Es bien conocida mi opinión, ya expresada en varias entradas de este blog, sobre la importancia de hacer un uso mucho más intensivo y extensivo de la predicción probabilística. He comentado también con frecuencia los obstáculos que se presentan debido por una parte a la dificultad de acceder de forma libre a los mejores productos del sistema ensemble o de conjuntos del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF) así como a una cierta inercia de predictores y comunicadores para no meterse en un territorio más complejo e incómodo, donde se corre el riesgo de no ser bien comprendidos por el público salvo que, de manera paralela, se pudieran dar unos sencillos pero eficaces criterios de comprensión y utilización. En cualquier caso, lo que también he rechazado siempre es el argumento de que a ese público no le interesa ese tipo de predicción porque creo que, a ese público, no se le han ofrecido nunca unas buenas y adecuadas predicciones probabilísticas.
En este contexto me parece importante comentar las conclusiones alcanzadas en la reunión anual de usuarios de productos del Centro Europeo (Using ECMWF forecasts), que se celebra todos los meses de junio en el Centro, y que este año tenía precisamente por título Cuantificar y comunicar la incertidumbre. Esas conclusiones y una mayor información sobre la reunión puede encontrarse en el último número de la ECMWF Newsletter.
Uno de los objetivos era justamente investigar las razones por las que existe tanta resistencia a comunicar esa incertidumbre de las predicciones y más aún cuando -tal como afirmó Rebeca Morss, una de las principales investigadoras mundiales sobre comunicación meteorológica y de riesgos- los estudios demuestran que el público acepta que los pronósticos tienen una incertidumbre y, así mismo, que se pueden tomar decisiones haciendo uso de esa incertidumbre. Afirmó también que es necesario conocer las particularidades de los distintos usuarios para facilitarles los productos más adecuados e instruirlos en su mejor aprovechamiento.
En la reunión se pidió a los participantes que expresaran su confianza en el uso de la incertidumbre y en la de su comunicación. Ese fue el gráfico obtenido (Imagen: ECMWF) |
Aunque todos los debates resultaron muy reveladores, lo más importante fueron las conclusiones alcanzadas, que son básicamente éstas:
- Las predicciones por conjuntos nos permiten cuantificar la incertidumbre en relación con las condiciones iniciales y las capacidades del modelo. Esta incertidumbre puede ser traducida y comunicada a los usuarios finales como la confianza que pueden tener en una predicción meteorológica.
- La formación es fundamental para permitir a meteorólogos y usuarios en general apreciar y aprovechar la información facilitada por la predicción por conjuntos.
- La predicción por conjuntos debe ser confiable (....) y precisa (...). El conocimiento de la valoración de la destreza del modelo de predicción es esencial para comprender sus fortalezas y debilidades. Se necesita disponer de métodos de verificación orientados a las necesidades de los usuarios.
- Los productos de las predicciones ensemble deben ser presentadas de forma condensada para evitar una sobrecarga de información, al tiempo que debe asegurarse la captura de los detalles de fenómenos meteorológicos relevantes. El Extreme Forecast Index (EFI) y el uso de clusters (agrupamientos), son buenos ejemplos de ello, y la comunicación frecuente entre los productores y los usuarios se traducirá en el desarrollo de más productos.
Creo que estas conclusiones no tienen desperdicio y si hay algo que me llama la atención -y me agrada- es la propuesta de que al usuario se le transmita, no tanto la incertidumbre de la predicción sino su nivel de confianza. Es algo que, desde el punto de vista de la psicología social creo que resulta muy apropiado.
Pero la cuestión que no abordó la reunión es cómo poner en práctica esas conclusiones porque, aunque pueda contarse con el soporte global del Centro Europeo, corresponde a los distintos estados miembros definir sus planes de acción. A este respecto y refiriéndome al caso concreto de España quiero recordar la petición que desde la Asociación de Comunicadores de Meteorología (ACOMET) se hizo a la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) para que hiciera disponibles diariamente en su página web los distintos escenarios previstos a medio plazo, junto con sus probabilidades asociadas y, así mismo, que ofreciera formación especializada para su correcta interpretación y uso a los comunicadores meteorológicos.
