestra bastante inestable y con mucho contenido de humedad. Conviene estar, una vez más, muy al tanto.  

NOTA: Quiero subrayar, y agradecer, a mis colegas Paco Martín León (RAM) y José Ángel Núñez (AEMET en la Comunidad Valenciana) la excelente cobertura que han dado a esta situación con interesantes datos y análisis así como sus contribuciones personales.