En este contexto, y con el fin de obtener los productos más adecuados a partir de la información probabilística básica del Centro Europeo, creo que sería también muy útil que AEMET contara con la colaboración u opinión de grandes usuarios de la información meteorológica así como de las asociaciones de aficionados. Precisamente porque es una cuestión compleja sería importante y fructífera atender a los criterios de unos y otros.
En cualquier caso, es verdad que la política comercial del Centro Europeo no facilita mucho las cosas aunque cabe esperar que se relaje algo en el futuro, sobre todo si la predicción probabilística a medio plazo norteamericana acaba alcanzando cotas de calidad parecidas a las suyas. Sin embargo, la predicción probabilística a corto y muy corto plazo es una responsabilidad de los Servicios Meteorológicos nacionales y es en este campo donde AEMET puede tener todas las posibilidades abiertas a proporcionar unos muy buenos productos probabilísticos y, sobre todo, en relación con los fenómenos adversos. Confío mucho en que sea así.
Interesante artículo pero, pienso, algo alejado de la realidad que demanda el público.
ResponderEliminarEs un hecho comprobado y estudiado por eminentes psicólogos, sociólogos y antropólogos (por citar alguno,citaré a Daniel kahneman y su "Pensar Rápido , Pensar Despacio") que el ser humando demanda certeza, no incertidumbre. Es más, ellos aseguran que tendemos a confiar mucho más en alguien que manifiesta un clara seguridad en su discurso, aunque sea un cuento chino, que en el erudito que navega en el proceloso mar de la duda (aunque, estadísticamente está archicomprobado que hay que confiar en este último).
Usted, aunque ahora no asista a los cónclaves, reuniones o simposios de ECMWF u otros, sale a la calle, escucha a la gente y observa, algo que también hacemos los demás.
¿Y qué es lo que vemos o escuchamos? Que nos creemos a pie juntillas lo que dice la aplicación meteo del móvil, que no se caracteriza especialmente por cuantificar el grado de certidumbre de un pronóstico meteorológico.
Tema complicado, me temo, cuya solución no es tan sencilla como sacar los 50+1 miembros del EPS, explicarle el funcionamiento de esta herramienta a los "comunicadores" para que éstos, mutatis mutandis, hagan lo propio con el público de a pie. Porque al público, en general y con mucha razón, le interesa si va a llover o no, no que la atmósfera sea un sistema extremadamente sensible a las condiciones iniciales.
Un saludo.
Muchas gracias por la aportación al debate Carlos. Es, como dice, un tema complicado. La prueba es que, junto al pensamiento de Kahneman, aparecen los de Fred Mosher o de la propia Rebeca Morss, buenos expertos en el campo de la comunicación de riesgos, que opinan lo contrario. En cualquier caso, creo que no tendremos una información certera hasta que esos pronósticos se faciliten de una manera adecuada y, tras un tiempo prudencial, veamos lo que el público piensa. Mi opinión es que no se le debe hurtar la mejor información meteo disponible, que a mi juicio, en ésto como en tantas otras cosas -medicina, por ejemplo-, es la probabilística. Otra cosa es lo que luego, bajo su responsabilidad, decida ignorarla y optar por una certeza imposible.
ResponderEliminarIndudablemente, tampoco pienso que haya que dar los miembros del EPS pero sí publicar productos "condensados" tales como los escenarios con sus probabilidades. En esta línea veo que el público que conoce el EFI lo utiliza. Otra cosa es que lo haga bien. Y ahí, el papel de la Agencia sería muy importante.
Un saludo
Un saludo
Porque, si no nos interesa
Soy Carlos Santos. Como siempre, me encanta lo que escribes Ángel. Y quiero compartir mi visión para equilibrar la de Carlos. Cuando la gente se juega las habichuelas, la pasta o un buen número de vidas a salvar, entonces "la realidad que demanda el público" queda relegada a un segundo plano. Aparecen otras realidades, otros matices, otras prioridades, más profundas, más relevantes. Una buena predicción probabilística consigue un valor relativo siempre superior a la correspondiente buena predicción determinista. ¿Qué quiere decir esto del valor relativo? Quiere decir que, a la hora de tomar decisiones, sobre todo decisiones críticas, la riqueza de un abanico de probabilidades asociadas a distintos eventos (ordinariamente superación de umbrales) supera con creces a un valor concreto determinista sujeto a muchos errores. En el Sahel se salvan vidas con los EPSs, en el Sudeste Asiático se palia el azote de la Malaria. En España probablemente se salven vidas gracias a los EPS. Y no son profesionales de la meteo los que usan los EPSs en acciones preventivas. No hay gente tonta, hay medios tontos, y "vendedores" tontos. Cualquier persona entiende un mapa de probabilidad si sus naranjas están en juego, y un porcentaje de posibilidad (=probabilidad) puntual lo entiende también cualquiera. En los países con menos demanda de certeza los medios sacan meteogramas con su sombra de incertidumbre desde finales de los 90. De modo que no sé lo que quiere decir "público en general", y creo que "llueve o no" puede enriquecerse mucho con un "70% machote, tú mismo". No se trata de venedr o difundir la "sensibilidad a las condiciones iniciales", querido Carlos, se trata de engañar lo menos posible, y dar un 70% es más honesto que decir "va a llover". Los escenarios, las probabilidades, los epsgramas, los EFI, y otras cosas menos conocidas (porque se defiende la certeza desde un principio, y quizá sea mejor aceptar la incertidumbre), son herramientas riquísimas para tomar decisiones, desde "jugamos al júrgol o no" hasta "evacuemos una ciudad de 4 millones de personas". La incertidumbre es inherente a la naturaleza, creo que Ángel entendió perfectamente la riqueza de los ensembles desde un principio y en su constante fomento de estos EPSs intenta transmitir un mensaje muy claro: la predicción más honesta es la probabilística. Es la más realista, el modelo menos malo de la realidad para hacer pronósticos del que somos capaces. Que el ser humano demande certeza y que lo defiendan algunos psicólogos puede ser una torpeza más de la cultura occidental ahogada en su propia ansiedad, o quizá no. En cualquier caso, la asunción de la incertidumbre como parte integrante esencial de la vida y el mundo es un claro indicativo de madurez. Madurez tanto individual como social. Una sociedad que rechaza la incertidumbre (así como la muerte) todavía tiene mucho camino por andar. Creo que desde el momento en que se acepta la incertidumbre se alcanza una paz: quizá haya una certeza más profunda en la aceptación de la incerteza. La gente no es tonta, y defender esa tontería es fomentarla. Prefiero fomentar la madurez y la honestidad. salu2
ResponderEliminarMuchas gracias Carlos. Creo que explicas con toda claridad, por una parte, la utilidad próxima de la predicción probabilística y, por otro, su "espíritu" profundo. Coincido contigo en todo ello aunque acepto respetuosamente otras visiones. Especialmente me gusta esta frase que escribes: "Una sociedad que rechaza la incertidumbre (así como la muerte) todavía tiene mucho camino por andar. Creo que desde el momento en que se acepta la incertidumbre se alcanza una paz: quizá haya una certeza más profunda en la aceptación de la incerteza"
ResponderEliminarGracias de nuevo. Saludos.
Creo que la clave de este asunto de la comunicación de la incertidumbre (o, mejor, de la confianza) está, como bien dices, Ángel, en el uso de productos "condensados", que sean relativamente fáciles de entender. Un ejemplo muy bueno lo tenemos en los del NHC, con sus conos de predicción, un producto gráficamente sencillo y fácil de interpretar y explicar. También el EFI (y en menor medida el SOT) pueden explicarse de modo más o menos sencillo, creo yo (a pesar de ser productos complejos), lo mismo que los distintos escenarios, e igualmente los meteogramas probabilísticos. Es un esfuerzo que merece la pena hacer, desde luego. Tímidamente, ya se ha empezado a hacer en la web externa de AEMET, donde aparecen mapas de probabilidad de precipitación. Es de desear que en un futuro próximo se avance algo más en esa línea.
ResponderEliminarAsí es Alex. A ver si AEMET se decide a avanzar un poco más y a ayudar en la adecuada comprensión y uso de esos productos.
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